Emperador José II de Habsburgo

Emperador José II de Habsburgo
Al volante de la Máquina del Tiempo

Adelante internautas

Yo soy el Emperador José II de Habsburgo, gato quien gobierna desde el éter a su madre humana, la historiadora nicaragüense Cecilia.Hoy que se cumplen 6 años de mi ingreso triunfal al paraìso gatuno,donde fui coronado como emperador, mi madre hizo este blog en honor a mi memoria. Aquí voy recopilando el trabajo de mi madre en tres categorías: temas de la historia, personajes célebres y su obra cuentística y filosófica. Cualquier pregunta que deseen aclarar, tenéis el email cecilmundo@gmail.com para hacerlo. Ahora, a servirse la mesa.Bon appetit! Emperador José II de Habsburgo

Emperador navegando en su máquina del tiempo

Emperador navegando en su máquina del tiempo
en brazos de mi partera

domingo, 27 de abril de 2008

los antojitos de los cèlebres

LAS COMIDAS FAVORITAS DE LOS FAMOSOS
Cecilia Ruiz de Ríos
Recientemente antes de fallecer mi tía abuela Anjanet Aburto cumplió con su antojo de comerse unos chilaquiles con abundante chile jalapeño aunque su galeno se lo había prohibido. Recordando a Emigdio Suàrez, recuerdo que dijo mientras se despachaba una cantidad navegable de esta rica comida,”Si el perro se va a morir, que se muera harto, jodido!” A lo largo de la historia, numerosos personajes han tenido pasiones desquiciadas por una u otra comida, muchas veces para perjuicio de ellos mismos, y ni el Colochòn se salvò de tener anotjitos por pasas de Corinto y bollos de avena con miel.
La desgracia de Alejandro Magno fue su pasión enfermiza por la mantequilla. Ya a los 33 años, cuando le dio un ataque de difteria al regreso de conquistar buena parte de lo que hoy es la India, se pegó madre hartada de este lácteo cuando ya estaba enfermo de cuidado. En vano le trató de esconder el rico lácteo su amante y mucamo persa Bagoas, porque apenas pudo Alejandro en un descuido se atoró de casi 2 libras de mantequilla y se murió poco después.

El amor de Cleopatra VII Filopator por los higos fue tan desbordante que cuando la bella reina egipcia quiso suicidarse con el famoso áspid, nadie se extrañó que pidiera una colmada cesta de higos para engullirlos en su habitación. En medio de los purpurinos frutos iba la célebre culebra que al morderle un sensual buche a la reina, acabaría con ella. Jesús de Nazareth no estaba exento de antojos humanos, y sus golosinas favoritas eran las pasas de Corinto. San Agustín de Hipona, uno de los grandes doctores del cristianismo, ponía los ojos como platos cuando miraba una buena bandeja de frutas confitadas, pero el plato favorito del huno Atila indudablemente era una brocheta de carne de cerdo con abundante ají. Teodora de Bizancio, quien pasó de meretriz a emperatriz gracias a su afortunada boda con el emperador Justiniano, adoraba las frutas confitadas y mantenía una jarra de vidrio repleta con ellas al lado de su lecho.
Carlomagno, quien fue coronado como Sacro Emperador Romano en la Edad Media y unificó las Galias, adoraba la cerveza revuelta con abundante miel. Guillermo de Aquitania, primer trovador de Francia y abuelo de la reina Leonor de Aquitania, comía abundantes ensaladas cuando los nobles miraban con desdén los vegetales. No sería el único amante de las ensaladas, ya que el vegetariano Leonardo Da Vinci las comía por libras,acompañadas solo por queso o crema. Luis XIV de Francia no se les quedaba atrás en el consumo de vegetales, pero estaba lejos de ser vegetariano. Adoraba el chancho adobado con achiote(el cual se descubrió en Centroamérica y era exportado al Viejo Mundo,donde lo vendían a precio casi de oro)y el guiso de papas.Las papas fueron muy gustadas por el rey francés Enrique II de Valois, a quien se le adjudica que hayan sido fritas “a la francesa” por puro accidente que él mismo protagonizó en la cocina de su palacio.
Lorenzo de Médicis el Magnífico era fan de las pastas que Marco Polo en la Edad Media trajo de Oriente, y consumía enormes cantidades de lasagna al igual que nuestro glotón Garfield del Cartoon Network.. El gran sultán Solimán el Magnífico era adorador de las frutas, y muchas veces él mismo confeccionaba su favorito y delicioso sherbet, o nieve de frutas, el cual por cierto era invento de su ancestro Bayaceto I El Rayo.A Bayaceto se le había anticipado en el gusto por lo helado el pavoroso Nerón, quien inventó en Roma una especie de precursor del sorbete combinando nieve con miel y pulpa de frutas en una variante del raspado actual.
El judío francés Miguel de Nostradamus no fue solamente gran médico y vidente, sino también eximio chef.Su postre favorito era una especie de flan de leche con frutas que él mismo inventó, y lo comía tantas veces como podía. Los pudines y petit fours fueron el postre predilecto de la trágica reina Ma. Antonieta de Habsburgo, mientras que las galletas de pasas eran la golosina inevitable de la reina francesa Isabeau en la Edad Media. Fue tanta la pasión por los dulces y galletas de Isabeau que hasta confesó que su hijo Carlos VII era adulterino a cambio de una pensión vitalicia que le permitiera seguir comiendo postres. No es de extrañarse que en su vejez fuera una enorme vieja guacimbora Que era más fácil brincarla que darle la vuelta.
El café despertó muchas pasiones. Traído del Medio Oriente, se le consideraba bebida del demonio por provenir de los “infieles musulmanes”.El Papa Clemente VIII afirmó que si se hacía con agua bendita hervida se le quitaba lo diabólico, y así encontró excusa para poderlo consumir a cada rato, muchas veces con abundante crema fresca. El buen rey polaco Juan III Sobiesky sentiría un gran gusto por el café, sobre todo si iba acompañado de una buena sartén de croissants, los cachitos de hojaldre que inventaron los panaderos austríacos después de que Sobiesky libró a Viena del sitio de los turcos en 1683. En cuanto al café,no se quedaría atrás Honoré de Balzac, ya que el célebre escritor francés afirmaba que no podía funcionar si no tomaba café.El eunuco cantor italiano Carlos Broschi, más conocido como Farinelli, era otro fan de la buena taza de café acompañada con buena repostería, mientras que el inventor gringo Tomás Alva Edison muchas veces prefirió una taza de café con pastel de manzana en lugar de una comida completa.

Los Huevos Enrique, llamados así por Enrique IV de Francia (quien los comía solo preparados por su amante Gabrielle D´Estreés por miedo a que lo envenenaran) fueron uno de los bocadillos preferidos del zar Pedro I de Rusia. Solía comerse de una sentada hasta 60 huevos preparados al estilo Enrique y acompañados solo con bolitroques de pan. Cuando conoció la yuca unos años antes de morir, Pedro I la pronunció “digna de los dioses” y solía comerla revuelta con crema agria a pesar de que su esposa Catalina I se quejaba que tanta yuca le provocaba meteorismo (léase flys) y no lograba dormir gracias a las ventosidades de su regio marido.
El gran novelista francés Alejandro Dumas padre no solo era tremendo bohemio, sino que era uno de los mejores cocineros que Francia ha dado. Sin embargo, prefería la comida criolla ya que su madre había sido una mulata caribeña. Adoraba el pollo en salsa roja y los plátanos fritos al estilo tostón. Su hijo, tan buen cocinero y novelista como su padre, era loco por la pastelería y su pasión por la tarta de fresa era proverbial ya. El compositor Joaquín Rossini amaba tanto el pavo trufado que en una ocasión en que estaba en una fiesta náutica, lloró como un niño apaleado cuando el platón del pavo cayó al agua. Su fruta favorita era la uva, al igual que sucedía con el emperador Tiberio de Roma y el escritor francés Emilio Zola. El amor de Guillermo el Conquistador por las manzanas lo llevó a cultivar algunas variedades de manzanas en su traspatio cuando ya era rey de Inglaterra tras haberse hecho al trono en la batalla de Hastings en 1066.
La afición de Christoph Willibald Gluck por el vino lo haría desobedecer al doctor, y tras beberse una copa prohibida el pobre compositor murió. Selim II el Borrachín del Imperio Otomano sintió tanta afición al vino dulce de Chipre que muchos dicen que ese fue el motivo oculto para invadir la bella isla mediterránea, logrando que nunca le faltara su bebida favorita.
Los pastelillos y galletas fueran la comida predilecta de la recientemente fallecida reina madre de Inglaterra, Mary .Su gusto por las golosinas era tal que Wallis Simpson, la aventurera norteamericana de baja estofa que se casó con el rey Eduardo VIII, la apodaba “Galleta” y se reía de ella casi en su cara. El rey Farouk de Egipto, quien fue depuesto por Nasser, no paraba de consumir gaseosas y frituras, mientras que el gran ídolo hollywoodense Rock Hudson se volvía loco por los hígados y titiles de pollo en salsa espesa.

Las comidas predilectas no fueron antojos solamente humanos. El corcel Abdi del caudillo avernio Vercingétorix comía manzanas a montón, Incitatus el caballo cónsul de Calígula adoraba la avena dorada con miel, una gata llamada Bitacq que tuvo el luchador nacionalista indio Tipoo Sultán prefería el couscous con aceite de hígado de bacalao y el gato Simón del Amatista se volvía loco por las sardinas portuguesas conservadas en aceite de oliva, sin olvidar que el terrier Fala de Franklin Delano Roosevelt adoraba el pollo frito.

Bien està el pais bajo mando de mujer!



ELIZABETH TUDOR, LA REINA VIRGEN DE INGLATERRA
Cecilia Ruiz de Ríos
Elizabeth Tudor de Inglaterra ha sido una de las figuras mas controversiales de la historia. Un 24 de marzo de 1603 moría a la 1 y treinta de la madrugada sin haber parido un hijo que le sucediera en el trono. Winston Churchill le llama la Buena Reina Chabela (“Good queen Bess”). Elizabeth I Tudor había entrado a este valle de lágrimas u 7 de septiembre de 1533, fruto del desventurado segundo matrimonio del rey glotón Enrique VIII de Inglaterra y su segunda esposa Ana Bolena, la mujer por la cual el soberano había roto sus lazos con la Santa Sede en Roma.
Cuando Elizabeth nació, ya Enrique se estaba aburriendo de su segunda mujer, quien era temperamental y caprichosa. Enrique trató de disimular su decepción por el hecho que este bebé pelirrojo era nomás que una “vil hembra” y no el ansiado heredero macho. Al morir Enrique-tras haber gastado 6 esposas y quine sabe cuantas amantes-el tuberculoso hijo que tuvo con su tercera esposa Juana Seymour, el malcriado Eduardo VI, heredaría el trono. Cuando Eduardo murió muy joven echando los pulmones violentamente, el trono pasó a la hermana mayor de Elizabeth, la enfermiza y amargada María Tudor que era habida por el rey con su primera esposa Catalina de Aragón.

María trataba de disimular el odio que sintió por Elizabeth desde que ésta fue concebida, y ya siendo reina María optó por mantenerla sometida y amenazada. Elizabeth buscaba como capear a su hermana, y al casarse María con Felipe Ii de España, quien para colmo era su propio sobrino, Elizabeth pudo respirar un poco menos presionada ya que su español cuñado le sugería a la adusta María que no fuera tan drástica. Cuando en 1555 María echó a correr el rumor de que por fin estaba embarazada, Elizabeth dio muestra de su buen corazón cosiendo una bellísima ropita para el bebé que nunca terminó de llegar, ya que lo que albergaba en su vientre María no era un niño sino un pavoroso tumor canceroso en un ovario. Elizabeth, quien desde chica fue buena costurera, bordadora y tejedora además de buena cocinera, con toda ternura preparó ropita para el principito que hubiera sido su sobrino. Al morir María el 17 de noviembre de 1558, Elizabeth pasó a ocupar el trono.Una vez coronada, Elizabeth decidió que nunca iba a casarse a pesar de que se esperaba que lo hiciera para garantizar la continuidad de la línea Tudor. Elizabeth para justificar el quedarse cotorra afirma que tiene el más exigente y celoso de los maridos: el pueblo de Inglaterra. Pero la realidad es que ya está curada de espanto en cuanto al matrimonio y las lides del amor. Le basta recordar que no conoció a su mamá debido a que su papá escogió decapitarla bajo falsas acusaciones de incesto y adulterio para quitársela de encima. Cuando Enrique VIII murió, Elizabeth había pasado a vivir con su última madrastra, la dulce y erudita Cataina Parr.
Poco después de la muerte de Enrique, Catalina Parr por fin se había casado con el gran amor de su vida, Tomás Seymour (quien por cierto era hermano menor de la tercera esposa de Enrique, Juana).Al llegar a la adolescencia, Elizabeth se convirtió en una joven espigada, con bella cabellera roja, cutis de porcelana, silueta de amazona y con unas manos preciosas que gozaba ostentar. Tomás Seymour comenzó a acosar a Elizabeth. Al inicio Catalina se tomaba en broma los avances de su pizpireto marido, sumándose a menudo a los juegos...Pero después que los encontró a solas besándose apasionadamente en un rincón, Catalina quiso poner coto al asunto mandando a Elizabeth a vivir a otro lado. Catalina Parr murió de parto poco después y el alegre viudo Tomás tuvo serias intenciones de desposar a Elizabeth, quien a pesar de estar encandilada con él, le sonó un rotundo no. Poco después de la muerte de María Tudor, Elizabeth también rechazó la propuesta de boda del viudo Felipe II.

Si bien el matrimonio le daba asco a Elizabeth, no estaba a salvo del amor. En su agitada vida, Elizabeth se enamoraría de dos Robertos, primer Dudley y luego Devereux (Lord Essex).Roberto Dudley, Earl de Leicester, mereció de ella el apodo de Dulce Robin. Era un cortesano alto, noble, bello y galante quien a pesar de estar casado con Amy Rosbart, perseguía y adulaba en público a Elizabeth. Cuando se habló de una boda entre Elizabeth y el duque de Anjou (hijo del rey Enrique II de Francia), Dudley le armó tremendo bochinche prohibiéndole que desgraciara su vida casándose con “ese apestoso maricón francés”.Los chismosos afirmaron que Dudley solo podría gritarle así a la reina si ésta le hubiera permitido favores más secretos, y las lenguas se desataron sobre la reputación de la regia pelirroja. Las cosas empeoraron cuando Amy, la esposa de Dudley, apareció muerta, desnucada, al pie de las escalinatas en la casa de ambos. No faltaron quienes dijeran que Dudley la había mandado a asesinar para poderse casar con la reina. Después de tan olímpico escándalo, Elizabeth se vio forzada a enfriarse y tomar la decisión de jamás casarse con Dudley para evitar una deshonra al trono. Dudley luego se casaría en segundas nupcias con una beldad llamada Lettice Knollys. Elizabeth en realidad nunca olvidó a Dudley, pues conservaba sus cartas en su mesita de noche.

Ya siendo una cincuentona, y tras descartar hasta las más remotas posibilidades de una boda, Elizabeth conoció al segundo Roberto de su vida, Robert Devereux, Lord Essex. Era descendiente de una linajuda familia, y cuando se enamoró de él Robert apenas tenía 20 años. El abismo de 33 años no sirvió para enfriar la pasión que Elizabeth, ahora en plena menopausia, sintiera por este hermosísimo barbudo. Lo sobreprotegía tanto que Robert tuvo que irse a ganar prestigio en la guerra contra España a escondidas de ella, y cuando la reina se dio cuenta que el chico andaba jugando a los soldaditos de verdad, lo hizo traer casi maniatado a casa para que no corriera peligro. Para colmo, Robert con el correr del tiempo se le puso insolente y malcriado, tratando de sublevar a unos pocos en contra de Elizabeth. Esto fue la gota que derramó el vaso, y la reina acabó por firmar la orden para que decapitaran a Robert.

Elizabeth como estadista figura entre las más sagaces de la historia. La derrota de la española Armada Invencible fue un factor decisivo en el declive del imperio español, y el odio que Felipe II y Elizabeth se llegaron a profesar solo puede catalogarse de regio. Pío Quinto fue el papa que la excomulgó, y Felipe Ii y este pontífice cruzaron cartas afirmando que lo más sensato sería hacerla asesinar dado que era un peligro para la cristiandad. Como patrona de las artes, fue sin rival, y ella misma fue una gran virginalista, llegando a componer música y a escribir poesía.
El asunto de la virginidad de Elizabeth ha sido objeto de las mayores especulaciones. Aunque el estado de Virginia en Estados Unidos fue llamado así en honor a su virginidad por su admirador Sir Walter Raleigh, no faltan quienes afirman que de doncella solo conservó la fama. No faltan dizque expertos quienes digan que Elizabeth padecía de hermafroditismo que le iimpedía ser madre, pero que no le estorbaba a la hora de gozar del deporte sexual. Elizabeth misma dijo en una ocasión que aborrecía el matrimonio por razones que no confesaría ni a un alma gemela. El médico de cabecera de la soberana le recomendó jamás casarse debida a “dolencias femeninas”. El galeno Sir James Melville afirmaba que la monarca tenía escasas menstruaciones. Por otro lado su salud era buena y su inteligencia era de un genio. Hablaba 7 idiomas, jugaba ajedrez como un Boris Karpov y era bien dotada para las artes. Retozona y alegre, gustaba dar bromas pesadas a sus cortesanos y hasta los palmeaba en las nalgas o les pellizcaba la cara.

Tras haber sido excomulgada por Pío V un 25 de febrero de 1570, Elizabeth se profundizó en su doctrina protestante. Nunca olvidó que este papa la llamó “sirvienta de la iniquidad, supuesta reina de un sitio donde los peores hombres encuentran refugio. Ëlizabeth parece haber sentido una pizca de remordimiento luego que ordenó ejecutar a su prima María Estuardo, reina de Escocia. La Estuardo fue acusada, además del asesinato de su segundo marido Henry Darnley en confabulación con Lord Bothwell, de conspiración contra Elizabeth. El fantasma de su prima la atormentará hasta su muerte. Elizabeth al morir era una de las coronas más respetadas del mundo. El hijo de su odiada prima María-Jacobo I-heredará su trono. Pero el recuerdo de la Reina Virgen será eterno en la historia y en los corazones de quienes la admiramos, y hoy en día, muchas niñas-incluyendo la mía-portan el nombre Elizabeth en tributo a esta extraordinaria mujer.


a los pendejos ni dios los quiere


La pobre Claudia de Francia: nacida para sufrir
Cecilia Ruiz de Ríos
"Chocho, el que nace para chancho le llueve el lodo del cielo," me espetó uno de mis mejores amigos, y nadie mejor que la reina Claudia de Francia para servir de ejemplo de quienes han nacido solo para sufrir en este valle de lágrimas. No siempre el destino de las reinas es el de ser felices, y aunque Claudia vino al mundo en medio de sedas, fue su vida una de confites en el infierno.
Era la hija mayor del matrimonio formado por la independentista y cultísima Ana de Bretaña y su segundo esposo, Luis XII de Francia. Nació pesando escasísismas libras y con cara de renacuaja un 13 de octubre de 1499.Dado que su madre en anterior matrimonio con el rey Carlos VIII de Francia había visto morir a todos los frutos de su primer enlace, es de esperarse que Ana se mostrara madre leona y sobreprotegiera a Claudia. Este mimo excesivo no declinó ni cuando su madre tuvo otra criatura, Renée, poco después.
Los mejores tutores fueron buscados para Claudia, quien mostró ser una chiquita inteligente. Con el correr del tiempo, la cara de renacuajo desnutrido se fue rellenando y Claudia se hermoseó bastante. Ana cifraba esperanza de que Claudia pudiera heredar el ducado de Bretaña y lo conservara intacto como terruño independiente, pero la realidad es que el padre de la niña tenía planes muy diferentes. Ya que de antemano Claudia sabía que era imposible casarse por amor , se resignó a saber que apenas tuviera su primera regla sería dada en matrimonio a Carlos de Luxemburgo, ya que su mamá estimaba que era mejor no comprometerla en nupcias con un francés porque ese sería el punto final de la autonomía de Bretaña.
En 1501 se negoció para que Claudia se casara con Carlos de Luxemburgo, pero cuatro años más tarde a Luis XII se le metió en la cabeza hacer un testamento en el cual ordenaba que su hija se casara apenas fuera posible con su pariente Francisco de Valois Angulema, quien sería recordado por la historia como el rey Francisco I de Francia. En vano luchó Ana contra la voluntad de su regio marido para evitar que comprometieran a Claudia con Francisco, al final el rey hizo lo que le dio la gana y en 1506, un 21 de mayo para ser exactos, le tocó a la niña Claudia darle el sí a su prometido Francisco, quien no le gustaba para nada. En enero de 1514 Ana moría dejando a Claudia desconsolada, ya que Claudia nunca se llevó bien con su padre Luis, y era muy pegada a su mamá. Apenas se había enfriado el cuerpo de Ana en su regia tumba en Saint Denis cuando Luis XII obligó a su lloricosa hija a desposarse un 8 de mayo de 1514 con Francisco.
La noche de boda resultó ser una pesadilla, ya que Francisco, quien ya llevaba andadura sexual debido a sus múltiples liaisons con meretrices y sirvientas de su palacio, se mostró muy impaciente con la timidez de alcoba de la pobre muchacha. Pero ya que había sido educada para obedecer y servir, Claudia no puso reparos en acompañar a su marido a Reims para ser coronado rey de Francia en Reims un primero de enero de 1515 tras la muerte de Luis XII. A pesar de todo, Luisa de Saboya, la dominante madre de Francisco, comienza a despojarla de su autoridad para ocupar el sitio de reina ella misma, relegando a Claudia-quien según muchos tenía más derecho al trono galo que el mismo Francisco-a un último plano. "Tu función es parir, y a eso te limitas,"le dijo la estrujante suegra a Claudia, quien procedió a cumplir su deber en el tálamo nupcial sin que derivara una gota de gozo de ello.
Claudia procedió a gastar su pobre salud dando 7 hijos al rey: Luisa el 15 de agosto 1515, Carlota nacida un 23 de octubre de 1516, Francisco, nacido un 28 de febrero de 1518, Enrique (futuro Enrique II de Valois)un 31 de marzo de 1519, Madeleine venida al mundo un 10 de agosto de 1520, Carlos(habido un 22 de enero de 1522) y finalmente Margarita, entrada a este valle de lágrimas un 5 de junio de 1523. Una posterior preñez de Claudia acabaría mal en aborto espontáneo, muriendo Claudia un 20 de julio de 1524 en la flor de la juventud. No es de sorprenderse que Claudia muriese tan joven. Tantos partos y malpartos minaron su salud a paso galopante, y para colmo nunca fue una mujer rebosante de energía. Tras cada uno de sus partos, Claudia era sangrada, debilitándole aún más tras la pérdida monumental de sangre en cada alumbramiento.
Claudia concebía estos hijos sin gozar un solo momento del acto sexual ya que Francisco nunca dejó de ser un patán en la cama. Claudia además debía aguantar la vergüenza de ver a su marido enamorando a diversas mujeres delante de ella. Francisco I fue uno de los donjuanes más consumados de la historia, y aún estando casado con Claudia y posteriormente tras la muerte de ella con Leonor de Habsburgo, siempre tuvo todo un establo de amantes. La actitud nefasta y celosa de Luisa de Saboya, su suegra, también fue otra fuente de suplicios para la pobre Claudia.
Luisa a menudo recurría a empellones y bofetadas contra su nuera. En una ocasión, estando Claudia amamantando a uno de sus hijos, Luisa irrumpió en la alcoba de la reina y la riñó por no utilizar nodriza. Cuando Claudia argumentó que a ella le placía darle el seno a su hijo, Luisa estalló en una pataleta e hizo que el tierno le fuera quitado de los brazos a su nuera.Con una vida tan amarga, no es de sorprenderse que tanto sufrimiento haya acabado con Claudia en tan poco tiempo. Poco después de su deceso, Francisco I se casó con Leonor de Habsburgo, quien había enviudado de un rey portugués. Leonor tampoco pudo sentir afecto alguno por el narigudo grosero que era Francisco, y jamás le perdonó que la contagiara de sífilis. Para entonces, Claudia ya llevaba varios años sepultada en su tumba, gozando de la paz que nunca tuvo mientras estuvo viva. Sin embargo, su recuerdo para los franceses es el de "la buena y culta reina Claudia", quien sacrificó su propia vida para hacer feliz a otros.

le gustò màs la cuñada que el marido!


LA MUJER A QUIEN LE REBALSO EL GUSTO:
ISABELLA DE PARMA
Cecilia Ruiz de Ríos
Si yo hubiera vivido en Austria en el siglo XVIII, hubiera hecho hasta la oración del puro para conocer al emperador José II de Habsburgo y hubiera pagado incluso por ser su criada. Sin embargo la hermosa princesa italiana Isabella de Parma acabó siendo su esposa a través de una boda por conveniencia, pero le rebalsó tanto el gusto que se le “volteó la tortilla”. Isabella Ma. Luisa Antonieta Fernanda Josefina vino al mundo en Madrid el 31 de diciembre de 1741, hija del príncipe español Felipe-quien ostentaba el ducado de Parma como propiedad en Italia- y la francesa Elisabeth , la única hija del donjuanesco rey galo Luis XV a quien permitieron contraer nupcias. Los regios padres de la niña no era precisamente una pareja de tortolitos eróticos, y durante 10 años Isabella fue el único retoño hasta que nacieron Fernando y Ma. Luisa en 1751.Al arribar a los 18 años de edad, la adolescente grácil, bonita y encantadora en que se convirtió Isabella debió ser considerada a nivel europeo como una chica casadera muy codiciada. Finalmente fue seleccionada para matrimoniarse con José de Habsburgo, varoncito mayor de la muy trabajadora emperatriz austríaca Ma. Teresa. Isabella y el archiduque heredero de la corona de Austria José se casaron por poderes inicialmente en la catedral de Padua.
Poco después la muchacha se despidió de su familia y fue escoltada con mucho boato hacia Viena por el príncipe José Wenzel de Liechtenstein. Una vez en Viena, ataron nuevamente el lazo en medio de grandes festividades el 16 de octubre de 1760, incluso estrenando una obra de Bach para los esponsales. El aspecto dulce y agradable del joven José le agradó mucho a Isabella, pero la seriedad, las ideas progresistas y la erudición del nuevo consorte asustaron mucho a la chica. Isabella, aunque no era una chica fresa y tenía sus méritos intelectuales ya que le encantaba la filosofía y las matemáticas, le tuvo miedo. Aunque ella tocaba bien el violín y él tenía bastante talento musical, José no era buen conversador y detestaba hablar de trivialidades. Se sentía incómodo entre mujeres. Isabella hizo lo imposible por congraciarse con su marido, y se dio por enterada que si alguna vez le mentía-aunque fuera en algo mínimo-perdería para siempre la confianza de su autoritario y mortalmente honesto marido. José acabó enamorándose profundamente de su esposa, algo pocas veces sucedido en matrimonios de estado.
Isabella nunca pudo apasionarse por el gentil José, quien siempre fue adorado por el pueblo. Pero sí sintió una creciente llama erótica por Mizzerl, una de las hermanas de José. Esta chela princesa, quien en realidad se llamaba Ma. Cristina, era inteligente, osada, astuta y gozaba de alto sentido del humor. Isabella se enamoró como adolescente y seguía a su cuñada hasta al retrete.
José por su parte estaba tan ocupado en asuntos de estado firmando decreto tras decreto para liberar a siervos, proteger a judíos, despojar a la iglesia católica de sus privilegios, apoyar a los campesinos, fomentar la libertad de cultos y hasta romperles el negocio sucio a los operadores de funerarias obligando a reciclar los ataúdes que ni se enteraba que su perfecta esposa y su hermanita estaban teniendo uno de los romances sáficos más acalorados de la historia. En una de las cartas Isabella le confiesa su amor lesbiano a su cuñada,” Te escribo de nuevo, cruel hermana, aunque apenas nos acabamos de despedir.
No soporto esperar sin que me digas qué destino tienes para mí, quiero saber si merezco como persona tu amor o si te gustaría mejor que me lance al río. No puedo pensar en nada más. Me siento profundamente enamorada. Si tan solo supiera por qué esto es así, pues tu no tienes merced de mí y no debería de amarte, pero no puedo contenerme.” En otra misiva, la apasionada Isabella confesaba a su amante-cuñada,”Me ha sido dicho que el día comienza con Dios, sin embargo, yo comienzo el día pensando en el objeto de mi amor, pues solo pienso en ella.”
Las muchachas debían esconder sus pensamientos y caricias, ya que vivían en una de las cortes más tiesas, gazmoñas e hipócritas de todos los tiempos. En su diario se quejaba agriamente del destino de las linajudas, quienes debían dejar su hogar para ir a obedecer a un hombre cuyo carácter no entendían y cuyos instintos sexuales debían complacer si chistar. Isabella detestaba la parte física de su relación con José. La consideraba pecaminosa y detestaba los resultados de ella. Padecía de una frigidez constante que perdía como por arte de magia cuando Mizzerl la tocaba. José, quien adoraba a su esposa y estaba tan infatuado con ella como un colegial, creía que la frialdad y reserva de Isabella en la cama se debía a pudor y modestia, sin sospechar que cuando su esposa se iba al lecho con Mizzerl se transformaba en una tigresa en llamas.
A fines de 1761 Isabella quedó por fin encinta. Padecía de jaquecas, fatiga, mareos y los matasanos de entonces decidieron sangrarla para “mejorar las cosas”.El 20 de marzo de 1762 tras un largo y agotador parto, con José tomando su mano como buen esposo, Isabella trajo al mundo a su hijita Teresa.Tras el parto, Isabella cayó en profunda depresión post -parto y le tomó 6 meses de mimos, molicie, sopas de pollo y malacrianzas para salirse de la cama.Igual que sucediera con su abuelo paterno Felipe V de España, Isabella comenzó a agravarse en su melancolía. José, ahora más enamorado pues su esposa por fin lo había hecho papi, ni se percataba de nada por estar mimando a la niña. Isabella comenzó a decirle a sus damas de honor que pronto moriríay que la niña la seguiría poco después al hoyo.

En sus cartas hablaba de la muerte como algo beneficioso y dulce, dando a entrever que si no se suicidaba era porque era contra la religión y tenía pavor de rostizarse sin sal en el infierno como brocheta para el diablo. Afirmaba oír voces de muerte que la llamaban. A fines de 1762 Isabella tuvo dos abortos espontáneos uno tras otro, lo cual la puso de peor humor. No ayudaba que la potente suegra de la muchacha, la fértil Ma. Teresa, le dijera con franqueza que necesitaba un heredero varón y que el parto no mataba a nadie pues ella había sobrevivido a más de una docena. A José la pragmática y lenguaraz emperatriz le dijo que una vez preñada Isabella, fuera a meter “el órgano de pasiones” en un balde de agua helada para evitar más abortos espontáneos.
El 12 de diciembre de 1782 Juana, una hermana de José, murió de viruela a los doce año de edad y el luto de la corte incrementó la obsesión de Isabella con la “calaca”. A inicios de 1763 le escribía a su amadísima Mizzerl que “no sobreviviría a las festividades del año Nuevo, mi vigor se me va, mi salud palidece, y te extraño.” Pronto Isabella estaba encinta nuevamente, pues José no le obedecía ni a su buena madre que lo parió en cuanto a no ejercer sus derechos maritales. La emperatriz declaró reposo total para Isabella y amenazó con zurrar el público a José si la tocaba de nuevo.
Tras 6 meses de panza, Isabella pescó viruela. José había quedado inmune pues de chico tuvo un caso benigno de tal dolencia,y se dedicó a cuidar personalmente a su gestante enferma. El 22 de noviembre la pobre mujer parió una niña, quien murió poquito después. Isabella murió 5 días después del parto a la edad de 21 añitos. José estaba loco de dolor. Pero al no haber heredero macho, la emperatriz Ma. Teresa no respetó ni el período de luto para imponerle a su hijo que buscara nueva esposa. En enero de 1765 lo casaron con la picuda y fea Josefa de Bavaria, quien parecía pocoyo con lepra. José la aborreció desde el inicio, se cree que no copuló con ella porque no funcionó (“no hay parte de ella que no tenga ronchas y espinillas...hasta ahí tiene furúnculos! No podré tener hijos con ese pobre adefesio!” escribió el atribulado José en su diario).
Para huir de su triste destino, José II pasó todo el tiempo viajando hasta que Josefa se murió en 1767. Josefa también fue ultimada por la viruela.Mizzerl, la amante de Isabella, disimuló muy bien su dolor. Rebelde y contestona, rehusó casarse hasta que encontró a un pretendiente de su agrado: el príncipe Alberto de Sajonia. En 1766 se casó con él y pareció olvidar su agitado pasado lésbico, dedicada a ser feliz con su chele. La única hija de Isabella, le gentil Teresita, alivió un poco la soledad de José mientras vivió, pero la niñita murió de neumonía el 23 de enero de 1770. José, destrozado ante tanta tragedia, se negó en redondo a casarse de nuevo y sus concubinas ocasionales le duraron muy poco, ya que se hizo frío y hosco.


Jamás volvió a amar a nadie con la pasión y ternura que le motivó Isabella, sin haber averiguado jamás que a su esposa le rebalsó el gusto al enamorarse de otra mujer y jamás de él, quien siendo uno de los hombres más eruditos, sabios, progresistas y buenos de toda la historia, hubiera merecido ser obscenamente feliz en el amor. Cuando José II murió solo y triste en circunstancias nunca esclarecidas en 1790, aún andaba consigo un dije con la foto de Isabella.

Una Marìa sin sumisiòn ni adulterio


La María Más útil y Necesaria
Cecilia Ruiz de Ríos
Hay Marías de Marías en la historia, y aunque la que se lleva el campeonato de popularidad es la mami del Colochón, parece ser que la Virgen andaba en Afghanistán cuando mi adorado gato Emperador José II de Habsburgo falleció a consecuencia de la malpraxis de William Arguello. Si hubiera existido una María Dickin en Nicaragua, quizás a estas alturas del campeonato yo aún estuviera chineando a mi pelirrojo minino. A esta elegante y valiente inglesa la recordamos por la Medalla Dickin al Valor Animal que ella creó, además de una serie de dispensarios para atender a las criaturitas de Dios.
Esta gran benefactora de los animales nació en 1870 en el seno de una familia de clase media de Londres, siendo la primogénita de 8 chiquillos habidos por sus padres. El padre de María, quien era ministro religioso, fue la fuente de la inspiración de la traviesa chelita. Siempre extrovertida y muy segura de sí misma, María Elizabeth desde pequeña sintió un amor desbordante por los animales. Siendo muy pequeña aún, fue llevada por su madre a visitar al famosísimo elefante africano Jumbo en el zoo londinense, y su infatuación con el monumental paquidermo fue tanta que pocos fines de semana se abstenía de irlo a visitar. Cuando el monumental africanito fue comprado por el empresario circense gringo Phineas T.Barnum, María estuvo entre los miles de menores que enviaron cartas de protesta por la venta de Jumbo.
María ya jovencita tuvo montones de enamorados, pero pasaba todo el tiempo estudiando y recogiendo animales abandonados. Ya adulta, montó un estudio de producción en la calle de Wimpole, donde tuvo grandes éxitos. A la edad de 28 años, ya considerada toda una cotorra en tiempos en que las mujeres se matrimoniaban en la adolescencia, María se casó con su primo Arnold Dickin, quien le permitió que se convirtiera en trabajadora social en el barrio de East End en Londres. Asqueada por la pobreza y el sufrimiento de los caballos y bueyes trabajadores, así como de las mascotas de hogares pobres, María sintió que Dios la mandaba a hacer algo de inmediato al respecto.
El 17 de noviembre de 1917, mientras la I Guerra Mundial devastaba a Europa, María abrió su primer Dispensario del Pueblo Para Animales Enfermos. Era un modesto sótano del distrito Whitechapel de Londres y a su entrada, María colocó el rótulo: "Traigan a sus animales enfermos, no los deje sufrir. Se da tratamiento a todos los animales gratis." El éxito de esta primera clínica fue arrollador. Para 1923, María y un veterinario hicieron una gira por Gran Bretaña en lo que fuera un carromato de gitanos, dando alivio a miles de animales y montando clínicas con la ayuda de autoridades locales.
Regaron panfletos sobre el cuidado de los animales y en 1928 María logró abrir el Sanatorio Animal del Dispensario del Pueblo Para Animales Enfermos. Este hospital fue ubicado en Ilford, siendo el primero de su clase en Europa. Siempre infatigable en su lucha por el bienestar de los animales, María en 1934 introdujo el Club de Abejas Trabajadoras para enseñarles a niños y jóvenes el respeto hacia los animales. Más hospitales para animales abrieron tanto dentro de Inglaterra como fuera de Gran Bretaña a lo largo de los años30.Durante la II Guerra Mundial los dispensarios cuidaron de miles de animales heridos o abandonados, a veces víctimas de bombardeos. De esta forma hasta Winston Churchill recuperó a un gato negro Manx llamado Atila que se le había extraviado en vagancias nocturnas durante un bombardeo.
Los dispensarios salvaron miles de vidas y pusieron un servicio de ubicación de amos para reunirlos con sus mascotas perdidas durante la guerra. La medalla al valor y gallardía animal fue creada en 1943 con el apellido de María, siendo otorgada a 32 palomas mensajeras de guerra (entre ellas la irlandesa Paddy, quien fue disecada tras su muerte, o el popularísmo gringuito G.I.Joe, palomo quien salvó a miles de soldados aliados durante la invasión aliada a Italia en la II Guerra Mundial), el gato Simón vencedor de las ratas, 3 caballos heroicos y 18 perros (entre ellos el famoso Gander que recogió una granada salvando la batalla de Lye Mun, muriendo destrozado por la detonación) cuya abnegación y valor no tendrán nunca precio. María Dickin arribó chimbarona y alegre a su vejez sin perder un ápice de dinamismo y espíritu de sacrificio.
Galardonada por incontables organizaciones, esta indispensable mujer falleció el primero de marzo de 1951, sindo su obra continuada por una enorme cantidad de veterinarios y trabajadores sociales-entre ellos el celebérrimo Refugio Battersee de Inglaterra y el Ospedale San Francisco de Asís de Italia- quienes se vieron contagiados de la pasión y ternura que esta valiosa María sentía por las criaturas de Dios.Lástima que en Nicaragua no se ha seguido la obra de María, sobre todo en un país como el nuestro donde los animales siguen siendo maltratados o utilizados como anzuelo para extraer dinero de nuestros bolsillos!

Què estadista màs fabuloso!


LA LANZA DE KENYA JOMO KENYATTA
Cecilia Ruiz de Ríos
Uno de los grandes estadistas que ha dado África sin lugar a dudas fue Jomo Kenyatta, llamado "La Lanza de Kenya" porque gracias a sus esfuerzos, su país logró su independencia. Este luchador y fornido negro fue el primer presidente de su nación, y figura además entre los grandes estadistas del siglo XX.
Se cree que Jomo vino al mundo como un robusto bebé de 10 libras en 1893 en la remota aldea de Ichaweri, al sudeste del monte Kenia. Era el nieto de respetados hechiceros de la tribu kikuyu, un pueblo de industriosos agricultores pertenecientes a la etnia de los bantúes. Originalmente Jomo se llamaba Kamau wa Ngengi, pero al ser bautizado se convirtió en Jomo Kamau Johnstone y luego en Jomo Kenyatta al comenzar su lucha por la libertad de su país.
Como niño, demostró tener una acuciosa inteligencia. Tenía gran don de la expresión, e incluso muchachos mayores acudían a consultar su opinión. Alegre y vivaracho, Jomo era el más popular de su generación, y su don de gentes le habría de facilitar mucho las cosas cuando comenzó a organizarse políticamente el movimiento que libraría a Kenya del yugo colonialista. Después de 1920, Jomo comenzó a ser tomado en cuenta como portavoz de su tribu. Jomo luchaba por la devolución de tierras confiscadas por los ingleses a su tribu, ya que en aquel entonces Kenya estaba bajo el yugo colonialista británico.
Las leyes arbitrarias protegían la posesión de tierras en manos blancas, en detrimento de los nativos, que veían como los cheles les quitaban sus fincas, ganado y hasta sus mujeres. Los nativos eran enviados a improductivas reservas con tierras más esteriles que vientre de mula.Viendo el peligro en que estaba su tribu, Jomo y su gente se organizaró en la KCA, Kikuyu Central Association. Jomo fue su secretario general hasta 1928.
Jomo se exasperaba al ver que su lucha era inútil, y entre 1931 y 1946, se fue a residir a Gran Bretaña para estudiar a su enemigo por dentro. Una vez en Londres, estudió antropología y lingüística, llegando a ser uno de los grandes gramáticos de inglés a nivel de África. Anduvo en el partido laborista, dio clases como teacher universitario, y apenas dormía porque se llevaba a la cama tomos enteros de filosofía, historia y otras materias. Jomo además escribió su libro Frente al Monte Kenia y posteriormente su denuncia Kenia en Conflicto. En ambos libros denunciaba la triste situación de su sometido país y abogaba por la igualdad de derechos para todas las razas.
Tras su regreso a la patria, Jomo se incorporó de inmediato a la Unión Africana de Kenya, un partido nacionalista que unificaba la lucha de las tribus. Poco tiempo después de ingresar a esta organización, Jomo fue electo presidente de la misma. La situación de los negros seguía empeorando, y el movimiento nacionalista decidió obrar violentamente. Los primeros disturbios y atentados se los adjudicó una organización secreta llamada Mau Mau, la cual combinaba acciones terroristas, ritos tribales ancestrales y costumbres guerreras. Los ingleses comenzaron a desatar sangrientas represalias, reprimieron a muchos, desataron en estado de emergencia con toque de queda y aprovecharon las acciones violentas de los Mau Mau para declarar ilegal cuanto partido nacionalista existiera. Jomo fue a parar con toida su hermosura a la cárcel bajo condena de 7 años de trabajo forzado.
Más de 10 mil muertos dejaría la represión brutal de los ingleses.Jomo se retorcía las manos de angustia en la prisión. Cuando la situación se hizo insoportable, Londres tuvo que hacer concesiones y acabaron liberando a kenya en 1959, anunciando la inevitable independencia. En mayo de 1960 Jomo se convirtió en el presidente de la Unión Nacional Africana de Kenya. Estye partido contaba con una vasta mayoría kikuyu, y en las primeras elecciones generales este partido triunfó sobre su rival Unión Democrática Africana de Kenya, partido que favorecía a los colonialistas. En 1962 se obtuvo la autonomía y el 12 de diciembre de 1963, se proclamó la independencia de Kenya. Jomo se convirtió en el primer presidente de Kenya libre. Una vez en el poder, lo tildaron de ultraconservador y demasiado autoritario. En 1967 sin embargo se vio reelecto presidente y en 1974 el viejo líder se vio reelecto presidente por su pueblo.
Jomo se dedicó en cuerpo y alma a la africanización de su país, el cual durante la ocupación inglesa había sufrido un proceso de transculturización. Tuvo algunos conflictos fronterizos con Uganda y Somalia, pero al final de cuentas logró desarrollar una política de buenos vecinos.Un 22 de agosto de 1978, el viejo luchador murió en Mombasa. A pesar de las críticas que recibió mientras vivía, el pueblo de Kenya manifestó su profundo dolor en un funeral mutitudinario. Varios libros sobre su vida se publicaron, pasando a la historia como uno de los grandes luchadores africanos por la autodeterminación de su pueblo.
Jomo el hombre no era muy distinto al estadista. Popular, accesible y muy trabajador, sentía pasión por la lectura, la música y la historia. Casado varias veces, procreó 10 hijos, entre los cuales su hija Margaret siguió sus pasos en la política. Amante de la buena cocina, se dice que guisaba muy bien y siempre pedía las recetas de los platos típicos del país que visitaba. Nunca olvidó los años que ejerció de profesor, y una de sus grandes preocupaciones era la de elevar el nivel cultural de su pueblo para que los africanos tuvieran oportunidad de competir en el campo internacional. Fomentó las artes, la educación y la producción de textos escolares.

Como ex maestro, gozaba de alternar con niños y a pesar de su apretada agenda, siempre ayudaba a sus hijos y numerosos sobrinos a la hora de hacer las tareas del colegio. Intensamente nacionalista, le gustaba ataviarse con las ricas y coloridas ropas típicas de su tribu, y en sus escasos ratos libres le gustaba confeccionar collares y brazaletes, mostrando su gran facilidad para la artesanía.

el cadàver màs viajero

LA INMARCESIBLE EVA PERON
Cecilia Ruiz de Ríos
Hace unos días, mi buen amigo vietnamita el general Nguyen Ain Taisn me escribía solicitando el perfil de Eva Duarte de Perón, la mujer a quien muchos consideran como una gran estadista, otros la ven como santa y otros tantos como oportunista. En realidad, esta ex actriz convertida en político tuvo un carisma como poner verde de envidia a nuestros malos políticos.
Nacida en el lado equivocado de la sábana, un 7 de mayo de 1919 como hija bastarda de un terrateniente argentino con su concubina Juana Ibarbouren, cuando su papi Juan Duarte murió la familia legítima del finado la sacó en carrera del sepelio, estando Evita de apenas 7 años de edad. La madre de Eva pronto tomó nuevo amante, y fue este hombre quien se llevó a Evita hacia Buenos Aires con la idea de llegar a ser alguien en la gran ciudad, cuando la chela muchacha apenas tenía 15 años. Eva dio tumbos de un trabajo a otro, llegando a perder su virginidad para poder comer y hasta llegando a ser mesera de bares de mala muerte, pero no perdía de vista su sueño de ser una gran actriz. Uno de sus amantes de turno le consiguió un rol menor en una radio novela, pero ese sería el punto de partida para que la sagaz y muy trabajadora Eva comenzara a hacer sus pinitos como actriz.
Ya para 1937, pasó a hacer roles en cine, y sería luego que iniciaría su gran rivalidad con Libertad Lamarque, actriz a la cual persiguió cuando fue primera dama y a la cual le recetó tremendo maltrato. Tenía 24 años cuando el amor con mayúscula tocó a su puerta en la persona de Juan Domingo Perón, político y militar cuyo futuro relucía como promisorio. Perón tenía poco de haber perdido a su esposa y era aficionado al teatro y las artes. Para 1943, Eva ya era la actriz mejor pagado de la radio argentina y tenía fuertes vínculos con asociaciones y sindicatos de los trabajadores. Cuando en enero de 1944 se dio un terremoto en San Juan, dejando a más de mil muertos y demasiados damnificados, Eva organizó un gran baile a beneficio de los afectados por el sismo y ahí fue su cita con el destino cuando le presentaron a Juan Domingo Perón, quien era asiduo oyente de sus radionovelas. El tenía 44 años de edad, pero aún lucía esbelto y atractivo. Se hicieron inseparables tras haber experimentado uno de los coups de foudres (flechazos)más aparatosos de la historia. Se fueron a vivir juntos bajo el mismo techo en un apartamento desafiando al qué dirán, y ella noche a noche era la conductora del programa radial "Hacia un Mejor Futuro".Consiguió mejores roles en el cine y se tiñó el oscuro cabello de rubio sol. Arreció su rivalidad con Libertad Lamarque y otras actrices a las cuales solía aterrorizar. Gracias a la influencia de Perón consiguió el codiciado rol estelar en La Pródiga.
Los militares de alto mando la consideraban una aprovechada furcia, y no se abstenían de decírselo a Perón, quien no les hacía caso pues estaba loco por Eva. Un 9 de octubre Perón debió renunciar a su cargo y fue arrestado. Eva 9 días más tarde planificó una huelga masiva y tras la abrumante respuesta de los obreros, Perón debió ser liberado. Eva y él se casaron, y en el certificado de nacimiento de Eva ya aparecía como 3 años menor de lo que era en realidad y portando el apellido Duarte al que le negó derecho la familia de su papá. A partir de ahí, Eva comenzó a hacer esfuerzos sobrehumanos por hacer lo que Agatón estima imposible hasta por los dioses: borrar el pasado. Hizo llamados a quienes ella llamaba sus descamisados, y acompañó a su flamante nuevo esposo en la campaña política.53 por ciento del pueblo votó por Perón en elecciones claras, quien tomó posesión de su cargo de mandamás con uniforme y sonrisa de pasta dental.
El vestido de Eva para la toma de posesión fue considerado escandaloso por los hombros desnudos, y las linajudas damas de la sociedad criolla estimaron que no debían codearse con "esa fulana."Eva por su parte, no se fue con chiquitas al expresar que no le gustaba el colonialismo. Bajo influencia de las medidas del Duce Mussolini, Perón y su mujer pusieron mordaza a la prensa y a la oposición. Los trabajadores amaban ferozmente a Eva y su marido, y ella se reunión con muchos dirigentes sindicales. En 1946 ella instaló sus oficinas en la Secretaría del Trabajo, y aunque no tenía cargo oficial, mandaba como cualquier ministro bien contratado. Hizo su fundación de ayuda social, aclarando que no era caridad sino la justicia social a la cual su pueblo tenía derecho. Justificó sus trajes de lujo y joyas afirmando que el pueblo merecía ser recibido y servido con elegancia.
Eva decía que devolvía al pobre lo que le fue robado por los sucios oligarcas hipócritas. Construyó asilos, colegios, hospitales y dispensarios. Todas las tardes recibía a los pobres con una sonrisa. Leía personalmente y contestaba su correspondencia. Aprendió a manejar la publicidad muy bien, y se hizo dueña de 4 grandes estaciones de radio, dos periódicos y se burlaba de los aristócratas. Los furiosos rabibalncos afirmaban que estaba ebria de poder. En 1947 el odioso generalísimo español Francisco Franco la invitó y se armó la gira que incluiría España, Italia, Francia e Inglaterra. Evita manifestó que jamás iría a Estados Unidos pues detestaba al imperialismo gringo. Fue recibida con gran pompa por Franco, pero la indiferencia estuvo presente en la entrevista con el papa de turno y en Inglaterra no le hicieron mucho caso.
Tras 18 días en España, Evita le comentó a Franco que siempre que necesitara reunir a las masas, la llamara a ella, haciendo alarde de su popularidad. Pío XII no olvidaba su alegre pasado, aunque no tuvo menor remedio que recibirla por 30 minutos. Los antifascistas la hicieron mala car recordando que fue admiradora de Mussolini. En París almorzó con el presidente y se fue de compras, pero en Inglaterra solo pudo ver el cambio de la guardia en Buckingham. Al regresar a Buenos Aires, fue recibida con boato por su marido.
En 1948 mostró nuevamente ser gran oradora, exhibiendo su gran amor por su macho. Pidió el voto para las mujeres, pero el tiempo tramaba ya contra ella. No le vio posibilidad a su sueño de correr como vicepresidente de la Argentina, y su organismo le jugó una mala pasada. Le hallaron cáncer uterino y no quiso hacerse una histerectomía.
Continuó trabajando a todo motor por sus pobres, y en febrero de 1951 recibió a los atletas de los juegos panamericanos en un estadio nuevo. En 1952 los obreros la hubieran deseado para vicepresidenta pero no fue posible. Un 17 de octubre dio su último discurso y su marido ganó en 1952 por mayor margen que anteriormente. Ya para la inauguración estuvo presente, pero lucía apagada y extenuada. Aunque sus descamisados rezaron por ella, el cáncer se la llevaría un 26 de julio de 1952 a las 8:23 de la noche. Para entonces, ya Perón había comenzado subrepticias relaciones con una cabaretera llamada Isabel Martínez, quien luego sería la sucesora de Eva en el lecho matrimonial. 2 millones de personas se despidieron de Eva en una fastuoso sepelio.8 personas murieron y 2100 quedaron lesionadas tras las exequias. La procesión fúnebre el 10 de agosto fue de 3 horas y abarcó 20 cuadras. Se pidió su canonización al Vaticano. En 1955 Perón fue derrocado.
El cuerpo de Eva fue escondido en Italia cuando los militares tomaron el poder. El mutilado y accidentado cadáver de Eva fue repatriado hasta en 1974, cuando su sucesora Isabel(con quien Perón se casó ) siendo presidenta tras la muerte de Juan Domingo, lo hizo traer para colocarlo en el Cementerio de la Recoleta. Sin embargo, la leyenda de Eva es más grande y fuerte que su sepulcro a prueba de bombas. Ha inspirado musicales, operettas y filmes, y se le considera como una de las personalidades latinas más prominentes de la historia.

Desafiò a Einsehower


LA INCREIBLE Y FECUNDA KAMALA: MONSTRUO SAGRADO DE LA INDIA
Cecilia Ruiz de Ríos
Una de las mujeres más envidiadas y admiradas de la historia es la novelista, poetisa, corresponsal de guerra y política india Kamala Napurdalah, autora entre otras novelas de la controversial Zinnia. Esta hermosísima mujer no solo ostentó uno de los cerebros más privilegiados de todos los tiempos, sino que también se dio a conocer por su inagotable líbido, belleza deslumbrante y amor por la humanidad y los animales.
Kamala Apollonia Napurdalah Salimeh casi no viene al mundo un 4 de octubre de 1920 porque una adivina le pronosticó a su madre, Arjumand, que lo que venía en el vientre era una niña. Si no hubiera sido porque Ali, el padre de Kamala, se da cuenta a tiempo que su esposa quería abortar al feto, la machista Arjumand habría asesinado al embrión y nos hubiera privado de conocer a uno de los seres más exquisitos que dio la India. Kamala desde su nacimiento gozó de la más tierna y cómplice adoración del autor de sus días, y aunque de un segundo matrimonio don Ali tendría tres varones, Kamala con sus ojos furiosamente celestes y cabellos de azabache nunca se cayó del trono favorito.

Eso sí, cuando su abuela paterna le fue con el cuecho que Arjumand había tratado de abortarla, la futura genio concibió un asco y repugnancia inclementes hacia lo que llegó a llamar “mi incubadora”. Alí Napurdalah le dio la mejor educación posible a su primogénita, con tutores importados de Francia, Italia, Rusia y Estados Unidos. A los 11 años, la bella Kamala ya hablaba fluidamente el inglés, español, francés, italiano, árabe y bengalí, habiendo leído a esas alturas a Sócrates y Marco Aurelio. Bachillera a los 15 añitos, se fue a estudiar a Inglaterra para sacar la carrera de historiadora, lo cual concluyó antes de los 22 años. Para entonces, ya se había casado a escondidas para disgusto de papi con un noble menor inglés, John, y aunque Ali Napurdalah aceptó a final de cuentas a su yerno cuando Kamala parió a sus primogénitos (gemelos llamados Indra y Noor Jehan), el matrimonio nunca fue muy estable. John deseaba una duquesita de sala que no usara saris o jeans (en aquel entonces las buenas chicas no se ponían los pantalones de Levi Strauss, horror!) y Kamala trabajaba como periodista y apoyaba la campaña en pro de los animales que inició María Dickin al fundar los dispensarios populares para mascotas.

El divorcio fue más amigable de lo que fue en momento alguno el matrimonio, y Kamala y John siguieron siendo grandes cuates y buenos padres para sus gemelos. Adrianne fue el título de la primera novela publicada por Kamala, en 1940, y fue bien recibida por la crítica. El prólogo de la misma fue escrito por el ex suegro de Kamala, Lord Paul.

Tras la Batalla de Bretaña, Kamala quiso sumarse a tiempo completo al esfuerzo de guerra como corresponsal, pero su líbido le jugó una mala pasada. Tenía un romance con un joven estudiante italiano, Angelo, y en un descuido salió pipona. Se tuvo que conformar durante su preñez a ayudar en los dispensarios para mascotas de María Dickin echando una manito a encontrar amos y mascotas extraviadas en la guerra, e hizo algunos trabajos para la resistencia francesa en Francia. Sus entrevistas de figuras como Winston Churchill, la negra Josephine Baker y Hermann Goering la ganaron una merecida reputación de no tener pelos en la lengua. Tras parir a su hija Teodora en 1944, casi se muere de la ira cuando el general Ike Eisenhower no le quiso dar credenciales para cubrir el desembarco de Normandía junto a otros corresponsales como Hemingway.

Disfrazada de raso de las fuerzas que la India había mandado para apoyar a Inglaterra, Kamala logró entrar con las tropas el 6 de junio de 1944 y no fue hasta que penetraron en París que Eisenhower se enteró que había sido burlado por la audaz india. En la Ciudad Luz, Kamala se lió a botellazos con Hemingway, quien había hecho el ridículo haciéndose pasar por coronel gringo. Los reportajes de Kamala fueron publicados por varios periódicos prestigiosos de todo el mundo y se bañó de reales con sus entregas de los sucesos de la guerra. La rivalidad entre Kamala y Hemingway se hizo legendaria, aunque no faltan las malas lenguas con la mía lidereando el desfile que estas diferencias se nivelaron en la cama al acabar la II Guerra Mundial.

Ya en paz, Kamala se fue a casa de sus ex suegros-quienes seguían siendo sus fans número uno-para descansar con sus tres hijos, pero la vida tranquila no la retuvo mucho. Pronto partió a Indochina para entrevistar al célebre patriota Ho Chih Mihn, quien fraguaba su lucha contra los franceses para liberar Vietnam. Se dio una vueltecita por la India también, donde se declaró hechizada por Jawaharlal Nehru, el carismático primer ministro de la India tras su independencia del yugo inglés. Kamala regresó a Inglaterra solo a dar a luz a su cuarto hijo, Rabindranath, y aunque unos decía que era regalito del Tío Ho de Vietnam, el parecido asombroso del chico con Nehru era más que casualidad.

En 1950 Kamala soltó la bomba literaria por la cual tantas cejas se alzaron:la novela Zinnia, en la cual un ingeniero francés por conquistar a una ex monja acaba autocastrándose para convencerla que la ama no solo eróticamente. Esta novela sería llevada a la pantalla grande y chica, siendo la versión cinematográfica más famosa la que protagonizó Gérard Depardieu. Zinnia en pocos meses vendió más de 3 millones de copias, garantizando el futuro financiero de la india. Kamala tras cubrir la Guerra de Korea a inicios de la década de los 50 se casó nuevamente, esta vez con el judío francés Norman Marais. El chef y propietario de supermercados sería la felicidad a la medida para Kamala y sus cuatro hijos, y la alegre novelista le tuvo dos hijos más. A finales de la década del 50 Kamala enterneció al mundo entero publicando su libro dedicado a los gatos, quienes siempre fueron sus animales favoritos.


El Libro del Gato hasta la fecha ha vendido más de 15 millones de copias en inglés, español, francés, ruso, árabe, italiano y alemán. Kamala solía definirse como gatóloga y siempre mantuvo por lo menos 20 gatos en su casa, aportando fielmente todos los meses una cuota para los dispensarios populares de mascotas en Inglaterra y Francia. En la década del 60, Kamala publicó Recordando a Krishna, Rezos con Respuesta, Arjumand Banu y tres otras novelas con la explosiva mezcla de erotismo, irreverencia y humor que fue la fórmula del éxito a su medida. En los 50 también hubo un rumor de una aventura con Josip Broz Tito, el unificador de Yugoslavia, pero ellos siempre dijeron ser grandes amigps y nada más. Vistió luto cerrado en el 64 cuando se murió Nehru de un infarto, y tras la muerte de Ho Chih Minh en el 69, pasó fuera de color ya que el dirigente vietnamita fue uno de sus mejores amigos. La muerte de su tía Kamala –hermana de su padre y uno gran poetisa también- y la de su padre pocos meses después, terminó de deprimirla en 1970.

Ya siendo una bella mujer madura, quiso tener una aventura con el arpista y compositor palestino Daniel de Armati, y amenazó con cortarse una oreja si el árabe no se la llevaba al lecho. El pobre marido de Kamala tuvo que aguantar el bochorno público de ver a su incorregible mujercita irse a pasar un interludio sexy con el joven músico en un hotel de lujo parisino, pero el adulterio no pasó a más ya que se trataba solamente de lo que Kamala llamó”una pataleta de menopáusica alborotada.” Kamala visitó brevemente Vietnam durante el conflicto bélico entre EEUU y esa nación, pero su salud deteriorada no le permitió lucirse otra vez como corresponsal de guerra. El alcahueto marido la fue a rescatar de un hospital en Vietnam para llevarla a casa, dado que la diabetes le estaba jugando malísimas bromas a la genial novelista. Siempre inquieta, Kamala apenas se sintió mejor se dio a la tarea de fundar el Hospicio para Gatos Guillermo de Aquitania en honor al gran trovador del medievo francés que fue amante de los gatos al igual que ella. Este hospicio hasta la vez existe, habiéndolo yo visitado en 1980 cuando era estudiante en Francia. La fundación que lleva su nombre se fundó en 1973, y al año siguiente la vigorosa y chimbarona señora visitó la India. Hizo buenas migas con Indira Gandhi, pero no se abstuvo de comentarle que tenía muy malcriados a sus hijos. La Gandhi, quien era gran admiradora de Kamala, tuvo que tragarse lo de sus hijos y le regaló una pareja de tigres cachorros para que Kamala los llevara a su zoo privado en Francia. Un 31 de octubre de 1979, en pleno Halloween, Kamala Napurdalah murió de un infarto-al igual que su padre- mientras se ataviaba de calavera para ir a un baile de disfraces. Su corazón fue lanzado en las aguas del río Ganges de la Indiam y sus ojos fueron enterrados en el traspatio del Hospicio para Gatos Guillermo de Aquitania.

los machistas la querìan recluir en la cocina


LA HOLANDESA VOLADORA: FRANCINA ELSJE BLANKERS-KOEN
Cecilia Ruiz de Ríos
Aunque el monstrito verde de la envidia nunca ha tenido arrumacos conmigo, ahora que estoy patuleca no puedo dejar de soltar un suspiro pensando que hubiera sido bueno que la rauda y chela Fanny Blankers-Koen me hubiera heredado en su testamento sus fabulosas piernas voladoras. Francina Elsa Blankers-Koen, apodada “Fanny la Holandesa Voladora”, ha sido una de las atletas más prominentes de la historia de los juegos olímpicos.

Nacida el 26 de abril de 1918 y fallecida un 25 de enero del 2004 a causa del mal de Alzheimer, esta veloz rubia se dio el lujo de ganar cuatro medallas de oro en Londres en la Olimpiada de 1948 cuando ya estaba casada, “sometida”, era madre de dos chiquitos y solo se le conocía como ama de casa. Su apellido de soltera era Koen, y nació cerca de Baarn en Holanda, hija de Arnoldo y Helena Koen. Dotada de un pelo rubio como la mantequilla lavada y una expresión traviesa en su rostro de botoncito, desde chica le encantaba escalar árboles como gato, correr y jugar con camioncitos.

Ya entrando a la adolescencia como una graciosa marimachita, adoraba el tenis, la natación, gimnasia, patinaje sobre hielo y correr como el viento. Dado que deseaba dedicarse al deporte, buscó a un entrenador que le aconsejara por cual disciplina optar. El realista entrenador le dijo que ya que habían numerosos nadadores holandeses de renombre, no sería mala ideas jugarse su chance para clasificar para el equipo olímpico de atletismo.

El debut de Fanny fue en 1935, y un año más tarde la joven fue con el equipo olímpico de su país a los juegos de Berlín. Tenía 18 años y creyó morirse de la emoción cuando le pidió un autógrafo a la estrella norteamericana de raza negra Jesse Owens, quien en esos juegos se encargó de mostrarle al soberbio Hitler con cuántas papas hacían los negros un guiso de medallas de oro. Al saber que Fanny había ido a saludar a Owens, la ira del chacal nazi no tuvo fin y la llamó “zorra con nostalgia del lodo.”En esos juegos, Fanny no logró medalla alguna, pero al participar en salto alto y en el relevo de 4X100 metros obtuvo sexto y quinto lugar respectivamente.Fanny en 1938 ganaría sus primeras medallas internacionales. En el Campeonato Europeo que se dio en Viena ganó medalla de bronce en los 100 y 200 metros planos. Fanny se preparaba con ilusión para ganar medallas en los Juegos Olímpicos planificados para 1940 en Helsinki, pero la II Guerra Mundial la obligó a engavetar dichos planes. Esta cita se vio oficialmente anulada el 2 de mayo de 1940, una semana antes de que los nazis invadieran Holanda.


La guerra sin embargo no fue impedimento para que Fanny encontrase la felicidad en el amor. Dado que ya estaba comprometida con Jan Blankers, procedió a casarse con él un 29 de agosto de 1940, adoptando el nombre de Fanny Blankers-Koen. Blankers ya había participado en salto en los juegos olímpicos de 1928 y era cronista deportivo, así como el entrenador del equipo femenino de atletismo de Holanda. Inicialmente Blankers había sido de la opinión que las mujeres no debían participar en los juegos olímpicos, pero luego dejó de ser Cromagnon para tener ideas más progresistas, dado que Fanny-quien era 15 años menor que él-lo traía loquito.

Cuando Fanny parió en 1941 al primero de sus dos chiquillos-Jan junior-automáticamente se creyó que jamás volvería a correr o saltar. Resultaba imposible imaginarse una atleta casada y para colmo madre. Pero Fanny y su marido tenían otros planes, y ella volvió a la pista a pocas semanas de haber parido al niño. La guerra no sería impedimento para que Fanny impusiera seis nuevos récords mundiales. Era difícil entrenar, la comida escaseaba, y la situación era angustiante.

Dado que uno de los récords anteriormente había estado en posesión de Inglaterra, los nazis que ahora ocupaban Holanda quisieron politizar la hazaña de Fanny, pero cuando a ella le tocó ir a competir a Alemania, instó a sus compañeras de equipo a mostrar su desafío y se ataviaron con los colores y símbolos nacionales de Holanda.Fanny estuvo presente en el primer gran evento deportivo de la posguerra en 1946, en Oslo, Noruega, cuando se hizo el Campeonato de Europa. Al inicio del año Fanny había parido a su hija Fanny, pero esto no detuvo su entrenamiento. Aunque no logró quedar bien en el evento del salto alto, sus esfuerzos se vieron coronados con el éxito como parte del equipo para la carrera de relevos 4X100, y la carrera con obstáculos de 80 metros la ganó con facilidad.

Fanny estaba destinada a brillar en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948, a pesar de que otros atletas y muchos críticos no veían con buenos ojos que una mujer casada, de 30 años de edad, madre de dos niños, estuviera compitiendo. Fanny en medio de tanta actividad experimentó una sensación de cavanga por su hogar, y sintiendo que echaba de menos a sus niños, le pidió a su esposo que la retirara de la competencia. Jan Blankers logró calmarla y la convención que no se retirara. De esta forma, Fanny pudo ganar sus 4 legendarias medallas olímpicas de oro.
Al regresar a Ámsterdam, una agitada muchedumbre le esperaba aplaudiendo y lanzando flores. Le llovieron elogios, regalos y más flores. Sus vecinos le regalaron una bicicleta “para que se tome la vida con más calma.”Tras su victoria en Londres, Fanny recibió un diluvio de ofertas para anuncios, patrocinios y similares. Debido a lo rígido de las reglas en cuanto a ser amateur, ella se vio obligada a decir que no. Pero en 1949 ella viajó al exterior a promover el atletismo femenino, visitando Australia y Estados Unidos.
En 1950 un escándalo lanzaría gotas de sieno sobre Fanny. En 1949, una joven talentosa llamada Foekje Dillema se destacó en el atletismo en Holanda y en 1950 rompió el record de los 200 metros planos. La prensa comenzó a llamarla “la nueva Fanny”. Parece ser que Jan Blankers, esposo de Fanny, pidió que le hicieran un examen médico para confirmar si se trataba de una mujer o un hombre. Aunque los resultados exactos del examen nunca se dieron a conocer, la chica-quien se veía bastante amasculinada-fue expulsada del equipo holandés de atletismo. Las compañeras de equipo de la chica expulsada afirmaban que Fanny usó a su marido para quitarse de encima a la rival.

Fanny posteriormente se luciría en muy buena forma en el Campeonato Europeo en Bruselas, Bélgica, ganando en los 100 mts. ,200 mts. y 80 mts. con obstáculos. A los 34 años participó en los Juegos Olímpicos de Helsinki. Estaba en excelente condición física, pero un absceso en la nalga le impidió dar lo mejor de sí.El 7 de agosto de 1955 Fanny ganó su última medalla de oro cuando compitió a nivel nacional en el lanzamiento de la bala.

Era su título no 58 en Holanda. Fanny luego se convirtió en la líder del equipo holandés de atletismo, desde 1958 en el Campeonato Europeo hasta la olimpiada de 1968 en México. En 1977 su marido Jan murió, y esta vez tuvo que hacerse independiente para buscar el sustento de su familia, ya que Jan siempre la había protegido. Unos años después de enviudar, Fanny se regresó a su terruño en Hoofddorf. En 1981 se estableció el evento llamado Juegos Fanny Blankers-Koen, y esta competencia deportiva aún se realiza anualmente en Hengelo. En 1999 Fanny volvió a saborear la fama y gloria cuando en una gala en Mónaco, fue declarada la “Atleta femenina más destacada del siglo” por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo.

Fue una gratísima sorpresa. La vejez le jugó una triste broma a Fanny, quien comenzó a padecer de Alzheimer, al igual que el literato gringo Ralph Waldo Emerson y la bellísima actriz Rita Hayworth. Fanny debió ser internada en un sanatorio siquiátrico. Murió a los 85 años de edad en Hoofddorf. Existen biografías escritas sobre esta extraordinaria mujer, la primera de ellas basada en unos apuntes hechos por su esposo. Un año antes de su fallecimiento apareció otra en la cual echan por tierra su leyenda, afirmando que no era la mejor mami del mundo y que no sabía guisar muy bien. En esta versión la retratan como una mujer incapaz de dar amor y enloquecida por una obsesión de ganar siempre. Sea cual fuera la personalidad de la Holandesa Voladora, las lenguas envidiosas no pueden arrebatarle sus méritos, y como ya sabemos que los hombres jamás perdonan a una mujer que los supera, no es de extrañarse que unos pocos quieran manchar el nombre y recuerdo inmarcesible de esta genuina Nike (la diosa griega de la victoria)que puso muy en alto el prestigio de la patria de Rembrandt y Guillermo el Silencioso.

cuando Gringolandia descuartizò la familia koreana


La Guerra olvidada o la intervención recordada: Korea
Cecilia Ruiz de Ríos
No fue hasta que comencé a tutorear a varios encantadores niños koreanos que me di cuenta hasta donde la infame guerra de Korea había marcado la siquis humana. Antes de eso, era una vulgaridad bélica más de las que suele cometer repetidamente en la historia ese "toro en cristalería" que ha sido el intervencionismo gringo.
Llamada eufemísticamente la "guerra olvidada" como resultado de ella hay dos países llamados Korea.
El conflicto de Korea se origina dentro de la Segunda Guerra Mundial. Recordemos que Japón en su expansionismo militar de inicios del siglo XX había ocupado esta hermosa península. Cuando Harry Truman de los Estados Unidos rinde al Japón mandándole los atómicos confites sobre Hiroshima y Nagasaki, las tropas japonesas en Korea se rinden ante los aliados. En el norte de Korea, los nipones tiran la toalla ante los soviéticos, germinando así la semilla ya plantada del comunismo. En el sur, los japoneses se rinden ante las tropas gringas. Para 1948 un líder comunista que se hizo pasar por casi dios- Kim Il Sung- agarra las riendas de la parte de Korea que fue ocupada por los soviéticos e implanta un régimen totalitario. En el sur, Estados Unidos se descuida y saca sus tropas. Un 25 de junio de 1950 la agresión de los norkoreanos no se hace esperar. Haciendo un montaje propagandístico por radio afirmando que los sudkoreanos los habían agredido militarmente, cae la invasión norkoreana.
Cuando le llegan con el cuecho a Harry Truman, entre él y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas suenan la alarma. Truman ordena a las fuerzas gringas en Asia a caer en la península para ayudar a los sudkoreanos. Ponen al teniente general Walton Walker a cargo de las operaciones terrestres.Truman desesperado nombra al megalómano y feo Douglas MacArthur, el hombre que rindió al Japón, como comandante de las tropas multinacionales de la ONU que van a intervenir contra el monstruo gordo del comunismo. No ha pasado ni un mes de violencia cuando el Mayor General William Dean de las tropas gringas se lo llevan los norkoreanos. Tras este percance, el general chino Chian Kai Check (padre de Taiwán cuando se llevó a elementos inconformes con el régimen de Mao a poblar Formosa)aprovecha para ofrecer 33 mil soldados suyos a apoyar a los sudkoreanos, pero el consejo de seguridad de la ONU huele que Chian tiene intereses creados: luego podría cobrar caro por esta colaboración para realizar su sueñito loco de ir a sacar al camarada Mao de China a patada limpia.
Para agosto de 1950 el que anda la gorra en el suelo de pura rabia es Jacobo Malik, el delegado soviético ante la ONU. Malik ha exigido que todas las tropas extranjeras salgan de Korea, ya que se trata de una guerra civil a ser resuelta solo por los koreanos." Nadie se traga ese cuento, ya que el soviético está furioso porque Estados Unidos ha hecho descaradamente lo que los soviéticos querían hacer solapadamente: intervenir en los asuntos internos de Korea. Warren Austin, el delegado gringo ante la ONU, le ha ripostado a Malik diciendo que la meta de las Naciones Unidas es unificar a Korea, pero jamás se ha visto que una fuerza en la que van brasileños, franceses, ingleses, canadienses, etíopes, turcos, colombianos y otra ensalada de nacionalidades(entre los mismos soldados a veces no podían comunicarse)en un solo arroz con chancho de violencia.
El hábito de estar de metiche vecino entrometiéndose en asuntos familiares se pone peor cuando Chou En-lai, quien es el canciller de Mao Tse Tung, advierte que "el pueblo chino no va a tolerar pasivamente que sus vecinos estén siendo invadidos por los imperialistas." Para colmo hasta la India sale perjudicada porque en lugar de darle de comer a sus pobres, los chinos la fuerzan a que done una unidad móvil de hospital para atender a las tendaladas de heridos. Chou En-lai ha logrado alborotar a su jefe Mao, quien ordena que "voluntarios chinos" entren a ayudar en el conflicto bélico a favor de los norkoreanos. Truman, atemorizado, prefiere anunciar los Yunáit estáte quieto no tiene intenciones de invadir China(lo cual hubiera sido el colmo de los colmos!) A cargo de las tropas de intervención, el ego de MacArthur, de por sí ya bastante obeso, se infla a tamaño elefantiásico. Su megalomanía lo hace verse como el gran héroe en una III Guerra Mundial, y sueña con hacer de un anís un marquezote.
No faltan quienes afirman que conforme ha ido avanzando el conflicto, ha prometido por debajera a Chian Kai Check que después de "estabilizar" Korea, EEUU les podría dar una manito a los taiwaneses para sacar llorando de su taburete a Mao. Las declaraciones locas de MacArthur le ganan que Truman lo destituya vergonzosamente el 11 de abril de 1951.Sopapeado moralmente pero con su soberbia intacta, MacArthur es recibido como héroe al regresar a los EEUU. Ha sido sustituido por el general Matthew Ridgway. La carnicería de la Guerra de Korea le costará mucho odio a Truman, quien ve ganar en la carrera presidencial a Dwight Eisenhower con la promesa de terminar el conflicto lo más rápido posible.
Dado que a como una vez dijo el inefable García Márquez, quien desayuna con la soberbia almuerza con la verguenza, el mismo gritón ruso Malik que pedía medidas enérgicas, esta vez pide cacao sugiriendo una tregua a las alturas de junio de 1951. Lo peor aún está por venir, ya que las tropas gringas no saben distinguir entre los norkoreanos y los sudkoreanos. Uno de los tantos cheles racistas, tras haber ametrallado a varios soldados sudkoreanos en lo que ellos llaman "friendly fire"(fuego de amigo, o matar al soldado del mismo bando por confusión), afirma que "es difícil reconocerlos pues todos parecen ratones desnutridos."No se les ocurriría a los yanquis que ellos mismos serían el motivo por el cual ahora aún hay dos Koreas?
Jawaharlal Nehru, quien es el mandamás de la India recién independizada, propone planes de pacificación y cruzando los dedos que no le saquen más recursos, ve su plan rechazado. En 1953, lo que será el último año de esta aparatosa guerra, uno de los que apoyaban a los norkoreanos muere: José Stalin se despide de este mundo que él hizo más cruel el 5 de marzo. Cansados y traumatizados, los mismos koreanos ya no aguantan tanta barbarie. Se arman las pláticas, en medio de malacrianzas entre ambos bandos, el presidente sudkoreano Syngman Rhee por fin apoya la tregua y un 27 de julio de 1953 se firma el acuerdo de cese al fuego. Posteriormente se intercambiarán prisioneros en la Operación Gran Switch.390 mil chinos murieron en este conflicto, 520 mil norkoreanos dejaron de existir,415 mil personas de Korea del Sur fallecieron y hubo casi 30 mil soldados gringos muertos en una guerra que nunca debió haberse dado.
Las cicatrices del conflicto incluyen una familia asiática tristemente dividida, ya que muchos abuelos han muerto sin ver a sus nietos al otro lado del paralelo 38, que es la línea divisoria entre las Koreas. Para los Juegos Olímpicos del 2000 en Sydney hubo un chisporrotazo de esperanza cuando ambos países llegaron juntos a las competencias. Habiendo fallecido ya el sangriento Kim Il Sung hace unos años, muchos cruzamos los dedos para que en un tiempo no lejano Korea vuelva a ser una sola nación como durante el reino Silla en que la valiente Sondok fue la mandamás.

era prima de Josefina Beauharnais


LA FRANCESA TRAS EL TRONO OTOMANO: NACKCIDIL
Cecilia Ruiz de Ríos
Una de las mujeres más fascinantes de la historia fue una reina otomana conocida como Nackcidil, aunque en su partida de nacimiento su nombre era el de Aimé de Rivery. Nackcidil, quien fue prima carnal de la martiniquesa Josefina de Beauharnais (primera esposa de Napoleón Bonaparte). no solo fue favorita de un sultán, sino que también madre de otro monarca.
Aimeé Debucq De Rivery nació en mayo de 1763 en el seno de una acaudalada familia de franceses radicados en la isla de la Martinica, en pleno Caribe. Era la hija menor y desde niña, parecía muñeca con sus ojos azules, pelo rubio rojizo y tez marmórea. Recibió una esmerada educación y entre sus compañeras de juegos estaba su prima Josephine Tascher de la Pagerie, quien luego sería esposa de un noble de apellido Beauharnais, y tras enviudar, pasaría a ser el gran amor de Napoleón Bonaparte.

Aimeé y su prima al llegar a la adolescencia se hicieron curiosas y díscolas, y en una ocasión, consultaron a escondidas de sus padres a una vieja bruja que practicaba vudú y otras ciencias ocultas. La supuesta vidente de Pointe Royale a ambas les vaticinó que sería poderosas emperatrices. Riéndose y llenas de sueños, las chicas no se atrevieron a poner en duda la profecía. En 1784, cuando Aimeé regresaba de Francia hacia su isla natal después de completar largos años de estudios en un internado, fue secuestrada por corsarios de la flota de Barbarrosa. Atrás quedaba su etapa de colegiala en un convento en Nantes. A los 21 años de edad, Aimeé era una mujer culta y bellísima. Tenía además buen corazón y un carácter vivaz y jovial. El dey de Argelia, súbdito del sultán otomano, se enamoró de ella, pero tenía mayor interés de quedar bien con su jefe, el sultán de turno en Turquía.

Al ser presentada a AbdulHammid I, el mandamás experimentó un violento "coup de foudre". Por primera vez sentía amor a primera vista. El enamorado sultán hizo a un lado a sus numerosas chicas del harén y se dedicó en cuerpo y alma a Aimeé, a quien hizo llamar Nackcidil. La francesita pronto parió a un hijo quien luego llegaría a reinar. Dado que en el sistema otomano, las mujeres obtenían status de esposa o kadin solamente si parían varones al sultán, Nackcidil pronto fue considerada la cuarta kadin del mandatario. Tanto la primera kadin (Nukhey Seza) como la segunda kadin (Mihrimah) sintieron violentos celos, debido a que ellas querían acaparar el trono para sus respectivos hijos, pero Nackcidil sabiamente evitó entrar en conflicto con ellas, portándose siempre muy gentil y diplomática. Estaba aprendiendo a esquivar intrigas, y a mantenerse a salvo.

En 1789, el mismo año en que el hambriento pueblo de París se tomó la Bastilla, Abdulhammid I se murió. Selim III, hermano del finado, subió al trono contando con apenas 27 años de edad. Selim siempre había admirado y respetado a su cuñada, y le pidió que se quedara en el serallo junto a Mahmud, el niño que Nackcidil tuvo de Abdulhammid I. Selim sentía gran ternura por su sobrinito, con quien jugaba a menudo.

Selim III era sinceramente francófilo, llegó a aprender francés con Nackcidil y hasta concedió que los galos por fin tuvieran un embajador permanente en Istambul. Nackcidil se hizo confidente del nuevo sultán, y éste llegó hasta a establecer un periódico en francés y hasta permitió a la bella francesa que decorara el palacio al estilo rococó tan imperante en la Francia de entonces.

Estas reformas afrancesadas le costaron la vida a Selim III. Fue asesinado por fanáticos religiosos que no veían con buenos ojos su liberalismo y tendencias occidentalizantes. Los asesinos incluso quisieron ultimar a Mahmud, el hijo de Nackcidil, pero ella lo salvó escondiéndole dentro de un fogón recién apagado. Mahmud logró llegar a ser ungido como el sucesor de Selim III. Mahmud implementó reformas que muchos historiadores atribuyen a la sabia influencia de Nackcidil, quien siempre fue la mejor amiga de su retoño.

Aunque Nackcidil se convirtió al Islam como parte de la etiqueta imperante en el harén apenas se convirtió en favorita de Abdulhammid I, ella siempre fue una cristiana de corazón. En fechas de Cuaresma y Navidad, observaba los ritos del catolicismo discretamente. Abdulhammid estaba al tanto de esto, pero se hacía el tonto y le permitía que hiciera lo que quisiera, pues estaba muy enamorado de Nackcidil. Selim continuó haciéndose de la vista gorda, y cuando Mahmud subió al trono, dejó que su madre siguiera practicando el cristianismo.

Cuando la muerte ya le rondó a la francesa, pidió que le llevaran un sacerdote para que le administrara la extrema unción. Su hijo, quien la consentía si posible más que Abdulhammid o Selim, hizo pasar a un sacerdote católico por las Puertas de la Felicidad del harén para que despidiera bien a Nackcidil.Nackcidil como erudita que era enseñó a leer a muchas chicas del harén. Incluso les prestaba sus propios libros y les conseguía buenas tutoras para que aprendieran historia, filosofía, artes, música y matemáticas. Nackcidil llegó a hablar con fluidez el turco, y reza la leyenda que también aprendió persa y árabe.

Amante de los niños, fundó un orfelinato para los hijos de soldados. Gran fanática del hipismo, tuvo bellísimos corceles entre los que se cuentan Angelo, Babas au Rhum, Casilio y Marcella, ésta última siendo un regalo de la esposa del primer embajador francés en Istambul. Contaba además Nackcidil con bastantes mascotas, entre ellas 13 gatos siendo el más mimado Tabaquín(quien dormía con ella en una almohada de satén rojo), 3 perros caniche (traídos exclusivamente desde Francia) y una ardilla listada que le obsequiaron unas peluqueras persas.La profecía de la vieja caribeña resultó ser cierta para Aimeé DeBucq de Rivery, la noble chiquilla martiniquesa quien al fin y al cabo tuvo mejor destino que su prima Josefina, ya que Nackcidil nunca llevó una vida libertina ni censurable, fue madre ejemplar y jamás acabó repudiada.








la gacela de Solimàn


La esclava que ató al sultán Khurrem del imperio Otomano
Cecilia Ruiz de Ríos
La única reina otomana que logró que su amado se casara con ella formalmente fue Roxelana, una rusita a quien la historia reconoce bajo el nombre de Khurrem (el cual en turco significa "la risueña"). Khurrem fue una de las mujeres más amadas de la historia, y su cuota de poder fue realmente navegable. Segunda esposa del mejor sultán de la línea osmanlí, pero primera en su corazón, Khurrem en realidad sí supo reírse de su suerte.
Roxelana, que era el nombre que traía originalmente, vino al mundo en Rusia en enero de 1504, asumiendo algunos que era oriunda del Cáucaso mientras que otros afirman que vino al mundo como hija indeseada de una familia pibre de campesino bielorusos. Dado que la madre de Roxelana fue una esclava, la niña de cabellos rubio-rojizos y ojos magnétiicos pasó una infancia paupérrima y a menudo maltratada por los amos de su progenitora. Cuando ya era una preadolescente de formas ligeramente redondeadas, Roxelana fue capturada por soldados turcos, quienes la encontraron vagando con un grupo de tártaros errantes.
Fue llevada a Estambul, donde un mercader, tras confirmar que la chica aún poseía su "más valioso capital" (léase Sello de virginidad) vendieron un lote de esclavos que iban destinados al harén del sultán. Dado que Selim I El Adusto estaba más dedicado a guerrear y gruñir (ya para entonces tenía una úlcera galopante, los inicios del cáncer estomacal que lo llevó a la tumba y una impotencia recurrente), Roxelana no atrajo la atención del mandamás. Viendo su inteligencia natural, Roxelana fue alfabetizada y entrenada en las artes del canto, cocina, bordado, danza y refinamintos amatorios, sin obviar que aprendió persa, turco, griego y un poco de hebreo. Tomando en cuenta que era muy bromista y alegre, la bella chaparrita se vio apodada Khurrem, o "La Risueña".
Su excelencia en el bordado atrajo la atención de Hafise, la esposa de Selim y madre del heredero Solimán(a ser conocido tras su ascenso al trono como El Magnífico o El Legislador). Hay que reconocerle a Hafise que era una vieja intrigante que metía manos en todo, y aprovechando que su hijo Solimán le lució demasiado embobado por Mahi Debran Gulbehar(una princesa extranjera de pelo castaño y más tocinitos que un lechón de banquete después de haberle parido a Mustafá a Solimán), quiso quedar bien con su hijo y le presentó a la hermosa rusita.
El coup de foudre- que es a como llaman los franceses al amor fulminate a primera vista-fue instantáneo para el bello Solimán, quien no tuvo paz hasta que se llevó a su "ojos de gacela" (que era el apodo cariñoso para Khurrem) a la cama. Una vez ahí, Khurrem echó a funcionar todo su encanto y sensualidad para amarrar a Solimán, quien subió al trono en 1520 cuando Selim I El Adusto se fue a rabiar al otro mundo. Solimán estaba sencillamente extasiado con su sonriente rusita, a tal punto que cuando la chica le pidió que se librara de sus estorbos (la primera consorte Mahi Debran Gulbehar y el hijo de ambos Mustafá), Solimán no la pensó dos veces para mandarlos lejos a un dorado exilio. 4 hijos, incluyendo a la princesa MirhriMah fueron el fruto de los amores entre Solimán y Khurrem.
Mahi Debran Gulbehar estaba asustada de verse tan fácilmente reemplazada. Culpó a su suegra Hafise por haberle "maleado" la relación con Solimán, y en una de las escenas más violentas ocurridas dentro del harén, la lloriqueante y olvidada gordiflona en que se convirtió Mahi Debran Gulbehar se lanzó encima de Khurrem tratando de destrozarle el rostro a arañazos. Fue necesario que intervinieran los eunucos y hasta Hafise, a quien las litigantes mujeres casi siembran en una ventana, para que acabara la reyerta de las celosas mujeres. Solimán se moría de vergüenza, y le echó la culpa a su primer consorte.
Combinando astucia con lágrimas, Khurrem le espetó a su hombre que la culpa era suya pues nunca se había casado formalmente con ella, y por eso su rival creía tener más derecho. Solimán cayó en la trampa en la cual ningún otro sultán se hundió: el matrimonio legal. Jamás en la línea de Osman se había efectuado un matrimonio entre el sultán y una consorte. La ley musulmana le asignaba al sultán el derecho de tener cuatro kadins-o "esposas", siendo la privilegiada la bas-kadin o madre del heredero al trono. Esta relación entre el sultán y sus "esposas" no conllevaba papel chiquito ni grande, ni siquiera un juramento religioso. La primera en concebir a un hijo varón sencillamente pasaba a ser bas-kadin, y las otras tres como kadins tenían menos poder. El enamoradísimo Solimán optó por casarse con su ex esclava, convertida ahora en ama y señora de toda su voluntad y acciones. Rompiendo con la tradición de que un sultán jamás diera palabra o firma formal a una mujer , Solimán cayó en las garras de su adorada rusita. Khurrem pronto estableció un reino del terror dentro y fuera del harén. Celosa de la intimidad entre Solimán y su gran visir, el pelirrojo Ibrahim, intrigó hasta que Solimán se creyó el chisme de que Ibrahim cometía graves abusos de poder.
Khurrem logró pronto ver a su enemigo no sólo despojado del cargo, sino también ejecutado sin piedad. Teniendo ya hijos varones propios, Khurrem intrigó para quitarse del medio a Mustafá, el primogénito de Solimán habido con Mahi Debran Gulbehar. Khurrem acusó al chico de planificar un complot para asesinar a su propio padre, y el heredero al trono acabó eliminado por las mismas órdenes de Solimán. De esta forma Selim, el hijo pelirrojo de Khurrem y Solimán, acabaría siendo el sucesor de Solimán a la muerte de éste. Khurrem al final de su vida se dedicó a patrocinar a artistas y arquitectos, gozando de una enorme cuota de poder que Solimán le dio.
Su hija Mirhimar se hizo tan poderosa y encantadora como ella. Como prueba del inmenso amor que Solimán le profesó a Khurrem están más de 400 poemas que le escribió a lo largo de tantos años de relación. Khurrem conservó su belleza hasta su muerte de 1558, ocho años antes de que falleciera Solimán mientras andaba en campaña en Europa. Tras su muerte y sepultura en la mezquita, Solimán, la leyenda de esta subyugante ex esclava la convirtió en uno de los íconos más venerados de la cultura osmanlí. Amante de los gatos y los pericos, Khurrem también benefició a numerosos artistas y sus obras sociales incluyen donativos para huérfanos de guerra. Solimán jamás volvió a amar a mujer alguna tras la muerte de su adorado tormento, y en los días posteriores al deceso de Khurrem olvidó hasta el pudor, ya que lloraba en público. No se separaba de Zuleika, una enorme gata negra persa que Khurrem le había regalado en 1554, tras la muerte de la famosa angora Atja. La historia otomana la recuerda como la única mujer en "llevarse el gato al agua" del matrimonio, y una de las intrigantes más audaces de todos los tiempos, habiendo escalado desde esclava a reina absoluta.