EL CAMARADA MAO: IRRESISTIBLE, INCANSABLE Y FERREO
CECILIA RUIZ DE RIOS
Uno de los estadistas menos ególatras que han existido en la historia fue un chinito de cara redonda, personalidad magnética y una vocación inquebrantable para el trabajo.
Nacido un 26 de diciembre de 1893, Mao vino al mundo en Shaoshan como el primogénito de un matrimonio de campesinos ricos. Tomando en cuenta que los chinos prefieren a los niños por encima de las niñas, Mao tuvo una infancia feliz. Mostraba una salud de hierro, una devoción a la lectura y ejercía una gran atracción sobre los otros niños. En 1918, se diplomó como maestro en la escuela normal de Hunan, pasando luego a Pekín, donde comenzó a estudiar marxismo. A 3 años de haber abierto su primer libro sobre política, Mao se convirtió en uno de los fundadores del partido comunista chino. Mao inmediatamente comenzó a trabajar con los campesinos, organizándolos en un ejército de guerrilleros. Esta fue la semilla del ejército rojo chino, pero pronto se vieron rodeados por las fuerzas del Kuo Ming Tang del general Chang Kai-Chek, quien hablaba con grandilocuencia en cuanto a democracia y prosperidad pero no componía ni la cama en que se echaba a roncar. Al verse rodeado por su enemigo, Mao tomó la decisión en 1934 de conducir a unos cien mil de sus seguidores por una retirada de más de 8 mil kilómetros en lo que se conoce como la Larga Marcha. Durante esta larga huida, los seguidores de Mao padecieron de hambre, sed, frío, batallas y la muerte, buscando la zona más segura del noroeste chino.
Esta penosa travesía duró un año, y solo 5 mil personas quedaban de los originales que la iniciaron. Entre los fallecidos se encontraba una mujer que estuvo ligada sentimentalmente a Mao en su primera juventud. Tanto sacrificio dio sus frutos, y Mao se convirtió en el hombre más poderoso de China. En 1949 tuvo el chance de derrotar a Chang Kai –Chek, quien salió enrabiecido con sus seguidores para ir a fundar en la isla de Formosa lo que hoy conocemos como Taiwán. La revolución iniciada por Mao habría de capturar la atención del mundo, ya que en ella de todo hubo. China dio monumentales pasos hacia la modernización, pero el costo fue enorme. Millones pasaron penurias, murieron de hambre cuando el suelo se fatigó, y Mao acabó rompiendo relaciones con algunos países. Su apoyo a Korea del Norte cuando se dio la Guerra de Korea entre 1950 y 1953 fue muy criticado por muchos, comenzando por los Estados Unidos, con quienes cortaría relaciones hasta que un jueguito de ping-pong inició el deshielo y el controversial presidente gringo Richard Nixon lo fue a visitar 2 años antes de morir Mao.
Mao como dirigente no conocía el descanso. Era accesible a sus seguidores, un ávido lector y un orador formidable. Le encantaba la música y la literatura clásica, y poseía una memoria fotográfica para memorizar poesía.
Mao, a pesar de ser agraciado en su físico, era descuidado con su apariencia. No era alguien que se preocupara por vestir bien, ni era un gourmet tampoco. Fumaba como chimenea, luciendo unos dientes ennegrecidos por la nicotina. Tampoco era muy adicto al baño, no se ponía desodorante y a menudo su olor corporal era tan retumbante como el del imbañable dirigente fascista Mussolini. No tenía el menor pudor o recato, y si tenía calor se desnudaba delante de quien fuera. Se tiraba flys delante de embajadores, y en una ocasión que el calor era sofocante en Pekín se quitó los pantalones delante de dignatarios extranjeros, mostrando su hermoso y sonrosado trasero desnudo, ya que andaba cañambuco todo el tiempo.
Mao gozaba de un gran sentido del humor, y no se daba de importante. Cuando le contaron como chisme que su rival Chang Kai-Chek andaba enamorando al megalómano general gringo Douglas MacArthur para que una vez terminada de deschincacar la península koreana, Chang soñaba con entrar de vuelta a China roja para sacar a patadas a Mao con ayuda de marines, Mao casi se orina de la risa y hasta le deseó éxito a Chang, añadiendo,”Ese hombre tiene su propia soberbia como su peor enemigo!”
Mao como amante fue uno de los grandes donjuanes de la historia. A los 14 años el padre de Mao, quien era un capataz bien bravo que odiaba romanticismos y carambadas, casó a Mao con una mujer mayor para “bajarle las calenturas.”Como buen hijo, Mao aceptó la boda pero se negó a vivir con su esposa. Mao siguió virgen hasta que conoció a Yang Kai-Hui, una compañera de luchas. Primero fueron amantes y en 1921 formalizaron las relaciones con una boda secreta. Cuando en 1927 las cosas se pusieron feas enfrentando al Kuo Min Tang, Mao dejó a Yang y los hijos habidos por la pareja en casa en Changsha, pero los miembros del Kuo Min Tang capturaron a la valiente mujer, ejecutándola en público por negarse a renunciar a Mao y sus ideales. Varios otros miembros de la familia de Mao murieron.
Todavía en vida de Yang, ya Mao andaba de bandido con Ho Tzu Chen, una bella revolucionaria. Tras la muerte de Yang, Mao la desposó. Al inicio de la Larga Marcha, Ho ya le había dado dos hijos a Mao y estaba embarazada cuando comenzó la travesía. Tras resultar herida en la marcha, Ho perdió la razón y todo acabó en un amargo divorcio en 1937. Muchos fans de Mao le reprocharon su abandono de Ho, quien era vista como heroína por muchos. Ho acabó recluida en un asilo de locos tras haber intentado curarla en Moscú.
Mao esta vez se enamoró de Lily Wu, una licenciosa pero bella actriz. Los amores de Mao con Lily comenzaron cuando Ho ya estaba enferma, y en una ocasión reza la leyenda que las dos mujeres se trenzaron a golpes, mordidas y arañazos en una riña femenina que muchos hubiéramos pagado por presenciar.
En 1938, para no perder la costumbre de cortejar actrices, Mao se deshizo de Lily para escandalizar al partido al ligarse con Lans Ping, una actriz con peor reputación que Lily. LangPing cambió su nombre por Yang Ying y se hizo muy pudibunda para contrarrestar por su aparatoso pasado, ya que había abandonado a su marido y dos hijos por atrapar a Mao. En 1939 Mao y ella se casaron, pero el tiempo enfrió las relaciones a tal punto que ella tuvo que humillarse a pedir por escrito una entrevista con su propio esposo. Cuando Mao murió un 9 de septiembre de 1976, ya Yang Ying estaba casi en desgracia total, conociéndose que incluso le llegó a poner los cachos al pobre Mao.
CECILIA RUIZ DE RIOS
Uno de los estadistas menos ególatras que han existido en la historia fue un chinito de cara redonda, personalidad magnética y una vocación inquebrantable para el trabajo.
Nacido un 26 de diciembre de 1893, Mao vino al mundo en Shaoshan como el primogénito de un matrimonio de campesinos ricos. Tomando en cuenta que los chinos prefieren a los niños por encima de las niñas, Mao tuvo una infancia feliz. Mostraba una salud de hierro, una devoción a la lectura y ejercía una gran atracción sobre los otros niños. En 1918, se diplomó como maestro en la escuela normal de Hunan, pasando luego a Pekín, donde comenzó a estudiar marxismo. A 3 años de haber abierto su primer libro sobre política, Mao se convirtió en uno de los fundadores del partido comunista chino. Mao inmediatamente comenzó a trabajar con los campesinos, organizándolos en un ejército de guerrilleros. Esta fue la semilla del ejército rojo chino, pero pronto se vieron rodeados por las fuerzas del Kuo Ming Tang del general Chang Kai-Chek, quien hablaba con grandilocuencia en cuanto a democracia y prosperidad pero no componía ni la cama en que se echaba a roncar. Al verse rodeado por su enemigo, Mao tomó la decisión en 1934 de conducir a unos cien mil de sus seguidores por una retirada de más de 8 mil kilómetros en lo que se conoce como la Larga Marcha. Durante esta larga huida, los seguidores de Mao padecieron de hambre, sed, frío, batallas y la muerte, buscando la zona más segura del noroeste chino.
Esta penosa travesía duró un año, y solo 5 mil personas quedaban de los originales que la iniciaron. Entre los fallecidos se encontraba una mujer que estuvo ligada sentimentalmente a Mao en su primera juventud. Tanto sacrificio dio sus frutos, y Mao se convirtió en el hombre más poderoso de China. En 1949 tuvo el chance de derrotar a Chang Kai –Chek, quien salió enrabiecido con sus seguidores para ir a fundar en la isla de Formosa lo que hoy conocemos como Taiwán. La revolución iniciada por Mao habría de capturar la atención del mundo, ya que en ella de todo hubo. China dio monumentales pasos hacia la modernización, pero el costo fue enorme. Millones pasaron penurias, murieron de hambre cuando el suelo se fatigó, y Mao acabó rompiendo relaciones con algunos países. Su apoyo a Korea del Norte cuando se dio la Guerra de Korea entre 1950 y 1953 fue muy criticado por muchos, comenzando por los Estados Unidos, con quienes cortaría relaciones hasta que un jueguito de ping-pong inició el deshielo y el controversial presidente gringo Richard Nixon lo fue a visitar 2 años antes de morir Mao.
Mao como dirigente no conocía el descanso. Era accesible a sus seguidores, un ávido lector y un orador formidable. Le encantaba la música y la literatura clásica, y poseía una memoria fotográfica para memorizar poesía.
Mao, a pesar de ser agraciado en su físico, era descuidado con su apariencia. No era alguien que se preocupara por vestir bien, ni era un gourmet tampoco. Fumaba como chimenea, luciendo unos dientes ennegrecidos por la nicotina. Tampoco era muy adicto al baño, no se ponía desodorante y a menudo su olor corporal era tan retumbante como el del imbañable dirigente fascista Mussolini. No tenía el menor pudor o recato, y si tenía calor se desnudaba delante de quien fuera. Se tiraba flys delante de embajadores, y en una ocasión que el calor era sofocante en Pekín se quitó los pantalones delante de dignatarios extranjeros, mostrando su hermoso y sonrosado trasero desnudo, ya que andaba cañambuco todo el tiempo.
Mao gozaba de un gran sentido del humor, y no se daba de importante. Cuando le contaron como chisme que su rival Chang Kai-Chek andaba enamorando al megalómano general gringo Douglas MacArthur para que una vez terminada de deschincacar la península koreana, Chang soñaba con entrar de vuelta a China roja para sacar a patadas a Mao con ayuda de marines, Mao casi se orina de la risa y hasta le deseó éxito a Chang, añadiendo,”Ese hombre tiene su propia soberbia como su peor enemigo!”
Mao como amante fue uno de los grandes donjuanes de la historia. A los 14 años el padre de Mao, quien era un capataz bien bravo que odiaba romanticismos y carambadas, casó a Mao con una mujer mayor para “bajarle las calenturas.”Como buen hijo, Mao aceptó la boda pero se negó a vivir con su esposa. Mao siguió virgen hasta que conoció a Yang Kai-Hui, una compañera de luchas. Primero fueron amantes y en 1921 formalizaron las relaciones con una boda secreta. Cuando en 1927 las cosas se pusieron feas enfrentando al Kuo Min Tang, Mao dejó a Yang y los hijos habidos por la pareja en casa en Changsha, pero los miembros del Kuo Min Tang capturaron a la valiente mujer, ejecutándola en público por negarse a renunciar a Mao y sus ideales. Varios otros miembros de la familia de Mao murieron.
Todavía en vida de Yang, ya Mao andaba de bandido con Ho Tzu Chen, una bella revolucionaria. Tras la muerte de Yang, Mao la desposó. Al inicio de la Larga Marcha, Ho ya le había dado dos hijos a Mao y estaba embarazada cuando comenzó la travesía. Tras resultar herida en la marcha, Ho perdió la razón y todo acabó en un amargo divorcio en 1937. Muchos fans de Mao le reprocharon su abandono de Ho, quien era vista como heroína por muchos. Ho acabó recluida en un asilo de locos tras haber intentado curarla en Moscú.
Mao esta vez se enamoró de Lily Wu, una licenciosa pero bella actriz. Los amores de Mao con Lily comenzaron cuando Ho ya estaba enferma, y en una ocasión reza la leyenda que las dos mujeres se trenzaron a golpes, mordidas y arañazos en una riña femenina que muchos hubiéramos pagado por presenciar.
En 1938, para no perder la costumbre de cortejar actrices, Mao se deshizo de Lily para escandalizar al partido al ligarse con Lans Ping, una actriz con peor reputación que Lily. LangPing cambió su nombre por Yang Ying y se hizo muy pudibunda para contrarrestar por su aparatoso pasado, ya que había abandonado a su marido y dos hijos por atrapar a Mao. En 1939 Mao y ella se casaron, pero el tiempo enfrió las relaciones a tal punto que ella tuvo que humillarse a pedir por escrito una entrevista con su propio esposo. Cuando Mao murió un 9 de septiembre de 1976, ya Yang Ying estaba casi en desgracia total, conociéndose que incluso le llegó a poner los cachos al pobre Mao.
1 comentario:
Si.la historia relata que se acostumbró a los adolescentes. ..y a las concubinas las hacia tirarse desnudos a un pozo.un hijo se salvó así de casualidad arrojado con su madre
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