tag:blogger.com,1999:blog-16795374255950392002024-03-04T21:40:18.313-08:00La Máquina del Tiempo del EmperadorEl pasado siempre està presente,dijo Maeterlinck.Bienvenidos a la Màquina de Tiempo del Emperador Josè II de Habsburgo,gato amo de la historiadora nicaraguense Cecilia.ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.comBlogger120125tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-52466906954199471032009-11-29T19:39:00.000-08:002009-11-29T19:47:36.430-08:00Vol de Jour<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHBXJn3rjP8j7thq1izhVhtIbOkb_TbcIr8qewg-nS9XRKxzuTjZFTbncCCpYC1Vbt0GrZoX1DKwyqQXs5If2kVa-drRxvUT_E1Xu8r5ECCdZ4U_jInT753JPHLoOheydviPTtd6277YM/s1600/IMAG2403.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5409737949995918066" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHBXJn3rjP8j7thq1izhVhtIbOkb_TbcIr8qewg-nS9XRKxzuTjZFTbncCCpYC1Vbt0GrZoX1DKwyqQXs5If2kVa-drRxvUT_E1Xu8r5ECCdZ4U_jInT753JPHLoOheydviPTtd6277YM/s200/IMAG2403.JPG" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHXkL4Dq9N95tvuAkPZL0Emb0rbYr-VZQCQoiXNmP3C8BnKKcTMB8uwwpVfoJZwU1QnI2yPWIKukUZrtA_Hx2vzsUerb8ZVmhHdq90xH6Mz5G2u5-nyW3qZfx4z9oAZlbiad9xk_76ySc/s1600/IMAG2395.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5409737942058914642" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHXkL4Dq9N95tvuAkPZL0Emb0rbYr-VZQCQoiXNmP3C8BnKKcTMB8uwwpVfoJZwU1QnI2yPWIKukUZrtA_Hx2vzsUerb8ZVmhHdq90xH6Mz5G2u5-nyW3qZfx4z9oAZlbiad9xk_76ySc/s200/IMAG2395.JPG" border="0" /></a><br /><div><br /><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRuknnzGZsfP9_riS6QLR9pcx2DjGvveD7P-7QDZfJSVNApZlMkAnMLIrAXR5-B-k-9KchU_wRf7XKkAtq7rqnFKH7FubKcxJU3QjKMecs4Bd_31gl7LoOXUNx6DbhJaWrOBRN5iEIG6w/s1600/IMAG2393.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5409737941422423810" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRuknnzGZsfP9_riS6QLR9pcx2DjGvveD7P-7QDZfJSVNApZlMkAnMLIrAXR5-B-k-9KchU_wRf7XKkAtq7rqnFKH7FubKcxJU3QjKMecs4Bd_31gl7LoOXUNx6DbhJaWrOBRN5iEIG6w/s200/IMAG2393.JPG" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzhUjTGzQnfqazpDT7FK5EGLsBK_tTsMnMOnED7nxsz9GPYsXfFSiyNmdeXpbMBSuAljLWvl17VFr6S55k5AQ_pMBluPC3r78E_iCbxaUZfyCrwkAa6mPOoHU6mgcA-PBH4wkwUtUX6eM/s1600/IMAG2395.JPG"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5409737935712956514" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzhUjTGzQnfqazpDT7FK5EGLsBK_tTsMnMOnED7nxsz9GPYsXfFSiyNmdeXpbMBSuAljLWvl17VFr6S55k5AQ_pMBluPC3r78E_iCbxaUZfyCrwkAa6mPOoHU6mgcA-PBH4wkwUtUX6eM/s200/IMAG2395.JPG" border="0" /></a><br /><div><br /><div align="justify"><strong>MUNDO DE CANICA(VOL DE JOUR)<br />MERCI Antoine de Saint Exupéry, je vous remercie Silvio<br />EL ARTE ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO. William Shakespeare.<br />“Vuelo hacia vos, y no sé si el vuelo y la anticipación de verte es por fin más que el arribo.”Antoine de Saint Exupéry, aviador y escritor francés<br />“No fue hasta que vi la mirada transparente, fija, tan inmensamente azul que me di cuenta que estaba predispuesta desde la cuna para pasar por este experiencia tan extraordinaria. Yo había sabido desde chavala, desde aquel incidente con las canicas multicolores de mi papá supersticioso, que iba a vivir en un mundo de canicas. Chibolas, les llamamos en Nicaragua, trocitos de mundo le llamaba un entrenador vietnamita que tuve y al cual aprendi a adorar sin que ninguno de los dos nos enterásemos, sino hasta el momento que se fue para Vietnam de nuevo. Pero antes del vietnamita, antes de este vuelo de día que ha sido como una pequeña serenata diurna y que me perdone Mozart por usurparle el título, las canicas de mi padre me habían marcado el destino. Siendo hija de un judío irlandés que estuvo en el Desembarco de Normandía, tuve que acostumbrarme a su sentido del fatalismo que caracteriza a judíos y árabes por igual, y saber que tenían ritos supersticiosos para todo. Es curioso que alguien quien creció con rugby en su país de origen se hubiera hecho tan fanático del beisbol y en particular de los Indios del Boer. Amaba con una pasión leonina a dicho equipo, y lloraba en público si perdían…ese era mi señor padre.<br />“ Antes de cada juego de su equipo, enterraba dos canicas.-de colores distintos a los que había enterrado la ver anterior, pero siempre de las más caras que el dinero pudiese comprar en los mercados- y con eso garantizaba la victoria del amado equipo. En la temporada beisbolera de aquel entonces que yo tenía trece años, mi padre ya había enterrado alrededor de unas 50 canicas o más en el jardín donde mi madre sembraba sus Príncipe Negros, Philadelphias, Oro de Ophir, Triunfos del color pálido rosa del interior de una concha marina, Rosa de Paz y aparte de las rosas de distintas razas, las vistosas gerberas. Ese año mi madre cometió el disparate de creer que los tulipanes podrían florecer en el trópico, compró a precio de oro varios bulbos de dichas flores turcas y le dio la orden a don Pedro, nuestro gentil jardinero valetudinario, que le preparase un trecho de tierra por debajo del porche de la casa, pues ella personalmente plantaría los bulbos de tulipanes ahí. Al preparar la tierra con fertilizantes, don Pedro se halló con la sorpresa que habían casi sesenta canicas plantadas ahí y se asustó.<br />“el jardinero le dijo a mi madre que sepa judas qué brujería estaba practicando mi padre, tomó las canicas, las metió en una bolsa y se las dio a mi mamá, quien las guardó por someter a su esposo a una interrogación peor que los autos de fe de la Inquisición española. Da la mala casualidad que esa tarde jugaban los Indios del Boer en la noche y mi padre se había ido al estadio conmigo pues yo era quien lo atendía desde una enorme hielera en forma de iglú donde mi madre le empacaba toda suerte de bocadillos y golosinas. Esa noche el equipo predilecto de mi padre perdió 6 a 2 y el autor de mis días lloró como plañidera en público mientras yo me moría de la vergüenza y trataba de esconderme detrás de la enorme hielera. De regreso a casa, faltaba lo peor. Mi madre lo abordó iracunda con la enorme bolsa de canicas exigiendo la verdad y solo la verdad poniéndole la mano sobre el libro de El Capital de Marx(mi padre era ateo y marxista y por ende no se le podía pedir la verdad jurando sobre la Biblia, el Torah o nada parecido). No recuerdo haber visto a mi papá tan pálido como cuando mi madre le presentó la bolsa de las canicas. Comenzó a gruñir que por culpa de mi mamá habían perdido los Indios del Boer, por desenterrarle las canicas, que no era culpa de don Pedrito, y que se habían cagado en él como fanático. Explicó con asomo de sonrojo su creencia que las canicas traían buena suerte al equipo favorito, que no había realidad científica pero en algo había que creer aunque no en dios, agarró la bolsa de canicas y maldijo a los tulipanes. En efecto, los pobres bulbos nunca llegaron a florecer y mi madre casi llora al ver a los zompopos salir encebollados cargando los embriones de tulipanes que nunca llegaron a nacer, siendo ésta una locura que a mi madre le costó más que un collar de malaquita. Mi padre esta vez re-enterró las canicas, más otras 4 más de desagravio, en otro lado del vasto jardín- sospecho que bajo el árbol más grande de icacos, pues mi madre se burlaba diciendo que nos iban a salir en el postre de icaco en miel que ella hacía. Las canicas…vaya pues. La lección estaba aprendida, pero jamás me hubiera imaginado qué tipo de dividendos yo iba a ganar en el futuro. Si hubiera sabido, hubiera tratado de luchar contra el kismet, el sino, el destino?<br />“Mi padre estuvo en la Royal Air Force (RAF)como piloto de combate y participó en la Segunda Guerra Mundial. No era tanto que él quisiera que yo fuese una réplica femenina de él, sino que seguir sus pasos era lo más normal y se sentía tan cómodo, tan genuinamente yo. Fue un placer ser ganadora de medallas en pesas, kendo y lanzamiento de la bala como él, pero la decisión de ser piloto de combate resultó uno de los pasos más difíciles de mi vida, no porque yo no quisiera serlo, sino por el país donde vivíamos. La única piloto femenina, una hermosa militar morena llamada Zayda González, había perecido en un accidente aéreo a inicio de los 80 y desde entonces no habia existido otra. Entre las clases extras que mis padres me pagaron estaban unas de vuelo con un piloto de una aerolínea comercial, y así aprendí el manejo de avionetas fumigadoras cuando era apenas una adolescente. Me bachilleré a los 15 años y ya podía hablar varios idiomas y pilotear avionetas. Tras haber sido enviada a Inglaterra me di cuenta que estaba destinada para la aeronáutica y dejé la carrera de filosofía. Me entrené en el manejo de aeronaves Cuando retorné a mi país años después me di cuenta que las cosas eran muy distintas para los que deseaban ser pilotos militares. La mayor parte de ellos habían recibido la debida preparación teórica, sabiendo de motores, aerodinámicas, fuselaje y tras haber sido la carrera de solo un año con el requisito preliminar de ser bachiller y estar en óptima salud, ahora eran tres años de carrera y para los pilotos militares comenzaban ya para entonces desde finales de los años 90 por ser cadetes en la academia militar del ejército. Aunque no había requisito de estatura mínima sí pedían que no hubiera anteojos de por medio. El inglés era un requisito que se pedía pero que pocas veces se tomaba en cuenta a como debía de ser. Yo con mis casi seis pies de estatura y la coloración oscura de irlandés negro de mi padre me sentí como Blanca Nieves rodeada de sus adoradores enanos cuando fui a parar a la Fuerza Aérea, y en realidad para ser sincera no estaba tomando las cosas con la debida seriedad. Había heredado una granja repleta de cítricos al lado de Niquinohomo, un legado de mi tío Juan quien murió solterón y tenía la idea de experimentar genéticamente con algunos árboles fruteros me llamaba la atención. Si alguna vez alguien se hubiera atrevido a insinuar que mi propia genética iba a ser alterada le hubiera dado muerte con una hulera.<br />“Mis viejos como que olían que iban a morir pronto que les dio prisa por “dejarme colocada”, a como ellos llamaban al matrimonio arreglado a como se acostumbraba para los judíos de antaño. Dado que desde niña me habían acostumbrado a la idea de que no iba a casarme por amor, el concepto del matrimonio para mí fue como el gusto adquirido por las aceitunas, que la primera vez saben a una montaña de sal y luego una hasta las echa al nacatamal aunque no venga en su receta original. Todo era relativo, y lo dijo Einstein, quien era tan judío como yo. Por eso la gente dice que los judíos venimos solo a joder al mundo. No había terminado de acostumbrarme a mi overol de piloto militar cuando mis padres me zamparon en un traje de novia que les costó un ojo de la cara, con bordados Richelieu y todo cuento, me consiguieron una chutzpah que parecía toldo de carretón de diligencia y me maniataron a Elser Kellerman, gordo, judío, de cuentas cómodas y cara de querube enojado. Así pasé a ser Madame Esther O´Malley -Kellerman, aunque nunca me firmé con el apellido que le costó a mi padre una buena casa como dote. Los intentos por conseguir descendencia fueron poco sabrosos e infructuosos, él se dedicó a su microfinanciera mediante la cual le sacaba en unto a los campesinos y microempresarios con préstamos de intereses leoninos mientras yo acababa mi entrenamiento. Me especialicé en helicópteros, generalmente uno entraba a la fuerza aérea y partían el lote de pilotos a la mitad, un tanto para los aviones y otros para los helicópteros. Me dio cierta risa cuando me dijeron que era imposible que volara estando gestante, pero ese no era un problema conmigo. Elser Kellerman y yo teníamos el matrimonio más perfecto posible ante las circunstancias de nuestro enlace: casi no nos veíamos y menos que nunca en la cama. No había araña, no podía haber telaraña. Elemental mi querido Watson hubiera dicho Sherlock Holmes. Por eso aquello de la vibración abortiva me dejaba fría. No era riesgo para mí. Estaba casi resignada al hecho que jamás tendría hijos.<br />“Poco después de la muerte de mis padres en un accidente aéreo, el gusanillo de la curiosidad me atacó. Ellos me habían casado para ver nietos, y se habían ido de este mundo sin ver cumplido el anhelo más grande de todo padre de familia. Me adentraba en mi especialidad, aprendía con una velocidad pasmosa. Tenía una curiosidad sin límite. No en balde había tenido un ascenso meteórico.<br />“Una tarde mientras miraba que le acomodaban artillería a un helicóptero en el cual había volado con asientos para VIP el día anterior me pregunté si mi estado personal no era casi como el de una cotorra. O el de una lesbiana casada, aunque nunca me gustaron las mujeres. Volaba helicópteros MI17 y aunque nunca nadie se había molestado en ponerles otra cosas que no fuera placas y numeraciones a los tantos aparatos, y tampoco a los casi 20 aviones tenían nombres, yo comencé a llamarle Brian Boru-como el rey inglés que fue ancestro de mi papá-al que yo más frecuentemente volaba. Una noche casi a escondidas me llevé una botella de vino Anjou Rosé y la había estampado sobre el helicóptero, soy tu Ban Righ, tu reina, Brian Boru le dije en el poco galés que yo hablaba como parte de mi herencia celta. Una lágrima cristalina me asomó a solo un ojo. Un rito católico de bautismo hecho por una judía más creyente en el marxismo que en dios. Cómo hubiera sido ponerle nombre a un hijo.<br />“Al día siguiente tuve programado vuelo, Brian Boru estaba recibiendo su mamila de 2,785 litros de un combustible llamado Jetta-1, una sustancia de alto octanaje que mas bien parecía gas. Irían conmigo el co-piloto, el técnico de vuelo y unos cuantos oficiales. En la cabina a la izquierda iba yo, a la derecha el copiloto y en medio como salero iba el técnico de vuelo. Antes de entrar a la nave, le habíamos dado el chequeo de 360 grados, viendo que todo estuviera en orden, como cuando el Garfield de las comiquitas le da una vuelta al trozo de lasagna que va a consumir. Es un acto gatuno, ejecutado ya en el overol rutinario. Era una réplica de la vuelta que daba mi gato angora en casa a la vieja espineta que nunca aprendí a tocar bien. En misiones llevando a ministros o mandatarios, era posible llevar puesto el uniforme de gala, con su forro de seda capitonada que daba un calor arrecho. No me había gustado la broma de Elser Kellerman me dio en una ocasión en que volé a un vicepresidente sudamericano, diciendo que era muy práctico volar en traje de gala porque si se descachimbaba el aepopló(nunca les quiso llamar helicópteros) ya solo lo echaban en la caja a uno porque de todas maneras a los milikos los enterraban siempre en traje de gala, eso si quedaba algo que enterrar o uno no quedaba como los pollos para freír que los venden en piezas.…así se ahorraban tener que vestir al muerto en otra cosa, y fue cuando le dije que por eso nos odiaban a los judíos, por ser pinches y no gastar en nada extra, porque si todos los maridos judíos como él fuesen mujeres lavarían los paños sanitarios de una regla para usarlos en la siguiente. La sonrisa se le había quedado congelada en el rostro de luna llena a mi pobre esposo. No le gustaba que algo tan mínimo como una mujer, por muy propia que fuera, le ripostara. Quiso disimular diciendo que lo mismo pasaba con los tuxedos o smokings, que los hombres los usaban, de todas religiones, siempre que les fuera a pasar algo horrible, como casarse, ser electos presidentes o ir en un ataúd cuya comodidad ya no sentían rumbo al cementerio. No le quise decir que vivía en un mundo ficticio donde todo se medía por términos como débito y crédito sin pensar en cómo comerciaban con la miseria humana de nuestros paísitos subdesarrollados.<br />“La planta eléctrica en tierra que se usaba para energizar al aparato estaba ya lista, el técnico había chequeado todo y ya estaba conectada la planta para el arranque. Los pocos oficiales que iban con nosotros estaban ya en sus lugares. Calentamos por un minuto mientras comprobábamos los sistemas. Hice la comunicación con la torre de control, di el plan de vuelo, y se hizo el taxeo hacia la pista principal para el debido despegue. Una vez en la pista pedimos autorización a la torre central para despegar. Con el bastón colectivo cuyo movimiento es de arriba abajo se incrementó la potencia y movimiento de las palas o aspas.<br />”Es increíble como la destreza nos hace un poco autómatas. Me sabía mejor que la palma de mi mano las palancas y maniguetas que lleva un helicóptero. Los dos pedales que gobiernan la dirección hacia los lados, el bastón cíclico que va al centro para regir el medio que controla las aspas que el aparato como corona móvil. El despegue en vertical daba lugar a vuelo estacionario de 3 a 5 metros por encima del suelo por unos instantes. Se daba el último control de parámetro, el bastón colectivo hacia arriba, el pedal derecho para controlar qué giro daba la nave. El bastón cíclico se fue hacia delante bajo la mano y la nave salió volando hacia adelante en vertical. Se podía despegar de corrido como avión, pero esta vez despegué en vertical. Una vez Elser Kellerman me preguntó si tenía palanca de retroceso y me había hecho estallar de la risa. Por supuesto que no la tenía, pero solo en la mente criminal de un usurero podría caber semejante idea tan descabellada...<br />“Nada se compara con el sabor del aire lavado por la lluvia reciente. En tierra yo ya había preparado el vuelo, trazando la ruta, ya que el vuelo se había hecho bien planificado. Sobre un mapa se habían marcado las coordenadas del punto de partida y de el de arribo, ingresándolos al GPS(sistema de posición global). Este era un navegador y era usado rutinariamente como instrumento de navegación. Ibamos para el Castillo de la Inmaculada Concepción sobre el Río San Juan, el mismo donde la mozalbeta mulata Rafaela Herrera a sus 19 años había defendido la provincia de Nicaragua contra los piratas inglesas para un rey que no solo no le daría las gracias sino que le restregaría en la cara el haber nacido al otro lado de la cobija matrimonial, bastarda sin derecho a nada en aquellos crueles tiempos…<br />“ Habíamos visto el sitio que era nuestro punto de arribo desde lo alto, perdiendo altura poco a poco conforme el uso del bastón colectivo hasta una altura de 15 a 20 metros donde hicimos un vuelo estacionario antes de aterrizar una vez que se había bajado el bastón colectivo. Salimos raudos, agachando las cabezas por medida de seguridad, demasiadas películas a lo Rambo donde habíamos visto que las cabezas salían volando cercenadas.<br />“En esta vez no se había planificado ningún salto departe de los oficiales. Los saltos se daban a alturas desde 600 a 1200 metros para caída libre(o sea cuando uno soltaba el paracaídas por cuenta propia). Había un poco de lluvia pero no neblina. En una ocasión en que yo había hecho un salto libre en la misma zona casi había caído cerca de donde un enorme cuajipal almorzaba saber qué criatura que le había caído en fauces. Esa vez anterior andaban conmigo una veintena más de oficiales, y uno había hecho la mitad del vuelo en el inodoro pues el estómago lo llevaba jugado del miedo. Yo lo había tratado de alegrar recordándole que contara las luces que tiene un helicóptero, 3 de navegación, 4 de formación, una de taxeo y dos faros para aterrizar, y que no dijera caballadas porque nuestros helicópteros no acuatizaban, sino que aterrizaban solo en tierra. El joven teniente solo había tenido tiempo de decir que con todas las luces prendidas el aparato parecía un árbol de navidad barato antes de ir a sacar otro medio litro de bilis, dándole gracias a su dios que este helicóptero tenía cagadero.<br />“Una vez concluida la misión en el Castillo, nos habíamos vuelto a preparar para salir, esta vez de regreso a Managua. Una súbita tormenta violenta que casi oscureció por completo lo que habia sido un día muy soleado pareció aparecer de la nada. Ya estábamos en el aire y esperábamos poder viajar más rápido que las enormes nubes negras cumulonimbos que amenazaban sobre el horizonte. El copiloto me había insinuado que solo una mujer podría ser tan impulsiva, y que hubiera sido mejor esperar. Lo oí musitar entre dientes, qué se puede esperar de la teniente coronel, judía y mujer, rechinada por ambos lados. No quise entrar en disputa con él. Tenía una sensación extraña de urgencia, de salir de ahí lo antes posible, porque algo azul se cernía sobre mí. No pude abrir la boca y confesarle a los oficiales que nos acompañaban cómo eran las coordenadas de la sensación atosigante de miedo que sentía, no de volar, ni mencionar la idea que una extraña presencia externa pero cálida se apoderaba del ambiente dentro de la aeronave, porque nunca sentí miedo de eso. Era un sentimiento raro, una premonición de acecho que tenía que ver con mi huesera, con mi carne femenina como tal. Una impresión que me estaban viendo desde adentro, una paranoia de los músculos, un escalofrío de la sangre que desafiaba descripción. Una ballerina esperando entrar a escena para dar los 32 giros continuos del acto segundo del Lago de los Cisnes, sabiendo que era la culminación y ordalía a la vez.<br />“Una inmensa esfera azulada, como réplica del globo terráqueo apareció ante mis ojos, disminuyó de tamaño pero no de brillo, luego otra igualita y pude ver que era un par de ojos más celestes que la esencia del azur jamás visto. Azur, el azur divino de Rubén Darío. Recordé las canicas supersticiosas de mi papá, pero eran de material inanimado. Estos eran ojos, y estaban vivos, y un hilito de sangre parecía derramarse de uno de ellos. Me percaté que mi copiloto iba dormido profundamente, y el técnico de vuelo como en estado de trance, pero siempre en medio como salero reinando una mesa. Nadie parecía estar respirando, y abajo las aguas del Cocibolca ya no eran azuladas o sucias sino como un torrente de vino tinto, o sangre.<br /><br />“Si me preguntan cuánto duró el instante no les puedo decir pues ni yo misma lo supe. Mi mentón fue tomado en unas manos suaves, sedosas, de uñas transparentes. Una suave lasitud se apoderó de mí. La nave parecía balancearse suavemente en el aire, como una pluma de ave que lentamente cedía ante los inevitables requiebros de la gravedad. Fui cayendo en un sopor tranquilo, como que inhalé un éter que solo podría ser la ambrosía de los dioses, y el néctar de la vida fluyó por mí. Antes de perder el conocimiento, un destello azulado y aquel rostro de ojos azules, sonriendo como si fuera un angel extraviado, se fijó en mi memoria para nunca más salir de ella. La sensación de la piel de este ser se quedó archivada en la punta de la yema de mis dedos, y el olor detrás del cartílago donde mi nariz se funde con el hueso. Busco perfumes para obliterar ese recuerdo aromático y aún así no lo logro.<br />“Estoy contando el cuento porque sobrevivimos todos intactos a ese extraño trance. Bueno en mi caso, casi intacta. De algún manera nos percatamos que salíamos del sopor y los instrumentos de vuelo de alguna manera nos llevaron hasta el punto donde vimos la población de Tipitapa y los reflejos del Momotombito en las aguas oscuras del Xolotlán. Estábamos por llegar a Managua cuando estuvimos conscientes. El aire dentro del helicóptero parecía estar poblado de trocitos de diamantes, centellas como luciérnagas diurnas, y digo diurnas porque apenas el sol comenzaba a despedirse por el horizonte del ocaso. Aterrizamos y todo pareció normal. Por acuerdo tácito, nunca expresado, jamás hablamos de la experiencia inesperada que tuvimos de la nave. Sería un secreto colectivo, si algo así podría existir.<br />“Meses más tarde, a mis cuarenta y cinco años, perdí la regla y no era la entrada de la menopausia. Elser Kellerman, con quien no había tenido intimidad desde una semana antes de ese vuelo extraño, debatió consigo mismo entre repudiarme y quedarse callado, ganando como siempre el terror a lo que digan los demás, la lucha por la respetabilidad burguesa a toda costa, el amor a las pantallas y la sociable afición a los sepulcros blanqueados. Nunca más lo volví a tocar, y era extraño estar embarazada sin síntomas ni malestares. Una blanda cortesía nos ataba tan fuertemente a como nos unió la tradición y el amor a seguir obedeciendo costumbres por las cuales dicen que los judíos somos tan odiados y considerados tan criminales como por lo que hace Israel en la Franja de Gaza. Quién diría que el bebé Kellerman que heredaría la microfinanciera que se nutría de la sangre de los más desposeídos no llevaba una gota de sangre del orgulloso propietario? No he vuelto a volar y aguardo el nacimiento de la criatura.<br />“Me mantengo en mi oficina con buen escritorio y al llegar a casa, mi gato de angora parece presentir que algo extraordinario me sucede. Creo que me tiene un poco de lástima, pero prefiere disfrazarla de respeto. A diario, las pesadillas se apoderan de mi mente y me hacen ver toda suerte de manos deformes, cuerpos tarabiscoteados y piernas torcidas. A veces mientras me inclino sobre mi pequeña refrigeradora de oficina para sacar té de mi pichel siempre lleno, o estiro las manos sobre mi vientre cada vez más abultado, una sensación de inquieta paz viene a anidarse en mi torrente sanguíneo. Pero en algunas pocas noches al mes el recuerdo de unos ojos azules como el globo terráqueo, a como lo vio Yuri Gagarin en su vuelo espacial admirando lo bello que es el mundo, navega por sus propios senderos hacia mi memoria y me reconforta, recordándome que este es un mundo de colores iridiscentes, un mundo de canica en el cual por fin tendré el honor de ponerle nombre a algo que no solamente es un adorado trozo de metal. Sé que volveré a volar, que sobreviviré al parto, aunque en mi descendencia se plasme la sombra que tiene el lado oscuro que no vemos de la luna, con su brillo opalescente que admiré por primera vez en las canicas de la suerte de mi papá, y que conocí personalmente por breves instantes en una tarde de tormenta durante un vuelo ordinario y extraordinario a la vez.”<br />Cecilia Levallois<br />29 de noviembre de 2009, en vísperas del Día Mundial del Historiador, a prueba de mala música(ruido), tareas “propia de la mujer” y demostrando que uno aprende mucho como maestra también de sus alumnos.</strong></div></div></div></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-80177892018763891722009-11-08T15:46:00.000-08:002009-11-08T18:51:53.185-08:00LICENCIAS DE ESCRITOR<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQWtt8IbffkavxWqWh6d5YfRDLu68oK2mkBJkYDLvac-1AzoHMhDVb4sjKpfPDohAiFLDLBXWI9BICr9ZzGZyi9xfneMh8OWF-32Y87Xgk9AP1K9BNvfryp9_P-2WR-_P-SF_3jT7TWRg/s1600-h/eltrasplante.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5401931020542907170" style="WIDTH: 214px; CURSOR: hand; HEIGHT: 215px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQWtt8IbffkavxWqWh6d5YfRDLu68oK2mkBJkYDLvac-1AzoHMhDVb4sjKpfPDohAiFLDLBXWI9BICr9ZzGZyi9xfneMh8OWF-32Y87Xgk9AP1K9BNvfryp9_P-2WR-_P-SF_3jT7TWRg/s200/eltrasplante.jpg" border="0" /></a><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5401883982554351474" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZoKjwhgZZQnuxpgEdulDI6KC6TPNI4t8_uqjw_YqyqVEkWTQjyRl5hhA9mZ5zhMLDNNA3eYV1nbozpQ2Em-E9Jh7cgM82VnJqkAyEinKgK0_6dpkdQghhc9lCk47e5dR3ftmtxnyQ-OQ/s200/porquesiempre.jpg" border="0" /><br /><div><br /><br /><div align="left"><strong>QUE SIEMPRE QUE TU LLORAS(LICENCIAS DE ESCRITOR)<br />“Que siempre que tú lloras, lo siento yo en el alma.” De Carta de El Soldado Desconocido, Salomón de la Selva<br />DICHOSO el árbol, que es apenas sensitivo,<br />y más la piedra dura porque ésa ya no siente,<br />pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo<br />ni mayor pesadumbre que la vida consciente Lo Fatal, Rubén Darío<br /><br />“Al estar ahí, desvalida y fuerte a la vez, boca abajo, con anestesia local donando la savia roja de vida para que tu pariente leucémico Lorenzo pudiera seguir viviendo gracias a tu médula, no tuviste ni un asomo de idea de cómo ibas a descubrir los extraños nexos que tienen los seres vivientes. Y ni qué hablar de los nexos entre el que quedó llorando a escondidas y el que se fue con un racimo de lluvia otoñal.<br />“Las generosas lunas ámbar de tus nalgas expuestas, el frío del metal sobre el cual te habían puesto como un trozo exquisito de filete para ser consumido, yo sé que vos no pensabas en nada más que en ser útil. Siempre fuiste así, Gibraltar Delalande, aún cuando llegaste a mí en aquel fatídico año 2001, con el ego más lleno de espinas que un erizo y un costal de confusiones más repleto que todos los monos traviesos que viven en el peñón mediterráneo cuyo nombre te fue dado por el loco genio que fue tu papá. Tu majestad de infalible había sido lesionada, no era para tanto, pero te lo tomaste muy a pecho cuando en ese año llegaste con la autoestima abollada, a trabajar conmigo, y eso te hizo aún más perfeccionista. Estabas dispuesta a crear las obras más completas e impecables y yo, como gerente de la empresa donde se iban a hacer tus cybersitios, supe aprovechar al máximo tu impulso. Ibas a demostrarle a todos que estabas hecha del más fino acero creativo, y yo que ya había coleccionado tu obra impresa, me reía del gusto porque sabía el calibre que portabas y no se me pasaba por la cabeza que nadie, tuviera pelo azabache o no, pudiera dudar de la espesa calidad que tenías y no solo a nivel intelectual. Solo me limité a zurcirte el ego, plancharte la verruga del despecho y pensar que la vida era irónica, brindando dientes a quienes a veces preferían ayunar, o comer carroña. De primas a primeras, creo que entendiste la risa que me causaba aquellos que no merecían tener buena suerte.<br />“ Andabas en ese veranillo hipnótico e irresistible que es una hembra bien sazonada a punto entrando a la deliciosa cuarentena, y desde hace rato tenías esa humildad militante de querer servir a los demás. Impresionante, me dije mientras te aprovechaba al máximo ese brioso caudal de ideas, imágenes, textos, y sabiduría que traías con vos como una orgullosa prometida con la dote más prodigiosa. Por eso ahora, 8 años más tarde y en un octubre de gotas grises, no me sorprendería jamás encontrarte ahí en el hospital militar, ofreciendo tu médula ósea para salvar la vida de tu tío quien fue un segundo padre para vos mientras te doctorabas en Europa, sin miedo a sentir molestias ni pavor ante el nexo que estabas formando. Dejabas todo para servir con lo más caro, tu propia salud invencible, extrañando al alumnado para quien eras Inti el Dios Sol Inca, el chance de ganar más dinero con traducciones libres, y ahí estabas. Aprendiste de la lección que yo te enseñé, aunque fuera tarde cuando a mí personalmente ya no me servía, y habías sacado tiempo de donde no había para dar por los demás. Un brote como de deliciosa pitahaya salía de la parte gruesa de tus huesos ilíacos, la savia colorada para alargarle la vida al adorado viejo Lorenzo cuando le trasplantaran tu médula incongruentemente juvenil extraída de tu organismo de cincuentona. Hubo dolor? Nadie se dio cuenta. Yo gravitaba viéndote, con ganas de tomarte la mano, de decirte algo reconfortante, preso en esta inercia que me aqueja y que es lo más indescriptible. Ni te pregunto si lo hubieras hecho por mí porque sé la respuesta contundentemente afirmativa. Y ahora, sabiendo cómo fueron las cosas después que vos y Lorenzo quedasen ligados el uno al otro por los laberintos de la química corporal, me pregunto si un nexo así no hubiera sido la esclavitud más exquisita, estar perennemente ligado con vos sin que hubiera poder natural o sobrenatural que me apartara de vos.<br />“No voy a negar que siempre he estado pendiente de vos. A como fui el mismo que llenó el piso superior de la empresa, el rinconcito donde vos trabajabas, con un caudal de flores el día de tu cumpleaños-recordás que no te habías dado cuenta qué día era y preguntaste quién se había muerto pues parecía funeral de mafioso todo ese alud de flores?- en realidad nunca me he podido ir de vos. He hecho de todo por vos, arriesgando hacer el ridículo incluso… desde ordenar tantas flores para no fallar pues aún no me habías platicado de tu predilección por los girasoles, hasta lanzarte ese vaso de vidrio con agua cuando diste la espalda allá en el hospital, dejándome a mí tirado en el lecho de enfermo porque tenías que cumplir con tu horario de maestra. En mi larga carrera de manipulador de sensaciones, de amo de los sentimientos ajenos, de soldador de voluntades y de prestidigitador de las coincidencias, confirmé que todo Napoleón tiene su Waterloo y vos fuiste el mío. Entendés por qué nunca podré soltarte, pese a lo que se diga o lo que se crea o se afirme que no existe? Soy la sombra de tu hombro izquierdo, la presencia que ningún espejo cuerdo registra, pero eso no me borra. Vi cuando la savia útil que donaste fue inyectada a tu afligido pariente, y casi a ojos vistas comenzó a perder ese aspecto santamente demacrado que tienen los leucémicos. Sería que él también quedaba conectado a tu vitalidad..?De eso no habría ni la menor duda, a como confirmaste después de todo, una vez que él hubiese tomado su avión de vuelta para Ruán, llevando tu impulso en su organismo, el hálito a incienso y jazmines que deja marcado a quien se te aproxime, y luego que él te hubiese llamado para decirte que tranquila, que tu Lorenzo estaba bien y en casa, atendido por su esposa y gatos y se sentía como nuevo. Regresaste al aula de clase consciente de cuánto habías extrañado a tus alumnos, de lo mucho que significaba estar en buena salud, aunque el ligero cansancio te recordaba, a como te había advertido el médico que atendió a tu tío Lorenzo, que habías regalado vida y que tomaría un poco de tiempo para volver a ser la hiperkinética gallinita de guinea que siempre has sido desde el vientre materno.<br />“Será verdad que la mariposa jamás olvida que fue gusano? Te pasó a vos o fue parte de esa nueva vitalidad que recuperaste tras haber donado médula ósea? Quiero pensar, me conviene más, me da más paz creer que fue un sentido quizás un poco equivocado de venganza lo que te llevó a confirmar las consecuencias de haber dado más allá de la vida. Era demostrar que Gibraltar Delalande siempre se salía con la suya aunque fuera tarde, como decía el genial Mario Puzo, “la venganza es el manjar de los dioses y mientras más fría se come más sabrosa es.”? La curiosidad científica que siempre se ha cebado en vos iba a quedar peor después de todo. No te detuvo estar con los ojos cansados de una enorme traducción de tantas páginas, ni tener 30 exámenes que corregir esperando en casa y allá fuiste, después de lo que Kelvin creyó sería el punto final de una orquestación perfecta de convencimiento, apelando a tu sentido del honor cuando quizás eso era lo que ibas a perder por breves instantes, recordándote tu palabra férrea, tu compromiso con lo justo. Kelvin Vazquez consideraba haberte merecido por su tesón, labia, constancia y no hay nada como la frase de un favor gratis y todo en la vida tiene una etiquetita de precio y quien debe la paga. Ciudadana, jugále limpio a Nicaragua hacía campaña la dirección general de ingresos y si todos pagan pagan todos menos y allá fuiste, señora de la corona del deber cumplido, patriota excelsa, a pagar una deuda contraída sepa Judas en qué momento de ese accidente constante que es el estar vivo, y en lo oscuro te preguntaste si de veras andabas tan a ciegas cuando en las lides del amor así como en las de la guerra todo aguanta la luz aunque sea del vulgar bombillo de Edison por no decir la del sol entrando subrepticiamente por el derruido tragaluz de la estancia. La oscurana apenas se disipaba luego, pero te preguntabas si era miedo de Kelvin Vázquez si descubría alguna huella física de tu reciente donación de médula, se hubiera muerto de un susto ver los moretes que te quedaron y que ya estaban desvanecidos para dejar solo un trasero redondo como las dunas del Sahara árabe?<br />“ Fuiste lo suficientemente honesta con vos misma para preguntarte, una vez que las fronteras regresaron a sus sitios y los ríos a sus desembocaduras si de veras eso era todo, una combinación de física, mecánica, y conjunciones con transiciones para disimular el desencanto, el olor a mustio, el sentido de no haber llevado a casa la mejor oferta del mercado. Ay jodido, Gibraltar Delalande, preguntándose por qué el mejicano Emmanuel lo había puesto tan concreto en dos de sus canciones, fraseando que largo fin de semana que vivimos todo en un instante y faltaban otros tres, o peor aún, “cuando no es contigo, me arrepiento malgastar así el amor.” Quién era el contigo que no conociste, o me pregunto con sonrisa maliciosa si yo pude haber sido el contigo si no me hubieran arrebatado de tu lado cuando faltaba poco para Halloween en aquel fatídico 2001 a casi dos meses del bombazo de las Torres Gemelas en Nueva York? Tenías ganas de reconocer el error, porque comerse un chocolate y no sentirle el gusto es un error, un pecado, una equivocación garrafal, y todo vuelo de las hormonas había quedado arrestado por la patrulla del sigilo, león visto por el cazador furtivo contra les leyes de Kenya pero león huidizo que salvó la melena. Los gringos fueron más precisos, cheles bandidos, con su frase de cajón wham ¡bam ¡thank you ma´am! A lo que los colombianos contestarían con el consabido éxito vallenato del Polvorete en la voz de Lisandro Meza.<br />“Quizás fue por eso que te escapaste de mear de la risa en tus pantalones cuando el Tío Lorenzo llamase para preguntarte si estabas bien, si jamás tuviste un soponcio después de donarle médula a él, si te habías llevado un susto o disgusto o algo porque él estaba como escribía Salomón de la Selva en su libro de poemas El Soldado Desconocido, “porque siempre que tú lloras lo siento yo en el alma.” A cuenta de qué venía el viejo Lorenzo describiendo la desesperada sensación de ahogo, la caída vertiginosa de la guillotina de sus sensaciones, el sentido de estar viendo un acantilado cuando eran las doce de la medianoche en Europa y en Nicaragua eran las cinco de la tarde y el sol salía raudo bajo una llovizna pertinaz hacia su cita de amor con la noche? Es omitir mentir? Le mentiste por primera veza tu tío Lorenzo, Gibraltar Delalande, y te supo tan a demonios que no te lo has perdonado a vos misma. Prueba de eso es que estás escribiendo estas líneas mientras el suave hervor de unos frijoles yace en tu cocina, y tenés miles de cosas más importantes que lanzar tus canas a la impresión por un puñado de dólares aunque este cuento ya te lo compraron de antemano para un revista literaria. Tu viejo pariente, tu bello Lorenzo, el padre substituto que te cuidó como propia, que hasta decía que hubiese querido ser mujer para haberte llevado en su vientre, se había percatado de tu desasosiego, de los nudos que produce el ahogo, de una ansiedad furtiva a prueba de confesiones y reconocimientos.<br />“Era tu médula ósea ya navegando en su organismo que se rebelaba, se emocionaba, que protestaba? Siempre que tú lloras lo siento yo en el alma, había escrito el poeta que está enterrado a la par de tu adorado Rubén Darío allá en León, y aunque jamás se te ocurriría llorar a vos por algo tan trivial en lo que tu esencia no participó, Lorenzo Delalande lo sintió y no supo explicarlo. Qué nexos se forman con la ciencia moderna, ahora esa es mi pregunta. Está el alma en los tejidos, en la sangre, en todas esas cosas perecederas que los gusanos se comen cuando bajamos a la tumba? Vos no creés en el alma, sin embargo. Sos atea, y me lo dijiste una vez que te llamé vida de mi alma, en aquel instante cuando estábamos pegando las fotos del rey Eduardo VII de Inglaterra y el zar Nicolás II de Rusia. Pero hay algo en vos que quiso volar y no alzó vuelo completo esa tarde mientras la lluvia amenazaba desde los rincones de un tono gris cielo que aún carece de nombre. Y tu tío, miles de millas de distancia y con 7 horas de diferencia, roncando suavemente al lado de su gata predilecta arriba de su sábana de seda, lo supo y le estropeó el sueño. Quedó desarbolado, afligido en lo contento, contento en lo desolado, y echándote de menos como cuando regresaste a Nicaragua tras culminar tus estudios. Vos por tu parte tuviste el alcance, abusando de los residuos de una confianza mucilaginosa y descartando los bordes de una indiferencia cada vez más galopante, de hacerle el comentario a Kelvin Vázquez, quien de seguro para tener un prendedor más sobre su ego viril, te sugirió que echaras a andar la idea en este relato.<br />“Y eso me activó. Hasta ese momento yo estaba pasivo en el éter invisible y me sentí ultrajado. De cuántas pocas cosas nos percatamos en vida, y luego tenemos todo la inmortal eternidad caduca para reflexionar y mordisquearnos la nada con saña. Cuando nos damos cuenta de tener las joyas de la corona, nos evita algo que las llevemos a una casa de empeño? Puede un topacio de Turquía, o un zafiro birmano, compararse con las chaquiras y lentejuelas putescas de un traje barato? Ojo, milady Gibraltar, hay quienes aún podrían persignarse ante un horno de perrerreques creyendo que es la catedral de Granada. O meterle un bodoque con poco queso al altar mayor de la Catedral de San patricio en Nueva York esperando que brote una redonda pizza… Confío que tengás el suficiente alcance para distinguir el sebo de la manteca. Creo que estoy siendo precavido más allá de la cautela, porque estás cojeando del mismo pie que me llevaste herido en 2001, pero esta vez ya no hay callos ni señas ni dolores con la lluvia. Yo te enseñé que el tiempo cura todas las heridas, aunque ahora necesito una dosis de ese mismo medicamente yo mismo, porque héme aquí, 8 años desde entonces, padeciendo por casi lo mismo más allá de las definiciones y los calendarios.<br />“Será que no hay peor dolor que el que se siente al estar vivo y no poder sentir aflicción, o molestias o punzadas del sufrimiento..?Estamos a como dijo Darío en Lo Fatal que dichoso el árbol que es apenas sensitivo? Estás vacunada de espanto, curada en salud, al margen del llanto? Atisbás con curiosidad pero con nada más a las pisadas del olvido que amenazan con hacerse más visibles, escuchás con un encogimiento de hombros la voz que se aleja, el frío tras la pupila negra porque las tuyas son color de tigüilote y nunca delatan nada, y te decís en buen nicaragüense que te vale verga y después de todo te das cuenta que es verdad, que la reina francesa Margot de Valois dijo algo veraz al sugerir que una tentación se acaba cuanto caés en ella. Es sosegada tu voz cuando le preguntás al médico sobre los límites de las posibilidades, si es real que alguien a miles de kilómetros de distancia sienta lo que te pasa a vos solo porque él ahora lleva una parte de tu cuerpo en su organismo a través de injerto de médula y están indivisiblemente unidos, y el galeno te mira con una rara mezcla de envidia y lástima porque vos tenés algo con que todo mundo sueña, quiere romantizar que ahora Lorenzo y vos son dos cuerpos unidos por una sola alma(así le llaman ahora a la médula ósea?) Tenés un nexo que no lo pudiste forjar ni en la cama ni en el trabajo con nadie, un cordón umbilical de tus poros hacia otra piel, una tarde de lluvia no te ató para nada, estás plácidamente libre para seguir adelante en la maniobra de la vida. Cuántas emboscadas, cuántas exploraciones, cuántas pruebas están por venir? Se percatará de todas ellas tu tío Lorenzo como en esta triste escaramuza en la cual el pájaro rojo de la conclusión lógica te dejó burlada? O lo burlaste vos a él porque vos no lo andabas buscando? Eso suena más como la realidad, habiéndote conocido tan bien tras tanta observación.<br />“Aquí he tenido el tiempo suficiente y más que suficiente para poderte observar a mi gusto y antojo, tiempo que antes casi no tenía ahora me sobra. Y mi estudio fascinante, desde aquella tarde lluviosa de julio del 2001 que el kismet te trajo a mí , express delivery a mi oficina, siempre has sido vos. Voy en pos de un doctorado honoris causa sobre vos, aunque algunas de las lecciones que el tiempo me enseña de tanto mirarte me duelan y sean más horribles que una lección de algebra fuese para vos en tu adolescencia principesca. Creo que en realidad los giros de la vida me garantizaron un lugar privilegiado en la galería de tus circunstancias, un sitio que quizás no hubiera obtenido si me hubiera quedado ahí mismo solo lanzándote vasos de vidrio porque no querías o no debías pasar más tiempo conmigo. Doy gracias a mis estrellas o mis pulgas el tener el privilegio de estar indisolublemente atado a tu indiscreta minifalda o tu virginal burka que tiene la divina concesión de rozar tu cara, aunque por andar de espión me lleve sopapos cuando menos lo espero. Y hasta me atrevo a dar un consejo, a opinar que ningún hombre genuinamente enamorado debería atisbar a la ventana de la esencia de la dama de sus suspiros, pero no me estoy quejando.<br />“Solo aguardo. Te veré cambiar de bufanda, o reírte a solas, y dar sin medida con ese corazón blanco y transparente que no conoce egoísmos, de genuina comunista a como ni Marx confesaría bajo tortura china haberte soñado. Las piedrecitas y guijarros menores del camino no harán mella en el andar tuyo, y mientras escribís esto afinás tu puntería de francotirador certero, siguiendo adelante como el escocés William Wallace quien decía que si caminamos hacia el sol las sombras quedan atrás. Es incluso un privilegio para cualquiera, llámese Kelvin o Marco Aurelio, el haber estado a la sombra de ese árbol raro que sos vos, o haber querido darte un poco de sombra en una tiniebla que no perdonaste. Mientras tanto, sigo aquí, calculando qué jugada maestra de ajedrez harás mientras no quiero ni parpadear, qué linimento de risas te untarás con ese humor inverosímil e irredento para que no te queden marcas ni quejas de los golpes que no quisiste dar por recibidos. Quiero cosechar el fruto de mis desvelos y observaciones cuando por fin ya vengás, sonriente y envuelta en tu túnica de pragmatismo y el pañolón de tu suave escepticismo, pues he estado al acecho desde esta nada y este todo que los vivos llaman muerte, y no me he perdido un solo segundo de tu camino cuyo bifurcación final te traiga directo hacia mí cuando exhales por última vez. Siempre, a como antes fui, tuyo.”Marco Aurelio Granados<br /><br /><br />a través de la pluma de Cecilia Levallois,8 de noviembre del 2009.<br /><br /><br /></strong></div></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-56902720004470981832009-05-07T09:45:00.000-07:002009-05-07T09:49:48.891-07:00DELETED<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoHazJ1TfmIbNRgPfoL_48D7tBaThIL1Epe9sZ5uoP-9Wn6V2DSOnCSUEJXikF0YQLqzqVz4smUWXaikHF_AHdZIAYqWScCQCh7Us0emzeOn5k4tDZL1D1qno7ANJ4HpYDwdfXDIs1Sgc/s1600-h/deleted3.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333124866682429330" style="WIDTH: 233px; CURSOR: hand; HEIGHT: 147px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoHazJ1TfmIbNRgPfoL_48D7tBaThIL1Epe9sZ5uoP-9Wn6V2DSOnCSUEJXikF0YQLqzqVz4smUWXaikHF_AHdZIAYqWScCQCh7Us0emzeOn5k4tDZL1D1qno7ANJ4HpYDwdfXDIs1Sgc/s200/deleted3.jpg" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5SXJ0b8nXNtWNH8sPwLNch6bwgrUrtDFp9mF9Wmh9yy5ZAHQyHmlqpYzUlSQcmnwdtY5j_uv5pJZyW8PjXiLj4UCVgz2frzQynqcdIV1Hr1_bwmqjo7-E0AseIVs2bZudZ7vlliq1uh8/s1600-h/deleted2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333124864490147522" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5SXJ0b8nXNtWNH8sPwLNch6bwgrUrtDFp9mF9Wmh9yy5ZAHQyHmlqpYzUlSQcmnwdtY5j_uv5pJZyW8PjXiLj4UCVgz2frzQynqcdIV1Hr1_bwmqjo7-E0AseIVs2bZudZ7vlliq1uh8/s200/deleted2.jpg" border="0" /></a><br /><div> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaPaGuc94IwbnCSSouss_wBys5Iw3gWCmRHLsRdb4kmaTpRmU6cpgGQTo8iyLjWGr60E9bIhKMIbtbum5I18B-QPv172Sk1DRbs0Hx7I8frBvZqcvulYiX6DEg-Peom1Rmt0PiT4m-X4g/s1600-h/deleted.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333124858747308866" style="WIDTH: 154px; CURSOR: hand; HEIGHT: 200px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgaPaGuc94IwbnCSSouss_wBys5Iw3gWCmRHLsRdb4kmaTpRmU6cpgGQTo8iyLjWGr60E9bIhKMIbtbum5I18B-QPv172Sk1DRbs0Hx7I8frBvZqcvulYiX6DEg-Peom1Rmt0PiT4m-X4g/s200/deleted.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div> <strong>DELETED<br />(EL MENSAJERO DEL REMORDIMIENTO)<br /><br />“Dead is dead”(muerto es muerto)<br />Stephen King,en Cementerio de Mascotas<br /><br />Lo que habría de acabar en tanta samotana y hasta duelo comenzó inocentemente con la llegada del mensaje por correo electrónico que Amundsen Torrijos Galliard estuvo esperando en ascuas por varios días, trayéndole por fin una sonrisa al rostro redondo apenas lo leyó. Esa era la solución para sus líos inmediatos. Releyó la comunicación proveniente de la revista española y se alegró más. Le pagarían 1500 dólares por una historia inédita, entre 6 y 8 páginas, de suspenso o terror, sobre un aviador. Era para la edición especial de año nuevo. Sería la segunda vez que le compraban materiales de esa revista española. No era que le fascinara escribir por encargo, pero en realidad iba a necesitar del dinero, y en Nicaragua donde los editores creían que le hacían una caridad a los talentos literarios con publicarles sus libros y luego quedarse golosos con todas las ganancias, ya la suma era histórica. Se consoló a sí misma que Wolfie, a como ella confianzudamente llamaba a Wolfgang Amadeus Mozart, también había tenido que componer el precioso concierto en do mayor para arpa, flauta y orquesta presionado por la necesidad, para unos diletantes de la nobleza menor residentes en París, y era tal la genialidad de Wolfie que había producido una gema sin costuras, con un movimiento lento que hacía soñar a los pocos versados en música, quienes tejían historias románticas sobre el andantino diciendo que Wolfie había estado loquito enamorado de una parisina y era un cadeau d ´amour. Lejos de la verdad, en realidad Mozart había concebido el concierto en formato de sinfonía concertante tan en boga entonces, en 1778, para el duque de Guines, Adrien-Louis de Bonnières, flautista de cierta monta pero de billetiza incumplida, quien lo tocaría con su hijita quien tomaba lecciones de composición con Mozart para no aburrirse de cazar moscas mientras alguien le proponía boda. El duquecillo nunca le pagó a Mozart por el concierto y éste, con tal de no perder a la chica linajuda como alumna, optó por callar en una época donde músicos como Mozart o el mismo amigo suyo José Haydn, a menudo eran vistos como criados y hasta los obligaban a portar librea. Y si eso me hacen a mí estos españoles, quienes a lo mejor siempre me verán como una mozalbete de las colonias, sobre todo por ser descendiente del cacique Yarrince, se preguntó con una sonrisa agria Amundsen Torrijos Galliard. Bueno, a la larga Mozart había salido bien librado con la posteridad, pues era una de las piezas más populares hasta la fecha, y aunque no se comió los reales, donde quiera que esté debe estarse riendo solo y no con la carcajada vulgar que el Milos Forman le asignó en la cinta Amadeus.<br />Siempre práctica, comenzó a investigar el tema, con recursos de internet, libros e historias de famosos aviadores como Yuri Gagarin(más conocido como el pimer cosmonauta que orbitó la tierra, poniendo a los gringos tan verdes de envidia que metieron su plata en la NASA) Otto Lilienthal-a quien le debemos el nacimiento del helicóptero a pesar que él mismo se deschincacó en un acidente-y su eterno favorito Antoine de Saint Exúpery. Pero el relato completo de lo que hace un piloto del momento en que se mete al aparato hasta que aterriza de nuevo no estaba en su poder. Qué maniguetas tocaba? Cuáles se apretaban solo en situaciones de emergencia? Cuál era la sensación en la boca del estómago al alzar vuelo? Todos esos detalles se le escapaban. Tenía dos amigos pilotos, uno de aerolínea y otro militar. Se enteró que el de aerolínea estaba en medio de una atroz batalla campal con su tercera ex mujer en los juzgados capitalinos, en uno de los divorcios más documentados de la historia de Nicaragua. No era prudente buscarlo. Al amigo y al caballo no había que joderlo mucho cuando estaba adolorido porque pateaba, decía la madre de Amundsen Torrijos Galliard.<br />Fue a la base de la fuerza aérea solo para que le contaran que el suertero del Mayor Néstor Morales andaba de nuevo de viaje, esta vez en Rusia, y volvía en dos meses. Ahora sí me jodí rico, pensó Amundsen Torrijos Galliard, saliendo de la base a toda prisa, con el pelo recién recortado como paje agitándose en tonos del caoba al rojo melado claro, el pelo de tigre que heredó de su mamá. Iba tan enojada que no se percató que un par de ojos claros la miraban desde una oficina. El dueño de los ojos se volvió a sentar en su sillón ejecutivo. Tenía dos de los libros que la mujer había publicado años atrás. Alcanzó el control remoto del aire acondicionado y lo apagó. Un extenso escalofrío recorrió el cuerpo flaco del hombre de ojos verdes. Alguien pisando su futura tumba? No era supersticioso, pero de alguna parte un ala de cuervo, negra como una duda inminente, le rozó la sien. Qué hacía la escritora ahí? Había leído algunos de sus cuentos. Lovecraft, Poe, incluso King se le quedaban chingos. Quizás porque al contrario de King, no habían decapitados súbitos, ni bebé Gage reventado por un furgón en Cementerio de Mascotas, o Cujo babeando asco en el libro del mismo título.<br />Fue cuando vio el enorme mariposón negro encima de la puerta de su oficina, adentro. La sangre se le heló en las venas. Llamó enojado a gritos a la encargada de la limpieza.<br />La vieja mujer llegó tan aprisa a como sus artríticas piernas le llevaron.-Diga coronel Vélez…<br />El hombre, hecho una total palidez, le espetó que matara al insecto YA delante de sus ojos, que eso era muestra de la chanchada en que mantenían las oficinas del cuartel, que no parecía una base sino una pocilga y que todas las afanadoras eran un atajo de marranas perezosas que siempre estaban prestas a irse más temprano. La vieja trajo una escoba y persiguió al animal, con el militar refugiado tras la puerta del baño que la oficina tenía incorporada.Cuando la señora por fin pudo matar el insecto oscuro fue éste a caer precisamente al escritorio del hombre encima de su celular, el cual sonaba en ese preciso momento. Quitáme esa mieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerda de ahí, vieja hijuepuuuuuuuuuuuuuuuuuuutaaaaaaaaaaaa, aulló iracundo el militar hasta que la sirvienta se llevó el cadáver del animalito. Nunca había visto en ese estado de pavor al coronel Jacinto Camilo Vélez, furioso sí, por supuesto, si solo así se manejaba y los soldados y otros oficiales le tenían una mezcla de odio, resentimiento y miedo. Ayudaba a sembrar el terror en todos la extrema delgadez, casi cadavérica del hombre alto, enjuto y feo, con un leve parecido al inglés Bernard Law Montgomery, vencedor de El Alamein durante la II Guerra Mundial, pero sin la maestría, humildad y destreza del héroe inglés.<br />Algo similar a una lluvia tierna salpicó la cara del hombre. Era llanto. De dónde? Por qué? Lo tenía todo, si todo era posible en Nicaragua. Su mujer le había dado 4 hijos,entre ellos el esperado macho que perpetuara el apellido, como si fuera un linaje ilustre de reyes Borbónicos o Habsburgos. La mujer ya estaba sometida, educada a que como militar él no tenía horario, y eso le servía para cubrir sus escapadas, virtuales o reales. Porque tenía chicas que le saciaran el más mínimo deseo, tanto en las universidades de garaje que tanto florecían ahora, como en el internet. Poseía una cámara web con lucecitas incorporadas, porque ya no veía tan bien, tenía 45 años de edad, y con ella gozaba a montones porque en la variedad estaba el gusto. Estaba suscrito a cuatro servicios de amigos o citas por internet para garantizar que si esta semana la exótica mozambicana estaba fuera del alcance, habría una gringa caliente lista para bailarle desnuda ante la webcam o una chinita de Hong Kong que estuviera dispuesta a todo. Por no contar con las nicaragüenses que estaban al alcance de una llamada, y que dijeran lo que dijeran, tenían que estar dispuestas para todo. El no era cualquier cosa. Entonces por qué esa sensación extraña de que todo acababa, así de repente? Quiso borrar de su mente la imagen del cuerpo apachurrado del insecto encima de su celular. El escalofrío volvió, esta vez con intensidad de convulsión. Recordó que había citado a una chica que había conocido en Fanbox para verse en uno de los centros comerciales de Managua. No tenía ánimo para ir. Ahí que se quedara esperando, no la iba a llamar, no quería ni tocar el celular. Lo tomó entre un trapo y lo metió dentro de su cartapacio. Tomó el cartapacio y decidió irse a casa. Que se quedara esperando la mujer citada, al fin y al cabo para eso eran las hembras para esperar. Para muestra un botón, su mujer. Era una empleadilla mal pagada del estado, en realidad él la mantenía y le daba el permiso de trabajar para que no lo anduviera espiando y tuviera un ficticio sentido de independencia, pero la había acostumbrado a un régimen de pecho de paloma, obediencia abyecta, a no chistar, y sería mejor que estuviera ya en la casa haciendo la cena, aunque en realidad no tenía ni apetito.<br />Amundsen Torrijos Galliard llegó a casa cansada y frustrada, pero se encontró con una agradable sorpresa. Le esperaba música de Bolling, la computadora encendida y un aroma a sopa china. Day? Estaba por fin convirtiéndose en gente su hija Dayfaeri Danae, quien nunca le reconocía características humanas a ella, y hasta se burlaba del apellido noruego del gran explorador que el padre de Amundsen le había puesto…Del baño salió Simón Wilson, su discípulo predilecto. Este joven y alegre mulato era vecino suyo y permanecía todo el tiempo que pudiera en la casa de Amundsen Torrijos Galliard. El joven le dijo que la sopa ya iba a estar, había cocinado para el marido, los dos hijos de la escritora y para ella y él. Era un prospecto de chef, un homosexual encantador y posiblemente un buen poeta cuando hubiese acabado la carrera universitaria. Ya le extrañaba a Amundsen Torrijos Galliard que ninguno de sus dos retoños hubieran preparado tan acogedor ambiente, si vivían matándose entre sí. Eran una pareja de gemelos, varón y mujer, bellos y talentosos pero completamente insoportables.<br />Una vez que la familia hubo cenado, Simón Wilson llevó de la mano a su profesora a la computadora. Entusiasmado, le mostró lo que había hecho. Amundsen Torrijos Galliard no quiso rechazarlo. Le había abierto un perfil en un servicio de citas y amigos. Forrado con fotos recientes, sus datos completos, y todo. Yo tengo uno, teacher y viera que me gusta. Sirve, y ahí puede promover su obra también, mire que por el que le armó su hija en Fanbox la conoció el editor español que ya la puso a trabajar en una ocasión y ahora de nuevo. Simón Wilson estaba tan entusiasmado que la escritora no tuvo ánimo para decirle que con costo podía ella lidiar con sus conocidos, que menos amigar con gente de otros confines del mundo. Con qué tiempo iba a hacerlo? Bueno, ni modo. No iba a desairar a su alumno, que era casi como un hijo adoptivo. El muchacho echó en su mochila el diccionario que ella le prestó, se despidió de la familia y se marchó. Había dejado abierto el perfil de la escritora en el servicio de citas y amigos. La mujer se sentó a curiosear un poco. Guardó el cd de Claudio Bolling cuando terminó de tocarse, y puso uno de Francis Lai, el que hizo la música de Historia de Amor. Tuvo que admitir que Simón Wilson había colocado buenas fotos suyas. Pero se percató del riesgo que tomaba. Había gente que afirmaba que esos servicios quitaban mucho tiempo, y para ella su tiempo era muy escaso y valioso. No lo visitaría muy asiduamente su perfil, aunque tenía que admitir que le había quedado precioso al mulato.<br />En dos días completó toda la investigación que necesitaba para su cuento, y Amundsen Torrijos Galliard se dio cuenta que estaba ahogada por un cuello de botella. Tenía toda suerte de información sobre aviones de la II Guerra Mundial, los Messerschmidts alemanes, las pilotos rusas, la muerte de Amy Jonson en el estuario del Támesis, la desaparición en julio de 1937 de la famosa Amelia Earhart gringa, pero el acto sencillo de volar, lo que hace el piloto al sentarse en la cabina, le era desconocido. No sabía cuál era el proceso mediante el cual uno hacía levantar el aparato, la kábala para que el piloto como Jesús dijera levántate y anda a Lázaro. No podía comenzar el relato sin esa información central, como servir una cena completa de 7 platos sin contar con el plato principal de carne. Tendría que buscar a su amigo atribulado por el divorcio. Justamente en el periódico de ayer se publicaba una foto donde la airada tercera esposa trataba de golpearle con un paraguas negro en pleno pasillo de los juzgados.<br />Amundsen Torrijos Galliard se sentó a su computadora y casi inconscientemente abrió la página del servicio de amigos que le había creado su alumno. Ya iba a cerrarlo cuando entró una solicitud de amigo. Iba a borrarla pero algo le impidió hacerlo. Abrió el mensaje y la imagen de un tipo de ojos claros, narizotas, y en uniforme le asaltó la vista. Uniforme…de piloto. Piloto militar. Las alas, la mirada de arrogante. Tenía en su buzón a varias mujeres que formaban parte de su harén virtual. Guácala, qué humillante era la idea, pero iba a necesitar que alguien le echara una mano. Se le iban 1500 dólares que su familia necesitaba. Dio respuesta afirmativa a la solicitud y mandó un mensaje al solicitante que necesitaba hablarle. Si pensaba otra cosa era asunto del tipo, ella necesitaba la información.<br />La respuesta no se hizo esperar. Al día siguiente que ella abrió su buzón de correos ahí estaba la respuesta y un número de celular. Pensó que el tipo no tenía idea de medidas de precaución, un celular no se le daba a un virtual extraño así nomás. Estando tan polarizo el país en su situación política revuelta bajo un régimen que deseaba volver a ser tan totalitario como había sido en la década de los 80, eso equivalía a un suicidio. Crónica de una muerte anunciada, como hubiera dicho Gabriel García Márquez. Pendejo con alas en la solapa, no piensa siquiera que puedo ser una terrorista talibana con ganas de joderlo, estúpidos los hombres, que piensan con la pinga ,vio las fotos y cree que se va a comer a una vieja aún sabrosa, por eso fue que se tistearon al GN I en tiempos de Somoza, no pudo resistir los encantos de la Norita, y en medio del merecumbé sacasonapas y se lo voló. Mata Hari en operación nacatamal . Pérdida para Nicaragua, porque el hombre era buen seso aunque los sandinistas lo vilificaran como un monstruo. El cree que uno lo anda en una bandeja rodeado de lechuga y con una rodaja de limón para aderezar, ofreciendo a cuanto hijo de vecino quiera probar. Su mamacita en guacamole. Yo solo quiero que si de veras es piloto y no otra cosa, suelte prenda de cómo vuela sin ser el Gato Volador.Ahi muere la lora y la hacemos en arroz aguado.<br />Amundsen Torrijos Galliard marcó el número que el tipo le envió por correo y le salió una voz ronca, seca, como de un viejo de 80. Ella explicó que necesitaba verlo. A lo antes posible. El tipo pareció pavonearse, como el gallo solicitado por tantas gallinas. Pero accedió a verla en esa semana y le dijo que llegase al club de la Fuerza Aérea, viernes a las 4 pm y que hablarían. El día señalado, la mujer estuvo puntualmente ahí y esperó. Era en realidad un sitio incómodo para ella. Un puñado de gente se bañaba en una piscina que obviamente no había gozado de mucho mantenimiento. Llevaba un mp3 para grabar al hombre en todo el proceso que ella le pediría que describiese. Pidió una soda en el bar y casi se atraganta con el precio. NI que fuera el hotel Intercontinental, chocho si hasta los vasos están cascados. Sorbió la gaseosa lentamente pero nada del tipo. Cuando vio en su relojito de pulsera que ya iba el tiempo rumbo a las 5,se enojó. Cierto que precisaba la entrevista, pero no iba a estar ahí con lo que podría ser apariencia de furcia plantada. No se percató que las aguas turbias de la piscina comenzaron una especie de oleaje que sacó corriendo a los bañistas, con cara de miedo.<br />A las cinco y cuarto se levantó furiosa, y se largó. Se montó a su Volkswagen negro<br />Y antes que se percatase de lo que hacía, dijo Ap i mulendi. La maldición gitana. Comenzó a sudar a chorros. Se le había escapado de los labios. Se dijo que eran babosadas, que no era realidad, y ella no era supersticiosa. Era la maldición gitana, jodido, de donde salía eso? De la frustración de tener que buscar su información a como diera lugar? Bueno, el tiempo estaba perdido y había que avanzar sin el aporte que esperaba sacar del piloto, si es que de veras era piloto y no cualquier otra cosa. Internet, igual que el papel, aguantaba toda la ficción que se le quisiera poner.<br />Amundsen Torrijos Galliard logró contactar un día más luego a su amigo el piloto de aerolínea y a pesar del embrollo con el divorcio, se mostró deseoso de ayudarla. Almorzaron juntos y el buen sentido del humor de la escritora incluso relajó al pobre hombre. Ella grabó todo lo que le pareció útil y se sintió por fin relajada pues solo le faltaba esa información para comenzar a tejer de una sola sentada el cuento. Ella sabía de otros escritores, como el novelista Ricardo Pasos Marciaq, que iban investigando a medida que iban tejiendo el cuerpo del relato. Pero para ella no funcionaba así, aunque sus personajes a veces cobraban vida propia y no de dejaban manejar por un plan. En cuestión de dos días tras el almuerzo con su amigo, Amundsen Torrijos Galliard ya tenía lista la obra, y la envió sin demora a España, sabiendo que apenas estuviera publicada su pago vendría por Western Union. Ya los gemelos estaban contando con el dinero, pensando en vagancias en qué despilfarrarlo.<br />Una vez que hubo despachado su obra hacia España, la mujer no se quedó quieta. Había sido demasiada la vergüenza en ese centro desaliñado que se empecinaban en llamar club social de la Fuerza Aérea. Abrió el servicio de amigos y le mandó a solicitar al descortés oficial que le hiciera la enorme caridad de borrarla de sus contactos y que nunca se le ocurriese llamarla de nuevo. No quería contacto con gente soez que ni explicaciones daba. Delete, pidió. Asumió que el tipo había obedecido pues no supo más de él del día de diciembre cuando la plantó hasta casi la semana santa del año siguiente. El dinero arribó, el relato fue publicado y en menos que canta un gallo la suma fue consumida. Ella archivó el caso como crimen sin solución. No sabía lo acertada que estaba esa clasificación.<br />Pasar de un estado de relativa paz ordinaria a uno de alteraciones y sustos casi nunca ocurre de ramplón, como en las películas de centavos de terror. Es un cambio gradual que muchas veces los afectados ni cuenta se dan de lo que les sucede. En apariencia todo era igual, pues los gemelos de la escritora seguían siendo los redomados egoístas de siempre, el marido seguía enredándose en su laberinto de matemático loco y roñando que los chavalos de ahora no tomaban los números en serio por eso iba a colgar a toda su clase, los gatos seguían persiguiendo cherepos en la noche y ella misma seguía tratando de mantener el ritmo formidable de producir nuevo material literario sin descuidar sus alumnos. Fue algo imperceptible, al inicio. La pérdida de una pluma fuente que le regaló un ex patrocinador. Poner una nota por otra a un alumno, y el muchacho siendo honesto cuando le dijo que él no había logrado un 85 sino que con costo había pasado la clase. Olvidos benignos, pero olvidos. Sombras que pasaban desapercibidas en medio de su agenda apretada, pero sombras al fin y al cabo, con ojos como los ahuizotes de Masaya y con casquitos sonoros como el cadejo negro de León, pero ella no oía el ruido clip- Clop de esos casquillos porque estaba demasiado metida en el ruido propio de su rutina. En la noche, mientras dormía, una especie de juego de alas la cobijaba apenas ya no estaba consciente, pero al despertarse, cuando el ánima le regresaba al cuerpo, era con sobresalto. Una especie de emocionalismo flotante, pertinaz, omnipresente, se fue apoderando de ella. Era fácil hacerla enojar, o que se conmoviera por tonterías. Fue poniendo una barrera entre ella y el mundo. Leía los diarios a medias y luego olvidaba los titulares. Entraba esporádicamente al mensajero y fue ahí donde se halló un motivo para irritarse. El calor del estío la puso peor, leyendo los mensajes fechados de la primera semana de marzo del 2009.. Sintió pavor.<br />Creía que el asunto con el coronel estaba finiquitado desde que ella le pidió que la borrase de sus contactos. Era absurdo. Ni siquiera lo conocía en persona para que le escribiese ese tipo de mensajes. No puedes hacerme esto. Demasiado castigo por un solo plantón. Es absurdo. Es tan horrible estar aquí, desarraigado de todo. Lejos del sol el girasol se marchita, no tiene a quien seguir. Duele, aún así duele.<br />Dolía? Qué le dolía? No estaba exagerando? Plantar a alguien puede dolerle de momento al plantado pero no al que planta. Cómo podía dolerle no verla si ni siquiera la conocía? Nunca le tuvo de cerca para inhalar su mezcla extraña de Aliage de Esteé Lauder con sudor. No leyó todos sus relatos. No conocía su cuchara, no sabía qué ideología tenía. Cómo puede doler algo que uno no conoce? Y no era como un poco acción retardada? La había plantado en la segunda semana de diciembre del 2008 y hasta ahora reaccionaba, a inicios de marzo del 2009? Creería que era ficha fácil, como tantas señoras de cierta edad que en su etapa pre menopáusicas soltaban. Vulgarmente hablando , la perra? O suponía que un escritor debería de ganar bien, y que sería presa fácil para que le comprara perfumes caros, o le financiara sus gustos exóticos, o le diera monedas para irse a parrandear con una chica joven? Amundsen Torrijos Galliard no sabía ni qué pensar. Ya anteriormente por el servicio de amigos le había salido otro militar con sueños de gigoló, ojos porcinos y calculadores, y el descaro más legendario que pudiera haberse topado en un ser viviente. Lo había mandado de paseo a lo inmediato y el tipo había tenido la decencia o la holgazanería de no dar más lata.<br />Pero esto era distinto.No tenía con quien consultar la situación. Hubiera matado de un susto a su alumno predilecto Simón Wilson, y si le iba con el cuento a su marido éste se desternillaría de la risa, solo para volver a sus ecuaciones. Tampoco podía desbravar con los gemelos, ya que hubieran usado la información como palanca para extricarle más lujos, mira mami si no me compras esos 6 jeans en Eclipse le voy con el cuecho a papi y le cuento a mis amigas para que te miren como vieja calzones calientes , sí?Te van a llamar no profesora sino profesora.<br />No le quedó más remedio que quedarse callada con la procesión del susto caminando por dentro, a paso lento, con cirios negros y plañideras, con el miedo de cualquier momento a la salida de la universidad ahí estuviera el tipo en su uniforme azul y su carro azul, pues poco después que se había dado el plantón ella tuvo el alcance de preguntar quién era el tipo en cuestión, y todo había salido a bailar por casualidad, ya que la muchacha que llegaba a planchar la ropa a casa de la escritora era hija de la afanadora a quien el coronel habitualmente maltrataba poniéndola a lavar inodoro sin implementos o matar papalotes a los que él le tenía pavor. Nadie mejor que una doméstica para saber la vida y milagros de los patrones. Mientras la joven dejaba la ropa como pasada por una dry cleaning, le contaba a su patrona, Ay ´ña Munda ,mi pobre madrecita, es la tuerce. Mi tata se alborotó con una enfermera y nos dejó, yo por eso me estoy preparando en los sabatinos y mi hermano también esta becado para ya poder salir de profesional y ganar billetes y mantener a la mita, que se salga de la guardia, le pagan una pindongada, cuando les da la gana. Fíjese que para nosotros que vivimos en Ciudad Sandino ese brete de la mita le queda por donde el diablo dejó el pantalón, y a la pobre vieja le toca bailar con la loca de ese espantoso hombre que parece Cristo de lata. Y es que ese maldito coronel Chinto nadie lo quiere ahí en la base, le pega grito a todo mundo, hasta a la Marina, su esposa, por teléfono, porque le tiene prohibido llegar a la base. Dicen que es bien puto pero no veo qué le miren las mujeres, si es feo y odioso y palmado, se las da de gran rey y vive en un barrio como nosotros, pero le hiede más la cara que el culo huesudo. Le encanta ir a las universidades ricas, como donde trabaja usted ,para levantarse cipotas de reales. las pela, yo me imagino que por ahí fue que usted lo vio…<br />Esa plática había sido en enero, y la impresión de la muchacha había sido confirmada por otro miembro de la Fuerza Aérea que estudiaba con ella en el turno sabatino. Amundsen Torrijos Galliard estaba convencida que había sido una suerte que el destino le ahorrara conocer en persona a semejante alimañesco ejemplar de hombre. De la que me capeé, jodido, aunque no completamente. Ahora en medio de este caluroso verano lleno de polvo y moscas, como una mosca más viene a caer por el Messenger este hombre. Y para qué lo quiero? El propósito ya no existe, el otro piloto me proporcionó todo lo que precisé para el perfil del trágico aviador de mi cuento de horror que se publicó en la revista española. Ya hasta nos comimos los reales. Me va a cobrar por una información que no me dio? Y en especies ?Su abuela en patineta-no joda. En Nicaragua la mayor parte de los machos se han convertido en genuinos granujas.<br />Pero los mensajes de chat siguieron llegando para Amundsen Torrijos Galliard. Quiso pensar que alguien cercano al finado hubiese robado su ID en el msn y le estuviera gastando una broma pesada. En una ocasión a ella misma le había pasado que una alumna malévola de su esposo le había robado la contraseña y usando su identificación en Hotmail había mandado mensajes ofensivos y lascivos a varios allegados suyos. Cuando por fin se dio cuenta que la muchacha había hecho eso sencillamente clausuró la cuenta y se hizo otra, pero siempre le quedó ese resquemor de desconfianza hacia el Hotmail. Los mensajes daban miedo. Sonaban desesperados. Es una planicie llana y gris sin hueso ni carne. Unos murciélagos de cristal pasan por mí crujiendo y siento miedo. Estoy y no estoy y la nada me rodea como las alas de un mariposón negro, me encojo, me hago chiquito y siempre me encuentra. Es horrible no ser, no estar. Solo vuestra presencia me daría sosiego. Es verdad, se sube y se sube y al final no hay nada. Es una estafa la religión, solo creo en verte. Veníte a mí, piedad, no merezco tanta indiferencia, tanto escarnio. No me dejes solo. ..Para convencerse que eran reales los mensajes los sombreó, les dio copiar con el clic del ratón y los pegó en una página de Word. Ahí estaban. No eran una pelusa de león de su imaginación gata. Si el programa Word los podía poner en una página, eran genuinos, reales, solid objects como hubiera dicho Virginia Wolf. No estoy loca. Y lo voy a encarar. Qué quiere? No puedo huir para siempre. Creé un monstruo yo sola? Pues ya vamos a lidiar con él.<br />La escritora abrió el messenger, encontrando más mensajes lastimeros del coronel,y le contestó. No iría a su terreno. Le dio cita en el zoológico Edgard Lang en el kilómetro 17 de la carretera a Masaya. Había un amplio margen para que el tipo arreglase su agenda y pudiera cumplir. Esta vez estaba segura que sí iba a llegar. Pero quería más información para saber con quién se iba a topar.<br />Esta vez la escritora recurrió a su alumno de los sábados para recopilar más información sobre Jacinto Camilo Vélez Castañeda. Lo abordó a la hora de almuerzo, cuando ambos estaban en la cafetería de la universidad y le preguntó a quemarropa cómo describiría él a su compañero de trabajo. El capitán soltó el tenedor y palideció. –Teacher, en qué mundo vive? El coronel Chinto ya va sobre un mes de muerto.<br />El joven capitán procedió a explicarle a su profesora sobre la trágica muerte del militar tratando de salvar a un niño ciego que cruzaba la carretera solo frente a la base. El chiquito de 5 años, creyendo que era una travesura inocua, se había soltado de la mano de su padre y se lanzó a la carretera, sin percatarse que un enorme furgón con placa guatemalteca avanzaba a gran velocidad. Al ver al no vidente en media carretera, el coronel se había lanzado a rescatarlo, logrando empujarlo para que se salvara pero el furgón impactó en él, dejándole destrozado. El brazo izquierdo cercenado aún daba saltos junto al chiquito ciego, y la cabeza quedó casi totalmente desprendida del cuerpo. Una genuina muerte violenta. Afortunadamente el niño que él salvó era ciego y no pudo ver hasta dónde su jugarreta había causado una tragedia. Habiendo muerto por salvar a otro, los periódicos lo engrandecieron. No se mencionó que hasta entonces había sido el campeón del maltrato hacia sus semejantes y se le rindieron honores. Fue sepultado en el cementerio Oriental de la capital. El capitán estaba azorado de ver que semejante noticia había sido pasada por alto por su profesora, quien generalmente estaba tan al día con las noticias del mundo. Amundsen Torrijos Galliard siguió comiendo como si nada y no le exteriorizó ningún comentario a su alumno. Solo se decía a sí misma, pero yo tengo una cita con el coronel en el zoológico, aunque haya muerto hace casi un mes y los mensajes recibidos datan incluso de hace dos días.<br />El día de la cita en el zoológico amaneció nublado y caluroso. Siento un sapo sentado encima de mi voluntad, se comentó Amundsen Torrijos Galliard, mientras se terminaba de secar el pelo. Tengo tanto que hacer y cualquiera que sepa que voy a buscar un encuentro con un muerto va a clasificarme como loca de remate! No tiene sentido! Con la agenda tan apretada, dos brochures publicitarias que redactar y yo de pendeja encaminando mi Volkswagen hacia la carretera Masaya para ver a alguien de quien los pocos recuerdos que tengo no son factuales ni agradables. Hay límite para la insensatez que una pueda desplegar? Los gemelos pasarían riéndose de mí por un mes y mi esposo diría que mis neuronas ya comienzan a desgastarse. Te trae loca ese húngaro, Alzheimer. Demencia total.<br />Imágenes fragmentadas se pasean por el cerebro de la mujer cuando por fin, en horas de la tarde, se encamina al zoológico. En la mañana uno de los gatos caseros, mientras desayunaba ella y su esposo, entró con una enorme rata gris y la depositó sobre el pie izquierdo. Tenía la panza rota y una sanguinolenta madeja de tripas asomaba . Amundsen Torrijos Galliard no había alcanzado a gritar, solo se atragantó con el bocado que estaba masticando mientras el corazón le latía a toda velocidad. Habría acabado así el coronel tras el accidente? Dijeron que no le permitieron a la familia verlo,sellaron el ataúd. A como tantas veces hacían en la década del 80 cuando los muchachos del servicio militar venían descuartizados. Y en casos de aquellos cuyos cuerpos no fueron hallados, mataban un puñado de perros y los echaban en el tambor de aluminio y eso era lo que entregaban a la familia del finado, so orden de no abrir el ataúd porque era contra la ley. Ley. Cuál ley? Nunca había Amansen Torrijos Galliard olvidado el caso de un familiar, que lo dieron por muerto, llevaron uno de esos tambores de lata a sus padres, y un mes más luego el supuesto finado había aparecido en la granja, un poco amarillento, pero vivito y coleando y casi había matado del susto a su madre, quien padecía del corazón. Había sido tamaño escándalo cuando el airado padre del chavalo fue a abrir la lata que supuestamente contenía el cuerpo de su hijo y se encontró con los despojos de varios perros. Un vecino le dijo que habían sido finos con él, pues a él le habían entregado una lata similar, solo que con piedras y media mata de chaguite.<br />Y ahora que voy a encontrarlo, cómo está el coronel? Será como la versión fílmica de la novela de Stephen King Pet Sematary, Cementerio de Mascotas, que el zombie resucitado Jimmy Baterman salía todo zurcido y tieso? Le dieron puntos de flama en el pescuezo para garantizarle que la cabeza no se le caiga? Le pegaron de nuevo el brazo perdido? Tiene hematomas? Está desnudo? Cómo se atavía alguien quien manda mensajes por internet tras su muerte? Hay acaso un código de vestuario si hay un más allá? Entiéndanme, si acaso existen, dioses, tengo derecho a hacer todas estas preguntas! Mi vida está patas arribas por un sujeto a quien ni le di la mano en saludo, ni mucho más ni mucho menos ,solo eso me faltaba.<br />La escritora baja del Volkswagen en el zoológico, y el cielo está de un gris azulado furioso. Mira su relojito de pulsera y faltan 10 minutos para la hora señalada. Paga su entrada y pasa por las jaulas de los distintos animales, aquí unos cusucos, allá dos cúcalas enamoradas, el león durmiendo despatarrado. Qué vida! Saber que solo saldrás de aquí cuando te vayan a enterrar? O los botan? Muchos dueños de mascotas son tan descorazonados que los botan una vez que mueren, no les dan sepultura. Vivir preso, toda la vida, nacer en cautiverio para vivir y morir así. La muerte sería la libertadora de esas criaturas. Y peor, sin condiciones, sin comida suficiente. Una pantera negra solitaria en su jaula sigue con sus ojos de miel a la escritora. Cuando ella le devuelve la mirada arquea el lomo como gato casero asustado. La adrenalina es el olor del miedo. Los dos jaguares en la jaula contigua se contagian del olor, seguidos por tres gatos ostoche y hasta el león que estaba adormilado, cada uno agitándose en su respectiva jaula. Saben que están ante una fuerza inusitada de la naturaleza, una mujer menstruando que va a la cita con un muerto. No es para menos. Los monos tití se agitan, 6 colas danzan frenéticamente en el aire, los rostros usualmente amables pelando los dientecitos furiosos. Los dos monos congos comienzan a resoplar, y las 6 serpientes en una jaula que contiene unas piedras comienzan a sisear. Los 7 gansos, entre africanos de pico negro, chinos que son blancos como cisnes, y un regordete francesito de pico rosado, graznan agitados y abren las alas. Porque allá está, una sombra bajo un palo de mango. Una sombra triste, de camuflaje, que huele a flores secas y debajo de esa fragancia, yace un tufo cobrizo a sangre seca. Ella se aproxima lentamente. Bajo el arbol de mango hay unas piedras grandes, y sobre una de ellas él está sentado.<br />El hombre le agradece que haya venido, pero no tiene voz. Es como si sus palabras fueran espetadas en un generador de caracteres directamente conectado en éter fino con el cerebro de Amundsen Torrijos Galliard. No puede grabarlo en el mp3 que anda. Pero oye y siente todo lo que dice. Y está acongojado. Le pide disculpas por el plantón en el club de la Fuerza Aerea y le dice que es tan triste estar en la nada, porque a pesar que él hablaba de dioses y vírgenes y toda la monserga religiosa, a como se puso de moda en el término actual de gobierno, era pura mentira, que él también subió y subió y el trono estaba vacío, no hubo nadie allá arriba, que todos los que ya habían fallecido estaban ahí flotando anárquicamente, faltando los pedazos de cuerpo que poco a poco iban recuperando, matando los gusanos de la desesperanza, ahuyentando a los buitres que piden sus hígados, sin nadie que les garantizara a nadie el regresar a la tierra reencarnados, o que se fueran al infierno, y había un túnel largo que era el de los arrepentimientos, y por ahí él pasaba a cada rato, golpeándose la cabeza por haber sido como fue y sin poder remediar nada, ni los desmanes, ni las infidelidades, ni los golpes contra su mujer e hijos, ni los atropellos contra sus subalternos, ni las mentiras, ni la arrogancia a prueba de todo que lo había hecho tan grato para los superiores pero tan odioso para los que tomaban sus órdenes, ni las perversiones ejecutadas en los cuerpos de las mujeres que sucumbían por todos los motivos menos por el del amor. Lágrimas como de cristal líquido rosado salen de sus ojos zarcos, y el hombre le pide que no lo detenga. Todas las bestias se han aquietado en sus jaulas, y un líquido como ámbar fluido y aromático mana de sus ojos, mirando fijamente al muerto en su uniforme y a la mujer que no atina qué decir.<br />El militar sigue enumerando sus penas, sus quejas frágiles, sus arrepentimientos galopantes, sus malos recuerdos, sus traumas, abriendo su mente y memoria como si fuera un cofre repleto de serpientes de oro. Amundsen Torrijos Galliard recuerda ls sensación de frustración e impotencia que sintió al estar esperando en balde aquella tarde de diciembre. Le manifiesta que si hay infierno para los descorteses, quizás él se lo ganó. Una tibia neblina comienza a envolver los pies del militar. El le menciona que le queda poco tiempo y que desea que lo mande a las nebulosas del olvido, donde dicen que se cortan las azucenas de la paz y las rosas sin espina de la tranquilidad. Ella le afirma que hará lo necesario para ponerle a descansar, ya que su propio sosiego ya va a depender de él. Le reclama que le ha hecho la vida imposible y que no quiere más mensajes.<br />El sonríe con tristeza y es ahí donde la mujer comprende por qué, sin señuelo de dinero o buen trato o regalos, algunas féminas cayeron. La sonrisa transforma el rostro enjuto y feo en la fachada de un angel alegre. Le solicitó dos cosas: que esta vez ella lo borre de los contactos-algo que nunca hizo en realidad ella, solo esperó que él lo hiciera- y además clausure sus páginas en los servicios sociales como Tagged y Fanbox, y que le haga un cuento.<br />Amundsen Torrijos Galliard solo atinó a recordar más luego que la niebla iba disolviendo el cuerpo del hombre. Nada más.<br />La escritora fue encontrada por los trabajadores del zoológico sin sentido junto a la jaula del león haragán, con una cámara en mano y bastantes fotos tomadas de los animales. Un hilito de sangre brotaba de su boca, y el médico dijo que se había lastimado al caer al piso. Fue observada por unas horas en el hospital y dada de alta cuando el marido la llegó a sacar. Luego descargó las fotos de la cámara digital y en efecto encontró algo más que las fotos de los animales. En tres de ellas, el obturador había capturado un árbol de mango envuelto en niebla, con una silueta oscura y enjuta en el fondo. Pero la mujer no tuvo tiempo para cavilar sobre lo encontrado.<br />Destruyó las dos páginas de perfil del aviador muerto con la contra señas que recordó haber recibido de él en su extraño pero comprensible lenguaje, y lo borró de los contactos suyos.<br />Lo del cuento fue cumplido también y hélo aquí.<br /><br />6 de mayo de 2009<br /></strong><br /><br /><br /><br /><br /></div></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-74074026778689380242009-05-07T09:38:00.000-07:002009-05-07T09:45:15.677-07:00La Fleur de Lune<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSU-vOoN3vLh9mAKBsypELTddCo6TJTVRg9djbtC6eEjoPKkyl0gO6tnIs5FdIamXVxM8okAdSWgeu7-OZ6p6cJ2WLnj3WuFd1zSM_UV0iCb-TKM8YbpLPXw2ifUdC-A8izZj7LVPlr1k/s1600-h/as+i+came.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333123751261900130" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSU-vOoN3vLh9mAKBsypELTddCo6TJTVRg9djbtC6eEjoPKkyl0gO6tnIs5FdIamXVxM8okAdSWgeu7-OZ6p6cJ2WLnj3WuFd1zSM_UV0iCb-TKM8YbpLPXw2ifUdC-A8izZj7LVPlr1k/s200/as+i+came.jpg" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNbaqZMRKY9WSH-tgLYp51p7ROJ77NwigHOHiFLIXkphuJxcC5tc1_lkIktKeiaPHZ9jnpG1ofTRaJFYru4rufqSlOgJvjIciDCVcineXLxQB6UGF5ObG3lIYVLPyYM_ExrbryGZK0swo/s1600-h/fleur+de+lune+1.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333123746769130450" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 146px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNbaqZMRKY9WSH-tgLYp51p7ROJ77NwigHOHiFLIXkphuJxcC5tc1_lkIktKeiaPHZ9jnpG1ofTRaJFYru4rufqSlOgJvjIciDCVcineXLxQB6UGF5ObG3lIYVLPyYM_ExrbryGZK0swo/s200/fleur+de+lune+1.jpg" border="0" /></a><br /><div> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOlKlo4mSvHKsuyO4gG3khkxffcQVRBMsiYGM1Jvg-63jO5Nn60HhhpeXlxMUo7uvi9974hxwcomd9w0I6oZznynTqcZucLMUkzBDnaGAd9TLzcT2xHKa0Mu_buAePEcu2yt-HkdijAR0/s1600-h/moonshadow.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333123745281393762" style="WIDTH: 139px; CURSOR: hand; HEIGHT: 206px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOlKlo4mSvHKsuyO4gG3khkxffcQVRBMsiYGM1Jvg-63jO5Nn60HhhpeXlxMUo7uvi9974hxwcomd9w0I6oZznynTqcZucLMUkzBDnaGAd9TLzcT2xHKa0Mu_buAePEcu2yt-HkdijAR0/s200/moonshadow.jpg" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgrQyWccuqH2evfLSwGiOcpNrr-2xIbEQ3gASxIMvCJAP54_tUY9bBEtI9HKKUCjw2M993w2nTTvRIesMnSYTFmpp5LnvBVzulHoomAmkCM2se_GAOzA0JjaXeIhET-XXDNb_AVNs_gGk/s1600-h/fleur+de+lune2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5333123742859734690" style="WIDTH: 198px; CURSOR: hand; HEIGHT: 207px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgrQyWccuqH2evfLSwGiOcpNrr-2xIbEQ3gASxIMvCJAP54_tUY9bBEtI9HKKUCjw2M993w2nTTvRIesMnSYTFmpp5LnvBVzulHoomAmkCM2se_GAOzA0JjaXeIhET-XXDNb_AVNs_gGk/s200/fleur+de+lune2.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div><br /><br /><br /><div><br /><br /><br /><br /><div align="justify"><strong>FLOR DE LUNA<br /><br />“La vida siempre debe vivirse hacia adelante, pero los remordimientos siempre se leen en retroceso.”<br /><br />“Si caminamos hacia el sol, dejaremos atrás las sombras.”William Wallace, libertador de Escocia.<br /><br />“La desgracia para Eva Gibraltar Laviens no comenzó cuando le pusieron sus padres disparateros ese nombre alusivo al peñón donde viven tantos monos traviesos, territorio tan añorado por los españoles pero cuyos habitantes no fueron majes y prefirieron a los ingleses. La pava no fue que cayó sino cuando me conoció a mí en el sureño y boscoso departamento de Río San Juan, a pocos metros de la orilla del río que ella tanto adora y que dice que primero muerta pero sus ojos no verán que los vecinos ticos lo incorporen legalmente a su mapa.<br />La maestra historiadora, en aquel entonces soltera y sin ganas de atarse a nada ni a nadie, había sido llevada de su aula en un colegio de lujo donde los chicos pagaban por no aprender, bajo presión, a que corroborara el disparate de un colega suyo, quien posteriormente, en los arranques de un climaterio espantoso, seguiría insistiendo que habían pirámides tipo Chichen Itzá casi a la orilla de la cuenca del Río San Juan.<br />Consideraba que era un soberano desatino la afirmación del dizque historiador, a como también estimaba que habían tantas aseveraciones falsas y peligrosas omisiones en los textos de historia que si habría de comenzar a sacar el cuchillo de la verdad, necesitaría dos vidas más cada una de más de 90 años, para poder disipar tanto manchón y humo. Era la década de los 80, y hasta se chisteaba que para sacarse una muela era preciso una extracción por el culo porque no era permitido abrir la boca para eso, qué menos para contradecir a los tales autollamados comandantes que formaban una nomenclatura de nueve sátrapas a los que en realidad daban ganas de gritarles Dirección Nacional Ordeñe, ya que estaban ordeñando al país como si fuera una hermosa teta de lechera Holstein.<br />Pero bueno, después de reírse a mandíbula batiente al ver que un viejo sitio donde almacenaban armas se lo querían hacer pasar como la base destruida de una pirámide indígena, cometer el error de limpiarse con una afelpada hoja de picapica tras cagar en el monte para lamentable irritación de su enorme trasero, y casi irse dentro de un fangal, Eva Gibraltar Laviens había retornado al pueblecito de San Miguelito, desesperada por regresarse a su cómoda aula de clase en Managua. Uno de los oficiales del ejército que la escoltó hacia el sitio que hicieron pasar “la última coca cola del desierto” le cobró tanta simpatía que le consiguió de regalo una matita de enredadera de flor de luna en una macetera fuerte, para que jamás olvidara la belleza verde de Río San Juan. Y fue ahí que comenzó lo que quizás sea la historia más rara que ustedes hayan oído.<br />“La noche antes de zarpar hacia el puerto de Asese en Granada, los oficiales llevaron a Eva Gibraltar Laviens a comer al único comedor que ofrecía comida a la carta. Era de esperarse, ya que a pesar del bochorno que pasaron cuando ella dijo que fueran serios y no le anduvieran tratando de meter gato por liebre por lo de las supuestas pirámides, la relación entre los militares y ella siguió siendo cordial. Fueron a comer a eso de las 7 de la noche, y cuando ella salía con su séquito de oficiales, vió a Benjamín Moraga. El entraba con la tripulación del yate Gustavo Orozco, recién construido por unos holandeses en el astillero lacustre de Granada. El yate había arribado una media hora de antes, adornado con un montón de luces como toro encohetado, y con un capitán español barbudo al mando. El joven Benjamín bloqueó la salida de Eva Gibraltar Laviens y extendió una mano.-Benjamin Moraga para servirle, señorita. La mujer miró la mano por un largo rato antes de tomarla, y musitar su nombre. Luego salió apresurada, un poco abrumada.<br />No era muy amiga de la gente. Como casi todos los intelectuales, prefería estar sola. Tras visitar el barco, se dio cuenta que zarpaba al día siguiente y buscó boletos. El segundo al mando dijo que no llevaban pasajeros oficialmente en el viaje virgen del yate, pero que sería un honor llevarla a ella y a su asistente, recordándole que estuviera temprano a las 5 de la mañana en el muelle para que no se quedara sin viajar.<br />Por eso, se fue a dormir temprano a la posada, con su mata de flor de luna cerca de la cama. No quería perderse el viaje, ni tampoco dejar olvidado su regalo viviente. Antes de dormirse echó agua fresca a la planta y le dijo buenas noches. Este gesto fue clave. La comunicación entre la matita de flor de luna y la mujer estaba establecida. El ser vivo en la maceta sonrió para sí misma. Había encontrado la amistad.<br />“La mujer, su asistente, maletas y macetera estaban a bordo del yate al día siguiente. Ella andaba una falda corta de vuelos, fucsia con cintas añil, una camisa de Oxford celeste de mangas cortas , un enrome sombrero fucsia y una canasta de mangos frescos. Sacó la grabadora y se sentó sobre cubierta una vez que el capitán muy galantemente le hubiera enseñado a ella y otros 5 pasajeros de cortesía todos los vericuetos del yate. Miraba sentada el bellísimo paisaje de los dos volcanes en Ometepe, las aguas azuladas y la distante orilla del Mare Nostrum, como le habían llamado los primeros conquistadores españoles que atónitos miraban al lago con ojos codiciosos. Tras comerse varios mangos, estaba a punto de dormirse cuando apareció el marinero que se le había presentado la noche anterior. Le dio uno de los mangos, y el muchacho se sentó a la par suya sobre la cubierta. Mas allá, el asistente de la mujer roncaba, sombrero cubriéndole la cara, yaciendo chato en la cubierta. Parecía muerto. El joven le preguntó si era la de la expedición que vino la semana anterior para lo de la pirámide.<br />De ahí en adelante no fue difícil sacar de su concha a Eva Gibraltar Laviens. Un buen ridículo siempre la hacía encontrarse la lengua. Juntos se rieron de las ridiculeces en las que cae el totalitarismo en su afán de bloquear la verdad de los ojos del pueblo, todo con tal de dominar y controlar hasta la hora en que uno comía o dormía. Dos horas mas tarde, el joven le dijo que si no iba a cumplir con sus deberes, lo despedían. Eva Gibraltar Laviens entonces se durmió. No fue un sueño pacífico. En él el agua del gran lago Cocibolca se tenía de rojo, y habían una especie de escualos metálicos que luchaban entre sí para despedazar algo que flotaba en el agua enrojecida. El objeto en el agua se acercaba a un barco, el mismo barco cuyo movimiento ondulante la había adormecido, y el objeto era una persona. Era ella. Las quijadas metálicas de los tiburones soltaban un macabro chirrido metálico, y ella buscaba cómo asirse del barco porque no sabía nadar y estaba a punto de perder las piernas en las fauces de los tiburones.<br />Se despertó sobresaltada, y lo que la puso en peor estado fue que por unos segundos el agua del lago seguía siendo roja. Y donde estaba su asistente? Si no encontraba a alguien se volvería loca. Qué se había hecho todo mundo? Era como si el barco iba solo con ella a bordo.<br />Bajó precipitadamente hasta donde estaban los servicios higiénicos. Una mano brotó de una puerta entreabierta y se vio frente a frente con Benjamín Moraga. O lo que había usurpado su forma. Los ojos no eran los mismos zarcos del muchacho. Eran rojos como las aguas infestadas del lago en la pesadilla recién habida. Con el pelo como electrizado, el hombre ni la despojó más que de la braga, y se sumergió en ella. Estaba como hipnotizado, o drogado. Eva Gibraltar Laviens solo alcanzó a pensar que estaba haciendo honor a su segundo nombre, peñón asaltado por los mozárabes, cristianos y hasta por los ingleses, la jaqueca de España. No sintió más que humillación, dolor físico y de repente como un crujido en la cadera. El macho terminó de jadear tras haber eyaculado fuera de ella, y comenzó a llorar. La mujer solo atinó a recuperar su prenda interior, se la puso y salió corriendo hacia el servicio higiénico asignado a las damas y se aseó a como mejor pudo. Una vez que hubo recuperado la compostura, se fue a la cubierta y buscó la planta de flor de luna. El resto del viaje lo pasó asiendo la macetera, como si su existencia dependiera de ello, opero estaba tan anonadada de lo que le había sucedido que ni se percató que la matita estaba brotando un pequeño capullo de color rojo.<br />Cuando iba saliendo del yate, al desembarcar, Benjamín Moraga la alcanzó. Le quitó la maceta de las manos y le puso una barra de desodorante en ellas. La mujer no supo qué era ese gesto hasta que él, mirándola a los ojos, le suplicó que se pusiera de ese desodorante que él siempre usaba para que lo recordara camino a Managua. Era un gesto tan absurdo que Eva Gibraltar Laviens casi estalla de la risa en la cara del joven, pero mejor optó por echarse un poco en la muñeca de la apestosa barra barata de Toque Final. Sí pensó, con esto le pone toque final a su barbaridad, no solo hizo lo que quiso conmigo sino que ahora me voy apestada. Una vez que hubo devuelto la barra de desodorante, tomó de nuevo la mata de flor de luna y el le remarcó que había florecido. Pero la flor no se había abierto aún. Una auriga pasó por el puerto y la mujer lo llamó. Tenía prisa por atrapar el último bus expreso que salía de Granada hacia Managua, por nada del mundo quería quedarse en la Gran Sultana. Y menos de huésped de Benjamín Moraga, ni que viviera en una de las solariegas mansiones de la ciudad. Prometiendo toda suerte de cosas románticas, el muchacho se fue con ella y el asistente de ella en el coche, mientras la mujer no ocultaba su desesperación y fastidio. Lograron llegar al momento en que el último bus salía lentamente. El auriga cruzó el coche delante del bus y le hizo seña al conductor de que se detuviera pues le llevaba pasajeros. Eva Gibraltar Laviens salió tan disparada que no se percató que había dejado la macetera con la mata de flor de luna hasta que humildemente, el marinero la siguió al bus y se la depositó en el regazo. Le pidió que guardara un trocito de papel donde iba el número de teléfono suyo en la empresa donde trabajaba. Con tal de quitárselo de encima, hasta le dio un beso en la mejilla y prometió llamarlo. Se acomodó la macetera en el regazo para sentarse de nuevo y se propuso quitárselo de la mente inmediatamente.<br />El ritmo de trabajo una vez en el colegio no dejó que Eva Gibraltar Laviens tuviera mucha oportunidad para pensar sobre lo ocurrido en el viaje. Cierto, apenas hubo llegado a su casa había sembrado en la tierra fértil de su jardín a la plantita de flor de luna. A la noche siguiente el capullo que la mata llevaba floreció en una gigantesca flor blanca. La mujer regaba y cuidaba con primor a su planta, le hablaba en francés y no permitía que nadie se le acercara. No es de extrañarse que la planta fuera creciendo a paso agigantado.<br />Al arribar la temporada de exámenes, Eva Gibraltar Laviens se preguntó si alguna vez se sobrepondría a lo sucedido en el yate. Tres días después de su violación, porque eso era lo que había sido, le había venido la menstruación con copiosos dolores, y había ido al médico pues eso no era normal. El galeno, alarmado por los síntomas de la mujer, le había mandado a hacer un montón de exámenes, entre ellos una radiografía pélvica. Una frágil fisura asomaba en uno de los huesos pélvicos. El médico le dijo que iba a mandarle a tomar suplementos de calcio y que no era para alarmarse, que si tomaba precauciones, la fisura no pasaría de ser una pequeña grieta. Y no debía estorbar a la hora de un futuro embarazo, si alguna vez decidiera casarse y tener hijos.<br />“Observo a Eva Gibraltar Laviens mientras corrige exámenes. Normalmente aúlla, se ríe, grita, lanza papeles contra el piso. Y ahora lo hace sin entusiasmo. Entre uno y otro examen, pausa y queda viendo al espacio vacío. La oigo recitar entre dientes la poesía de Joaquín Pasos. No, es el aire que ha tomado su forma, o dice que levante el brazo para llevarse un recuerdo de árbol. No. No puede ser. Se levanta y va hacia el teléfono. Está marcando un número de fuera de Managua y la oigo preguntar por Benjamín Moraga. Al parecer no logra comunicarse porque deja su número de teléfono y nombre. Mujer, qué estás haciendo? Será verdad lo que dice DH Lawrence en una de las páginas de El Amante de Lady Chatterley? Que algunas mujeres tienen nostalgia de la boue, nostalgia del lodo? Era ella una de esas personas? Lo que el cansancio, el stress, o como dicen los franceses, el surmenage, puede hacer en contra de una…La nostalgia de tiempos pasados era fácil, bastaba poner en el estéreo algo como The Hustle del negro Van McCoy, o la dulce ingenuidad del narizotas Barry Manilow cantando Can´t Smile without You y los recuerdos caían con la intensidad de las cataratas del Niágara, por mencionar algo que no quedara tan lejos. Pero extrañar a ese hombre, con el acto de violencia que hizo contra ella…Como decía el dictador Anastasio Somoza, estamos jodidos todos ustedes.Y el más jodido había sido él, acabado de un bazucazo por un desgraciado argentino que luego se pudrió de cáncer.<br />“Pero la espinas había que sacarlas o sino se encarnaban. El primer paso estaba dado. Habían cosas que someter a prueba, resolver y descartar, no como hacían las sirvientas, que toda la basura iba debajo de la vieja alfombra y de repente la casa era peor que un chiquero.<br />Dos días después de haber llamado a Benjamín Moraga, Eva Gibraltar Laviens escuchó la voz entrecortada del hombre. Le decía que acababa de llegar de San Carlos en Río San Juan y que hasta a ese momento le habían dado el mensaje. La mujer fue directa, le dijo que precisaba que se presentara en Managua, que ella lo iría a traer al punto que él mencionara. Lo antes posible. El hombre accedió, y el encuentro se acordó para el día siguiente. No fue hasta que la comunicación había concluido que ella se percató del absurdo que acababa de protagonizar. Dónde lo iba a poner? No se lo imaginaba entrando a su enorme y silenciosa casa de piso espejado, ni conociendo a sus gatos tan de rancio abolengo que no miraban a nadie con agrado. Se imaginaba a sus abuelos, uno de ellos descendiente directo de Luis XIV por la línea de Athenais de Montespán, querida real y soleada, tan azorados, mujer de dónde lo sacaste si apesta a Toque Final, quel horreur, esta vez sí desbarraste, mucho Lawrence querida nuestra. Sarro, chiquilla ,tenés el gusto envuelto en sarro. Sabe leer? De infarto, dirían sus alumnos.<br /><br />Nunca hay que observar mucho a un hombre con quien se planifica irse a la cama pero sin intenciones serias de vida juntos. Lo había dicho eso su ancestra la querida que más agitó al Rey Sol la legendaria Athenais? Esa frase se la atribuían, de todos modos. Y era cierta. Lo vio llegar, bajándose del bus. Se escapó de caer, cargando una mochila voluminosa, todo de azul en jeans y camisa de mezclilla un poco más pálida, o la había dejado demasiado tiempo en cloro adrede…Mujer, no seas pesquisona. Y si se hubiera ido en el enorme charco debajo del bus? Jesús-María-y-José, hubiera sido un circo, y lo hubiera ido ella a levantar en lugar de orinarse de la risa? Y ese mochilón para qué? Venía a vivir acá? Y si le traía regalos? La etiqueta de una relación basada en un zipless fuck, a como decía la judía gringa Erica Jong al referise a una sesión intempestiva y casi sin gusto con un desconocido en el sitio menos adecuado , mandaba que los regalos eran de rigor? Por devaluación y depreciación de lo usado, compensación? Y qué estaba pensando? Lo admiró, porque era escultural, con una cara de angel bizantino, pero en ese momento Benjamín Moraga le echó por tierra el momento mágico al colocar una manaza sobre la bragueta del jeans y acomodarse los cojones a como era el hábito universal de los machos que les parece que por tener pene esa es la batuta de la verdad con la cual deben azotar a las hembras, la mayor cantidad posible para hacerlas adorar el bendito y omnipotente falo preñador que no siempre garantizaba el paroxismo del placer. Había un gesto más soez, más asqueroso que eso, en toda la creación de la pelotita del mundo? Ay mujer alegráte, se dijo a sí misma, sin esas grotesquerías quizás ya te hubieras vuelto loca por él y sería tu perdición, dios o el diablo o sepa judas que sabe lo que hace. De la que te capeás, se terminó de convencer. Qué lástima que el éxito country de la Barbara Mandrell de Angels Love Bad Men aún no había conocido al Billboard…Pero no te cantés victoria, el partido no ha terminado y quien te quita que sea un Pelé y te dé un gol que te deje llorando, de rabia o de felicidad o de las dos cosas a la vez? Porque los machos son tan jodidos que con la misma mano que acarician luego te retuercen un pellizco que te deja llorando de por vida.<br />El hombre le dio un abrazo quebrantahuesos, era quizás pariente de alguna boa constrictora y ella no se daba por enterada. Según Darwin los hombres venían del mono, y aunque la mayor parte aún iban al mono, no era remoto que tuvieran algún reptil como ancestro de abolengo, para explicar de donde eran tan sanguinarios y destructores. No sabía qué hacer, y para aflojar ese nudo de tanta ansiedad que ambos traían le dijo que no dejara la maleta sentada al lado ya que en breve se la podían robar si que él ni cuenta se diera. El le aclaró que no era suya la maleta, que él venía con una mano adelante y otra detrás, que en la mochila venía una encomienda de un vecino para su prima en Managua y que si era posible irle a dejar el paquete antes de entrar en diálogos más agradables. Eva Gibraltar Laviens solo miró de reojo a su Mercedes Benz como si le diera vergüenza andar en algo tan aparatoso. Había escogido manejar ella y dejar al chofer, don Vicente, en casa. Ahora sabía por qué.<br />El hombre le dio una dirección en un barrio marginal y ella obedientemente se dirigió ahí. Diosmíito con el burro y el mosquero detrás ,si ahí matan con flechas. La entrada del lujoso sedan Mercedes negro iba a ser como un toro en una cristalería al barrio pobre, se dijo muriéndose de la vergüenza. El mismo Benjamín Moraga iba quieto, tocando los mullidos asientos como con miedo y preguntando si lo lavaban con shampoo de los que usaban las damas finas en los salones.<br />Después, como consciente que había metido la pata, Benjamín Moraga le preguntó que por qué llevaba música de muerto en la radio y ella con paciencia le dijo que no era radio sino cassette y que era el poema sinfónico Finlandia de un pelón finés muy patriota pero él insistió que la parte de entrada de la pieza, sí así le llamó, la pieza, él la oía en la Radio Xalteva de Granada cada vez que daban noticias que venían muertos de los del servicio militar obligatorio y luego la ponían en las misas y anuncios luctuosos.<br />Eva Gibraltar Laviens sentía que le crujían las orejas de la vergüenza, y sentía lástima por el hombre quien obviamente era un pez fuera del agua, boqueando a como pudiera, pues para él su ignorancia era su oxígeno cotidiano y se estaba asfixiando sin aún haber llegado a los brazos de la mujer que él se decía con seguridad que iba a ser el amor de su vida. Por fin dieron con la dirección y una mujer gorda y sudada salió a recibir a Benjamín Moraga, tomando el paquete que tanto había abultado la mochila del hombre. En el asiento de atrás la mochila lucía como el decepcionado miembro de un impotente sin remedio, toda desinflada y vacía. La pura sangrita de Cristo, pensó Eva Gibraltar Laviens mirando la mochila chata, ojalá esto no sea un presagio de algo horrible. Un presagio que me van a cargar la mochila? Cómo decían enla Cruzada de Alfabetización…puño en alto(el pene),libro abierto(las menudencias femeninas),regla perdida y la mochila cargada.<br />Como el Cuervo del poema de Poe, o el cuervo maldito que picoteaba o perseguía a las víctimas de La Profecía, película de terror con Sam Neill que ella miraba cada vez que podía. Madre del merito diablo, si pudiera sacar esa mierda de aquí, se dijo aterrada, porque era supersticiosa aunque no lo confesara nunca. Por estar viendo la mochila no se percató que una nube de niños pequeños, descalzos, algunos comiendo mangos pequeños que recogían de un solar vacío a unos 4 metros de donde ella estaba esperando en el carro, se acercaban a mirar el carro y observarla con detenimiento. El hombre terminó de conversar con la mujer gorda que recibió el talego y se subió al carro con una sonrisa de alivio.<br />Soy todo tuyo ,amor, le dijo él con una sonrisa deslumbrante, y ahí comenzó la adrenalina de la alarma a correr como perros sabuesos tras una pista dentro del torrente sanguíneo de la mujer. Mío todo mío y para qué lo quiero? Lo llevo a un hotel pequeño donde nadie nos conoce, lo voy a hospedar ahí porque si lo llevo a la casa mis abuelos infartarán a dúo diciéndome que mi populismo alcanzó el límite intolerable, y ni sé ni cuánto tiempo piensa quedarse ni nada. Mío? Para qué sirve un hombre? Cuál es el uso práctico de un macho hermoso?No entiendo, señores que empujan la rueca del destino, la rueda dentada de Nicolás Guillén. Yo quiero sentir esa gota de ángeles que le navegaba en el cuerpo a la Edith Piaf cuando miraba a los ojos de su púgil marroquí Marcel Cerdan. Y no siento ni mierda.<br />Entró al estacionamiento de la pequeña pensión donde iba a alojar al hombre, y ahí vino el primer chasco. Benjamín Moraga no traía un cinco sobre sí, más que el pasaje de regreso a Granada.<br />Desde mi cerrado perfil me ruboricé sin que nadie me viera. La vi pagar y llevarlo a la mejor habitación, donde puso la mochila vacía en una mesita de noche. No son mentiras mías al mencionar que le oí decir al hombre que no había comido desde en la mañana. Eva Gibraltar Laviens solo atinó a decirle que fueran a comer, cómo no, si le escuchaba las tripas rugiendo como una moto MZ ronroneando alegremente, y que luego vendrían de regreso. El atónito tren del pensamiento de la mujer llegó hasta mí como el aroma de un Jazmín de Arabia…santo cielo y que lo tenían amarrado y sin comer, habrá alguna ancestra africana en su linaje que le haya enseñado el indiscreto encanto de los planes prenupciales de engorde que hacen las chicas allá en el continente negro antes de pescar marido? Pero si yo no me voy a casar con él ni me lo voy a comer para Navidad en una cama de lechuga, una manzana en la boca y un lazo de tomates en el culo! Yo solo sorbí más agua y pensé que la pobre mujer sí estaba metida en un lío gordo.<br />Me sentí un poco culpable, aquí sentada en mi comodidad, con mi vida nocturna satisfactoria. Estaba rodeada de admiradores que me asediaban, pretendientes de toda ralea, y tenía todo lo necesario. Mientras mis vecinas dormían, yo gozaba a mis anchas de la luna y los placeres de las semipenumbras, tenía amistad con las estrellas. Estaba bien. No bien que dice el nica cuando va en las tapas del lagarto pero el reptil aún no lo ha masticado. Bien de veras.<br />“Pero yo creo que mi bienestar es secundario a estas alturas del campeonato, cuando la personita a quien más amo estaba en apuros.<br />Irse a la cama con Benjamín Moraga no solucionó para nada los problemas de la mujer, es más, creo que mas bien los empeoró. Estar ahí hasta cierto punto con su venia no fue un afrodisíaco. Pocas cosas lo fueron. Cuando el hombre se quitó las botas ella creyó que moriría, y lo mandó a bañar antes que apestara toda la cama con el mal olor de los pies. En tiempos del racionamiento de agua, en que el vital líquido era cortado de fluir por hasta 6 horas, apenas dio abasto con el baldecito miserable que los dueños de la posada habían provisto. Aún después del baño, el espectro del tufo seguía molestando a Eva Gibraltar Laviens, hasta que ella misma se dijo, no…,no, no puedo seguir así, me va a pasar como las del mono que tocó mierda de gallina y de tanto estar con la manía de olerse la mano se murió de la merita mocepa .Imagínense los titulares de los vulgarazos del Nuevo Diablo, “mujer de buena familia se palma en una posada olisqueando los pies de su amante furtivo y la encuentran echando espumarajos”. Tenía que reconocer que el hombre ya en cueros era una escultura viviente, todo en el sitio perfecto, pero siempre el gnomo morado de su humor macabro le salía al encuentro a la mujer, y ella misma se dijo, una escultura que se harta como contratado o fuera el último día que va a haber comida, y por ende debe de cagar proporcionalmente, cuidado se te caga en la cama, se atiborró como para 6. Ojalá no le dé un pasón en medio del ejercicio, mi abuela hablaba de un señor que le dio una congestión encima de la querida tras despacharse un preparito de 7 nacatamales con pan, encurtidos y mantequilla. A la pobre concubina desde entonces le llamaban la matadora, imagínense que este pobre cristiano se me quede tilinte encima y con el palo aún duro en mí como espantosa evidencia, y me llevan en una camilla al hospital para despegarlo ,mientras los flashes de las cámaras de los fotógrafos y los gritos de los camarógrafos hacen un festín de mi vergüenza. Encuentran jinotegano muerto como licuadora, bien enchufado, a como dicen que se palmó el papa Juan XII, encima de intelectual blanca del más rancio abolengo, y el hombre cómo se llama, chinchilillo de quien es ese muerto pobrecillo? Un resoplido de impaciencia proveniente del hombre saca de su ensimismamiento de la mujer.-Entonces a qué horas que ya me está dando sueño-dice el tipo. Bueno, vamos a la buena de Dios y que sea lo que el diablo quiera, piensa la mujer resignada sabiendo que por más ganas que le haga no va a gozar.<br />Semanas después, cuando el hombre se ha quedado por 4 días más en esa posada, comiendo todo lo que pueda, oyendo rancheras de Vicente Fernández y pedradas de Rigo Tovar con su ritmo a caballo, tratando en las noches de extricarle infructuosamente un gemido de placer a Eva Gibraltar Laviens en las noches, ella se pregunta qué fue lo que salió mal. Recuerda que Séneca, el maestro de Nerón a quien el alumno obligó a suicidarse como pago por haberle aguantado tantas patorras, decía que cuando una parte del todo andaba mal, poco faltaba para que el todo se desmigajara. Había sido tallarines con chocolate, u hormigas bañadas en salsa de aguacate. Al irlo a poner a la parada de buses para que se fuera de vuelta a su trabajo en Granada, no había habido promesas ni sentimentalismos tan de moda para esas ocasiones. El prometió mandarle un dinero para cubrir sus gastos en la posada pero ella le dijo que se olvidara de eso. Vaya tendría que laborar por 4 meses y no comer ni mendrugos para poder pagar su consumo, pensó irritada Eva Gibraltar Laviens. No era en sí el dinero que iba a apagar en la posada lo que la molestaba. Era la inutilidad, la futilidad del tiempo perdido, la ausencia de magia, no el monetario que al fin y al cabo tenía de sobra ella. La sensación de haber pedido a un sapo que siquiera por una noche se convirtiera en un príncipe, pero el batracio no paraba de croar para recordarle que era solo eso. Malditas canciones de Edith Piaf, se han cagado en mí pensó Eva Gibraltar Laviens.<br />La vi ir con buena compostura a pagar la deuda a la posada, y ya se retiraba cuando la dueña del hospedaje la alcanzó y le dijo que el joven había dejado una cadena con un dije de corazón y llave entre las sábanas sucias. Parecía de oro pero la mujer no creyó que lo fuera, sin embargo, tomó la prenda y la echó en su bolso sin examinarla. No recordaba habérsela visto puesta.<br />El tiempo pareció desgastar a Eva Gibraltar Laviens. Nunca más supo de su ex amante. Ni falta que le hiciera, se dijo ella misma. Tenía vocación para estar sola, y dedicaba toda su ternura a sus gatos, con los cuales yo tuve que entablar buena amistad ya que a menudo los veía ir y venir en medio de las noches de luna. Ella fue escalando en el mundo intelectual, publicando tratados, y riéndose de todo el mundo. Murieron sus abuelos y quedó sola en la enorme casona, bueno casi sola a excepción de lo que ella llamaba sus “afectos del reino animal y vegetal.” Y de ahí provendría el gran susto de su vida.<br />Una noche la luna estaba enorme, como la bola de queso con la que sueñan los ratones, y con la que sueñan los gatos pues se imaginan una pandilla de ratones viviendo ahí. Eva Gibraltar Laviens jardineaba tranquilamente, sacando algunas malas yerbas, regando con agua fresca. Pensaba solamente en terminar la faena e irse a dormir. Era un alivio no tener un marido exigente que se sintiera machazo solo porque tenía de sirvienta por amor a una graduada de una universidad medieval, ni hijos que le estuvieran sacando canas verdes. Pensaba darse un largo baño de agua caliente en la tina victoriana de su baño, escuchando a Patricio Manns o a Jacques Brel cuando la respiración se le detuvo. Roja. NO. Varias flores rojas. No en el rosal que hubiera sido lógico pues era una mata de Príncipe Negro, con rosas tan oscuras que parecían negras en la penumbra. Príncipe Negro, llamadas así por las rosas que el rey inglés Eduardo III le dio a su esposa Felipa de Hainault cuando parió al heredero de la corona. Tres flores rojas en la mata que había traído hace tantos años de Río San Juan y que ahora ya cubría todo el porche de su casa con un vigor pasmoso y una hermosura exuberante.<br />Pero era blanca! Las primeras flores habían sido blancas! Siempre dio flores blancas. Tan blancas que a veces se veían azuladas. Fue a buscar a la vieja criada y le preguntó si había vertido colorante en el agua de la planta y la mujer dijo que no. Eva Gibraltar Laviens estaba tan asustada que casi arrastró a la mujer hacia el porche. Le enseñó las flores y fue pero el susto cuando la vieja criada le dijo que no veía nada rojo, que todas las flores estaban blancas, que le había parecido. Eva Gibraltar Laviens en su exasperación y terror hizo lo que nunca había hecho antes, arrancó una de las flores que ella afirmaba estaba roja, y del tallo surgió un líquido pastoso, aromático y rojo. El dolor de la planta fue enorme, pareció marchitarse por un segundo pero Eva Gibraltar Laviens solo soltó la flor y entró a la casa llorando. La flor en el piso lucía blanca y exangue, y una vez en el lavamanos la mujer gritaba que la sangre no se diluía en el agua del grifo. La vieja criada le dio un té de manzanilla a la mujer y se quedó a su lado mientras se bañaba, ya no un baño de inmersión sino una ducha para meterse en la cama lo antes posible. Los gatos la siguieron y se durmieron sobre el enorme lecho de hierro. El cansancio la venció, y al fin y al cabo tenía que ir a dar clases al día siguiente.<br />Con la luz del sol, los miedos parecieron disiparse mientras avanzaba el día. Al salir de la casa no se había aproximado al jardín, tenía una sensación aguda de remordimiento, de vergüenza y culpabilidad. Nunca había cortado una flor antes. Le gustaba verlas en sus matas, no cercenarles la vida. Tras impartir sus clases como navegando con piloto automático, alelada, indiferente, sin dejar que las palabras de sus estudiantes le tocaran ningún sentimiento, se fue a la enorme biblioteca del colegio. Buscó en enciclopedias y libros de botánica. Descubrió que la flor de luna era endémica en los trópicos y que sus semillas, al ser ingeridas, podrían ser venenosas, a tal punto de causar una muerte violenta entre espumarajos. Se habían reportado solo dos casos de flor de luna en tono rojo, pero ninguno en América. Ilusión óptica? La vieja criada insistía que eran blancas. Y el líquido rojo, como sangre? Se llevó la mano a la cara, la mano con la que había cortado la flor. Olor a su perfume francés, pero sí, allá en el fondo, un olor cobrizo a sangre, como sangre humana. En medio del sopor de la tarde calurosa, con el sol de encendidos oros a como lo llamaba el divino Rubén Darío, el coco salía de su closet solitario y la mordía, la perseguía, la daba un escalofrío gélido por el espinazo, y luego hacia la fisura pélvica. Una sensación de tener un cuchillo de hielo en el sitio donde estaba la fisura.<br />Rompió a llorar, sin que nadie la viera pues estaba en una de las mesas más apartadas de la biblioteca. Extrañó a sus abuelos, y se sintió tan desvalida y tan criminal por haberle arrancado una flor a su mata de flor de luna.<br />Al dirigirse a la casa, pasó por una tienda que vendía insumos para agricultura. Compró fertilizante para plantas y otros aperos.<br />Dos granjeros entraron mientras a ella le facturaban su compra. Escuchó sin querer la conversación. Hablaban de una señora norteña que había muerto de lo que ellos llamaban “pena moral”.Pobre doña Tencha, la verdad es que nunca se repuso de la muerte de su chavalo consentido, el tatarata loco de Mincho, que hombre más bruto, dejar a la mujer chela aseada que lo mantenía con su tramo del mercado y los dos niños que le hizo…Has de creer, vos, hartarse unas semillas de bejuco. Yo siempre dije que Minchito iba a acabar mal, ningún hombre con esa carita de piticú llega a nada bueno, caremuñeca, le picaba el culo. El hombre tiene que ser como el oso, porque entre más feo es más hermoso, pero doña Tencha siempre lo mimó más porque era su guapito…Dicen que el Mincho se mató por una burguesa de Managua, y aunque doña Tencha le decía que no valía la pena mirá que en abril se lo llevó la Calaca. Pobre doña Tencha,tanto llorarlo todos estos largos años le dejó tullido el corazón a doña Tencha y ya ves, estaba arreglando la tumba de su Minchito cuando se dobló encima de la tumba del muchacho en su traspatio y ahí mismo quedó tilinte. Creo que eso que el padrecito no lo haya dejado enterrarlo en cementerio porque es pecado y Dios no recibe a los que se matan también le hizo daño a la pobre vieja, más con la católica que era. El viudo la enterró a la par de Mincho y ahora es ateo rechinado, bueno que Tata chú lo perdone…<br />Eva Gibraltar Laviens solo atinó a pagar y llevando sus productos, salió corriendo de la tienda.<br />Al llegar a la casa, pasó primero por el porche y tomando una de las guías de la enredadera le pidió que la perdonase. Fue a guardar su mochila y luego se puso a jardinear, regando generosamente todo el jardín y echando del fertilizante diluido. Luego se lavó las manos y sacó uno de los parlantes del estéreo y le puso música de Claudio Bolling a sus plantas. Sabía que la música clásica y el jazz agradaba a las criaturas vegetales y favorecía su crecimiento. Tras corregir unas tareas de sus alumnos y darse una ducha y cambiarse, cenó en silencio. No se apartaba de su pensamiento lo que había escuchado en la tienda. Una sombra de curiosidad asomó a su ceño. Qué habría sido de Benjamín Moraga? Era solo curiosidad, se dijo. Nada sentimental, como cualquiera apasionado de la historia que deseaba saber la verdad detrás de que el fundador de la Turquía moderna Mustafá Kemal Ataturk había sido judío o que uno de los próceres nacionales había amado con locura a un joven de origen hondureño o si en realidad el emperador José II de Habsburgo en realidad había fallecido de unas almorranas reventadas…Me guste o no se trata de un elemento de mi historia personal, se dijo. Y primero soy historiador y persona luego, aunque tenga que buscar una aguja en un pajar, pero en realidad Jinotega es un pajar harto pequeño, con el gusto que tiene esa gente por la chismorra,<br />Pueblo chico infierno enorme, no será difícil quien me guíe hacia el famoso viudo ateo que ahora corteja al diablo por no ir a la iglesia.<br />El fin de semana, la vi levantarse más temprano que de costumbre.<br />No alistó el Mercedes Benz, ya sabía el efecto que tenía en ciertos sitios.<br />Montó al Land Rover gris que había sido de su abuelo y que ella mantenía en perfecto estado. Le deseé buen viaje, porque la verdad nunca he sido rencorosa, por su bien deseé que encontrara paz,bien que la necesitaba.<br />Subió por la carretera norte, pasando por Tipitapa, luego el empalme San Benito, tomando la rama izquierda de ese arbol que es la carretera Panamericana, rauda por Las Maderas que tras tanto despale ya ni maderas que talar quedando, subiendo por la Cuesta del Coyol, y luego la ligera humedad de Las Playitos donde ahora se cultivan melones o sandías, atisbando apenas desde la carretera el espejo sucio de Moyuá, sin entrar a Ciudad Darío donde el poeta había nacido a bordo de una carreta y no en el sitio que le dan como casa cuna, sintiendo el punzante olor a cebollas en Sébaco y este vez tomando la opción derecha hasta seguir cuesta arriba hasta la Perla del Septentrión, y dejándola atrás para adentrarse por el inclinado y perfumado sendero asfaltado hacia Jinotega. Las nubes parecía quererle dar una estola de niebla, y rodeado el Land Rover gris a la altura del Disparate de Potter, para darle gentil paso hasta que llegó a la propia ciudad en el valle desde donde se atisbaba la Cruz, donde la indiferencia de los habitantes permitió que muriese nada menos que germán Pomares Ordóñez,el inefable Danto, en 1979.<br />Una vez en la ciudad seguir el rastro de Benjamín Moraga fue fácil. El Bello Envenenado, el hijo mimado de la Tencha. La viuda ni lo mentaba, más que se hablaba que se había matado por una mujer de Managua.La viuda se había casado con un tico furgonero que se la llevó a ella y los muchachitos y ahora vivían bien en Curidabat en San José….Bien? Bien como el nica que va en las tapas del lagarto pero el animal aún no lo ha masticado? Se vivía bien en Curidabat? En Escazú o Montes de Oca quizás…pero bueno, Eva Gibraltar Laviens quería dar con el hilo tenue de humedad caracola que le llevaba hacia el hombre que nunca entendió. Pronto tuvo la dirección del viudo Moraga, el padre de Benjamín Moraga, y se enrumbó hacia la salida de Jinotega y volvió a subir por pocos kilómetros.<br />El viejo Ramón Moraga era lo que hubiera llegado a ser Benjamín Moraga si hubiera llegado a los 70 años con elegancia. Alto y musculoso, tenía los mismos ojos pardo claro. Ojos de tolvanera, ojos color de lodo seco, los ojos del árbol de donde saldría la marimba y la música o donde un jilguero cantó, según el también jinotegano Efraín Andrés. El anciano instintivamente supo que era la mujer por la cual su hijo se había trastornado y la apreció quitándose el velo del rencor y las espuelas del odio. Habló con ella tranquilamente, le ofreció rosquillas y un café que le aseguró no llevaba semillas de flor de luna. Le dijo que por din comprendía los motivos de su hijo y que ella debía de entender por qué en su vejez se había hecho ateo. Pero le advirtió que el destino tenía forma de hacer compensaciones y le hizo prometer que jamás destruyera la planta de flor de luna que ella tenía, según le había relatado su hijo poco antes de suicidarse. Le dijo que tarde o temprano la mata produciría flores rojas, a como sucedía con la que él tenía en el traspatio de su humilde casa, y que no se asustara. Ella casi le confesó que la propia mata había ya producido flores escarlata pero un asomo de prudencia la detuvo. No le quedó más que abrazar al viejo, darle su tarjeta y pedirle que llegara a conocer su casa cuando viajara a Managua. Al regresar a Managua ella misma se sintió que se había quitado un enorme peso de encima. Era una vieja deuda de honor por no haber aprendido a amar a quien en realidad solo cometió el craso error de no manifestarle sus sentimientos reales.<br />“Entró algo fatigada a casa, había sido un viaje largo. Pero yo ya me estaba engalanando para la noche cuando la vi acercarse a mí y reconocerme. Hasta entonces se dio cuenta de quién era yo. Al irse de este mundo y destruir su forma humana Benjamín Moraga, el amor encendido que sentía por Eva Gibraltar Laviens me pidió asilo en mis guías y savia, y por eso de vez en cuando hay flores rojas para que nunca lo olvide.”<br />“Ah, la pregunta? Yo, quien soy yo? Cierto, dispénseme la mala educación. Yo soy la planta de flor de luna de Eva Gibraltar Laviens, quien alberga en un embarazo perpetuo a lo mejor que tuvo Benjamín Moraga. Y juntos somos quienes más la amamos en este mundo.”<br /><br /><br />26 de abril 2009 Día del Libro<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></strong></div></div></div></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-51211999995869298122009-04-09T12:08:00.000-07:002009-04-14T10:34:20.063-07:00Cuando me fui de vos<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQX3cdDE7Jk4VuJtaWyXL3MkzJ4PDLYnmoagFzUNnbmNkncCCwIzHs-wOSpxJehCjcAdBDdvcyvPAUYLjiJNmnhDGy2lnKFWjOWZpKLGE6mwOmGILdxPMQhVF4MjazzsTQbKQSeUgDYPw/s1600-h/josedolores.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5322781420432520210" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQX3cdDE7Jk4VuJtaWyXL3MkzJ4PDLYnmoagFzUNnbmNkncCCwIzHs-wOSpxJehCjcAdBDdvcyvPAUYLjiJNmnhDGy2lnKFWjOWZpKLGE6mwOmGILdxPMQhVF4MjazzsTQbKQSeUgDYPw/s200/josedolores.jpg" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMWTeGpMbfOsJ3JLZclRhy0AyzWwjYCyyrMrS2KZ79kLleO8PHmcmAhyphenhyphenjsMvwBZM1eHHODI6LLHweQ1JOIQwjxUAE6JReGYa7grdUHfI057CdPTs4V9YUgzlZtAbrO65g_ZBFh_gPSJR4/s1600-h/lagrimas+del+heroe.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5322781421994192450" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMWTeGpMbfOsJ3JLZclRhy0AyzWwjYCyyrMrS2KZ79kLleO8PHmcmAhyphenhyphenjsMvwBZM1eHHODI6LLHweQ1JOIQwjxUAE6JReGYa7grdUHfI057CdPTs4V9YUgzlZtAbrO65g_ZBFh_gPSJR4/s200/lagrimas+del+heroe.jpg" border="0" /></a><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWR3hP5ylARWpFrXOn6RUdiyPFycJSwp_ufGzlLbiCV54OdoQJv7cpfufsPCL_MT6TMqVdvTBV3htmVCdCtrC76VCwdZvod83pupkGnw99ICxW6b9LcA0jTpVs1J81fkneK9qn1EMq-MI/s1600-h/flowerfrak+for+you.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5322781421687624226" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 156px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWR3hP5ylARWpFrXOn6RUdiyPFycJSwp_ufGzlLbiCV54OdoQJv7cpfufsPCL_MT6TMqVdvTBV3htmVCdCtrC76VCwdZvod83pupkGnw99ICxW6b9LcA0jTpVs1J81fkneK9qn1EMq-MI/s200/flowerfrak+for+you.jpg" border="0" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjerzVumn8ZbSt6Rll5G5CCr0tBwB1nopqZKYxn1Yc9IzfFfoLogKXZJVQx3uWJv8-ISRaJEAkdEgvTKxdRgsnuegNTWyYwIkxE1kuzROhUSikJ7adIqB7yPDhn8VfeZK0OmEDM0u_OI1A/s1600-h/the+generals+angel.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5322781415619960786" style="WIDTH: 202px; CURSOR: hand; HEIGHT: 156px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjerzVumn8ZbSt6Rll5G5CCr0tBwB1nopqZKYxn1Yc9IzfFfoLogKXZJVQx3uWJv8-ISRaJEAkdEgvTKxdRgsnuegNTWyYwIkxE1kuzROhUSikJ7adIqB7yPDhn8VfeZK0OmEDM0u_OI1A/s200/the+generals+angel.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div><br /><br /><br /><div><br /><br /><br /><br /><div align="justify"><strong>El SEÑUELO DEL DESTINO (LOS FRACTALES DEL PODER)<br /></strong><br />Para el inefable Chepe Lolo del cual nos han privado los ignorantes<br /><br />“A estas alturas yo sé que te estás preguntando dónde estoy, por qué la súbita desaparición, si todo en mi escritorio está ahí, el borrador de leche de Pikachu que me dio un alumno tuyo y el cenicero de Tasmania sabiendo que no fumo, y las plumillas con que yo solía en mis pocos minutos libres, hacer esbozos de vos. Dirás, como Rabindranath Tagore en uno de sus poemas, el Niño se ha ido, ya no está ni el resto de su sombra?<br />Siempre estuve a tu alcance y ahora me salí de control. Algo inaudito. Porque siempre me consideraste tuyo, desde antes que el tiempo inventara relojes para marcar las horas, o los días. Lo peor es que esta no es una nota que deja el suicida porque no me estoy auto eliminando, solo estoy huyendo y aunque me vaya siempre estaré con vos, te guste o no. Cómo son las cosas, que cambia el maquillaje pero no la estructura. Pase lo que pase la vida es cíclica, como la historia lo es según Toynbee que tanto te gusta leer.<br />Yo me percaté de tu existencia cuando te metieron un tiro en la rodilla y mi padre, entonces enfermero del hospital militar, llegó espeluznado a casa, comentando a mi madre que las obras de arte no deberían ser dañadas ni con el pétalo de la más exquisita rosa, y sin embargo vos habías llegado con la sangre a borbotones, ni siquiera parecías un ser humano sino una estatua griega o una muñeca francesa diseñada para una princesa, el mejor soldadito de hojalata con los que practicó sus estrategias en su niñez Federico II de Prusia.<br />Pero no eras un soldadito común, eras un capitán y no lloraste cuando te dijeron que jamás podrías sacarte la bala de ahí. De ahí en adelante todo para mí fue soñar con Helmut Von Moltke, con Napoleón Bonaparte aunque no su sobrino que desgració a Francia cuando lo cachimbearon en Sedan y lo mandaron sedita al exilio en Inglaterra, suspirar por Edwin Rommel el Zorro del desierto a quien Hitler le jugó sucio y lo obligó a suicidarse, o con Bernard Law Montgomery quien fue el feo inglés quien al fin de cuentas derrotó al Zorro en El Alamein. Cuidé de todos los detalles, mientras mi padre le echaba tierra al sueño de que yo, su unico varón, fuera médico a como él no pudo ser.<br />No quería ser un militar más, de los que vos a veces decís que solo cuelgan el uniforme de guardia al retirarse para irse de tristes celadores que se duermen temprano o rateros taxistas que te despojan hasta de la honra. Un militar de carrera, un Patton si posible. Un verdadero defensor de la soberanía nacional, no alguien que denigrase el uniforme siendo militar y a la vez comerciante ilegal por detrás, negociante con ventaja y alevosía que evade impuestos para competir de forma desleal con los que si pagan los tales impuestos que ni sabemos a que galillo van a parar. Y con estrellas en los ojos entré a la academia militar como cadete, listo a sufrir privaciones, y vaya si las hallé, por eso ahora detesto las pastas que tanto te agradan a vos, y listo para enfrentar humillaciones, y no las enfrenté cuando algún oficial se sacaba la resaca en mí o el hecho que su mujer lo había mandado a dormir con los perros la noche anterior. Solo me iba al inodoro, para que no me vieran llorar! Tuve mis dudas ante tanto encierro, pero yo mismo me decía que valía la pena, y valió la pena confieso, porque por fin te encontré a vos en medio de esa miasma de metales, uniformes sudados y botas lodosas que es el ejército.<br />Andá si querés y acusáme de deserción si tanto me molesta que me haya ido sin despedirme. Pero te la estoy devolviendo. Si mal no recordás vos hiciste lo mismo conmigo aquel agosto en aquel entonces. Y no estaba preparado para eso, me vi en el desamparo, el escarnio, no tuve a quien recurrir. Ya sé que no fue tu culpa, en esa ocasión. Y cómo te lloraba que dejaras de autodestruirte. Pero nunca me hiciste caso y me dejaste solo. Esta vez yo te dejo a tus anchas para que termines tu labor suicida por segunda vez.<br />Miro la cicatriz en mi mano izquierda. Curioso que ahora también la tenga, como un recordatorio. La vida nunca perdona. Ese es el error que cometemos, y la única vacuna contra la muerte es no nacer. Que pesimista me has hecho, mi dilimin como dicen los curdos, a los que hacina y persigue el gobierno turco. El primer día de trabajo, cuando me trajeron acá muerto del miedo pero también de la alegría, la vista se te fue directo a mi mano izquierda. Lo noté. Era el señuelo del destino. Por fin te tomaban en cuenta contando con tu enorme experiencia, tus atributos intelectuales, para poder reparar errores de larga existencia. Un matemático para enseñar, un profesor para ejercer la docencia. Zapatero a tu zapato. A limpiar la historia de la institución se ha dicho, y habíapasado de todo, desde el narcisista tocachicos que se miraba su rostro hasta en el agua del inodoro, hasta un pobre trompudo que fue a parar a una universidad de garaje donde debe pedir permiso para encender el aire acondicionado,una vez que lo jubilaron, y el colmo fue el enano rubio como dios griego le dijo una joven,al contratio de los que opinaba William Wallace,primero se usa la espada y luego la cabeza, y eso que la cabeza para meterla debajo del sombrero y nada más(en Nicaragua sigue siendo pecado y crimen ser letrado).En esta ocasión fue tu racionalismo, tu equidad, tu humanismo a la francesa lo que te salvó las castañas del fuego. Quién tuvo el buen tino de traerme como tu asistente? Kismet, como le dicen los islámicos al destino? Karma, dicen en la India? No sé pero bendita y maldita sea. Todo a la vez. Fue entrar en una cueva sin osos, con muchas estalactitas y estalagmitas de colores raros y tornasolados que aún no tenían nombres posibles. Era otro ritmo de trabajo. Y tener el inefable, insustituible honor de poder estar con vos, viendo como resolvías, planificabas, maquinabas, tomabas decisiones. Esa precisión de cortador de diamantes de Ámsterdam. El pulso perfecto, el tiempo bien medido. La fría puntería tan exacta, ojo en la mira, bala en el objetivo. Una máquina de perfección. Un cerebro matemático, prendado irremediablemente de la tecnología moderna y esas figuras extrañas hipnotizantes que llaman fractales. Una criatura fría quizás? Retiro lo dicho inicialmente, pues eso me dije hasta que vi tus uñas moradas. Las cutículas oscuras ,inconfundible.<br />Qué ganas de sacudirte y tomarte por la solapa del uniforme y preguntarte donde habías estado. Por qué te me habías ido antes. Pero era imposible. No era lo mismo que aquella casita en Costa Rica donde estuvimos después de que fuiste al exilio, después de aquella agarrada que te pegaste con el pobre Martínez que ni sabía como era su famosa bisabuela mulata. Esa primera vez que estuvimos juntos fue increíble. Vaya el tiempo que estuviste conmigo en Costa Rica, una burbuja en el tiempo, y no la pasamos tan mal, pero eran otros tiempos, otras nubes y otras cosas.<br />Aquí no podía ni tratarte de vos en público. Desde el primer día que me trajeron, como gallina comprada, asustado pero contento al mismo tiempo, tenía el deber de reconocerte en tu laberinto frío de planes y ecuaciones. Te reconocí. Fue el vuelco doble del corazón.<br />El olor a almizcle con incienso. Como podría perder el olfato? Y aquel ligero regusto a pólvora, indiscutible, inconfundible. Fue entrar a la poza azul de otro mundo lentamente, con paso seguro pero suave, sintiendo el fondo musgoso, acogedor, agua tibia en medio de un verano abrasador. A la sombra de un chilamate. Porque eras vos y tenias sombra, igual que yo, como era posible? Qué trucos nos había jugado una amnesia de las dimensiones, un atajo perdido entre los tiempos? Era ir atisbando entre una pared y otra, olfatear cuando no querías recibir a nadie y te encerrabas con el Nocturno de Borodin, la versión original no la que ponían como dulce limitado en las transmisiones de la moribunda radio clásica de acá, y ahí estabas, con la música rusa emitiéndose por los parlantes de tu computadora mientras buscabas fractales en internet. Todos tus predecesores o ponían rancheras-que las detestás a muerte- o música enlatada de James Last y Ray Coniff, por no decir las bachatas que escuchaba tu inmediato predecesor. Los fractales ambién son arte, José Antonio, me decías con una sonrisa irónica, como queriendo olvidar que Fragonard y Rubens se hubieran horrorizado de oírte decir eso. Pero prefería verte con tus fractales, la mirada tan atónita y fascinada, que rompiéndote la cabeza tratando de reeducar a los antiguos profesores quienes aún estampaban una pelotita de hule en la frente con sádica puntería cuando el cadete agotado tras una caminata de 20 kilómetros se dormía en la clase. Pero volviendo a los fractales, que bien te habías acostumbrado a los tiempos de monos fucsias que corrían, y cuánto miedo me daba también. No te iba a perder otra vez. Por nada del mundo te prometía yo. Pero son incontables las veces que los hombres faltamos a la palabra empeñada, por eso me decías que el nunca y el siempre eran como fractales quebrados por un descuido.<br />Me sentía al inicio con las manos atadas. Nunca podía estar a solas con vos. Nunca podía hacer más que seguirte con la vista, con las pupilas dilatadas como si hubiera ingerido belladonna, como endrogado. Y todo mundo se daba cuenta. Obedecer tus órdenes, ciegamente, con esa ceguera tonta y abyecta que impone el uniforme. Como si el alma la hubieras sorbido, de un solo trago, sin dejar ni restos. Como el gato que sube al pecho del durmiente, y sorbe su aliento que es el alma. Es una vieja leyenda, pero perdura, como cuando la reina Juana la Loca decía que un gato de algalia se le había comido la paz y por eso deliraba.<br />Entonces vos fuiste el gato de algalia que se comió mi paz desde la primera vez que te vi en uniforme, aún no eras general, eras un coronel. Te había visto pasar a unos 200 metros de distancia. Poco después te ascendieron y no tuviste cara feliz. Nunca nos pudimos explicar eso, en los periódicos tu cara era de funeral, y peor, porque todos los ascendidos tuvieron una enorme fiesta y ni te apareciste en ella. Parecías mas bien perro regañado. Y después el incidente con el presidente, si a esa cosa se le puede llamar así, a quien le dijiste en su cara que no iba a ser posible que el pueblo se viera traicionado otra vez, que hasta cuando sí a los gringos, sí claro que sí a los cubanos, sí a los soviéticos y sí cuántas veces más como una prostituta, que cuántas veces teníamos que morder las botas de los filibusteros y dejar que atropellaran nuestra dignidad nacional, que por qué venían los extranjeros a patearnos y nos habríamos de dejar de ellos. Les gritaste que Augusto Nicolás Calderón Sandino y Benjamín Zeledón se estarían revolviendo del asco en sus tumbas, te habías enojado tanto al espetar que ya dejaran de usar a los próceres como Tampax, y yo me dije que tenías razón entre una tarea y otra, aún un poco en shock recordando tus palabras que solo hijos de putas habían defendido al paísito desde la Paya como vos la llamaste-bastarda mulata habida tras un encuentro del español José Herrera y Sotomayor con una adolescente con,ejem,cierto pasado en Cartagena de Indias-pasando por Augusto con su mamá Margarita Calderón y sin olvidar a Carlos Fonseca a cuya madre la familia del Fausto Amador la llamó zorra por haber concebido a Carlitos tras la puerta de la cocina. Pero era cierto, eran he´roes independientemente del récord materno.<br />Ay, cómo te hubiera querido seguir hasta a Panamá, pero era solo un adolescente hijo de dominio, y allá te quedaste hasta que te mandó a llamar doña Violeta con aquel modo tan campechano y te viniste a quedar, te restituyeron a tu cargo y tu rango, aunque tuviera que estarse agarrando a cada rato doña Violeta con el general Ortega que siempre le hacía la guatusa y la mandaba al inodoro a llorar a escondidas. Ella quería que vos asumieras el mando, pero los pactos y repactos y recontrapactos estropearon todo, mientras ella solo decía Toño munús que me duele todo, y eras un dinosaurio rosado dentro de las estructuras castrenses, un mamut en el trópico, un panda tibetano en Nueva York suelto por las calles con la mirada curiosa de todos encima. Eras algo útil pero con mando de nombre solamente. Hasta que reconocieron tu valía, tras aguantar tantos atropellos y nombramientos rimbombantes y ficticios, te pusieron donde debías estar para acabar con la idea grotesca que para educar se debe ahorrar, que para enseñar hay que alelar, y que para formar buen personal hay que abofetearlos dos veces al día preferiblemente en público y al mediodía para hacer buena digestión.. Y ahí volví a entrar en tu vida, agotado de esperar pero tan feliz de poderte servir de nuevo. Pero no fue un lecho de rosas. Tuviste chance de mostrar tu valentía con el incidente del Río San Juan. Parecías una leona defendiendo a sus hijos, o un tigre herido arremetiendo contra un elefante de la India. Hasta te hirieron, y te dejaste limpiar la herida de bala en la pelvis sin gritar, mientras yo me moría de angustia. Te dieron una medalla que nunca te pusiste y dijiste que tus medallas eran las heridas que cargabas en tu físico. El general de ejército, quien nunca fue a la zona caliente del combate contra los abusivos ticos, no sabía qué hacer con vos. No era para menos, en un país donde incluso hay generales que nunca han tocado un arma en serio y no saben si el tiro sale por el cañón o la culata.<br />Nunca me podré explicar tantas cosas.<br />Y quizás no quiero explicaciones, aunque yo te voy a decir por qué me fui. Después de la semana violenta en la que luchamos por conservar el Río San Juan y tras haber luchado a brazo partido para ganar, algo cambió en vos. Fue como si perdiste años para transformarte en un león joven ansioso de pelear. Como haber bebido el legendario elíxir de la juventud, la fuente de El Dorado. Perdiste los pocos hilos de plata de la cabellera, y estabas para todo, y te arriesgaste tanto que te metieron un tiro en la cadera. En el combate por el río, en pleno inicio de este siglo XXI, pude ver un asomo de lo que siempre fuiste y nuestra anterior experiencia juntos vino a mi mente como un filme en un dvd. Recordé aquel 14 de septiembre, tan lejano ahora. Las imágenes salían a borbotones de mi memoria, la relativa sequedad del terreno de la hacienda, los indios flecheros que al fin de cuenta nos echaron una mano, el sargento con la piedra, y el filibustero con la tapa de los sesos partida, y el dolor en mi mano izquierda pero seguí adelante, no me hubiera perdonado que el tiro te alcanzara a vos, porque para entonces ya me percataba que eras la única persona por quien yo podía sentir algo. En esta ocasión no estuve a tiempo de evitar que te impactaran en la cadera, y me sentí mal.<br />Culpable. Negligente, porque igual que los samurais del Japón, uno da la vida por la del jefe. Y más cuando de veras lo ama.<br />En vida anterior, cuando Nicaragua era aún más homófoba de lo que es hoy en el siglo XXI, me expuse tanto al escarnio como al vilipendio siendo quien más te amó, a tal punto que los que dicen ser historiadores me niegan y ni me reconocen mi nombre de José Antonio Mendoza porque soy la tacha sobre tu uniforme de defensor de la patria, porque son tan ignorantes y tan prejuiciados que juzgan por lo que hiciste con los pantalones abajo y no por lo logrado cuando anduviste con los pantalones bien puestos.<br />Igual pasa con Abraham Lincoln y su barbudo Joshua Speed, a quien hasta Carl Sandburg le oreó las mantillas al sol. Te hizo tanto daño el presidente a quien no le toleraste que fuera un dictador, nunca olvidaste la respuesta agria que te dio. No fue hasta que Fernando Guzmán subió al poder que pudiste regresar sin tropiezos al terruño, y fuiste restituido a tus grados y cargos. Pero ya el daño estaba hecho y venía en una botella, y de nada servía que yo te llorase e implorase que dejaras tanta amargura y de moriste de cirrosis a consecuencia de eso un 12 de agosto, aunque los que dicen ser hijos de Herodoto le pasan un trapo blanco a tu dolencia y solo dicen que era una enfermedad hepática. En ese entonces moriste a los 77 años.<br />Eras un hombre melancólico, no tanto amargado como decepcionado de la vida. No era para menos. Lo mismo le pasó a otro general, Simón Bolívar, cuando dijo amargado y sin la Manuela Sáenz a su lado que llegaba a la conclusión que nuestros países eran ingobernables, lo único que había era emigrar y se lamentaba el haber dado tanto de sí mismo para ver el caos resultante. Por eso es que todo tiene tanto regusto a futilidad. Te enterraron en el embrión de lo que sería la catedral de Managua, cómico, te recibieron los mismos curas que condenan el amor en todas sus formas. Y ahí tuvieron tus pobres restos hasta que a un gobernante gordinflón y pillastre en 1999 se le ocurrió sacarte de tu nicho y devolverte a tu Nandaime natal, pararon el tráfico, gastaron un cachipil de reales para llevarte hasta allá, que es donde en primer lugar debieron haberte sepultado cuando te moriste, y te usaron de excusa para beber guaro. El sepelio del héroe. No hubiera sido mejor que ese dinero te lo hubieran dado en vida para alivianar los dolores de tu vejez o cuando estábamos en Costa Rica y querías sembrar tabaco? Los honores se dan en vida, no cuando uno ya está cubierto por cuantos palmos de tierra. Y las verdades se aceptan siempre, no se puede cambiar la historia, a como dicen las esposas, omitir también es mentir!<br />El hecho que me hayas amado a mí no significa que eso sea denigrante, José. Y que nos hayamos encontrado de nuevo a través de las volutas de humo del túnel del tiempo es apenas otra casualidad. En este siglo igual te he amado, aunque hayas venido envuelto en el tentador cuerpo de la única mujer general que hay en todas las fuerzas armadas de este país. Aún a pesar de tus dolores menstruales de tu regla que se niega a dar paso a la menopausia, apartando tu perfume francés y tus formas femeninas, te pude reconocer. Quizás en esta vida me perdonés que después de tu muerte en nuestras vidas anteriores, me haya casado y tenido hijos en Honduras. En esta vida hubiera dado cualquier cosa por poder contraer matrimonio con vos, pero no podría tolerar otra vez verte autodestruirte. Estás perdiendo la vista con la pantalla de tu monitor, haciendo fractales. Estás enviciada de tu propia adrenalina y me niego a verte sufrir otra vez, esta vez no con cirrosis .Has perdido tanto peso y aunque seguís siendo una mulata tentadora, los uniformes te cuelgan flojos, te estás deteriorando en tu mundo de imágenes matemáticas. No vas a tener hijos, no por la bala que se quedó en uno de tus huesos pélvicos en eterna preñez de metal y sangre, sino porque poco a poco te vas a ir confundiendo y perdiendo en tu laberinto matemático de colores violentos y ecuaciones, y no me quedaré para ver eso. Ni la drogadicción ni el alcoholismo son tan peligrosas adicciones como la tuya con tu propia adrenalina desatada por los contornos oníricos resultantes de números y cálculos. En la vida anterior, José, yo te perdí a vos cuando te moriste, y por estar con vos perdí hasta mi nombre en el silencio culposo de una historia a la que a menudo le aplican el estupro y el bozal. El amante homosexual del prócer. Qué horrible, eso no se lo darán nunca en los libros de historia a los muchachos. Adelante, hay mucho que hacer cuando salís a las aulas y te saludan, tu reforzamiento del area de matemáticas y balísticas te ganará aplausos, se acabarán los brutos uniformados en las nuevas generaciones, por fin alguien apto para el cargo, hacé de esa institución algo como Sandhurst de donde se graduó Churchill o West Point de donde sacaron a patadas al poeta gringo Edgar Allan Poe por sus borracheras y deudas de juego, o Anápolis donde un famoso mando de nuestro ejército se voló los pulsos muy a lo romano en una bañera porque no lograba sus caprichos. Adelante, ganáte el reconocimiento, que no te traten como un tarado en correa-el freak on a leash-porque en esta época naciste mujer y te ponés subyugadoras minifaldas de camuflaje.<br />No estoy completamente perdido, porque allá cuando la locura invada tu privilegiado encéfalo, me verás regresar a vos con un bouquet de rosas fractales, curiosamente sin aroma pero sí cargadas de las espinas de la nostalgia, y te arrepentirás por haberme dejado que me fuera merced a tu desmedida obsesión por el qué dirán, quizás producto de lo que nos pasó antes con Tomás Martínez, quien te dijo que no le haría caso a quien comía por detrás. Aprendé la lección que la vida nos dio cuando en el siglo XIX Máximo Jerez y Fernando Guzmán lo quisieron sacudir del poder con una insurrección cuando se hizo el gato bravo reeligiéndose aunque la constitución se lo prohibía. Como ves, la constitución de un país puede ser el papel higiénico más refinado, y a este Tomasito, perdido bisnietecillo de la pobre mulata colombiana que fue la Rafaela Herrera le recordamos por el bochorno de haber mandado a Máximo Jerez Tellería a dar las nalgas firmando el tratado Cañas Jerez mediante el cual perdimos el Guanacaste a Costa Rica. La torta de ayote la terminaría de embarrar el presidente gringo Grover Cleveland cuando mediante el Laudo Cleveland de marzo de 1888 le tocó hacer de referee en este pugilato y reconocer la validez del tratado Cañas Jerez.<br />Mujer, ahora bella Lolita, merengue de mi pastel de limón, adorada desde siglos atrás, el hecho que me muera por vos no me impide recordarte que el poder corrompe y el absoluto poder corrompe absolutamente. De nada nos sirvió ser devueltos a esta vida en el siglo XXI como una generala extraordinaria y un oficial demasiado deslenguado. Ni el reencontrarnos para seguirnos amando.<br />En esta ocasión vos me perdiste por preferir el poder y las ilusiones ópticas y aunque llegues a ser un general más controversial que el mismo Patton, y cuando te murás le den nombre a otro tren de colegios y edificios hasta con tu apodo, nada llenará el agujero que dejo tras de mí. El hecho que yo haya existido dos veces para vos no hará que te vilipendien. Sencillamente te amarán más quizás porque al fin y al cabo sos solo un ser humano con sus defectos y virtudes, no un fósil de páginas amarillentas de un libro olvidado. Gozá ahora, yo quería compartir tu vida, nunca el poder, ni por ende el vacío, con vos.” José Antonio Mendoza<br /><br /><br /><br /><br />8 de abril del 2009 </div></div></div></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-65051202147876374332009-01-28T19:01:00.000-08:002009-01-28T19:09:23.049-08:00en honor a Ruben<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiTy0v4NtDwtMclsMUPzSU5M_wStwE9sNo8lU0VS1eNGOGehzrlzOgZHfbuwJyazvAZ15XAsdo7I7NbjgJpr3K31fIVlrsGBQbRVcFXVV5eQyqM3Vp3nuly17Zf1_zHLPHbzwp6t_GyVM/s1600-h/two+lions.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5296547110239048146" style="WIDTH: 200px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiTy0v4NtDwtMclsMUPzSU5M_wStwE9sNo8lU0VS1eNGOGehzrlzOgZHfbuwJyazvAZ15XAsdo7I7NbjgJpr3K31fIVlrsGBQbRVcFXVV5eQyqM3Vp3nuly17Zf1_zHLPHbzwp6t_GyVM/s200/two+lions.jpg" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKbaCuuckiQBvdJ-WWf6ffbuyd0YZPC99s0j33C5Qqy-QJkfCIjtJH5yVnYERVa9vz2ynAtLy_M1Rn2avNBDGdgCFDaSq7e7KlX4-h_babvVMcf8KaSl_43l8ZApWemCOdjIlc9uvHaw0/s1600-h/Copia+de+dariofuchsia.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5296547105766052434" style="WIDTH: 213px; CURSOR: hand; HEIGHT: 150px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKbaCuuckiQBvdJ-WWf6ffbuyd0YZPC99s0j33C5Qqy-QJkfCIjtJH5yVnYERVa9vz2ynAtLy_M1Rn2avNBDGdgCFDaSq7e7KlX4-h_babvVMcf8KaSl_43l8ZApWemCOdjIlc9uvHaw0/s200/Copia+de+dariofuchsia.jpg" border="0" /></a><br /><div><br /><br /></div><div align="justify"><span style="color:#6633ff;"><strong>TU RECIENTE NOCHE CONMIGO<br /><br /><br />“Primero perdonáme lo del título, no quería faltarte al respeto. Y antes que se me olvide, aprovecho estas línea de entrada para quitarle la fama a los Pitbulls de ser asesinos en serie, mujer. Pasé al lado de tu perra negra con nombre de diosa griega, y no solo no me ladró sino que me lamió la mano. Ya sé, la misma mano a como dijo García Márquez, con que me limpiaba el culo es la misma mano con que escribo esos versos. Pasé y vi tus gatos durmiendo plácidamente, qué envidia que no padecen de insomnio, tienen sus cuentas claras, duermen bien, no como vos y yo, que tenemos asuntos pendientes aunque sea con nuestro propio sentido de justicia o injusticia, a como lo querrás poner. Pero he pasado una noche con vos, no como ordinariamente lo haría un hombre y una mujer, pero fui el negro angel de la guardia de tu sueño y en el trancurso de unas horas me transformé en algo que ahora no oso darle nombre.<br />“Es curioso que cuando vas allá por la ciudad Metropolitana, donde siempre te espero acompañado de un león porque sé cuánto te gustan, nunca suspirás ni llorás. Hacés irreverencias, te subís a los leones del atrio de la catedral y una vez un policía te amenazó con llevarte presa si no te apeabas de ahí y vos sonreíste, por fin un polizonte-un cop como le dirías en gringo-que supiera lo que valía el patrimonio nacional. Ahí fue donde me dejaste el hálito mortífero a tu sudor de hembra, y aunque aún no sabías mucho sobre mí más que lo que hacías trinar a tu padre, ya estaba sellado nuestro destino juntos.<br />“Pero volvamos a tu casa. Entro de puntillas, quedo admirando tu biblioteca, quisiera pasar un buen rato echado en el piso que tu doméstica nunca limpia bien porque más sirve para otras cosas. Deseo leer algunas cosas que como fueron publicadas después de mi tiempo, no las he leído.<br />“Me miro en el espejo del gabinete de tu baño, y sí ahí estoy, con el bigote atusado de mi juventud, la cara aún angosta y no como león enojado en mi madurez, sin las enormes entradas en la frente, a como vos siempre te ha gustado recordarme y no como un señorón chaparro pero enfermo. Nunca le creas a quienes te dicen que los fantasmas y los vampiros no se miran en los cristales, es una de las grandes mentirotas del género de terror, y como Hollywood es bruto, lo ha recogido en miles de películas que no valen un centavo partido a la mitad. Vos misma has usado el recurso en tus relatos y te ha funcionado. No lo usés más conmigo, te lo ruego, ya probé que no funciona en la realidad. Porque yo me vi en toda mi palidez de mestizo, con la tez cetrina que tenemos los auténticos, ese tono del que nunca llegas a avergonzarte por completo porque es el mismo que tenía tu ancestro el bravo Diriangén.<br />“Invado tu privacidad, y entro a tu alcoba. Dormís envuelta en un chal estilo judío. Con el culo para arriba, de costado, en posición fetal. Saco el foco infrarrojo y lo paseo a lo largo de tu humanidad. La vista es tan curiosa, tan bandida tan atrevida, hurga peor que la mano del mujeriego. Se me había olvidado que era una cosa verte en una de tus páginas web en tantas fotos que el gatillo de tu narcisismo te ha hecho dispararte, que verte en vivo en tu pavoroso esplendor de matrona en un veranillo de San Juan.Por un momento se me queda congelado el corazón. Tienen razón los mejicanos, no es lo mismo verla pasar que platicar con ella. Tu realidad concreta nunca para de asombrarme. El rostro de los afiches, el de los calendarios, el de la publicidad, ahí está.<br />No me percataba que te habías cortado el pelo un poco. Típico en la cuarentena de edad, por ahí les agarra a muchas señoras.<br />“A tu lado duerme tu esposo. Ronca. Me arrodillo a tu lado sobre el piso, para sentir la respiración. Por qué no nacimos en la misma época? Tengo que hacerte una especie de reverencia, como si fueras la virgen negra de Praga o alguna de esas santas en las que no creíste nunca porque para colmo murieron vírgenes. Pero casualmente porque no nacimos en la misma época es que estoy aquí. Tengo que ponerle fin al desasosiego, sentirme completo y eso significa que debo prescindir de sentimentalismos baratos, y proceder. No debo olvidar para qué vine, la piedad no puede tomarme del cuello y sacarme lágrimas por los poros. No pueden sudar mis ojos. La mano me tiembla, cosa que no me sucedió ni cuando estuve borracho tantas veces. Un rocío tenue pero tierno me cubre los pies, me sube por los muslos y se me anida en el cuerpo.<br />“No puedo. No puedo, me digo, mientras la mano izquierda busca en el bolsillo del pantalón la navajita turca con la que pienso recuperar lo mío. Pero el extraño olor a incienso, almizcle y canela que emana de tu persona no me deja llevar a cabo lo que me he propuesto. Alargo una mano y entre fervor casi religioso y temor, paso la mano por tus cabellos.<br />“No puedo perforar tu sien. Esas pocas hebras de plata me detienen y no sé por qué. Son pocas pero surten efecto. Rayería chinandegana por Punta Cosiguina, solo que en la oscurana perpetua, la tiniebla rojiza de seda de tus cabellos. Ni con daga ni con bala de plata podría tampoco… y algo me hace pensar que necesitaría una bala de plata. O la espada Excalibur de la leyenda o la de Ayub que cargaba el sultán otomano apenas ungido y bailado por los derviches Mevlevi. Mujer, de alguna manera cuando morí mi cuñado se quedó con mi encéfalo y de alguna forma lo sigo buscando en el éter de la nada, entre las cortinas de las dimensiones que nosotros mismos nunca definimos. La pista me la dio el león aquel sobre el cual te sentaste en 1986 y el cual quedó impregnando del almizcle de tu sombra. La piedra tibia del león me dijo que fuera tras de vos pero ya te habías largado. Me quedé transparente y atónito, ahíto de risa esperándote en el atrio de la catedral, y no regresaste. Tenía que darte unas líneas que diría de vos un poeta asiático en cuanto a la pregunta de si escogiera entre vos y mi vida, yo te contestaría que mi vida. Vos arrecha, darías vuelta en redondo, soberbia, sin saber en tu majestad absoluta que mi vida sos vos.<br />“Andas puesto mi cerebro, te hallé. Cómo lo conseguiste quizás ni culpa tengás. Nada que ver, pero por una extraña conjunción de circunstancias, el alineamiento de Plutón el planeta exiliado con el sol del ego, apareció en tu cabeza. Leíste a la misma edad que yo. Tu alcohol no fue de maíz ni malta, sino de libros y música. Has sido yo envuelto en la carne celeste de mujer a la que yo canté, por eso te explicás que yo tengo todo el derecho de afirmar con derecho que la vida para mí sos vos. Quizás al llevarme la batería de tu intelecto con todo eso que te hace única, será la única forma de llevarme entera conmigo, que pasés a este estado nosferatu en que vivo yo incompleto, ahogado en mis propias ansiedades y carcajadas, observando impotente desde aquí cómo hacen negocio con mi nombre, cómo le pusieron mi firma a una rotonda en la cual invirtieron poco en una fuente y robaron tanto los funcionarios. Cómo manifestarme desde esta relativa inexistencia de la inmortalidad que no quiero que metan papanatas y carroñeros que dicen ser artistas en el templo mayor del arte que lleva mi nombre, ni que lo dirijan oportunistas insolentes y soeces que solo sirven para agredir pentagramas o libretos, cómo pedirle a los promotores falsos de la cultura que pasean un sombrerito por las puercas transnacionales del dolor para que del dinero que obtengan en nombre mío ellos y ellas vivan vida de sultanes? Vos misma has protestado desde tus escritos, me has defendido a capa y espada, no eras dariana y me hiciste un websitio junto con otro que jamás había detenidamente leído mi obra pero que acabó muriéndose enamorado de mi pluma. Y ahora me siento mal que vengo a pagarte toda la admiración, líneas y esfuerzos que me has dado, de esta forma, buscando cómo abrirte la mollera para llevarme aún palpitante, sangrante pero vivo, el cerebro que me habían extraviado. “Susto que sería de tu esposo al rayar el alba y encontrarte lívida, con expresión de paz como si apenas durmieras, pero con la cabeza hueca ,esta vez en realidad y no figurativamente a como le gustan a muchos machos insulsos que sean sus mujercillas.<br />“Alzo el codo para asestar el golpe y una laxitud extraña de los músculos me detiene.<br />Es el mismo cerebro que ha hecho tantos cuentos, algunos de ellos han extraído lágrimas y envidias. Yo no los hice, no sos mi continuación. Nunca has podido hacer un solo poema, y ni falta que te haga. En cambio yo nunca he hecho música y vos si. No produje una hija como la tuya. Podrían mis genes cansados haber dejado algo así?<br />“No tengo derecho, aunque las ganas me coman. Mis neuronas ya no son las mismas en tu organismo. Qué tanto derecho tengo? Imagino mis dedos por fin entrando al santuario de tu pensamiento, violándolo como hicieron los sucios políticos a la sinagoga de la comunidad judía nicaragüense, los malditos rompiendo el Torah y quebrando el menora, desecrando para siempre el edificio. Pisadas fuertes o suaves, siempre dejan huella de amargura, dejando tu sangre sobre tu almohada de Pikachu, qué haría? Me retraigo y en eso vos te despertás y me mirás , con esos ojos cuyo color nunca pude definir y para el cual el castellano precisa inventar el más poético de los adjetivos. No puedo soportar que me mirés con miedo, con odio, con el instinto de conservación en emergencia roja mayor, sintiendo yo el aroma fatal e intoxicante de tu adrenalina en alerta de combate. Me siento como si me han pillado desnudo corriendo por los Campos Elíseos.<br />“No encuentro qué hacer, y me meto en el closet donde tenés unos vestidos típicos.<br />“Gritas, te agarrás la cabeza a dos manos. Ha sido el más salvaje intento de robo. Y por una persona a quien has amado en tonos azures y gentiles. Quiero que me perdonés. Me quedaré desde el crepúsculo hasta que raye el alba en tu closet todos los días de tu vida, esperando cotidianamente que salgas fresca del baño, envuelta en una toalla, a buscar lo que te pondrás y desde el rincón más suave de tu ropa, podré atisbarte como gato salaz y mimoso, con ganas de extender mi mano y rozar tu pie, sonreírle a las dunas de tus nalgas, guiñarle un ojo oscuro a tus cejas escasas y pedirte que me perdonés por la noche aquella que pasé con vos con las peores intenciones. Una noche que al fin y al cabo solo sirvió para recordarme que la propiedad intelectual es para ser respetada, aunque en nuestra tierra sean pocos los que entiendan esto a cabalidad. Echa a volar al cuervo del pánico que sentiste, secá el sudor, borrá el miedo del interior azulado de tus ojeras semitas.<br />“No volveré jamás a intentar llevarme tu cerebro, sea que crea que es el mío que lo negociaron o el tuyo que traes de paquete. Solo te pediré que sigás produciendo sin que nadie te ponga bozal. Los creadores tenemos cuerpos casados, pero nuestra inspiración no se sujeta a un contrato ni acta de propiedad. Todo lo que produzcás es tuyo, sale del pueblo que sos para el pueblo que lo recordará, porque solo la plebe es ignorante, y la mayor parte de las veces viste de saco y corbata. Quiero que me sigás amando a como siempre lo has hecho desde que te comisionaron mi websitio, porque aunque nos conocimos tarde, peor hubiera sido que nunca nos diéramos la mano a través del tiempo. Y cuando creás que este poeta tuyo esté un poco nostálgico de todo, llevate contentos esos ojos de tolvanera y date una vuelta allá por mi león, en León, donde siempre sabés que te estaré esperando..”<br /><br />Félix Rubén García Sarmiento(Rubén Darío)<br />A través de mí.<br />28 de enero de 2009 </strong></span></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-61627144865581574712008-05-11T19:34:00.000-07:002008-12-10T01:53:46.766-08:00los sudores de la espada de Ayub<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQUfLE2jVeAXpCu9ZJbV264j_Rshyphenhyphene1_DGrjzJDBWlOUHA9M2MPvPiY5aJDjo1D-O94cNpWeF-peV4bTd2IbGIloQgl6AC2mmp55QLd1ELTqOBCzMxTTF1larnV6uB1T5ZRepM8B7N8MQ/s1600-h/soliman4.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199315416988819794" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQUfLE2jVeAXpCu9ZJbV264j_Rshyphenhyphene1_DGrjzJDBWlOUHA9M2MPvPiY5aJDjo1D-O94cNpWeF-peV4bTd2IbGIloQgl6AC2mmp55QLd1ELTqOBCzMxTTF1larnV6uB1T5ZRepM8B7N8MQ/s200/soliman4.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="color:#339999;"><strong>LOS ENTUERTOS Y ENREDOS DEL TRONO OTOMANO<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />Les haya gustado a los cristianos de Europa o no, la dinastía osmanlí(otomanos) de Turquía fue la familia que más tiempo estuvo en el poder(641 años), y aunque comenzaron humildemente con el primer Osman en 1281, fue su destino llegar a momentos de grandeza y esplendor en manos de sultanes tan memorables como Bayaceto I el Rayo, Mehmet II, Selim El Adusto y el incomparable Solimán El Magnífico. Sin embargo, entre los otomanos hubo genuinos monstruos como Ibrahim el Desquiciado o Abdul Hammeed (con quien el imperio se desmoronó tras la I Guerra Mundial en 1919), sin olvidar que aunque las mujeres eran ciudadanas de segunda, hubo reinas de gran talante como Kosem, Turhan Hadice, y Khurrem.<br />El primer sultán que se encontró con serios tropiezos en su vida fue Bayaceto I el Rayo, llamado así por la velocidad con que atacaba a sus enemigos en el campo de batalla. Era un pelirrojo alto de ojos grises, guapísimo y gran poeta, pero la vida le jugó malas pasadas en el amor y en la guerra. Su matrimonio con Olivera Lazarevic, la brava hermana del serbio Stefan Lazarevic, fue un eterno pozo de miel y hiel ya que la mujer le salió más endemoniada que una gata con rabia. Para colmo en 1403 le tocó ser vencido en las afueras de Angora por el cruel Tamerlán, y el tártaro se dio el gustazo de llevárselo preso. Fue tanta la desesperación de Bayaceto al ver a sus tropas masacradas, a su lugarteniente y dicen las malas lenguas con la mía a la cabeza también amante Zuleika desollada viva, y sus riquezas malgastadas que le agarró un ataque de histeria estando preso, y se suicidó estrellando su bella cabecita contra los barrotes de su celda, dejando los sesos regados por el piso.<br />Otro gran guerrero sería el sultán Mehmet II, quien a pesar de haber sido visto como pariente pobre por su papi porque era hijo de la sirvienta, pronto logró que el destino le sonriera cuando sus hermanos mayores murieron y su padre tuvo que cifrar sus esperanzas en él. Este exquisito hombre, quien hablaba varios idiomas y gustaba de la filosofía y la jardinería, sería quien acabara con el imperio bizantino al conquistar Constantinopla a mediados del siglo XV. Recordando sus largas horas esperando ser tomado en cuenta por papi, tuvo la macabra idea de promulgar una ley mediante la cual se especificaba que todo sultán al ser ungido con la espada de Ayub debía mandar a matar a todos sus hermanos varones para que no hubiera guerra civil al acceder al trono.<br />Esta ley fraticida estaría en vigencia durante buen tiempo hasta que fuera sustituida por la ley de la jaula, mediante la cual se omitía el fraticido pero se mandaba a los hermanos del sultán a vivir confinados el restos de sus vidas en una jaula. Al morir Mehmet II el Conquistador, quedaba en el trono su hijo Bayaceto II, un hombre muy sonriente, pacifista y buen poeta y jardinero. El blando corazón de este hombre lo metería en semerendos clavos, ya que dejó escapar con vida a su hermano Djem-quien luego le pagó muy mal-y permitió que sus esposas se riñeran entre sí hasta el punto que una de ellas le asesinó al heredero habido con la primera consorte.<br />Djem tras reinar brevemente fue depuesto por los genízaros, el cuerpo élite otomano, y Bayaceto Ii pudo derrotar a su hermano en la batalla de Yenisehir. Djem tras huir a Egipto regresaría nuevamente a darle camorra a Bayaceto II con la ayuda de los mamelucos. Djem no dejaría de dar guerra ni estando en Europa refugiado, y dicen las malas lenguas que contando con la ayuda del papa Alejandro VI Bayaceto II mandó a envenenar a Djem por fin. Para entonces, Bayaceto II había dado demasiadas muestras de ser un blandengue y tras un ataque de apoplejía, su hijo Selim lo depuso para quedarse con el sultanato.<br />Selim I, llamado el Justo al inicio de su reinado en 1512 y El Adusto después de convertirse en un soberano arrogante, resultó ser un gran conquistador. Guapo, buen joyero, excelente cocinero y gran soldado, en 1514 aplastó una rebelión. Inició bien el año de 1516 derrotando a los mamelucos para poderse comer Egipto, y poco después Selim se vio reconocido como el primer califa otomano. Desafortunadamente Selim sucumbió a las úlceras y cáncer gástrico en 1520 tras haber decapitado a varios de sus mejores oficiales gubernamentales.<br />Con Solimán el Magnífico, primogénito de Selim I, el imperio otomano llegó al apogeo de su poderío y fastuosidad. Este hermosísimo chele de ojos claros no solo era perfecto físicamente, sino que poseía una inteligencia envidiable y un carácter multifacético. Buen soldado, excelente jardinero, gran calígrafo, eximio poeta, buen cocinero, amante de los niños y los animales y uno de los más sabios diplomáticos de la historia. Sin embargo, Este dechado de virtudes no fue feliz en su vida personal.<br />Enamorado inicialmente de una princesa de Bagdad(Mahi Debran Gulbehar) con quien tuvo a su hijo mayor, pronto cayó en las garras de una intrigante pero bellísima chela rusa llamada Roxelana, quien tras convertirse en su segunda consorte con el nombre de Khurrem, habría de deschincacarle la vida por completo. Khurrem hizo exiliar a su rival Gulbehar y luego intrigó para asesinar al hijo de ésta. Khurrem por su parte tuvo varios hijos de Solimán, entre ellos Selim II El Borrachín, quien heredó el trono en 1566 al morir su atribulado papi. La influencia de Khurrem se hizo sentir a lo largo de la dinastía , ya que otras dos mujeres tendrían enorme poder tras el trono. Como madre de sultán, la griega Kosem llegó a ser una dictadora tras el trono de sus hijos Murad IV e Ibrahim I el Desquiciado.<br />Ninguno de sus hijos se atrevía a contradecirla, pero Ibrahim sin querer habría de conseguir a quien la pusiera en su lugar. Ibrahim se enamoró de una preciosa pero dominante rusita llamada Turhan, y la enemistad entre nuera y suegra fue enorme, a tal punto que Turhan para sacársela del pelo la hizo asesinar cuando Kosem ya era una venerable pero nada inofensiva ancianita de 80 años.Turhan Hadice a pesar de ser la mami del sultán Mehmet IV gozó por un rato de su poder, pero en sus años de vejez tuvo que huir de sus lujos para poder conservar cuerpo y alma juntos.<br /></strong></span></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-18694445359918218882008-05-11T19:30:00.000-07:002008-12-10T01:53:46.940-08:00Clase de chispas!<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxWnkFTo3HBYZ9fK8fbcjwZEUrt1Ml9vvG5LifmVE9oINXFNfi5nXMqDsYj4k3r-s8CEEwENKWuOckqWY_16SHZsheN7Cgqcz4KUKxzeC4xkX9mP4DIIGpzR4weAMRvhiB0lM8Tu8-7qc/s1600-h/stupormundi+fede.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199313673232097602" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxWnkFTo3HBYZ9fK8fbcjwZEUrt1Ml9vvG5LifmVE9oINXFNfi5nXMqDsYj4k3r-s8CEEwENKWuOckqWY_16SHZsheN7Cgqcz4KUKxzeC4xkX9mP4DIIGpzR4weAMRvhiB0lM8Tu8-7qc/s200/stupormundi+fede.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="color:#ff6600;"><strong>LOS ENCUENTROS Y ENCONTRONAZOS MAS CELEBRES DE LA HISTORIA<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />Cuando le di la mano en una tienda a mi gran ídolo del boxeo el exquisito negro Cassius Clay (Muhammad Ali tras su conversión al Islam), el estómago se me puso helado y no quería lavarme la mano nunca más, siendo éste el encuentro que más atesoro en mi memoria de mis tiempos de estudiante. Poco después, al conocer al mundialmente famoso citarista hindú Raví Shankar, él nos comentó a varios estudiantes que se había sentido con el corazón como corcel a mil al darle la mano a nada menos que al gran guitarrista español Andrés Segovia. Los encuentros entre famosos tienen una magia especial, pero es un consuelo saber que no solo los silvestres y plebeyos anónimos como yo sentimos que la adrenalina se nos alborota en la presencia de alguien como Joaquín Rodrigo o Gabriel García Márquez.<br />En la historia, algunos encuentros se han convertido en encontronazos. El que sostuvo Ma. Antonieta, reina de Francia por su casorio con el soso Luis XVI, con la plebe fue fatal pues el odio saltó a primera vista cuando la reina expresó despectivamente "si el pueblo de París no tiene pan para comer, pues que se harten tortas!" El destino habría de destinarle a la arrogante y estúpida Ma. Antonieta un buen encontronazo con la guillotina, en el cual la odiosa chele fue la que más perdió(¡la cabeza!)merced a un filoso tortazo. Curiosamente Ma. Antonieta, en su remilgada infancia como archiduquesa allá en Austria, sostuvo un encuentro tierno con el músico Wolfgang Amadeus Mozart siendo ambos chiquitos. Resulta que le emperatriz Ma. Teresa de Habsburgo, mamá de Ma. Antonieta, había invitado al chico prodigio que era Mozart entonces a tocar al palacio. Al bajarse del piano, Mozart se cayó y se chimó la rodilla, estallando en poco musical llanto.<br />Ma. Antonieta corrió a levantarlo y a besarlo, calmando el dolor a besos. Mozart, agradecido, le prometió que siendo mayor se casaría con ella para tener una esposa dulce...Si este encuentro hubiera tenido mejor futuro, no creen que Ma. Antonieta se hubiera capeado de ceder su hueca cabecita como reina de Francia a la guillotina siendo feliz con el alegre Mozart?<br />Mozart estaba destinado a protagonizar un encuentro frío con su sucesor musical, Beethoven. Mozart ya estaba bastante enfermo y cargado de deudas cuando le presentaron al joven Beethoven, y tras oírlo sin mucha atención por un rato, Mozart "salió de ese maiz picado" rascándole la piojosa cabeza a Beethoven comentándole distraído "algún día vas a hacer bastante ruido en el mundo". La profecía de Mozart se cumplió a cabalidad.<br />Dos famosos generales estaban destinados a ser rivales desde el primer día que se vieron: el gringo George Patton, eximio tanquista y personalidad controversial por sus "lunas", y el inglés Bernard Law Montgomery, de quien se reía Patton porque el narigudo inglesito siempre andaba una Biblia debajo del sobaco. La rivalidad entre estos dos genios militares habría de estallar en la Segunda Guerra Mundial cuando Montgomery cayó primero en la invasión de Sicilia mientras Patton aún se sobaba las nalgas de la regañada que le pegó su jefe Eisenhower-después que tuvo un encontronazo violento con un soldado que se había automutilado para evitar ir al frente de guerra( Patton lo había cacheteado y el escándalo había sido a nivel mundial.)<br />Entre músicos, cualquier cosa puede pasar. Franz Liszt no sólo era célebre como pianista y compositor, sino también como faldero y mecenas de artistas cuando Pedro Ilitch Tchaikovsky, el homosexual que muchos consideran ha sido el mejor compositor ruso de todos los tiempos, se expresó muy mal de él."Es un viejo hipócrita, azucarado y arrastrado que me da alergia", dijo irritado Tchaikovsky de Liszt. Claudio Debussy ya era todo un compositor célebre como padre del impresionismo musical cuando se le acercó un joven ruso trompudo que acababa de estrenar su obra El Pájaro de Fuego, Igor Stravinsky.<br />Stravinsky le pidió opinión sobre su ballet y Debussy, tras rascarse la barba, le dijo sin mucho entusiasmo,"Ay, mi muchachito, qué quiere que le diga...pues por algo se empieza..." guardándose las ganas de mandar al rusito a estudiar astronomía o a sembrar papas.<br />Sin embargo, no todos los encuentros entre músicos fueron tan desagradables. Juan Brahms, máximo sinfonista alemán tras la muerte de Beethoven, se moría por conocer a otro Juan: Juan Strauss hijo, rey del Vals. El gordo y barbudo judío Brahms se fue a Viena a buscarlo, y cuando se sentaron a hablar Brahms y Strauss charlaron como viejas loras en guanacaste. Brahms lo abrazaba y lo alababa-cosa rara en Brahms que siempre le hallaba pelo a la mejor sopa-y al partir, Brahms le puso como autógrafo las primeras notas del célebre Danubio Azul de Strauss, firmando, desafortunadamente no de la pluma de su eterno admirador, Juan Brahms. Cuando Brahms murió, el rey del vals-quien habría de seguirlo al más allá poco después- se atacó en llanto en público.<br />El encuentro en París entre dos famosos escritores norteamericanos, Scott Fitzgerald y Ernest Hemingway, parece un mal chiste. Resulta que Scott-autor del Gran Gatsby-andaba el ego muy abollado pues su mujer Zelda (en medio de su affaire con el aviador francés Jozan) le había gritado que sus menudencias eran más chingas que las de un ratón anémico. Scott acabó haciendo confidencias a Hemingway en medio de una mesa de tragos. El machazo de Hemingway, condolido por su nuevo amigo, se lo llevó al baño de varones para comparar sus partes nobles con las de Fitzgerald en un afán de quitarle el complejo de liliputiense sexual que andaba cargando el pobre Fitzgerald.<br />Uno de los encontronazos más aparatosos fue el del feo y brillante literato inglés George Bernard Shaw con la casquivana, poco sesuda y bella danzarina gringa Isadora Duncan, considerada madre de la danza moderna. La Duncan se le acercó contoneándose como gacela en celo a Shaw, proponiéndole cama desde el primer momento al decirle que un hijo de ambos sería perfecto si salía con el genio de Shaw y la belleza de ella. Shaw, a quien no le gustaba que le recordaran lo feo que era, le repostó,"Agradable propuesta, señora, pero va y cae la desgracia que el bebé sale con su cerebro y con mi cara, no sería una tragedia?"<br />Pedro I, llamado el Grande, fue un zar muy curioso. Quiso occidentalizar y civilizar a su amada Rusia a como diera lugar, y emprendió varios viajes a Inglaterra, Francia y Holanda para traer lo mejor de regreso a casa. En Inglaterra quiso saber cómo funcionaba la Casa de la Moneda, y tuvo la suerte que en ese entonces el que estaba a cargo de esta entidad era Sir Isaac Newton, con quien trabó una entrañable amistad que le llevó a numerosas cartas. Una vez en Francia, el gigantesco y espontáneo Pedro fue atendido por el hermosísimo duque de Orléans Felipe de Borbón, un multifacético hombre que amaba la ópera, las artes, las ciencias y cocinar.<br />Desde el primer momento, Felipe y Pedro simpatizaron y Pedro le propinó un cariñoso manotazo en la espalda al duque que casi lo deja sin pulmones. Cuando Pedro quiso ir a "aliviar el vientre", casi se desternilla de risa al ver que su edecán Felipe lo llevó a un taburete alto con bacinilla llamado chaise percé. Pedro estaba acostumbrado a defecar tras cualquier arbusto y usar las hojas para limpiarse sin importarle quien estuviera mirando, y Felipe habría de anotar en sus memorias que el zar poseía el trasero más sonrosado que jamás hubiera visto en su vida, añadiendo que al sentarse en la silla el zar casi la quiebra por su peso. Pedro y Felipe, al amparo de la buena primera impresión, se cartearon por el resto de sus vidas.<br /><br /><br /></strong></span></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-72837933067723317062008-05-11T19:26:00.000-07:002008-12-10T01:53:47.083-08:00y a la cabeza ahora marcho yo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi73gTzAhjS9Xo6XZHw8FQ06H-axr3x_9xOAqxDS-vL_PnqHROqH1se2g5TmPDvYeF-yP_KFXbjuzqUlobPaJSVDh6yiA9Ug9TYfFEhNPNDcotDWeayYrzreTLsU1uNau62Q9KdcYXYlpw/s1600-h/Frida-Kahlo.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199312844303409458" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi73gTzAhjS9Xo6XZHw8FQ06H-axr3x_9xOAqxDS-vL_PnqHROqH1se2g5TmPDvYeF-yP_KFXbjuzqUlobPaJSVDh6yiA9Ug9TYfFEhNPNDcotDWeayYrzreTLsU1uNau62Q9KdcYXYlpw/s200/Frida-Kahlo.jpg" border="0" /></a><br /><div><span style="color:#cc33cc;"><strong>LOS ESTRAFALARIOS Y KITSCHS MAS COLORIDOS DE LA HISTORIA<br /><br />Cecilia Ruiz de Ríos<br /><br />Recientemente me di cuenta de cuán afortunada soy de ser la única mujer en Nicaragua de tener una “guardiana plenipotenciaria del escote” y una CPF dedicada solo a que la minifalda no se me suba mucho, lo cual me hace vanagloriarme del gusto por lo exótico, lo kitsch y lo raro en la vestimenta que comparto con grandes personajes de la historia. Los siguientes personajes jamás cabrían en una lista a-lo-Vanidades de “mejores vestidos”, pero sus méritos, integridad y cerebro brillante siguen siendo la envidia de los que supuestamente son los árbitros del gusto en la moda y la modestia.<br />El desfile de estrambóticos lo vamos a comenzar en Roma con Cómodo, el bellísimo pero perverso emperador que sucedió a su padre por afecto pero no por genes Marco Aurelio. Vestíase de mujer o de imitación de Hércules, pero de todas maneras se veía fabuloso, aunque para reinar fue el epítome del desastre. Pero seguramente que muchas chicas de blazer o señores de corbata cambiarían sus tiesas vestimentas en un santiamén por tener las cuotas de poder y riqueza que Cómmodo ostentó en su breve vida. No se le quedaba atrás el emperador adolescente de origen semita Heliogábalo, quien se vestía de sedas vistosas para ir a adorar una extraña piedra negra fálica que hizo llevar a Roma como representante del dios Baal. Procopio, durante el Imperio Bizantino, se debe de haber muerto de envidia codiciando las ricas vestimentas y joyas extravagantes de la emperatriz Teodora, quien para colmo antes de ser coronada como consorte de Justiniano, fue meretriz. Teodora usaba unos collares gruesos de oro como para amarrar leones, y muchas veces incluía flores exóticas y frutas en sus tocados.<br />En la Edad Media, el rollizo y talentoso Guillermo de Aquitania, primer gran trovador de la Francia medieval, se vestía con colores tan alborotados que hasta los animales se volteaban para verle pasar. Incluso al escoger escudo para irse en una cruzada, Guillermo pintó en su arma a su mujer desnuda, alzando cejas de los hipócritas y partiéndose de la risa a como yo lo hago ante los gazmoños. Gateau, el gato Manx predilecto del trovador, acompañó a su amo a la cruzada en una canasta adornada con cintas y flores, e iba ataviado con unas bombachas multicolores. Juana de Arco, la cuaca y analfabeta campesina lorenesa que salvó el honor de Francia durante la Guerra de los Cien Años, inicialmente fue tildada de “locaria” por las nobles cuando optó por irse a la guerra enfundada en pantalones y camisas masculinas. Incidentalmente, Juana al ser quemada por la iglesia en Ruán escuchó entre sus acusaciones de herejía y brujería que “esas vestimentas raras” mucho la comprometían, convirtiéndose por ende en la primera kitsch involuntaria en la historia en morir por andar la indumentaria equivocada! Lo malo es que la misma iglesia ostentó entre sus filas a un estrafalario de cuidado: Rodrigo Borgia, más conocido como el papa Alejandro VI. Este señor que fue papi de Lucrecia Borgia a menudo se ataviaba de mujer para asistir a sus orgías, y dormía con un camisón de seda con rosas bordadas que le regaló Djem el refugiado otomano a quien acabó envenenando posteriormente.<br />Vlad Drácula, gran patriota rumano y nunca vampiro ni conde ni nada por estilo a pesar de la mala fama que le crió el borracho Bram Stoker, usaba enormes adornos de pedrería y sombreros raros para irse a batallar contra los otomanos. Dado que era guapísimo, aún así lograba verse bien. El loco sultán otomano Ibrahim I tenía pasión por las pieles, joyas y perfumes, y solía untarse las bellas barbas castañas con litros de almizcle para luego ostentar enormes prendedores de brillantes y rubíes en ellas. Un poco más moderado que Ibrahim I, pero siempre vanidoso y bello fue el gran constructor del Taj Mahal, el emperador mugalo Sha Jehan, quien no solo ostentaba tantas joyas en su persona que era un milagro que lograra caminar del todo con ellas puestas, sino que se dio a construir el famoso Trono del Pavorreal. Tristemente, este trono fue robado por el cruel y loco Nadir Sha de Persia, quien también era tan kitsch que a veces llevaba hasta 4 chaquetas puestas una sobre otra.<br />Pedro I, gran zar de Rusia, les pareció horriblemente kitsch a los boyardos cuando se le metió en la cabeza occidentalizar a Rusia hasta en la vestimenta. Hasta entonces los hombres nobles de este imperio habían andado con enormes melenas, barbas hasta las rodillas y unas túnicas oscuras que daban miedo. Pedro El Gran incluyo puso una tarifa de impuesto a ser pagada por aquellos que quisieran andar a la antigua, pero como la clase adinerada generalmente es la más tacaña y quejumbrosa, los pobres peludos acabaron poniéndose pantalones y quitándose todo el pelaje de la cara.<br />La vestimenta de la bella pero frívola Ma. Antonieta de Habsburgo, reina de Francia por su boda con Luis XVI, dio en qué hablar incluso hasta la madre de ella, la serena y juiciosa Ma. Teresa de Austria. La emperatriz de Austria reñía a menudo a su hija porque Ma. Antonieta despilfarraba en vestidos cursis y sombreros gigantescos con plumas, flores y cristales. Antes que ella, otra reina había soltado las lenguas en París durante una visita a Luis XIV:la monarca sueca Cristina. Cristina, quien de por sí era chela y fea y muy imbañable, andaba ataviada como si su peor enemigo le seleccionara la ropa. Sin embargo, el intelecto de Cristina era fuente de suspiros, envidia y admiración dado que era la erudición personificada.<br />En el siglo XIX, dos gringos con extrañas vestimentas soltaron las malas lenguas. George Armstrong Custer, quien primero se cubrió de gloria durante la Guerra de Secesión y posteriormente de fango y sangre india inocente, mostró que para ser buen militar no hay que conservar el porte y aspecto en el uniforme. El bello pero cruel chele usaba pañoletas extravagantes, sombreros raros y un mostacho engominado espantoso, y con esa pinta tan particular se le recuerda como uno de los mejores militares de la historia, a pesar de que en 1876 los indios acabaron con él en la Batalla de Little Bighorn. El otro gringo estrafalario fue el genial periodista empírico y poeta Walt Whitman, quien fue uno de los primeros ciudadanos que usó los jeans de Levi Strauss cuando esa indumentaria solo se la ponían los mineros. Whitman usaba un sombrero viejo, camisas arremangadas hasta el codo y jeans ajustados con sandalias viejas aunque las chismosas del barrio y los catedráticos de leva lo miraran feo...quizás porque ellos no tenían tamaña sesera!<br />A finales del siglo XIX, un hermosísimo y genial gay irlandés fue criticado por sus vestimentas y gustos en la comida: Oscar Wilde. Alto, fornido y extravagante, se miraba bien aún con trajes estrafalarios, y sus recetas de sopas y ensaladas inicialmente ocasionaban rechazo...y luego adicción. Pero como ser distinto es pecado, sobre todo en sociedades hipócritas, su “suegro”(padre de su amante Bosie)logró meterlo a la cárcel solo por tener distinto gusto a la hora de hacer el amor.<br />Alejandro Scriabin, pianista, compositor y donjuán ruso, solía coleccionar sombreros y dicen las malas lenguas con la mía a cargo del desfile que hasta dormía con los sombreros puestos. Este extravagante imitador pálido de Chopin para colmo tuvo ideas de proclamarse el Mesías de una secta y cuando llegó de gira a los Yunáit con su amante Tatiana(ya bien pipona), los gringos casi lo sacan a patadas. Scriabin era siempre seguido por un coro de niños que le hacían burla cantando estribillos del Viejo del Sombrero.<br />Albert Einstein, considerado uno de los grandes genios de la ciencia y padre de la teoría de la relatividad, odiaba la elegancia y nunca se peinaba. Andaba con los zapatos destapados y los suéteres manchados.No por eso era menos genio.<br />Frida Kahlo, la mejor pintora latinoamericana, gozaba ataviándose ricamente con ropajes típicos de México, y debido a su bello rostro llamaba la atención por donde pasara. Yukio Mishima, gran novelista gay quien se suicidó en público en 1970, también vestía de forma estrambótica. El nipón adoraba los trajes de la época de los shogunes y su gusto por lo raro incluso le llevó a suicidarse en público en una explosión de exhibicionismo.<br />Exóticos? “Qué asco?” Qué dicen sin embargo de sus valiosos aportes? O de veras hace el hábito al monje?</strong></span> </div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-72065043398615070302008-05-11T19:20:00.000-07:002008-12-10T01:53:47.353-08:00el estoico por excelencia<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_P5tJd9esCGL5R1pqDG4IyOXomM9sSdaoiUTJY1sE0pdg6TVJtOUOkVMNhqUz_dTBEp5wm934SZjehKczLD_D522eaRJkevRm3G2DIls2M0lgWRoU_EjyHuJdDLGupYPLa2Qrbz4s9UY/s1600-h/marco.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199311431259169058" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_P5tJd9esCGL5R1pqDG4IyOXomM9sSdaoiUTJY1sE0pdg6TVJtOUOkVMNhqUz_dTBEp5wm934SZjehKczLD_D522eaRJkevRm3G2DIls2M0lgWRoU_EjyHuJdDLGupYPLa2Qrbz4s9UY/s200/marco.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#990000;">SABIO, JUSTO, INCOMPARABLE: MARCO AURELIO<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />“Este libro te vendrá de perlas” me dijo con una gran sonrisa mi<br />profesor de inglés James Martin en uno de los pocos momentos felices de mi atribulada secundaria. Era “Las Medita­ciones” del gran filósofo estoico y empera­dor romano Marco Aurelio. Apenas abrí el libro, fue amor al primer mordisco. Luego, cuando fui a Roma, pasé un rato platican­do con su estatua aunque me vieran como loca.<br /><br />Marco Aurelio Verus era español, nacido un 26 de abril de 121 de la era cristiana en una distinguida familia. Su papi fue Annio Vero y su madre Domicia Lucilla. Su abue­lo había tenido una notable carrera política durante el reinado de otro notable español, el barbudo emperador Adriano. Marco des­de niño lució muy bien, con rizos castaños claros y unos ojos de mirada dulce. Adria­no, quien sabia detectar talento donde era posible, se vio muy impresionado por el nieto de su servidor y lo observó desde chi­co con vistas a hacerle su sucesor, pues ya es harto sabido que Adriano a pesar de te­ner por esposa a Sabina, no iba a dejar descendencia. Aunque Antonino sería el sucesor de Adriano, adoptaría a Marco Au­relio por disposición del mismo Adriano. Marco Aurelio se entrenó para ser empera­dor bajo la larga y pacifica administración de Antonino, quien no tenía ímpetus gue­rreristas. Marco, quien desde niño fue adicto a la lec­tura y amaba la música y los animales por encima de todas las cosas, fue ascendien­do gradualmente como heredero.<br /><br />Entre 140 y 145 fue cónsul, teniendo acceso a codear­se con intelectuales de Ia talla de Fronto, famoso por su retórica, y el filósofo estoico Epícteto, quien habría de influir en su ten­dencia dentro del campo de Ia filosofía. Marco se vio por fin emperador a los 40 años, un 7 de marzo de 161 cuando Antonino murió. Al no haber oposición alguna, Marco eligió a su propio hermano como co­emperador. El clavo era que su hermano Lucio no tenía mucha andadura militar<br />cuando en 161 se vio el conflicto con Partia.<br /><br />Mandó a su hermano con los mejores generales, y desde 162 la fortuna le sonrió a Roma, pues varias ciudades partas como Seleucia y Ctesiphon fueron destruidas. En 166 Partia capituló y un delegado romano se sentó en el trono armenio. Las huestes triunfantes al entrar en Roma no solo traí­an botín y gloria, sino que entre los solda­dos venía la peste. Se cree que fue una es­pecie de viruela que arrasó con buena par­te de la población romana. Tras la guerra de Partia, Marco Aurelio optó por fijarse en el norte, lanzando una campaña contra las tribus germánicas. Lucio Vero moriría en campaña, dejan­do a Marco solo en el trono.<br /><br /><br />A inicios de 169, los Marcommani y Qua­dis habían cruzado el Da­nubio, entrando a territo­rio italiano. Al irse a en­contrar a los invasores, Marco estaba destinado a perder a su amado herma­no. Marco al fin logró ven­cer a los germanos, pero Marco regresó a Roma car­gando el cuerpo de Lucio. Enterró a su hermano con plenos honores. Las Gue­rras Marcománicas habrían de ser caras y sangrientas, pero al final Marco logró ir progresando lentamente. Marco se llevó buen susto cuando Avidio Cassius, uno de sus mejo­res generales, se quiso hacer emperador de Roma desde su gobierno en Siria. Cuando Marco llegó a enfrentar la conjura, ya Avidio había sido asesinado. Marco re­gresó aprisa a Roma. Al no tener a su her­mano, Marco llevó a su perverso hijo Cómmodo para que aprendiera a guerrear. Marco estaba destinado a morirse el 17 de marzo de 180 durante el conflicto bélico, dejando como heredero al corrupto Cómmodo. Se especuló sobre un envenenamiento por parte de Cómmodo-versión integrada en la deformante cinta Gladiador-pero se sabe que Marco era diabético y murió de un ba­jón de azúcar.<br /><br />La vida familiar del pobre Marco fue un de­sastre. Casado con Faustina, la bella pero casquivana hija del emperador Antonino, esta mujer era 8 años menor que el y po­seía una de las líbidos más alborotadas de la historia. Los casaron en 145, y estaban destinados a tener 13 hijos juntos. La ma­yor parte de estos chavalos murieron en la niñez, y la paternidad de Cómmodo es una de las grandes interrogantes de la historia. Faustina al parecer pasó una noche de co­pas muy alegre con un gladiador mientras Marco estaba firmando papeles, y aunque Marco nunca supo a ciencia cierta de quién era Cómmodo, lo amó tier­namente desde que nació, como si fuera suyo. Faustina coronó la testa de Marco con más cuernos que un venado adulto, y entre sus amantes estuvo Avidio Cassius, el general que le quiso quitar el trono a Marco. Se cree que fue por ambición de Faustina que Cassius se lanzó a tan descabellado atrevi­miento. A pesar de ser gastona e infiel, Marco adoraba a su mujer llo­rándola copiosamente cuando murió en 175 a consecuencia de un accidente. Marco la deificó y llamó a la ciu­dad de Cappadocia como Faustinópolis. Tras la muerte de este viudo inconsolable, las cenizas de Marco fueron internadas en el mausoleo de Adriano.<br /><br />La historia lo recuerda como un buen mo­narca, accesible y justo. Respetuoso de la vida ajena y de buen corazón, prohibió las justas sangrientas de gladiadores que tanto deleitaban a la plebe. Vegetariano debi­do a su amor por las criaturas, fue un go­bernante ecológico que no le gustaba que desperdiciaran los recursos naturales. Sus “Meditaciones” de tendencia estoica lo confirman como un genuino filósofo de gran monto, y aunque ha sido acusado de usar opio, nunca se ha podido confirmar di­cha especie. Sentía debilidad por todo tipo de felinos, y tuvo como mascotas a dos panteras que le trajeran del África, y su pa­sión por Luna, una mechuda gata, fue legen­daria. Tras su muerte, su hijo Cómmodo desbarató todo lo que su sacrificado padre hizo, pasando a ser uno de los aberrados más despreciables de la historia, confir­mando el refrán de “una rosa, una espina.”<br /></span></strong><br /><br /></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-30172555109837032212008-05-11T19:11:00.000-07:002008-12-10T01:53:47.528-08:00el señor presidente y su segunda dama<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO43MIR6vzRo6sFrbgzywma2cUJw9y9mHNbyaydXajB2ViLKAz47E7BTRi50m8xz3gPsVsg21ErRdXii-eR3ejRuiT8OPhy6WhedEJeyvOMFcwkgt1DcU0IEJFCFR497wG1D8WrlMBAkk/s1600-h/somoza+y+su+dino.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199309386854736146" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgO43MIR6vzRo6sFrbgzywma2cUJw9y9mHNbyaydXajB2ViLKAz47E7BTRi50m8xz3gPsVsg21ErRdXii-eR3ejRuiT8OPhy6WhedEJeyvOMFcwkgt1DcU0IEJFCFR497wG1D8WrlMBAkk/s200/somoza+y+su+dino.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="color:#663366;"><strong>MAS CARA QUE SUCURSAL DE PRESIDENTE...<br />LOS MANDATARIOS CON QUERIDAS<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />No sé por qué muchos consideran casi de rigor que un rey o emperador tenga favorita, pero cuando un presidente o caudillo tiene sucursal, la cosa cambia. Pocas cosas hay más caras que una querida de premier o dictador, pero a lo largo de la historia muchos de ellos han tenido como concubinas a mujeres valiosas o completos desastres.<br />El tercer presidente de los Estados Unidos, el erudito Thomas Jefferson, se vio en aprietos cuando tomó como amante a Sally Hemmings después de haber perdido a su esposa. La hermosa mulata llegó a tener varios hijos del presidente a quien se le debe la compra de Luisiana, y Jefferson, según malas lenguas tan viperinas como la mía, nunca quiso hablar mucho de la emancipación de los negros porque quería seguir oprimiendo a su propia negra, en todo el sentido de la palabra! No sería el único presidente gringo que fuera atacado por tener sucursal, porque en el siglo XIX también es digno de mencionar el brevísimo y gordo James Garfield, a quien su propia esposa lo tiró de las mechas de la barba en un arranque de celos cuando se enteró que tenía ina pasión ciega por una chica de baja estofa a quien había instalado en bonita casa. Cuando el ampuloso Woodrow Wilson se casó en segundas nupcias poco después de la muerte de su primera consorte, no faltó quien lo acusara de haber tenido a la querida solo esperando que la legítima estirase la pata.<br />Otros hasta injuriaron a Wilson diciendo que envenenó a su primera mujer. El hombre a quien Wilson entregó el mando de los Estados Unidos sería un chele hermoso llamado Warren Gamaliel Harding, y éste protagonizaría una aventura morada con la joven Nan Britton, una chica quien se enamoró de él cuando Harding apenas era un editor de Ohio y ella una colegiala. Harding incluso llegó a consumar el coito como conejo asustado en un closet del despacho Oval de la Casa Blanca mientras su atolondrado y fiel perro Laddie Boy aúllaba solidariamente por él. Nan tras la muerte del pobre Harding escribió un libro acerca de su affaire y afirmó que la niña que parió era del presidente. Franklin Delano Roosevelt, el presidente quien sacó a los gringos de la espantosa depresión de los años 30, no se vio impedido por la silla de ruedas para tener aventuras y entre sus queridas, llegó a enamorarse de forma violenta de la modosita Missy Le Hand. Lo triste del caso fue que mientras FDR andaba zanganeando con ella y otras, su propia esposa quiso saber qué se sentía tener querida y se echó de amante lésbica a la periodista Lorena Hickock, llevándola a vivir a la Casa Blanca!<br />Dwight "Ike"Eisenhower, quien se cubrió de gloria durante la II Guerra Mundial dirigiendo el Desembarco de Normandía, pasó gran bochorno en la década de los 50 ya siendo presidente pues su amante irlandesa, Kay Summersby, publicó en su libro "Más Allá del Olvido" que Ike a veces padecía de impotencia. Al parecer durante la guerra, Ike no solo había hecho mapas militares, sino que hizo operación cusuco y no precisamente solo mientras las bombas caían sobre Inglaterra!<br />John F.Kennedy llegó al punto de ser el presidente gringo que virtualmente convirtió la Casa Blanca en motel. Entre sus amantes estuvieron la opulenta Jayne Mansfield y la esplendorosa Marylin Monroe. En nuestros días, Bill Clinton se puso más rojo que tomate maduro cuando afloró el caso de la gordita judía Mónica Lewinsky con todo y el puro delator. Es fácil para algunos fanáticos políticos decir que eso de las sucursales son parte de la descomposición capitalista, pero la verdad es que los señores de izquierda han hecho de las suyas también. Cuando Vladimir Ilitch Lenin se llevó a vivir bajo el mismo techo que su robusta esposa a la menudita Inessa Armand, no era la primera vez que se echaba querida atuto. Sin embargo, el amor del ruso por su Inessa fue apabullante, y hasta la Krupskaya acabó teniéndole mucho cariño a su comadre.<br />El guapo y multitalentoso hombre unificador de Yugoslavia, Josip Broz Tito, siempre tenía una esposa y por lo menos una querida, y varias veces la querida calentaba banca para mientras el hermoso estadista pudiera desposarla. La querida más famosa de Tito fue la bella percusionista francesa María Marteaneau, quien al darse cuenta que tenía como rival no solo a la esposa de turno, lo sopapeó en público y amenazó con castrarlo. El chef, poeta, maestro y patriota vietnamita Ho Chi Mihn tuvo suficiente energía no solo para liberar a su país, sino también para echarse de queridas a varias apetecibles hembras, entre ellas Claude Jihan, una curvilínea médico francesa con quien se fue a la cama en la primera cita y con quien manufacturó una hija. Mao Tse Tung, padre de la China comunista, cambiaba de querida tan a menudo que era difícil seguirle el paso. Entre las más famosas estuvo una legendaria patriota cantonesa quien quedó loca después de sobrevivir a la legendaria marcha.<br />Los dictadores siempre han buscado cómo hacerse de queridas vistosas. El ex hombre fuerte de Indonesia, Sukarno, adquirió como juguetito caro a la japonesita Dewi, pero luego se casó con ella tras el nacimiento de una niña. Adolf Hitler tuvo numerosas amantes, entre ellas su propia prima Geli y luego la que sería su esposa, Eva Braun, pero se quedó con la ira de no poder conquistar a la fabulosa Marlene Dietrich. Benito Il Duce Mussolini encontró el amor verdadero en la persona de Clara Petacci, una morena belleza quien fue su amante fiel, a tal punto que cuando lo iban a ajusticiar los partisanos, Clara ofreció morir por él y al soltarse las balas, ella interpuso su cuerpo entre el pelotón de fusilamiento y el dictador. Vano intento.<br />Al verse casado sin amor con Kamala Devi, el padre de la independencia india Jawaharlal Nehru optó por buscar más allá del hogar la pasión que siempre quiso sentir. Para no perder la costumbre de decir Kamala, se enredó con la novelista y periodista india Kamala Napurdalah, quien acabó teniendo un hijo suyo.<br />Quizás la más fulgurante de las amantes latinas haya sido la erudita y hermosa Manuela Saénz, compañera de vida del Libertador Simón Bolívar. Aunque solo compartieron los 8 años finales de vida de Bolívar, la pasión que les unió deja pálida cualquier telenovela. En Nicaragua, la fama de Príapo de don René Schick fue inmensa, y no se le quedaba atrás Augusto Calderón Sandino, quien aunque nunca fue presidente, tuvo carisma suficiente como líder para que le mencionemos entre otras a la salvadoreña Teresa Villatoro. Integrada al folklore popular nica, la hermosísima Dinorah Sampson logró cautivar al último miembro de la dinastía Somoza, Tachito Somoza Debayle, y llegó a tener tanto poder que era la primera dama de la república en todo menos papeles oficiales</strong></span><br /></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-27882932244997457892008-05-11T19:08:00.000-07:002008-12-10T01:53:48.792-08:00los mimaditos de sus majestades<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigeSZawlHy9-jSRhE1vXcBUs-_ZHX78TEa8aEV80_OB4f9IZP_aMq3r2xsszV2rQcbzg1tAogNKTYJ3HWUy6uMIVplmBwzBzWvkpJ1fELbtJ-YBKTfdHlxdanQbH514grzBajxJFwUDDA/s1600-h/andrassy.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199308162789056754" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigeSZawlHy9-jSRhE1vXcBUs-_ZHX78TEa8aEV80_OB4f9IZP_aMq3r2xsszV2rQcbzg1tAogNKTYJ3HWUy6uMIVplmBwzBzWvkpJ1fELbtJ-YBKTfdHlxdanQbH514grzBajxJFwUDDA/s200/andrassy.jpg" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJPKIFFNHpYHV6sIK5SWa0MkFrEoHRLjymTrULxfsLaTyIFdHfjIM-CzLPqVpMc6ghZJ3RnZWjGMoRMCz-51vGIKOIaBqMzrafLtRHV6TOD6TV9jMz3IR0kBYRnMIcUteE-wKpptp_iFM/s1600-h/Beltran_de_la_Cueva.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199308167084024066" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJPKIFFNHpYHV6sIK5SWa0MkFrEoHRLjymTrULxfsLaTyIFdHfjIM-CzLPqVpMc6ghZJ3RnZWjGMoRMCz-51vGIKOIaBqMzrafLtRHV6TOD6TV9jMz3IR0kBYRnMIcUteE-wKpptp_iFM/s200/Beltran_de_la_Cueva.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div align="justify"><span style="color:#6633ff;"><strong>LOS GRANDES FAVORITOS DE LA HISTORIA<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />Un indignado macho de la especie me reclamaba el otro día de que no solo los reyes tuvieron queridas (y concubinos) a montón, y recordaba que varias reinas también gozaron de momentos alegres con sus amantes. En realidad, muchos hombres pasaron a la historia como los amorcitos secretos o no tan secretos de monarcas, y algunos hasta se dieron el lujo de cambiar el curso de la historia.<br />Uno de los favoritos más encantadores de la historia no fue el "mari novio" de una reina, sino de un conquistador: Alejandro Magno. Hefaestión fue amigo de la infancia del hermoso Alejandro, y a lo largo de su vida fue su inseparable compañero de vida. El amor entre ellos solo acabó con la muerte de Hefaestión, quien además no conocía los celos. Hefaestión ni se molestó cuando Alejandro Magno invitó a su lecho a un eunuco persa adolescente llamado Bagoas, quien había sido mucamo del gran rey persa Darío. Entre Hefaestión y Bagoas, Alejandro Magno se sentía completamente realizado. Bagoas, tras la prematura muerte del rey macedonio, nunca volvió a amar, consagrando su extraña "viudez sin anillo" a la memoria de quien fue su amo y amante.<br />Julio César no solo fue el amante del rey Nicomedes de Bitinia, sino que también fue el primer amante oficial de Cleopatra VII Filopator, la legendaria reina egipcia. Cleo le parió un hijo(Cesarión) y lloró abundantemente cuando Julio César fue apuñaleado en las gradas del senado romano, pero pronto pescó otro favorito-romano también-en la figura del bolenco pero encantador Marco Antonio. Cleopatra le tuvo gemelos y otro hijo más a su favorito, y le proporcionó armas y apoyo para rebelarse contra Roma. Lástima que Cleo y su borracho favorito perdieran la Batalla de Actium, ya que poco después ambos se vieron forzados a acabar con ellos mismos.<br />No era la primera vez que una soberana egipcia se recetaba un favorito. Antes de la bella Cleo, la vigorosa Hatshepsut había tenido por favorito a Senenmoot, quien además era su gran consejero. Aunque Hatshepsut nunca se casó con su amante, le obedecía fielmente y le honraba en público a menudo. La mandamás de la India, Sultana Razzia, también tuvo un favorito que comenzó como su sirviente. Tan buen servicio, acompañado de una musculatura a lo Dolph Lundgren, le pavimentaron el camino al criado...hacia el lecho de la sultana.<br />Entre los romanos, Adriano se dio el lujo de amar con pasión a su joven Antínoo, y cuando su mozalbete murió en Egipto, lo deificó e hizo levantar una ciudad en su nombre. No sería el único emperador romano que tuviera un favorito macho, ya que el depravado Nerón-tras matar a su encinta esposa Poppea de una patada en el vientre-adquirió un chico de placer físicamente idéntico a su difunta mujer, lo hizo castrar y hasta se casó con él en ruidosa ceremonia.<br />En la Edad Media, a la reina Leonor de Aquitania se le ocurrió ofender a su primer marido-el santurrón Luis VII de Francia- teniendo como favorito a su propio tío Raymundo. Lo peor del caso fue que Leonor no solo cometió incesto flagrantemente, sino que lo hizo durante la Cruzada en que acompañó a su marido, precisamente cuando se suponía que estaba pensando solamente en Dios. El mal de conseguir favoritos lo heredó Ricardo Corazón de León, el hijo predilecto de Leonor de Aquitania. Entre sus favoritos se incluye al sultán Saladino, su rival en la Tercera Cruzada. De Saladino se dice que antes de enamorar a Ricardo, ya había tenido devaneos con la mamá de éste, Leonor, quedando todo en familia.<br />Otra reina francesa que tuvo grandes amores con un favorito fue Isabeau de Wittelsbach, quien era la esposa del pobre rey loco Carlos VI. Isabeau adquirió como favorito al hermano menor de su marido-Luis de Orléans-y hasta manufacturó con su ayuda al futuro rey galo Carlos VII. Este Carlos VII sería el cobarde soberano a quien Juana de Arco colocaría en el trono, pero siendo producto de semejante adulterio entre la reina y su cuñado favorito, no es de extrañarse que haya salido tan inservible como para no mover un dedo para salvar a su benefactora Juana de Arco cuando los ingleses la remitieron a la hoguera.<br />La francesa Isabella Capeto, hija de Felipe IV el Hermoso de Francia, al casarse con el maricón Eduardo II de Inglaterra no fue feliz, sin embargo adquirió como favorito a Lord Roger Mortimer. Pronto, Isabella-llamada la Loba Francesa por los ingleses-se alió con su concubino para deponer a Eduardo II, a quien hicieron asesinar en el Castillo de Berkeley mediante hierros calientes introducidos por el posterior. Lord Mortimer entonces es recordado como un favorito real cuya influencia cambió el curso de la historia.<br />La caída de Eduardo II, por otro lado, se debió al amor desmedido por dos de sus favoritos. Primero se enamoró tan violentamente del poeta Piers Gaveston que no quería cumplir sus deberes matrimoniales con Isabella. Con el correr del tiempo,Piers literalmente perdió la cabeza por el amor del monarca(los barones lo ejecutaron). Hugh Despenser,por cierto ancestro de Lady Di,fue el gran amor de la vida de Eduardo II. Cuando Isabella depuso a su marido, el hermoso Hugh fue desmembrado en público con lujo de saña.<br />Carísimo le costaría al erudito monarca Juan II de Castilla el haber sido yuntita de Alvaro de Luna, quien le consiguió a su segunda esposa Isabel de Portugal. Una vez casada, la portuguesa Isabel odió al favorito de su marido y tramó para quitarlo de en medio. Enrique IV el Impotente, hijo mayor de Juan II y entenado de Isabel de Portugal(quien por cierto acabaría más loca que una cabra tras parir a la futura Isabel la Católica), también tuvo un gran favorito,Beltrán de la Cueva. Dado que Enrique IV el Impotente sufría lo suyo porque en aquel entonces no había Viagra, se especuló que Beltrán de la Cueva y él se miraban bastante raros... Cuando Enrique IV el Impotente se casó con Juana de Portugal, ésta adquirió de favorito en la cama a Beltrán. Entre sábanas, Beltrán y la joven Juana confeccionaron a la princesa Juana, a quien le llamaban La Beltraneja pues era bastarda del favorito.<br />Muchos le asignan a Isabel la Católica un favorito bastante controversial: Cristóbal Colón. La reina española indudablemente sentía un cariño galopante por Colón(a pesar de que nunca le pagó lo que le debía por haber cumplido con 4 viajes) y hay quienes juran que lo patrocinó porque había algo más que amistad entre ellos. En realidad, las versiones se contradicen y solo la reina a quien le debemos la desgracia que nos hayan venido a saquear los españoles se llevó a la tumba el secreto de su intimidad con Colón.<br />Complaciendo a lectores que afirmaron que mi lista de favoritos se quedó chinga, seguimos con la «lista roja» de la historia.<br />Una de las monarcas que prefirió tener favoritos en lugar de esposo fue la bella pelirroja inglesa Elizabeth Tudor, quien a pesar de ser llamada «La reina virgen» se duda mucho que se haya ido al otro mundo con el himen puesto en su lugar. Elizabeth amó con locura a un cortesano que pasó a ser leyenda: Lord Essex. Alérgica a las bodas, al salir Essex de su vida Elizabeth habría de perder nuevamente el corazón por un muchacho de apenas 19 añitos de edad cuando ella ya estaba menopáusica.<br />No sería la única reina de su época que diera en qué hablar a causa de los favoritos, ya que al otro lado del canal de la Mancha, en Francia, la hermosa Margot de Valois comenzó a tener amantes desde que su propio hermano Enrique cometió incesto con ella. Entre los favoritos de la libidinosa Margot estuvo Bussy DÁmboise, un cuarentón apellidado de la Mole(cuya cabeza ella conservó en su alcoba cuando el galán fue ejecutado acusado de conspiración), y numerosos pajes con los cuales la sensual Margot se refocilaba a pesar de estar casada con el futuro Enrique IV de Francia.<br />Jacobo I fue el rey que quedó en el trono cuando Elizabeth I murió en 1603 sin dejar descendencia. Jacobo no solo heredaría el cetro inglés, sino también la costumbre de Elizabeth de tener favoritos machos. Aunque Jacobo se vio casado con la chela princesa Ana de Dinamarca, siempre tuvo favoritos masculinos, entre ellos un noble llamado Jorge que estaba bastante pesadito de peso. Jacobo I acariciaba en público a este gordito, logrando que las lenguas (con la mía en este siglo)hicieran añicos su reputación.<br />Jacobo I no sería el único en ostentar un amor apasionado por sus favoritos machos, ya que Enrique III-hermano de Margot de Valois-sería el rey francés cuyas correrías con amantes masculinos serían la comidilla de su tiempo. Casado por razones de estado con la dulce Luisa de Mercour, Enrique tuvo todo un ejército de mignons, pero entre ellos se destaca el hombre que lo adoró con una pasión casi enfermiza: Juan Alejandro de Normandía. Desde el instante-siendo ambos niños- en que Juan le limpió los mocos al futuro rey hasta que Enrique murió asesinado, Juan se dedicó en cuerpo y alma a amar al monarca, dedicándole más de 1000 poemas de amor.<br />Tres zarinas de Rusia fueron famosas por sus favoritos: Catalina I, Elizabeth Petrovna y Catalina II. Catalina I fue elevada de meretriz a emperatriz por su boda con Pedro I el Grande, pero una vez casada con el zar regresó a sus malas costumbres al echarse de amante a Wilhelm Mons (precisamente el hermano de Ana Mons, quien había sido amante de Pedro I antes que éste desposara a Catalina). Cuando Pedro se enteró que su mujer se las había pegado y que le daba todo gusto a Wilhelm, lo hizo ejecutar y la cabeza del infortunado favorito fue a parar en un vaso de vidrio con vodka encima del tocador de Catalina I, quien debió soportar esta amarga tortura.<br />Elizabeth Petrovna heredó de su disoluta madre el gusto por los amantes, y aunque nunca se casó, tuvo numerosos favoritos a los cuales les daba a manos llenas del erario, entre ellos un soldado prusiano llamado Jorge Federico. Cuando murió Elizabeth, su sobrino Pedro III tuvo que soportar que su esposa, inicialmente llamada Sofía Augusta de Anhalt Zerbst y Catalina tras su conversión a la fe ortodoxa, le restregara numerosos favoritos en la cara. Catalina, aprovechando que Pedro III era impotente debido a una fimosis galopante, perdió la virginidad con un noble de apellido Saltykov, quien fue el padre biológico del feo Pablo I de Rusia. Posteriormente Gregorio Orlov pasó a ser favorito de Catalina, y entre ambos depusieron e hicieron asesinar al tarado Pedro III.<br />Aunque Catalina -ya como zarina Catalina II- tuvo hijos con Gregorio Orlov, nunca se quiso casar y continuó teniendo favoritos, entre ellos el famoso tuerto Gregorio Potemkin, quien para conservar su ascendiente sobre la libidinosa Catalina II hasta se dio a la tarea de cabrón real escogiéndole los amantes. Entre los posteriores favoritos, Catalina se apasionaría por un abuelo del compositor Nicolás Rimsky-Korsakov, y siendo ya una madura menopáusica, hasta por un veintiañero arrogante llamado Platón Zubov, con quien sostenía sesiones amorosas nada platónicas.<br />Otras reinas tendrían sus momentos apasionados con sus favoritos, entre ellas Ana Mauricia de Austria-esposa de Luis XIII de Francia y madre de Luis XIV-quien tuvo un romance con el duque de Buckingham, y la odiada Madame Déficit(ma. Antonieta de Habsburgo, esposa de Luis XVI) quien se hizo adorar de su siempre fiel Axel.<br />En la corte de Luis XIV no era nada raro ver al hermano menor del rey Sol, Felipe de Orléans, en grandes arrumacos en público con su eterno favorito, el Caballero de Lorena. En el siglo XIX, Luis II de Baviera echó a correr las lenguas romanceando primero con el compositor Ricardo Wagner-a quien mantenía en gran boato-y luego con un alemancito rubio también llamado Luis.<br />Ma. Luisa de Parma, al convertirse en la esposa del rey español Carlos IV-ya llevaba fama de cachonda. Aunque se le imputaron varios amantes, el favorito perenne fue el rollizo Manuel de Godoy, cuyo ascenso de soldado a general y luego primer ministro se debió exclusivamente a su paso por las bragas de Ma. Luisa. Lo curioso es que Carlos Iv también quería mucho a su «compadre» y cuando Napoleón Bonaparte echó del trono español a Carlos y María Luisa, estos cargaron con Godoy hacia el exilio. Isabel II, reina que fue nieta de Ma. Luisa y Carlos IV, también tendría numerosos favoritos para compensar que Francisco, su esposo, era gay. Isabel fabricó al futuro rey Alfonso XII con el militar Enrique Puigmoltó, aunque no faltan quienes le imputen la paternidad del alegre Alfonso a otro favorito, el «Pollo» Arana.<br />Mientras la reina Victoria de Inglaterra se ruborizaba ante cualquier mención considerada impúdica, el destino se haría cargo de hacerle tragarse sus críticas. Tras la muerte de su adorado Alberto de Saxe Coburgo Gotha, Victoria tuvo un fornido criado escocés llamado John Brown a quien todo mundo le criticaba su excesiva confianza con la pudibunda monarca. Dos nietas de Victoria también ostentarían favoritos: María reina de Rumania por su boda con el feo Fernando, y Alexandra de Hesse Darmastad, zarina de Rusia por su boda con el pusilánime Nicolás II Romanov. María amó con locura a un romántico cortesano llamado Stirbo, pero Alexandra se manchó de lodo por su sórdida relación con el monje loco y oportunista Rasputín.<br />La princesa Grace Kelly de Mónaco, ex estrella de Hollywood con un pasado escarlata de quitamaridos convertida en princesa por su boda con Rainiero de Mónaco, también tuvo un favorito siendo una señorona cuando hizo un documental con un cineasta muy simpático. Para colmo en 1980, yo la vi en París con dos mozalbetes universitarios en una boutique comprando ropa para sus petsywetsies, aunque posteriormente alegaría a un tabloide parisino que eran «becarios de familias pobres a quienes ella beneficiaba».Recordando que los franceses afirman que quien mucho se excusa se autoacusa, Grace Kelly probó que mientras hayan cabezas coronadas, seguirán existiendo los favoritos.</strong></span><br /><br /></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-5610392893705659582008-05-11T19:04:00.000-07:002008-12-10T01:53:49.109-08:00hasta sus majestades jugaron pelota!<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF_cGTP-5ziZmkqhMzgj4xWM5aBXHjOKqwVldYrqfbnUrnv_y9jicJYwiKiMGTArOGo8g79zedm3CjDEH2qzSnX6RX2fXwwjzUBJIFajeQF6dW1orcXPhfxJR-nYlqsIPp_bTa5f_Vi-w/s1600-h/felipe+el+hermoso.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199307308090564818" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF_cGTP-5ziZmkqhMzgj4xWM5aBXHjOKqwVldYrqfbnUrnv_y9jicJYwiKiMGTArOGo8g79zedm3CjDEH2qzSnX6RX2fXwwjzUBJIFajeQF6dW1orcXPhfxJR-nYlqsIPp_bTa5f_Vi-w/s200/felipe+el+hermoso.jpg" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhjhMeIUKNJn9zHsjgyPpHoufODhI5SDxSuuSd7MqcBewKvMQG2zBjdBr7YDdUXVLWs-ktPRfAnd6FnzfYlLBQSHjx5uiGD1QwAAUOtY9P-IFZ_HkRntZJkB74tYaaPBznbCoxNEi-Olo/s1600-h/saladin.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199307312385532130" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhjhMeIUKNJn9zHsjgyPpHoufODhI5SDxSuuSd7MqcBewKvMQG2zBjdBr7YDdUXVLWs-ktPRfAnd6FnzfYlLBQSHjx5uiGD1QwAAUOtY9P-IFZ_HkRntZJkB74tYaaPBznbCoxNEi-Olo/s200/saladin.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#cc9933;">LOS GRANDES DEPORTISTAS AMATEURS DE LA HISTORIA<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br /><br />Nadie que haya jugado profesionalmente deporte alguno tiene cabida en los Juegos Olímpicos, ni en la antigüedad ni en los juegos modernos resucitados a fines del siglo XIX por el barón Pierre de Coubertin. Muchas grandes figuras de la política, literatura y cabezas coronadas fueron aficionados apasionados de diversos deportes, y algunos azules como la princesa Ana de Inglaterra, quien es una excelente amazona. incluso han llegado a integrarse a equipos de categoría olímpica para representar a sus países. Cuántos de los personajes célebres de la historia hubieran dado cualquier cosa por estar incluidos en las delegaciones de sus países cuando la llama olímpica se prende en la sede de las competencias?<br />Uno de los mejores nadadores de la historia fue un granuja rico, guapísimo y astuto como él solo: Alcibíades de la antigua Grecia. Este hermoso general que se cambió de bando tres veces durante las Guerras del Peloponeso era un genuino tritón, además de ser aficionado al lanzamiento del disco, la jabalina y las carreras. Gran amigo de filósofos y grandes intelectuales como Aristófanes fue el famoso literato Agatón (de quien yo tomé su frase “ni los dioses pueden cambiar el pasado” para lema de uno de mis sitios web). Agatón además era buen lanzador del disco y la jabalina, aunque en una ocasión casi se parte la sesera en un ridículo accidente. Entre los grandes jinetes de la historia figura Xenofonte, el griego a quien le debemos el Anabasis y un buenísimo manual para entrenar sin sufrimiento a los corceles. Otro gran jinete fue el monarca persa Cyro el Grande, a quien ningún corcel o camello se le resistía.<br />Entre los romanos, Claudio el Historiador adoraba irse de vela por la costa sur de Italia, aprovechando para nadar aunque nunca hubiera sido campeón. Su entenado Nerón se dedicó a conducir aurigas y hasta ganó un premio olímpico por favoritismo, no porque haya sido nada bueno con los caballos. La madre posesiva de Nerón, Agrippina, fue tan buena nadadora desde joven que cuando su malagradecido hijo Nerón la quiso asesinar para que no insistiera en aconsejarlo, no pudo lograr que la ahogaran en el Mediterráneo. El barbudo emperador Adriano amaba la lucha libre, lo cual lo relajaba tras tantos viajes. Cómodo, quien fue adulterinamente concebido por Faustina, la esposa del buen y cornudo emperador-filósofo Marco Aurelio, salió igualito a su papi biológico y llegó a ser un buen gladiador por derecho propio. Además, su musculatura enorme se la debía a un sistema de pesas que él mismo inventó.<br />La afición de Atila, rey de los temibles hunos, por los caballos le convertiría en el jinete más temido de toda la primera parte de la Edad Media. Entrenó a sus tropas para poder hacer cualquier cosa arriba de un buen corcel, y así sembró el terror por toda Europa. Otro gran aficionado a la equitación y al polo fue el emperador Akbar el Grande, tercer monarca de la dinastía mugala fundada por Babar el Tigre, quien a su vez fue eximio jinete y gran cazador. La pasión del gentil Akbar por el polo llegaría a tal extremo que inventó una pelotita de materiales fosforescentes para poder jugar de noche!<br />Felipe el Hermoso, mujeriego maridito de la reina española Juana La Loca, no sacó la musculatura famosa de su papi Maximiliano de Habsburgo, quien practicaba el levantamiento de pesas, lucha libre y equitación, teniendo la fuerza suficiente como para levantar en peso corceles gordos. Tampoco fue aficionado a la cetrería como su mamá la ricachona María de Borgoña, quien llegó a tener hasta 50 halcones-apenas 10 menos que la bella reina de Cerdeña Leonor de Arborea(otra gran aficionada a la cetrería). Felipe el Hermoso amaba el fútbol y fue tras un partido muy agitado que cometió el craso error de beberse tanta agua helada que pescó neumonía y se murió poco después sin haber podido anotar otro gol.<br />El tiro con arco y flecha tuvo muchos adeptos, entre ellos el gran sultán seljuk Saladino- azote de los cristianos en la III Cruzada y por cierto también buen ajedrecista- y el gran monarca sasánida Shapur II. Ricardo Corazón de León, nefasto y cruel monarca chele inglés, también fue bueno en su puntería, pero el que le asestó un flechazo en el hombro mientras sitiaba un castillo la tuvo mejor, ya que de esa herida moriría de gangrena este odioso mariposón. El feroz toqui araucano Lautaro también fue temido por su puntería con arco y flecha. Las mujeres no se quedaron atrás poniendo la flecha donde ponían el ojo, y entre ellas contamos a la hermosa y valiente reina Nzingha de Ndongo y Matamba(hoy Angola), la aguerrida y astuta Amina de Nigeria y las esculturales Nomcoba y Pampata de la nación zulú, hermanita y amante oficial(además de coronela de las tropas femeninas de Shaka) respectivamente del legendario Shaka Zulu. Shaka , unificador de su nación, fue un hombre de puntería temible, y su resistencia para las correlinas y largas caminatas lo hubieran colocado a las alturas de un Abebe Bikila o un Jesse Owens en estos tiempos.<br />Felipe de Borbón, duque de Orleáns y regente de Francia tras la muerte en 1715 de su tío el soberano Luis XIV, fue gran aficionado al tenis, el soccer y el ajedrez. Otros grandes ajedrecistas de la historia fueron el rey polaco Juan III Sobieski (quien derrotó a los otomanos en el sitio de Viena en 1683), la reina Cristina de Suecia, la soberana Elizabeth I de Inglaterra, el bardo y periodista empírico francés Juan Alejandro de Normandía(favorito del rey galo Enrique III), el estadista Armando de Plessis (más conocido como Richelieu el poder tras el trono de Luis XIII), el independentista irlandés Michael Collins, el multifacético Sir Winston Churchill, el poeta e independentista vietnamita Ho Chi Minh, el unificador de Yugoslavia Josip Broz Tito y el hermoso monarca inca Atahualpa, quien aprendió a manejar este tablero durante su cautiverio cuando ya Pizarro lo había destinado a ser ejecutado.<br />Los deportes rudos como el boxeo fueron favoritos de protomachos como el presidente gringo, constructor del canal de Panamá, Teodoro Roosevelt, y del escritor norteamericano Ernest Hemingway. Tanto Roosevelt como Hemingway eran aficionados al safari y la cacería, así como la pesca deportiva y el tiro al blanco con armas de fuego. El gran escritor nipón Yukio Mishima se dedicó al levantamiento de pesas con óptimos resultados visibles, siendo también aficionado al kendo, deporte netamente japonés quien contó entre sus adeptos a varios shogunes de la dinastía Tokugawa que encontrara fin a mediados del siglo XIX. Paul Cézanne, gran pintor francés, era aficionado al juego de bolos llamado pétanque que se juega en el sur de la tierra de los Luises, y el excelente pintor galo francés Jules Nardeaux era tan excelente pesista que en una ocasión consideró la posibilidad de dejar los pinceles por lanzarse a competir profesionalmente.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /></span></strong><br /><br /><br /></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-11822406851771405512008-05-11T18:57:00.000-07:002008-12-10T01:53:49.319-08:00nuestro planeta no es fotocopiable<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1d3lolegWcqBftyUPJYSvGJIkxt7qkZJKakk0QO5G1F34w8RdDhEiZnDCJ9Ky22f7Hp4p4ump2nf7kpIqKayUg1hZ2S_B_cv6MbZgAUbrBODD5A9GP2kVL_0jUTMilp_XgjCThXqEaJE/s1600-h/tecumseh.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199306058255081650" style="CURSOR: hand" height="198" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1d3lolegWcqBftyUPJYSvGJIkxt7qkZJKakk0QO5G1F34w8RdDhEiZnDCJ9Ky22f7Hp4p4ump2nf7kpIqKayUg1hZ2S_B_cv6MbZgAUbrBODD5A9GP2kVL_0jUTMilp_XgjCThXqEaJE/s200/tecumseh.jpg" width="102" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs0SiZzbHdVmMvEedb6yRbeOz-Pd6urKHtWMENQI77aKk01jKX6OlV8ApZHYMRl3HPAno8d4Jy87VJv7nlO2jrVjFiQSsXNfS-DjybdFNSY07Hm5zl3bI5HQvl_79PBviKsGDv9InatLM/s1600-h/joseph+II.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199306066845016258" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs0SiZzbHdVmMvEedb6yRbeOz-Pd6urKHtWMENQI77aKk01jKX6OlV8ApZHYMRl3HPAno8d4Jy87VJv7nlO2jrVjFiQSsXNfS-DjybdFNSY07Hm5zl3bI5HQvl_79PBviKsGDv9InatLM/s200/joseph+II.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#009900;">Los Grandes Ecologistas de la Historia<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />Hoy està de moda ser ecologista, aunque quien lo diga sea un seudointelectual o una vieja emperifollada. En Nicaragua, los gobiernos de turno han permitido que koreanos, ticos y hasta transnacionales despreciables que creen que su petròleo es sangre del capitalismo, hagan desastre. Los funcionarios comprados por los dolaretes siguen obviando el derrame que hubo en Puerto Sandino, o cuando la gasolina se filtra en un sector urbano porque todo "hay tiempo para hacerlo bien", a como reza un cacareado slogan empresarial. Pero en la historia han habido gobernantes y personalidades que sì se han interesado por proteger a nuestro planeta y criaturas.<br />El gran historiador griego, militar y entrenador de caballos Xenofonte siempre insistía que los arboles debían de ser respetados siempre que se pudiera, aunque en las guerras las bajas humanas fueran numerosas. Tanto Pitágoras de Samos como Aristóteles eran devotos admiradores de la naturaleza, insistiendo que el futuro de la raza humana en este planeta iba a depender de que se conservaran los bosques. Posteriormente, filósofos como Epícteto y emperadores romanos como Adriano, Trajano, Antonino y Marco Aurelio se pondrían ferozmente a la indiscriminada tala de los bosques.<br />Tanto Vespasiano como su hijo Tito(a quien le tocó la tragedia de bailar con la loca de la erupción del Vesubio que sepultó a Pompeya y Herculano) tenían como política estatal el replantar arbolitos en zonas que habían quedado deprovistas de vegetación. Al inicio de sus mandatos, tanto Calígula como su sobrino Nerón tuvieron buenas políticas de preservación de los bosques y los ríos, penalizando a quienes contaminaban aguas del Tíber y otras fuentes aledañas a Roma. Lástima que ambos emperadores pronto se dedicaron más a ser unos genuinos pervertidos.<br />Teodora, la ex meretriz que pasó a ser emperatriz de Bizancio gracias a sus nupcias con el emperador Justiniano, obligó a su marido a legislar para que se castigara a aquellos que cometían abusos contra el medio ambiente, particularmente los que envenenaban las fuentes acuíferas.<br />Gao Zu, conocido por muchos como Liu Bang, fue un emperador chino quien pasó de ser bandido a cabeza coronada. Fue el primer coronado de la dinastía Han de China y uno de los ecologistas más tenaces, prohibiendo la cacería del osito panda gigante. Gao Zu era bastante drástico con los depredadores, y cuando le llevaron a un cazador furtivo con dos pandas vivos en jaula, hizo que azotaran hasta morir al hombre, en presencia de los pandas.<br />San Patricio sería uno de los santos más útiles de toda la historia del catolicismo, ya que el pelirrojo que era irlandés por adopción tenía unos proyectos bastante interesantes de como preservar verde y linda a la Isla Esmeralda. La leyenda reza que el alegre y rubicundo santo echó a toda serpiente venenosa de Irlanda, y tuvo experimentos considerables con injertos para producir especies mejoradas.<br />Otro santo ecologista fue el ex ricachón italiano convertido en humilde creador de una orden: San Francisco de Asís. Al santo no le gustaba hacer sufrir a las criaturas, y junto a Santa Clara, fundadora de la orden de las Clarisas, se consideraría hermano de toda forma de la naturaleza. No en balde San Panchito acabó siendo el patrono mundial de los animales cuya fiesta se celebra el 4 de octubre de cada año.<br />En la Edad Media, una graciosa reina de Cerdeña se destacó por tener un corazón de oro para la naturaleza: Leonor de Arborea. La bella monarca, quien fue regente de su hijo Federico para mientras emplumaba, protegió a las especies como los halcones y los gorriones con decretos en los que se especificaba pena de muerte para quien hiciera daño a las aves. El halcón Leonora de hoy en día lleva su nombre en agradecimiento a esta santa mujer que tanto se preocupó por los animales.<br />Leonardo Da Vinci pasa a la historia como uno de los genios más perfectos de todos los tiempos. Vegetariano sin tacha, amaba con una ternura y compasión indescriptible a los animales. Varias veces se enemistó con comerciantes porque hizo campañas para que los animalitos no fueran comercializados. El mismo compraba avecillas enjauladas y las iba a librar a orillas del bosque. El rey Pedro I el Severo de Portugal no se le quedaba atrás. Prohibió la venta de aves y otros animales en los mercados, y era implacable contra aquellos que talaban sin misericordia los bosques. El buen soberano polaco Juan III Sobiesky también se destacó como luchador en contra de la depredación de los recursos naturales, pero ya había sido antecedido en tan noble labor por la dulce y linda reina-santa Jadwiga de Polonia en la Edad Media.<br />Enrique IV de Francia fue indudablemente el mejor rey que tuvo dicho país, y entre sus formulas para siempre contar con buenos recursos estaba la renovación de los bosques. Con Enrique IV Francia contó con una de las mejores administraciones de todos los tiempos, habiendo prosperidad con este buen monarca después que la dinastía Valois solo había propinado sangre, dolor y guerras de religión a lo largo de tantos años.<br />José II de Habsburgo fue sin lugar a dudas uno de los ecologistas más convencidos y enérgicos de todos los tiempos. Hijo de la emperatriz Ma . Teresa, el incomparable emperador Chepito no tuvo temblor en la mano cuando prohibió el abuso de los recursos minerales y forestales. Acabó con la práctica de botar buenas maderas y metales preciosos en ataúdes lujosos, exigiendo que los catafalcos fueran reciclables para evitar la acumulación de tantos materiales en los cementerios. Esta medida la granjeó la enemistad y el odio no solo de los ricos, sino también de esos grotescos mercaderes de la muerte que son los dueños de pompas fúnebres que ofrecen sarcófagos más costosos que un palacio. Esta medida fue derogada en 1791 un año tras la muerte del modesto y popular José II, quizás el más amado de todos los gobernantes de la línea de los Habsburgos. Otro monarca al que no le gustó la depredación fue al gentil Pedro II del Brasil, a quien también se le debe la Ley Dorada que a fines del siglo XIX puso fin a la esclavitud. Pedro II acotó que si se seguía talando los bosques de su adorado Brasil al ritmo que llevaban, para futuras generaciones solo una versión sudamericana del Sahara sería posible ver. Similar idea tenía el gran dirigente Shawnee norteamericano Tecumseh, quien resentía que los blancos estuvieran haciendo diablos de zacate con los recursos naturales de los Estados Unidos. Osceola, gran dirigente de los Seminoles de la Florida, afirmaba que los blancos parecían estar en carrera por quien destruía más rápido los recursos del planeta. Los científicos europeos Carlos Darwin, quien con su Origen de las Especies echó por tierra aquello que venimos de Adán y Eva, y Alexander Von Humboldt fueron también grandes ecologistas para quienes la salvación del género humano depende solo de su inteligencia en las lides de preservar el medio ambiente.<br />Estados Unidos contó con uno de los màs fabulosos ecologistas en la robusta figura de Teodoro Roosevelt. A este estadistas que hizo posible el canal de Panamá le debemos el sistema de parques nacionales en los cuales la exuberante naturaleza de los Estados Unidos sigue maravillosamente conservada. Su labor seguiría siendo ensanchada por un pariente lejano suyo, Franklin Delano Roosevelt. Sin embargo, la buena política de preservación de recursos naturales no sería exportada de Gringolandia hacia afuera, si recordamos la depredación salvaje de los gringos en las guerras de Corea y Vietnam.<br />Grandes literatos como el brasileño Rui Benedetto Barbosa pondrían su grano de arena a la causa ecologista con novelas como Pantanal y Renacer, recordándonos que el hombre es el único animal que come cuando no tiene hambre, y ensucia el agua que va a beberse él mismo.<br /><br /></span></strong></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-1050342307378879292008-05-11T18:53:00.000-07:002008-12-10T01:53:49.597-08:00la pasiòn desenfrenada por el miau<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjP2xFGakrEIAecPjTHYeRksgn7n1GiMzwLgfMrIi3FAHbBQM46uBzB80UdBgwX5Numn8IYhg-tHdZea63eEvCGKG-OP2wmVnqfH4bbiuey4nOWTMQeGDXnAHCD4v5O8g_rIcA2yPVEvbc/s1600-h/yukiogato.gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199304434757443730" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjP2xFGakrEIAecPjTHYeRksgn7n1GiMzwLgfMrIi3FAHbBQM46uBzB80UdBgwX5Numn8IYhg-tHdZea63eEvCGKG-OP2wmVnqfH4bbiuey4nOWTMQeGDXnAHCD4v5O8g_rIcA2yPVEvbc/s200/yukiogato.gif" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6mN_LYtzYuMl_xd8-XuB4CEb8pKyHIQ_4GFL8XsgX-ZiBmWH5GItTougeIshiZzDmWHFbTaT9t9E6FsnJcZlKuSKHoxroUJTaPOfNcx32cB9gYdAlp3Vqd-fE1SP0nOmv813nCL-tKug/s1600-h/hemingway+and+spotted+cat.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199304439052411042" style="CURSOR: hand" height="153" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6mN_LYtzYuMl_xd8-XuB4CEb8pKyHIQ_4GFL8XsgX-ZiBmWH5GItTougeIshiZzDmWHFbTaT9t9E6FsnJcZlKuSKHoxroUJTaPOfNcx32cB9gYdAlp3Vqd-fE1SP0nOmv813nCL-tKug/s200/hemingway+and+spotted+cat.jpg" width="204" border="0" /></a><br /><br /><div align="justify"><span style="color:#cc0000;"><strong>EN EL DIA MUNDIAL DE LOS ANIMALES:<br />LOS GATOLOGOS MÁS FAMOSOS DE LA HISTORIA<br /><br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />Yo amo a mis gatos con el mismo desenfreno y alegrìa con que detesto a los mediocres. Los gatos son excelsos desde antes de nacer.Al arribar a otra efemérides del Día Mundial de los Animales, celebrada en 4 de octubre en honor a San Francisco de Asís(patrono de los animalitos), es buen pretexto para hacer una declaración pública de amor a las criaturas de Dios, particularmente a mis idolatrados gatos. A lo largo de la historia, los gatólogos, gatómanos o gatolocos de todos los tiempos han incluido famosos científicos, literatos, reyes y políticos, convencidos a como decía Juan Alejandro de Normandía que “el estado más perfecto de la vida ronronea.”<br />Aunque el gato no le hizo compañía a los humanos hasta que los egipcios lo domesticaron para que les comieran los ratones de sus graneros, la amistad entre gente y miaus creció a nivel galopante. Menes, el primer monarca unificador de Egipto, tuvo un séquito de gatos, algo que imitaron posteriores faraones incluyendo a Ikhnaton, Ramsés II, Imhotep, Tuthmosis I, Tuthmosis II, Hatshepsut y Tutankhamen, sin olvidar a Cleopatra Filopator VII de la dinastía tolemaica.<br /><br />Los gatos fueron tan idolatrados en Egipto que una de las deidades de su panteón portaba cabeza de gato, siendo los micifuces tratados como dioses(algo que al parecer no han olvidado). En la antigua Grecia, el gato fue adorado por la poetisa Safo, el militar Xenofonte, los políticos Pericles y Alcibíades, los filósofos Aristóteles y Platón, además del curioso científico-pensador Demócrito de Abdera. En tiempo de los romanos, Claudio el Historiador, Marco Aurelio, Tito y su papá Vespasiano, y Heliogábalo fueron amantes de los gatos.<br />A pesar de que los más ignorantes del cristianismo luego estimaron que los gatos eran encarnación del uñudo, hubo santos que amaron a los mininos: Santa Agata, San Francisco de Asís(quien reza la leyenda que fue salvado de una plaga agresiva de ratas por un gato negro que brotó de la manga de su cotón), San Gregorio El Grande( quien se auxiliaba con su gato en la meditación),San Iván(patrono de los abogados), San Molig de Irlanda (quien hizo el milagro de devolver de la muerte a su gato, su pájaro canoro y una mosca) y nada menos que Mahoma, máximo profeta del Islam(quien para no despertar a su gato durmiente se arrancó la manga de la túnica evitando interrumpirle la siesta a su miau).<br /><br /><br /><br /><br />Amalasuntha reina de los ostrogodos mimaba más a sus gatos que a su propio hijo, y Carlomagno de Francia les daba de comer de su mismo plato. Godofredo Chaucer, gran poeta medieval inglés, tuvo muchos gatos, al igual que el trovador francés Guillermo De Aquitania(quien protagonizó una tierna historia de amor con su gato Manx llamado Pudincito).Entre los sultanes de la línea de Osman hubo muchos adoradores del gato, desde el fundador de la dinastía Osman I pasando por sultanes como Bayaceto I(quien mejoró la raza de Angora), Mehmet II el Conquistador, Bayaceto II el Jardinero, Selim I el Excelente, Solimán el Magnífico, Selim II y el desquiciado Ibrahim I(quien hizo ahogar a todo un harén de más de 200 mujeres pero jamás se le ocurrió hacerle nimalas miradas a sus micifuces.)Las mujeres de varios sultanes osmanlíes también fueron grandes gatómanas, entre ellas Hafsa,Turhan, Khurrem, Nurbanu y Kosem.Los osmanlíes habían heredado el amor por los felinos de los seljuks, entre los cuales Saladino se destacó con su inseparable Firousi.Los monarcas mugalos de la India también idolatraron a sus mascotas uñudas, siendo los gatómanos más conocidos Babar el Tigre, Akbar el Grande, Sha Jehangir y su esposa predilecta Nur Jehan, Sha Jahan y su adorada Mumtaz Mahal y Aurangzeb. Entre los nipones, Ieyasu Tokugawa se destacó por haber apresado al dueño de un mastón que asustó a su gata predilecta. Los tailandeses aún recuerdan el amor de sus reyes Mongkut y Chulalongkorn por los gatos.<br />Nzingha de Ndongo y Matamba tuvo varios abisinios, al igual que el emperador Menelik II de Etiopía y Shaka Zulú. Ser el predilecto del poeta Petrarca le trajo malas consecuencia a su gato, pues cuando el creador del soneto murió su miau fue sacrificado y momificado para acompañar a su socio al más allá. Grandes genios como el italiano Leonardo Da Vinci, la francesa Colette, el pensador Michel de Montaigne, el filósofo Nicolás Maquiavelo, el músico Doménico Scarlatti, el irlandés William Makepeace Thackeray(autor de Barry Lindón), la novelista gala George Sand, el poeta francés Charles Baudelaire, el cuentista gringo Edgard Allan Poe, los poetas ingleses Percy Bysshe Shelley, John Keats y Lord Byron, el rey del reggae Bob Marley, la novelista gringa Harriet Beecher Stowe, el novelista británico Thomas Hardy, el organista-misionero y médico Albert Schweitzer, los compositores Federico Chopin, Claudio Debussy y Pedro Ilitch Tchaikovsky, el bardo Víctor Hugo y el novelista Alejandro Dumas admitían no poder existir sin un gato en la casa. El poderoso cardenal Richelieu llegó a adaptar un salón palaciego para sus gatos(los cuales heredaron buena suma de su fortuna),mientras que novelistas como Walter Scott y Charles Dickens jamás escribían sin sus gatos a mano.El compositor ruso Alejandro Borodin, el bardo galo Teófilo Gautier, el gran periodista empírico y poeta normando Juan Alejandro de Normandía y el poeta inglés T.S.Eliot dedicaron numerosas obras a sus gatos. La madre de la enfermería Florence Nightingale le ponía nombres de estadistas a sus gatos, mientras que la libidinosa inglesa Jane Ellenborough admitía envidiarles la capacidad sexual a sus numerosas y mimadas gatas.<br /><br /><br />El amor del emperador bizantino Alexis V Murzúfulo por sus gatos fue tanto que cuando lo asesinaron los animalitos lamieron su destrozado cuerpo. Reyes como Juan III Sobiesky de Polonia, Enrique IV de Francia, Nicolás I de Rusia, Eduardo VII de Inglaterra, Ma. Antonieta de Francia, Victoria de Inglaterra, Federico II de Sicilia, Federico II de Prusia, Pedro I de Portugal y su tercera esposa Inés Pirez de Castro, Sissy Emperatriz, Leonor de Arborea, José II de Habsburgo, Vlad Drácula de Transilvania, Burte(esposa principal de Genghis Khan), Catalina II de Rusia, Ma. Teresa de Austria, Tipoo Sultán , el regente Felipe II de Orleáns de Francia , Carlos II de Inglaterra, Brian Boru de Irlanda y Luis XV de Francia hicieron esperar a dignatarios mientras atendían a sus mininos personalmente, mientras que estadistas de la talla de Rutherford Hayes(a quien le regalaron el primer gato siamés traído a América), Abraham Lincoln, Jorge Washington, Ataturk de Turquía, Tito de Yugoslavia, Jomo Kenyatta, Vladimir Ilitch Lenin, Teddy Roosevelt, Jawaharlal Nehru, Indira Gandhi Horacio Walpole, Mahatma Gandhi, Bill Clinton, Winston Churchill , Charles de Gaulle, Georges “El Tigre”Clemenceau, y Ho Chi Mihn de Vietnam le brindaron trato casi de realeza a sus felinos.<br />El amor desbordante por los gatos también fue característica del novelista Ernest Hemingway, el bardo William Butler Yeats, el periodista y novelista galo Emilio Zola, el humorista Mark Twain, el científico Luis Pasteur, el científico Isaac Newton, el novelista nipón Yukio Mishima, el genio del terror HP Lovecraft, los poetas Rabindranath Tagore, Omar Khayyam y Rudyard Kipling, el científico Albert Einstein, las hermanas Bronte, la periodista y novelista Kamala Napurdalah(autora de Libro del Gato:Miao También Ama),el explorador David Livingstone, la artista Yoko Ono, el Beatle John Lennon, el compositor galo Jean Michel Jarre,la mecenas Peggy Guggenheim, la pintora azteca Frida Kahlo, el rockero inglés Freddy Mercury(autor del hit Delilah en el cual ama a gritos a su gata traviesa), la bailarina gitana Tadea Mirszlac, el pintor Pedro Pablo Rubens, el papa Leon XII, el matemático y escritor inglés Lewis Carroll (autor de Alicia en el País de las Maravillas) y León Trotski . Lenin en sus últimos días prefería a Trotski por encima de Stalin como sucesor precisamente porque cuando el judío creador del ejército rojo le visitaba, primero saludaba a los mininos de Lenin y luego al propio Vladimir, ganándose así el corazón del gran dirigente ruso.<br />Gatólokos, gatólogos, gatómanos o simplemente guácala(a como expresa mi alumna coreanita Min Ji cuando algo no le gusta)los que amamos los gatos somos legión.En el día de los animalitos, hemos rendido tributo a todos esos humanos para quienes nuestros Firousis, Gateaus,Socks, Jocks, Lunas, Catarinas, Chanoines, Furhouses, Cupcakes, Vashkas, Atjas,Gnats, Gladstones y Guillaumes.(sin olvidar a mis trece pavorosos y venerados pozos sin fondo ) siguen siendo el trocito más tierno de nuestros corazones.<br /></strong></span></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-64872181173986214892008-05-11T18:48:00.000-07:002008-12-10T01:53:49.840-08:00Lo que legò Babar el Tigre<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPzklaeID3AQWEGARDY1OhOc6wN0JlKLkrthdU21wlV55eHpytuY1pAKJUjvA0LGSdpvryQ6vRa5nxevNNozwAYErr9HZ9jgJbBJopUNyDcgo9Byq7IQ0AiPgBMqfl9YnkvV0V0ZOcCyg/s1600-h/akbarelgrande2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199303528519344242" style="CURSOR: hand" height="121" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPzklaeID3AQWEGARDY1OhOc6wN0JlKLkrthdU21wlV55eHpytuY1pAKJUjvA0LGSdpvryQ6vRa5nxevNNozwAYErr9HZ9jgJbBJopUNyDcgo9Byq7IQ0AiPgBMqfl9YnkvV0V0ZOcCyg/s200/akbarelgrande2.jpg" width="150" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyYBx5Z77rQBj9zzpCIwYj5UHh_q5RdY7WskXPaTZYvbvlOl_qPsJStJ_jq7SvURkHXydLTU3IlnrHkjauuJ0I3J2nRvFJQEK4rQCfvCm7zgKVRTGQiDp6ViE6aokeNiLKHCnVwfn41Mw/s1600-h/shah-jahan.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199303528519344258" style="CURSOR: hand" height="127" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyYBx5Z77rQBj9zzpCIwYj5UHh_q5RdY7WskXPaTZYvbvlOl_qPsJStJ_jq7SvURkHXydLTU3IlnrHkjauuJ0I3J2nRvFJQEK4rQCfvCm7zgKVRTGQiDp6ViE6aokeNiLKHCnVwfn41Mw/s200/shah-jahan.jpg" width="167" border="0" /></a><br /><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#663366;">LOS GRANDES MONARCAS MUGALOS DE LA INDIA<br />Cecilia Ruiz de Ríos: Condensación del estudio que ganó 5to. lugar en el XX Certamen de Historia Oriental Rey Chulalongkorn<br /><br />Hay dinastías en la historia que comienzan con los más felices augurios, aunque acaben, para citar al bardo inglés T.S. Eliot en su poema Los Hombres Huecos," no con una detonación sino que con un gemido." Ese fue el caso de los monarcas mugalos que la India, cuyo reino inició con el arribo de un fabuloso musulmán llamado Babar el Tigre.<br />Babar había hecho début en este valle de lágrimas con el nombre de pila de Zahiruddin Muhammad Mirza, y su madre descendía de Genghis Khan mientras que su padre tenía como pujante ancestro a nada menos que Tamerlán, el gran guerrero. Babar hizo tres intentos para comerse Samarkanda, pero sus sitios se aguaban peor que flan sin cuajar. Dado que estaba sediento de poder, escogió el sultanato de Dehli en la India para su próximo bocado. Dado que su bisabuelo Tamerlán había instalado en Dehli una dinastía Sayida un siglo atrás, Babar estimó que él podía ser legítimo dueño del trono. Manejaba la artillería con tal maestría que en 1526 derrotar a Ibrahim Lodi y sus huestes fue como beberse un vaso de agua helada para el audaz Babar. Babar era buen musulmán. Tenía 4 esposas y varias concubinas, y sabía ser cruel y progresista al mismo tiempo. Al morir en 1530 le dejó el trono a su hijo Humayún, quien era de pocas luces y a quien recuerda la historia como El Salado por su mala pata. Babar dejó como testimonio de sus correrías el Babarnama, en el cual cuenta sus aventuras de 40 años de vida agitada.<br />El hijo de Babar resultó ser un pobre hombre que no servía para nada,a pesar de poseer bastante coeficiente intelectual. Para más, su adusta hermana Hildabán para muchos hubiera sido mejor monarca, pero en aquellos machistas entonces ni se pensaba en que una hembra de la especie se ciñera la corona. Humayún apenas había calentado el trono por diez años cuando Sher Khan, un rival suyo que era sultán de Bengala, lo echó del taburete. Humayún se fue con su verguenza al exilio en Persia, pero cuando Sher Khan murió Humayún aprovechó para asir de nuevo su trono. En 1555 ya estaba reinando de nuevo, aguantando los regaños de Hildabán y siendo manipulado por las mujeres de su harén. Entre ellas, una había parido al futuro gran Akbar. Humayún fue tan salado que en 1556, se enredó en sus propias piernas y se cayó escaleras abajo cuando salía de su biblioteca. Al morir, su hijo adolescente Akbar quedaba con el mando. Pero Akbar estaría hecho de un material más fuerte como monarca, probando aquello que a veces de una espina pueda brotar una rosa.<br />Para regocijo de muchos, Akbar no heredó la falta de decisión de su atolondrado papi. Poseía una fortaleza de carácter pocas veces vista en la historia, combinando una actitud tolerante y progresista con una audacia enorme como guerrero. Amante de los niños y los animales, sería un hombre bondadoso que se preocupó por los pobres. Akbar fue un gran conquistador, un hábil general y aunque se quedó analfabeta por pura desidia en su juventud, llegó a valorar enormemente el conocimiento y se ilustraba a través de un curioso club de lectores que le leían las obras en voz alta. Hizo matrimonios políticos con linajudas hembras de toda secta, tuvo abundantes hijos y legisló para que hubiera tolerancia religiosa, justicia para los trabajadores y consideración para las mujeres. Vegetariano debido al amor que profesaba a los animales, dijo que su estómago no sería tumba de las criaturas de Dios. Sin embargo, su propio hijo Jehangir habría de pagarle mal por tanto amor y tolerancia. Jehangir apenas se contuvo hasta que Akbar murió en 1605, y tras un modesto entierro, Jehangir se dedicó a poner patas arriba todo cuanto papi había hecho. Comenzó por festejar el deceso del autor de sus días, y Jehangir pasaría a la historia como un sensualista que se dedicó a cultivar el placer en todas sus formas.<br />Jehangir se vio dominado por una esposa gritona y astuta, y durante 20 años de reinado con costo mantuvo lo que Akbar le legó. No fue un promotor de las artes ni un gran guerrero. Le gustaba abusar del opio y de los placeres de la cama. Trató de mantener las riendas de la administración a como mejor pudo, pero no se puede decir que fue un mago de las finanzas.<br />Al morir en 1627 Jehangir dejaba a cargo del trono a su hijo Sha Jehan, quien era un apasionado de la arquitectura y las artes gráficas. Sha Jehan desde chico fue muy mimado, y esperaba conseguir por las buenas o por las malas todo lo que se le antojara. Por eso no importó que estuviera ya casado y con dos hijos cuando en un bazar conoció a Arjumand Banu, una preciosa adolescente que era hija de un alto funcionario del gobierno de Jehangir. El primer día le puso un anillo de diamantes a la bella Arjumand, quien al ascender Sha Jehan al trono en 1627 sería conocida como la reina Mumtaz Mahal, segunda esposa de Sha Jehan pero primera en su corazón. Entre Sha Jehan y Mumtaz existiría un amor apasionado y tierno que dio como fruto 14 hijos, pero el último retoño habría de costarle la vida a la dulce Mumtaz,en 1630.<br />Sha Jehan se dedicó a honrar la memoria de su amadísima segunda esposa construyendo su tumba, el famosísimo Taj Mahal. Mil elefantes e incontables obreros trabajaron con los mejores materiales para este monumento de amor. Nunca más se casó Sha Jehan, y su tristeza ante la partida de su adorada mujer le dejó tan deprimido, que su hijo Aurangzeb aprovechó para deponerlo y echarlo a la Torre Octagonal en 1658. Moriría llamando a su esposa en 1666, siendo sepultado al lado de Mumtaz en el Taj Mahal.<br />Al asumir el trono en 1658, Aurangzeb demostró que era un malcriado y déspota. Intolerante de las otras religiones debido a su fanatismo musulmán, se hizo enemigo de Raimundo y medio mundo. Volvió a imponer monstruosos impuestos sobre los hindúes(revocando la medida de su bisabuelo Akbar), destruyó templos y promovió discordias. No era de esperarse menos de alguien quien depuso a su afligido padre y posteriormente decapitó a sus hermanos, entre ellos el legítimo heredero Dara Sukoh. Durante 49 años mostró ser un guerrero cruel, pero la administración y economía iban flaqueando. En sus horas libres oraba y disecada animales, y gracias a su colección de aprendiz de taxidermista pudimos conocer en el siglo XX los murciélagos de hocico azul extintos desde hace 3 siglos. Cuando Aurangzeb murió en 1707, su hijo Bahadur Shah estaba tan viejo y embadurnado de ocio y aburrimiento de esperar que solo vivió pocos años trepado en el trono. Reza la leyenda que en la vejez de Aurangzeb su hijo a menudo le espiaba el sueño cruzando los dedos de encontrarle muerto en el lecho.<br />Al quedar de nuevo el trono vacío tras la muerte de Bahadur Shah, el imperio se fue debilitando a tal punto que no fue muy difícil para que extranjeros persas y luego ingleses cayeran como buitres sobre la India.</span></strong> </div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-81975544169829597712008-05-11T18:37:00.000-07:002008-12-10T01:53:50.876-08:00Encachìmbese mi hermano pero el pasado es imborrable!<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihBi4WlG9Uwy1gFIy_hB18KMTV-Bz3MZlH4fKnFVSlhjjcltnBB8L1oEfCRUFkZCo23AuSs1wEDtr0EGtSPXUFtETfhsX27mHO05DIilrFc1KEJwbUK6HZ9a_utkerIaSqzMMR572_EZA/s1600-h/Flaviojosefo(historiadores,temas).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199302167014711346" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihBi4WlG9Uwy1gFIy_hB18KMTV-Bz3MZlH4fKnFVSlhjjcltnBB8L1oEfCRUFkZCo23AuSs1wEDtr0EGtSPXUFtETfhsX27mHO05DIilrFc1KEJwbUK6HZ9a_utkerIaSqzMMR572_EZA/s200/Flaviojosefo(historiadores,temas).jpg" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3FQWkbmmTHg7jJ9qNYSWv3z2pVq5CNu3PN07uzkC6t2DNsnZ1noWL3CharDRbt-AbeByQ9L0FmxjViUBEHo8T2W6aBhVpJnFsC2ppywJIcQKrjU2p-JChForzHgtPE-PsxD1TtJuWna4/s1600-h/herodoto(historiadores,temas).jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199302171309678658" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3FQWkbmmTHg7jJ9qNYSWv3z2pVq5CNu3PN07uzkC6t2DNsnZ1noWL3CharDRbt-AbeByQ9L0FmxjViUBEHo8T2W6aBhVpJnFsC2ppywJIcQKrjU2p-JChForzHgtPE-PsxD1TtJuWna4/s200/herodoto(historiadores,temas).jpg" border="0" /></a><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIuH-C2EaLmGxp_U0GBpi-0Nyy9zK5txxNRbesO01YMV24OOhrNpHBeaWX_aOr3MNM3tmTD4w1sL9yOFEdo_M_iKtPM9FCcK76gZth1WAy4NjE59-evb9V85cqHBF-EqwIl-stpWbr4Rw/s1600-h/church.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199302171309678674" style="CURSOR: hand" height="146" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIuH-C2EaLmGxp_U0GBpi-0Nyy9zK5txxNRbesO01YMV24OOhrNpHBeaWX_aOr3MNM3tmTD4w1sL9yOFEdo_M_iKtPM9FCcK76gZth1WAy4NjE59-evb9V85cqHBF-EqwIl-stpWbr4Rw/s200/church.jpg" width="133" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCC6L0waOmEERkpyiQNGHMXuRE_rqjrpBUjejsaPY0bBW8MoG9QC8TUz7exHdjsZmgccy5zP7FsPpLQ6LpwsYSkHGbOfTkP1wnJR5mi0WdB3VZmYHUkFM5HRJML6-vNL2zNxswM3By-q4/s1600-h/coleccion+de+machos+treyafs.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199302175604645986" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCC6L0waOmEERkpyiQNGHMXuRE_rqjrpBUjejsaPY0bBW8MoG9QC8TUz7exHdjsZmgccy5zP7FsPpLQ6LpwsYSkHGbOfTkP1wnJR5mi0WdB3VZmYHUkFM5HRJML6-vNL2zNxswM3By-q4/s200/coleccion+de+machos+treyafs.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#990000;">LOS GRANDES HISTORIADORES DE TODOS LOS TIEMPOS<br />Cecilia Ruiz de Ríos</span></strong></div><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#990000;">La historia es una de esas cosas que por màs que nos encojone que nuestro rey favorito sea homosexual o nuestro entrepreneur predilecto haya sido amigazo de Hitler, a como decìa el griego Agatòn "ni los dioses pueden cambiar el pasado" y tratar de tapar al mero sol con el dedo no solo es frustrante e inùtil, sino que tambièn puede poner en ridìculo hasta a quien crea ser erudito solo por poseer un pobre pene que tal vez ya ni le funcione.</span></strong></div><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#990000;">Mi padre tiene la culpa de que yo sea historiadora. Còmo no serlo si la historia misma en èl vivìa en mi casa? Y aùn consciente que a los historiadores nos ven a veces los ignorantes como tarados que deberìamos ser manejados con correa-sobre todo si somos hembras-creo que todos los dìas dle mundo y no solo el 30 de noviembre son dìas del historiador.<br />Un 30 de noviembre en el palacio de Blenheim en Inglaterra vino al mundo uno de los estadistas e historiadores más adorados de todos los tiempos, Sir Winston Churchill, y a partir de mediados del siglo XX los “tarados con correa”(léase historiadores, pues así nos mira la mayor parte de la gente que no lee)hemos venido celebrando el Día Mundial del Historiador casi en la clandestinidad. A lo largo de la historia unos cuantos genios han brindado importantísimos aportes en lo que yo considero como “el quehacer más delicioso de toda la pelotita del mundo.”<br />Oficialmente, el barbudo griego Herodoto fue el primer hijo mortal de la musa Clío, la cual en la mitología griega es una sesuda beldad que patrocina la historia. Herodoto asomó su prodigiosa sesera al mundo en Halicarnaso alrededor del año 484, en otoño, poco antes de las guerras contra Persia. Con cero pelos en la lengua, el padre de la historia se metió en líos con un tirano analfabestia llamado Lygdamis y fue exiliado a Samos, y ahí dio a luz a sus 9 libros con dedicatorias a las musas. Herodoto escribió sobre las guerras entre Grecia y Persia destacando personajes como Ciro el Grande y Creso, luego se fue a Italia y ahí murió, siendo enterrado cerca de un mercado. Xenofonte, militar, domador de corceles, historiador y filósofo, se perfila como uno de los seres humanos más dotados por la naturaleza, ya que además era hermosísimo. Nacido en Atenas hacia 430 antes de Cristo, pertenecía a una familia acomodada y desde joven se vio atraído hacia la acción bélica, participando en la guerra contra los persas cuando Artaxerxes II estaba en el poder . De esas experiencias Xenofonte escribiría su celebérrimo Anabasis, rico en detalles de la época y uno de los libros más sabrosos de toda la historia. Muchos detalles sobre el nacimiento del imperio persa yacen en las páginas de su Ciropedia, mientras que la obra Hellenica es de rigor para los especialistas en historia griega.<br />El imperio romano dio numerosos historiadores de considerable prestigio. Julio César, gran mandamás que fue gran general, amante insaciable e historiador, después de hacer destrozos en Avernia, escribió el citadísimo libro La Conquista de las Galias, en el cual narra la épica victoria que obtuvo en lo que hoy es el macizo central de Francia. Punto de referencia ineludible para historiadores, en realidad ni la mitad de los que cacarean haber leído esta obra de hecho la han sostenido entre manos, pero esto no le quita el mérito a Julio César como historiador. Consta de 7 libros, siendo el primero escrito durante su estadía en la Galia cuando conoció a Vercingétorix.<br /><br />Claudio I El Historiador, emperador romano que subió al trono después que mataron a su sobrino Calígula reduciéndole las menudencias a salpicón, fue una gran autoridad sobre historia etrusca y sus valiosos volúmenes son un faro para guiar a los conocedores hacia esa época de la historia. Gayo Suetonio Tranquilo, nacido en el año 75 de la era cristiana y muerto en 160, fue secretario durante el mando de Adriano. Su obra inmortal indudablemente es “Vidas de los 12 Césares”. Flavio Josefo, soldado e historiador judío, nació como Josefo Ben Mattathias en Jerusalén en el año 37 de la era cristiana, cuando Jesús tenía poco de haber sido crucificado y los judíos tenían el yugo romano encima. Aunque Josefo no gustaba de estar dominado por los romanos, se dio cuenta que estaban destinados a salir perdiendo. Cuando la ciudad de Jotapata cauó en las garras romanas del general Vespasiano, Josefo se escondió en una cueva y hasta juró suicidarse, pero al final de cuenta no lo hizo .Al ser capturado por Vespasiano, le profetizó grandeza, y así salvó su pellejo. Cuando Vespasiano se hizo emperador, liberó a su adorado Josefo, lo adoptó a tal punto que le dio su apellido(Flavio) y le dio vida de rico. Flavio Josefo pudo dedicarse a escribir crónicas sobre la guerra entre los judíos y los romanos .Por su asesoría hacia Tito, el heredero de Vespasiano, fue llamado traidor.<br />Nacido alrededor del año 45 de la era cristiana y fallecido en 125, Mestrius Plutarco comenzó como sacerdote del oráculo de Delfos cuando ya Grecia era apenas un territorio del devorador imperio romano. Estaba destinado a conocer la felicidad conyugal con su devota y consentidora esposa, teniendo varios hijos, y viviendo en paz en Quironea. La exquisita pluma de Plutarco le ganó el respeto y admiración del imperio romano, incluso por los mandamases Nerva, Trajano y Adriano, quienes eran sus ávidos lectores. Sus obras más célebres son la Moralia y Las Vidas Paralelas, y en esta obra iniciada ya en su madurez (alrededor del año 100 después de Cristo)describe con lujo de detalles las vidas de gloriosos héroes griegos y romanos, como Epaminondas, Pericles o Escipión Africano.<br />Y no podemos cerrar este artículo sin mencionar a la primera mujer historiador de todos los tiempos, la famosa princesa bizantina Anna Comnena, nacida en 1083 y muerta en 1153. Ella es la mejor fuente de información sobre el reino de su papá, el emperador Alexis I. En sus obras no solo describe la barbarie de la primera cruzada, sino que además da detalles sustanciosos de las costumbres, ceremonias y pormenores de la vida en la corte bizantina. Esta obra se llamó La Alexiada. En 1097 se casó con otro historiador y trató de urdir una trama para darle el trono a su esposo, pero ésta falló. Tras la muerte del marido, entró a un convento dedicado a la enseñanza.<br /></span></strong><br /><br /></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-7047136947891294762008-05-11T18:34:00.000-07:002008-12-10T01:53:51.177-08:00Aprendamos de ellos<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDiRPd9xQmr3_0GB5vGzzR9Y-mdZAwl_kPKUaw3OKHukiexVxd0-XBPRZmd7FjxhGK9g22eostDx3XFD-Uf2g08eDfgJV9puT_qRB8roDvlCLOZE9UIcPikFdEMXJWFXDmpmFJbDgPgAs/s1600-h/womanpilotww2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199299413940674578" style="CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDiRPd9xQmr3_0GB5vGzzR9Y-mdZAwl_kPKUaw3OKHukiexVxd0-XBPRZmd7FjxhGK9g22eostDx3XFD-Uf2g08eDfgJV9puT_qRB8roDvlCLOZE9UIcPikFdEMXJWFXDmpmFJbDgPgAs/s200/womanpilotww2.jpg" border="0" /></a> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihHs7nvNLTp4wEdC862DgaMoFtogkncRA9bUs_fSIx15YDZ5M7KUEPCPdwCIHDy-nWWyF39-onCjec4pd7c2MKPQ3kzpQYn_e2S2Yy7y4TBNY1BmPrSnnMDKkTm07y9CUsAbfKVxnwc00/s1600-h/viejos+preciosos.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199299418235641890" style="CURSOR: hand" height="145" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihHs7nvNLTp4wEdC862DgaMoFtogkncRA9bUs_fSIx15YDZ5M7KUEPCPdwCIHDy-nWWyF39-onCjec4pd7c2MKPQ3kzpQYn_e2S2Yy7y4TBNY1BmPrSnnMDKkTm07y9CUsAbfKVxnwc00/s200/viejos+preciosos.jpg" width="201" border="0" /></a><br /> <span style="color:#3366ff;"><strong>LOS VETERANOS DE GUERRA MÁS PINTORESCOS DE LA HISTORIA<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />Una de las experiencias más emocionantes en mis tiempos de estudiante en Francia fue ver a los veteranos de diferentes guerras vestir nuevamente sus uniformes y medallas para el 11 de noviembre, fecha dedicada mundialmente a ellos ya que en esa fecha fue que se firmó el armisticio con el cual se acabó la I Guerra Mundial. Contrario a lo que sucede en Nicaragua, donde los veteranos de guerra son denigrados y maltratados, en Francia son venerados y respetados de forma increíble, y fue un orgullo ver a varios de mis parientes luciendo gallardamente en los eventos y desfiles el uniforme con el cual se cubrieron de gloria en la II Guerra Mundial. En la historia, un buen número de altos personajes también fueron veteranos de distintas guerras.<br />Uno de los más grandes novelistas que ha producido Francia fue veterano de guerra: el general y literato Pierre Choderlos de Laclos, cuya obra Las Relaciones Peligrosas-malmontada por Hollywood con Glenn Close, Michelle Pfeiffer y John Malkovich-hemos aplaudido. Pocos saben que el autor de tan monumental alhaja de las letras fue más conocido como aguerrido guerrero que como intelectual mientras vivió. No sería el único francés cuya experiencia en la guerra fuera opacada por otro tipo de fama, ya que Monsieur Felipe de Orléans I, el hermano mariquita del fabuloso rey galo Luis XIV, fue un respetable veterano de diversas batallas en las cuales apoyó a su regio hermano mayor. Resulta increíble pensar que el mismo hombre que se empolvaba la peluca cuatro veces al día, se ponía carmín en los labios y se perfumaba más que una dama de burdel fuera un audaz luchador a la hora de enfrentamientos bélicos, pero la verdad es que este pintoresco homosexual pasó a la historia como uno de los mejores comandantes que tuvo Luis XIV en su ejército.<br />La Guerra de Crimea dejó una estela de valiosos veteranos de guerra. Fue en este conflicto de mediados del siglo XIX que una de las mujeres más valiosas que ha producido la humanidad se hizo en la práctica la madre de la enfermería moderna y el angel salvador de miles de soldados en Turquía. Florence Nightingale junto a 39 valientes enfermeras inglesas participaron en la Guerra de Crimea y les tocó vivir espeluznantes experiencias mientras trataban de salvar el mayor número de soldados. Los traumas sufridos por Florence la habrían de dejar con salud frágil por el resto de su vida, y fue precisamente su delicado estado de salud lo que le impidió ir a participar a la década siguiente de la Guerra de Crimea a los Estados Unidos cuando los gringos se jalaron de las mechas en la Guerra Civil o de Secesión.<br />Otro veterano de guerra del conflicto de Crimea fue anda menos que el incomparable novelista y noble ruso, el conde León Tolstoy. El barbudísimo novelista ocupó sus memorias como material literario, pero el trauma dejado por tantos cuerpos destrozados que vio probablemente le sirvió para convertirse en vegetariano por el resto de su vida. No sería para menos, ya que otro genial barbudo y literato-el gringo Walt Whitman- quedaría siendo vegetariano y pacifista tras haber sido enfermero y corresponsal de guerra en la Guerra de Secesión de Estados Unidos.<br />Sin embargo, no todos los veteranos de cruentas guerras quedan convertidos en santas palomas vegetarianas o humanistas apasionados como Florence Nightingale. William Henry Harrison, presidente norteamericano que duró solo un mes en la Casa Blanca al morirse de una pulmonía, fue veterano de las guerras contra los indígenas y hasta logró asesinar al gran dirigente Shawnee Tecumseh.La muerte de este caudillo indígena fue descaradamente utilizada en los slogans de campaña del asqueroso Harrison, quien se vanagloriaba de ser mataindios. Tras la Guerra de Secesión, el chele nefasto George Armstrong Custer quedó como cúcala desarbolada buscando acción.<br />Era uno de esos tipos que si no están en el fragor del combate, no están a gusto. Pues siguió de belicoso cuando ya los EEUU estaban reunificados, y esta vez se fue a buscar cómo matar indios en las Dakotas para arrebatarles las Lomas Negras, que estaban atiborradas de oro. Afortunadamente, este vicioso veteranito de la Guerra Civil no quedó para contar el cuento porque el 25 de junio de 1876 una coalición indígena encabezada por Toro Sentado y Caballo Loco lo pusieron loco y luego lo sentaron ante la muerte para que no volviera a levantar cabeza, en lo que fue la Ultima Bravata de Custer. Otro veterano de guerra que llegó demasiado lejos merced a sus experiencias bélicas en la guerra entre México y Estados Unidos(que fue cuando los cheles se le comieron enormes trechos de tierra a los aztecas<br />Abracando Texas, Nuevo México, Arizona y parte de California) fue Zachary Taylor. Tras haber batallado contra México, Taylor llegó a ser presidente de los EEUU. Un útil veterano de guerra fue Teodoro Roosevelt, quien se cubrió de gloria en la Batalla de San Juan en Cuba durante la Guerra Hispano-Americana. Roosevelt, tras ser muy elogiado por su valentía, pasó a la fórmula con McKinley para presidente, y cuando murió asesinado éste, a Roosevelt como vicepresidente le tocó ocupar el despacho Oval de rebote.<br />Para gloria de Nicaragua, nuestro hermoso Salomón de la Selva fue veterano de la I Guerra Mundial cuando se enlistó en las tropas inglesas del rey Jorge V. Producto de sus experiencias bélicas, el inefable Salomón parió uno de los libros más deliciosos de la historia, El Soldado Desconocido. Pocos poetas supieron plasmar en versos las atrocidades del combate sin causar repugnancia al lector. No sería el único bardo que narrara sus experiencias. Cuando Tipoo Sultán de Mysore(India) resistió contra los ingleses a fines del siglo XVIII, lo acompañaba entre sus huestes el poeta indio Rajiv Adli. Afortunadamente, Adli sobrevivió aunque Tipoo fue asesinado en 1799, y estando en cautiverio escribió su incomparable obra infantil El Monstruo Guerra, la cual debe ser tema obligatorio en toda clase de historia para niños. Adli murió en Londres en 1820, dejando tras de sí toda una estela escrita de sabiduría y lirismo en sus cuentos y prosemas recogidos en Sonriendo A Pesar de Todo.<br />La I Guerra Mundial dejó tras de sí un reguero de valiosos veteranos. El poeta y grabador norteamericano Edward Estlin Cummings (que se firma solo e. e. cummings)produjo algunas de sus mejores obras basándose en sus experiencias de camillero, mientras que la gran escultora judía francesa Daline Nardeaux hizo su colección de miniaturas A La Guerra tras haber sido enfermera cerca de la línea Maginot en Francia. En la II Guerra Mundial, dos corresponsales de guerra se robaron el show: la hindú Kamala Napurdalah, quien disfrazada de soldado indio se coló en el Desembarco de Normandía, y el recio y machista novelista gringo Ernest Hemingway. Ambos entraron a Francia con las fuerzas aliadas el día del Desembarco, pero mientras Kamala exhibió un valor y madurez fuera de serie, Hemingway se pasó de bromas y copas, se hizo pasar por comandante aliado y hasta casi cae preso cuando llegó al París liberado a acaparar cuanto vino había en un bar.</strong></span>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-4744710608181976642008-05-11T18:28:00.000-07:002008-12-10T01:53:51.465-08:00Rabien machos!Las mujeres siempre hemos mandado!<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxaNHftulT727_RH5X98ZLL6BmXmkI6EFFyMxTR4MF0ASnYupjvKodVXrKT1sO-F9grVhEkai1vmB3b8NQdCBpNxVUXL8YBZ096cm3Gub7E2WsWsyrzORAvx8QZ3xD9sAXolKIMHFygss/s1600-h/nackcidil(personalidades,nackcidil).gif"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199298241414602738" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" height="217" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxaNHftulT727_RH5X98ZLL6BmXmkI6EFFyMxTR4MF0ASnYupjvKodVXrKT1sO-F9grVhEkai1vmB3b8NQdCBpNxVUXL8YBZ096cm3Gub7E2WsWsyrzORAvx8QZ3xD9sAXolKIMHFygss/s200/nackcidil(personalidades,nackcidil).gif" width="100" border="0" /></a><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiO6_qeGbGaqn4pfzzOtf9R8wMJJHAcs-GBmFUiTfhqnsNsT3_9y9XIdjnGFrhxXFCGOgw0SrSEH84aTH6lV00wftQD7aoIv9z4-2uRJx5uy6MhW0a1cPJ9eW64Vu30BHlugO5kfBsit9Q/s1600-h/khurrem.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199298241414602754" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiO6_qeGbGaqn4pfzzOtf9R8wMJJHAcs-GBmFUiTfhqnsNsT3_9y9XIdjnGFrhxXFCGOgw0SrSEH84aTH6lV00wftQD7aoIv9z4-2uRJx5uy6MhW0a1cPJ9eW64Vu30BHlugO5kfBsit9Q/s200/khurrem.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><span style="color:#cc6600;"><strong>LOS PODERES FEMENINOS TRAS EL TRONO OTOMANO<br />Cecilia Ruiz de Ríos</strong></span></div><br /><div align="justify"><span style="color:#cc6600;"><strong>Es frecuente costumbre entre los machos mediocres querer siempre atosigar, regañar e intentar disminuir a las hembras que los aventajamos en todo aspecto,nos tratan de obsesivas mientras lloriquean sobre sus impotencias, y si pueden esconderse tras el anonimato mejor. Pero delante o detràs de cualquier trono o libro, la presencia femenina siempre alborota todo menos indiferencia, y en los siglos del dominio osmanlì esto no fue ninguna excepciòn.<br />Si bien el imperio otomano se caracterizó por ser un sistema en el cual las mujeres no gozaban de muchas libertades, el poder muchas veces estuvo en manos de las mujeres más allegadas al sultán, preferiblemente madres y esposas. Hoy recordaremos a mujeres como Roxelana (Khurrem), Turhan Hadice, Hafise, Sechir Para, Zuleika y la suegra de Turhan: Kosem Mahpeyker. Zuleika no fue la madre, esposa o hija de sultán alguno. Fue una noble guerrera quien disfrazada de varón fue lugarteniente de uno de los sultanes más desafortunados de la historia, Bayaceto I El Rayo. Zuleika acompañó a Bayaceto en sus aventuras guerreras, destacándose por su ferocidad en combate. Algunos historiadores la mencionan como hija de un general bizantino, otros afirman que era media hermana de Bayaceto I.<br />La cosa es que cuando Tamerlán capturó a Bayaceto I en las inmediaciones de Angora (antigua Ankara y cuna de los gatos mechudos), el tártaro no dejó que escapase Zuleika y se la llevó para ejecutarla inmediatamente. Reza la leyenda que primero fue desollada viva, luego untada con limón y posteriormente convertida en una tea humana. Bayaceto I, encarcelado, no duró mucho y en 1403 murió preso, desbaratándose el cráneo al embestir los barrotes de su celda y llamando a Zuleika a gritos, según versiones populares turcas. Selim I, nieto de Mehmet II el Conquistador y apodado El Adusto por su crueldad, tuvo como favorita a Hafise("La Sabia"), una pelirroja que unos afirman era descendiente de Genghis Khan mientras que otros juran hasta con los dedos de los pies que era una cautiva escocesa de la familia del rey de ese país. Haya tenido Hafise cualquier origen, se sabe que logró tener gran ascendiente sobre Selim como su bas kadin ("madre del heredero"), siendo la mamá de nada menos que de Solimán El Magnífico. Una vez que Selim I pasó a "mejor vida", Hafise como sultan valideh (madre del sultán) supo gobernar con mucho tacto a través de su hijo, quien la adoraba.<br />Recordemos que el poder de las mujeres se medía por el buen servicio que prestaba a los hombres (léase sultanes), y una bas-kadin era la esposa más influyente, mientras que la sultan valideh como madre del rey tenía una autoridad tan grande que el mismito sultán le temía...por aquello que reza el Corán de que el paraíso está a los pies de una madre. Hafise hizo sentir su influencia hasta en la escogencia de la segunda consorte de Solimán. Hafise como suegra pensaba que Solimán le prestaba demasiada atención a Mahi Debran Gulbehar, la primera mujer que le dio un hijo varón.<br />Para distraerlo le escogió entre las chicas del harén a una rusita sonriente, chela y muy buena bordadora. Esta fue la legendaria Roxelana, quien tomó el nombre de Khurrem (la que ríe). Roxelana logró que Solimán se apasionara tanto por ella que exilió a la previa consorte con todo y el hijo. Roxelana le tuvo varios hijos a Solimán, lo dominó por completo hasta hacerle que la desposara formalmente (algo nunca visto en la historia otomana, pues las esposas lograban serlo solo tras parirle un heredero varón al sultán y no por intercambio de anillos) y posteriormente hizo que eliminara al hijo de Mahi Debran Gulbehar para garantizar el trono a su propio retoño Selim II (conocido luego como El Borrachín).<br />Safiye fue una hermosa mujer que se destacó como la principal asesora de sus hijos Murad III y Mehmet III. Muerta en 1605, su hijo la consideraba tan indispensable que tras su deceso parecía mono mal tirado.<br />Sin embargo, la agitada vida de Kosem Mahpeyker parece cosa de telenovela. Era griega de origen, muy bella pero también pavorosamente intrigante y cuechera. Nacida en 1589, ingresó al harén siendo una adolescente pero aprendió pronto todas las mañas y subterfugios para sobrevivir. Kosem al morir su macho quedó de regente de su hijito Murad, quien era apenas un cipote de 11 años de edad. Tras la muerte de Murad en 1640 fue regente de su otro hijo Ibraghim el Desquiciado y luego para su nieto Mehmed IV. Taimadamente intrigó en contra de su nuera Turhan Hadice-la mujer de Ibrahim-pero en 1651 el tiro le salió por la culata cuando Turhan la hizo asesinar, siendo este uno de los suegricidios más aparatosos de la historia Tras la muerte de su suegra, Turhan Hadice fue regente de su hijo Mehmed IV, siendo esta rusita todo un as en el campo minado de la política turca.<br />Sin embargo, Turhan Hadice se vio humillada por la pasión que su marido Ibrahim El Desquiciado sintió hacia Sechir Para, una elefantiásica armenia cuyas menudencias desproporcionadas enloquecían al sultán. Sechir Para ("Cubo de Azúcar") aprovechó su influencia para deshacerse del harén de más de 200 mujeres de su amado, susurrándole que las damiselas lo engañaban. este cuecho hizo que Ibrahim hiciera ahogar a todas sus concubinas.<br /></strong></span></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-31967679661153710452008-05-11T18:19:00.000-07:002008-12-10T01:53:51.525-08:00El gran tejedor de melodìas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWh0f5JTCYlmqCKf9Z0Wm8nqJ7pdud8Xogd4lQx1i6ZnIa0PTMQCNK1q6n6TJdLlMPjqYMSTOXRaAlLhksRYO5aB5Bm_YJkkd2a_dHMP7kJEC7XeiazIyumnT1SZqSrSP6WHkX8lJ7N7g/s1600-h/mauro+giuliani.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5199297004464021474" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWh0f5JTCYlmqCKf9Z0Wm8nqJ7pdud8Xogd4lQx1i6ZnIa0PTMQCNK1q6n6TJdLlMPjqYMSTOXRaAlLhksRYO5aB5Bm_YJkkd2a_dHMP7kJEC7XeiazIyumnT1SZqSrSP6WHkX8lJ7N7g/s200/mauro+giuliani.jpg" border="0" /></a><br /><div><strong><span style="color:#ff0000;">MAURO GIULIANI:<br />EL JILGUERO DE LAS CUERDAS PUNTEADAS<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />Uno de los recuerdos de infancia que más atesoro es el de Juana, mi madre, tocando su mandolina en las tardes. A menudo era música de Antonio Vivaldi, Tárrega, Sor o Paganini, pero también adoraba a un italiano llamado Mauro Giuliani, cuya Gran Sonata en La Mayor hasta la vez tiene el poder mágico hasta para quitar dolores. Al arribar a una efemérides más del Día Nacional del Músico, vamos a recordar a Mauro Giuliani, guitarrista y compositor italiano.<br />Mauro nació un 27 de julio de 1781 en Bisceglie, y moriría el 8 de mayo de 1829 en Nápoles, Italia. Aparte del catalán Fernando Sor, Mauro Giuliani es considerado como el mejor guitarrista compositor del siglo XIX. Desde niño había puesto todo de su parte para llegar a ser considerado como una eminencia de las cuerdas punteadas. Aún siendo muy pequeño, compuso algunas obras de contenido litúrgico. El y su hermano Nicolás fueron juntos a Barletta, donde ambos se aplicaron a la música. Inicialmente Mauro dio muestras de ser bueno al violonchelo, y a lo largo de su vida no habría jamás de abandonar dicho instrumento. Pero se enamoró fulminantemente de la guitarra entrando a la adolescencia. Pasaba tanto tiempo tañendo este instrumento que ni el hambre lo hacía dejar a un lado su “instrumento con curvas de mujer,”como él llamaba a la guitarra.<br />Mauro se casó con María José del Mónaco y en 1801 tuvieron un hijo, a quien llamaron Miguel. Poco después del nacimiento del niño, Mauro fue a pasar un tiempo en Trieste y luego en Bologna, lo cual no le agradó demasiado a su joven esposa. La cosa se puso peor cuando Mauro acabó de estudiar contrapunto, en 1806, y se largó hacia Viena, Austria, dejando en Italia a su furibunda esposa y a Miguel. Viviendo en Viena, se lanzó a una apasionada aventura con una chelita llamada Adele Willmuth, y como resultado de esta relación la muchacha le tuvo una hija al compositor en 1807, María. En 1807 Mauro estaba destinado a iniciar un nuevo período en su composición ya que se había sumergido profundamente en la corriente de la música instrumental vienesa. Como concertista, estaba siendo muy cotizado a nivel europeo.<br />Se convirtió en celebridad, y dado que tenía un aspecto bastante atractivo y aún estaba joven, las mujeres lo seguían por doquier. Mauro a través de su virtuosismo logró establecer nuevos parámetros para el fino arte de tañer la guitarra. Nicolás Paganini, quien era paisano suyo y también estaba en la cima de su fama como concertista, le enviaba flores con notas que decían,”Tengo envidia de vos, compondré algo para guitarra, aunque no creo que sean tan bellas piezas como las que vos habéis compuesto.”<br /><br />La obra de Mauro también era admirada por grandes compositores de la época, como el germano Luis Van Beethoven y el también italiano y rey absoluto de la ópera Joaquín Rossini. Tanto el Divino Sordo como Rossini se hicieron amigos suyos, también. El entusiasmo por Mauro no dejó fríos ni a los altivos Habsburgos, y pronto Mauro fue invitado a tocar a la par de otras luminarias como Hummel y Moscheles(piano), Mayseder(violín) y Merk(violonchelo) en suntuosos conciertos en el palacio de Schonbrunn en Viena. La entrada para estos conciertos costaba un ducado (una moneda de oro, un platal en aquellos dorados entonces). El 8 de diciembre de 1815, cuando se dio el Congreso de Viena, Mauro estaba en la orquesta como violonchelista para el estreno de la memorable 6ta.Sinfonía de Beethoven.<br /><br />Curiosamente, en Viena Mauro era mucho más apreciado como concertista que como compositor, a pesar de que sus obras fueron publicadas por la editorial Artaria. En 1819 Mauro debió irse de Viena por razones mayormente personales. Su cuenta bancaria y su propiedad fueron confiscadas para pagar el cerro de deudas que había acumulado en su vida opulenta. Volvió a Italia, viviendo brevemente en Trieste y Venecia antes de fijar residencia en Roma. Trajo consigo a su hija Emilia, quien había nacido en 1813.<br /><br />Tanto Emilia como María, ambas hijas de Mauro estudiarían en un convento entre 1821 y 1826. En Roma no era muy aclamado, y viajaba mucho a Nápoles para asistir en su enfermedad a su papá. Nápoles le acogió con los brazos abiertos, y a menudo tocó en conciertos a dúo con su hija Emilia, quien se había convertido en eximia guitarrista. Hacia 1828 Mauro ya andaba mal de salud, y murió un año más luego en Nápoles. Sus obituarios fueron modestos, y algunos periódicos incluso lo ignoraron. Pero el valor de sus numerosas obras para guitarra lo habrían de sacar del anonimato tras su muerte, y hoy en día sus obras son como la Biblia para los fieles del credo de la guitarra.<br /></span></strong><br /></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-77716334204811166562008-05-04T19:54:00.000-07:002008-12-10T01:53:51.707-08:00vale la pena morir por complacer al macho?<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixGaCMQYT5Kuxh9LMChzxhA9uRwuehQN_cgtXZ0e11vZQwW7nhMuFZpneoSOuoOtdTlSrikSDpNenzOVmwQj6CVJepGT2MF4o9CJGxfRynlXDVPwRqdngE6SC4Me0py0wiTizLY7DRuFY/s1600-h/queen+jayne+seymour.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5196722126884552898" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixGaCMQYT5Kuxh9LMChzxhA9uRwuehQN_cgtXZ0e11vZQwW7nhMuFZpneoSOuoOtdTlSrikSDpNenzOVmwQj6CVJepGT2MF4o9CJGxfRynlXDVPwRqdngE6SC4Me0py0wiTizLY7DRuFY/s200/queen+jayne+seymour.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#3333ff;">LAS VICTIMAS DE LA MORTALIDAD MATERNA<br /><br />Cecilia Ruiz de Ríos<br /><br />A lo largo de la historia, varias valiosas féminas se fueron de este valle de lágrimas a causa de partos complicados o abortos. Algunas, como la bella Mumtaz Mahal quien está enterrada en el Taj Mahal, fallecieron tras larga experiencia trayendo niños al mundo y Mumtaz feneció en su parto No.14, dejando a su esposo Sha Jahan como mono maltirado.<br />De la Italia Renacentista, la figura de Lucrecia Borgia -hija predilecta del Papa Alejandro VI- nos llega envuelta en sensualidad, intrigas y misterio. Muchos historiadores la consideran una mujer lasciva, prepotente e intrigante, y fue casada 3 veces. Entre sus amantes incluyó a su propio padre, con quien cohabitó en medio de una orgía de tres días cuando los participantes de estas francachelas solo iban ataviados con sombreros y máscaras. La muerte de esta bellísima mujer se dio cuando ya habiéndose dedicado en su madurez a las caridades y obras sociales, cometió un desliz y no quiso parir el producto de sus amores. Al parecer la comadrona no hizo un buen trabajo de asesinato de la criatura y Lucrecia murió desangrada a consecuencia del aborto.<br />En los tiempos de la Edad Media y el Renacimiento, las reinas eran mujeres destinadas a cumplir con su deber reproductivo y ser figuras de adorno. Reina muerta, reina repuesta, y Enrique VIII de Inglaterra se perfila como el hombre que gastó mas esposas en busca del ansiado heredero varón. El glotonazo rey inglés vio cumplido aquello de a la tercera la vencida cuando su tercera esposa, la fofa Juana Seymour, por fin le dio el esperado hijo varón. Posteriormente procedió a morirse de una galopante infección uterina que en aquellos entonces llamaban fiebres puerperales. Juana no pudo gozar la gloria de ser la madre del heredero ni chinear a su Eduardito, pues a los pocos días del parto, se fue de este valle de lágrimas. El pago recibido por este sacrificio "en aras del reino" fue que cuando Enrique VIII estiró los tenis, pidió ser sepultado al lado de la abnegada Juana, de quien sospecho que si hubiera un " más allá" no hubiera querido estar en tan nefasta compañía!<br />Otra reina que vio su vida truncada por el triste destino biológico de mujer fue la hermosísima Isabel de Portugal, esposa de Carlos I de España y V de Alemania (nieto de los Reyes Católicos de España). Isabel de Portugal era tan bella que los pintores se peleaban por pintarla, y entre los que plasmaron su hermosura en lienzos estuvo Tiziano. Las malas lenguas, y la mía a la cabeza, le dieron a la espléndida Isabel a Tiziano por amante. La reina murió de un aborto mal atendido, según versiones del palacio que hablaban de hemorragias y fiebres galopantes de la monarca... dejando a su acongojado esposo y a su afligido hijo -el futuro Felipe II de España- preguntándose exactamente qué pasó. Para colmo, Isabel se llevó la trágica distinción de ser uno de los cadáveres cuya descomposición fue tan galopante que casi tuvieron que vertirla a cucharadas en un féretro fortificado.<br />Luis XIV, el viril e insaciable Rey Sol, perdió a una de sus amantes cuando ésta sufrió un aborto espontáneo. Mademoiselle Fontanges era una de las mujeres que apartaron recato, crítica y cualquier escollo para estar con el hombre que dijo que el estado era él ("l état c est moi"), y cuando el monarca se percató que la mujer iba a morir a causa de la pérdida de la criatura, fue a llorar al lado de su lecho de moribunda. La pobre mujer lo consoló diciendo que se iba victoriosa porque había visto llorar al monarca más grande del mundo... Y es que estos Luises franceses eran expertos matadores de hembras, porque Luis XV, sucesor del Rey Sol, también fue quien causó la muerte de la bella marquesa de Vintimille -una de sus amantes- cuando ésta murió al dar a luz a un hijo suyo.<br />Una de las mentes más privilegiadas de Inglaterra estaba destinada a evanecerse de este mundo a causa de un embarazo problemático: Charlotte Bronte, la autora de obras tan importantes como Jayne Eyre y Shirley. La Bronte, nacida en 1816, formaba parte del famoso trio de hermanas escritoras inglesas al lado de Anne, autora de Agnes Grey, y Emily, autora de Cumbres Borrascosas. En 1854 Charlotte se casó con un religioso que había sido colaborador de su papá. Arthur Bell Nichols se tomó muy en serio su rol de amo y señor de la casa, no comprendía el genio de su mujer y lo único que quería era descendencia a pesar de la frágil constitución física de Charlotte. La novelista, siempre complaciente, salió pipona y no vivió para contar el cuento, pues el embarazo fue tan problemático que madre e hijo murieron en 1855, antes de la fecha prevista para el parto.<br />La princesa inglesa Charlotte Augusta entró a este mundo con el pie equivocado. Era la hija del rey Jorge IV de Inglaterra y de su segunda esposa, Carolina de Brunswick. Este matrimonio comenzó mal y terminó peor, pues el rey inglés no podía ver ni en pintura a su mujer, llegándola a alejar de la corte y hasta a negarle el estar presente en su coronación. Jorge y Carolina se habían separado inmediatamente después del nacimiento de la princesa. Charlotte Augusta fue criada bajo estricta vigilancia y cuando le llegó el turno de servir a la patria, en 1816 la casaron con el príncipe belga Leopoldo de Saxe-Coburgo, futuro rey Leopoldo I. Si bien es cierto que su marido no le causaba repugnancia, Charlotte Augusta vio su salado destino colmado cuando el bebé que esperaba con tanta ansiedad se presentó de nalgas y no de cabeza, y la princesa se murió en el parto con la criatura atorada en su escuálida pelvis.<br />Ya en nuestro agitado siglo XX, una de la escultoras y diseñadoras más creativas del mundo murió cuando estaba embarazada: Sinaí Amara Trujillo. Esta exótica beldad era hija de un garífuno hondureño, Winston Trujillo, y una capitán del ejército israelí, Moshit Tabbar. Cuando la bella Sinaí Amara contrajo nupcias con el percusionista Karim Abdel Perahma del Kadar -hijo de un magnate de la OPEC y de una princesa asiática-su madre le vaticinó que esa boda "solo le causaría dolor y muerte." Perahma comenzó a exigir que Sinaí Amara le diera un hijo, fueron visitados los ginecólogos más famosos de Suiza, y a pesar de que los galenos advirtieron a la pareja que un embarazo podría presentar muchos riesgos, por fin la diseñadora quedó encinta. La dicha no fue duradera, pues en el 6to. mes de embarazo, Sinaí Amara se desplomó en la cocina de la lujosa casa en París que ocupaba. Fue encontrada por una criada y llevada al hospital, pero ya era muy tarde. La noche en que Sinaí Amara falleció desangrada por un parto prematuro el percusionista árabe andaba de farra tras un agitado concierto en París en la buena compañía de varias chicas de cabaret.<br /></span></strong></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-65529622595074368192008-05-04T19:50:00.000-07:002008-12-10T01:53:51.940-08:00las bellas màs notables de la historia<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2Xb9AxDaj5q0OlvfxHM56BhDpLXYlnAr4Sv_RT8uavh3OJ7JaSOeHLx_ypVlZeup7wNCio0t0gX0htpOiT6xEcRS-yJmG4VPMF9f20A7wReBpHlgPoQ6x32Xw-YG_pV35dJz5LH5B6Ms/s1600-h/marylin.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5196721207761551538" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2Xb9AxDaj5q0OlvfxHM56BhDpLXYlnAr4Sv_RT8uavh3OJ7JaSOeHLx_ypVlZeup7wNCio0t0gX0htpOiT6xEcRS-yJmG4VPMF9f20A7wReBpHlgPoQ6x32Xw-YG_pV35dJz5LH5B6Ms/s200/marylin.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#6633ff;">LAS MUJERES MÁS HERMOSAS DE LA HISTORIA<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />"Solo usted y las hembras se sabrosearon hablando de los hombres bellos, y las mujeres más lindas de la historia, ¿qué pasó?" me protestó mi alumno y ahijado Sergio Manzanares Brethous. Muchas mujeres no solo fueron grandes celebridades e intelectuales, sino que eran tan bellas que hasta los animales se volteaban a verlas pasar. Entre las mujeres de los tiempos dorados de Grecia, la cortesana Aspasia le quitaba el hipo a cualquiera. Fue admirada hasta por el genial Pericles, y sus bucles dorados combinados con unos ojos verde tierno hicieron estragos en los corazones masculinos. La poetisa de Lesbos, Safo, tenía fama de ser más exquisita que sus propios poemas- ¡lo cual ya es decir bastante!-y aunque su nombre se convirtió en denominativo para las mujeres que prefieren a sus congéneres, Safo subyugó tanto a hombres como a féminas con su combinación increíble de cabellos negros, senos túrgidos y un cerebro envidiable. Entre las beldades de Egipto de los tiempos faraónicos, se destaca la hermosísima negra Tiye-quien fue la adorada esposa de un faraón-y la legendaria Nefertiti, consorte de Ikhnaton, quien tenía uno de los rostros más perfectos vistos en la pelotita del mundo.<br />En Inglaterra, una reina celta de cabellos rojos, ojos grises y piernas largas llamada Boadicea es admirada tanto por su hermosura como por su valentía al haber desafiado a los romanos cuando llegaron a invadir las islas británicas. Esta espléndida guerrera casi derrota a las huestes de Paulino Suetonio. Candace, reina y guerrera etíope cuya fama de gran general ahuyentó al macedonia Alejandro Magno, también debe haberse visto espectacular cuando montó arriba de un elefante ataviada con una lanza y nada más...Candace medía más de 6 pies de estatura, tenía ojos de miel y una piel de ébano más lisa que el satén. En la Edad Media, la intelectual y religiosa francesa Eloísa es considerada como una de las beldades más subyugadoras de la historia. De largos cabellos rizados y cobrizos, ojos de miel y una silueta de reina de belleza, Eloísa vivió tempestuosos amores con el canónigo Pedro Abelardo. Otra belleza de la Edad Media fue la reina de Francia por su matrimonio con Carlos VI, Isabeau de Wittelsbach.Esta linda mujer logró dominar a su esposo con su sensualidad y cabellos de oro, pero tras ponerle los cachos y llevar una vida de ocio y bacanal, acabó más gorda y floja que una chancha parida...qué lástima! Agnés Sorel, la amante titular de Carlos VII de Francia (por cierto hijo de Isabeau de Wittelsbach) fue una mujer chela y aseada de ojos turquesas que combinó buen corazón, valentía y generosidad con su impecable aspecto.<br />Tamara de Georgia, reina y guerrera consumada, también fue bellísima on cabellos caoba y ojos verdes, midiendo más de 6 pies de estatura y con unas piernas de campeonato. Jadwiga de Polonia, reina que cristianizó a ese país y fundó una universidad, parecía el original de una muñequita de filigrana con sonrosada tez, pelo de mantequilla y ojos violeta como los de Liz Taylor. En el Renacimiento, varias hembras de la especie fueron famosas por sus aspectos. En Italia, Lucrecia Borgia, hija espuria del papa Alejandro VI, era una trigueña con rostro de virgen medieval y ojos luminosos. Isabel de Avis, princesa portuguesa que fue matrimoniada con Carlos I de España y V de Alemania, era una pelirroja con rostro de muñeca y cinturita de avispa. Acabó siendo la madre de Felipe II, quien no heredó nada de su belleza. Dos reinas otomanas se disputan el título de la reina más bella de la línea osmanlí: la griega Kosem, de cabellos achocolatados y rostro marmóreo, y su nuera Turhan, de origen ruso y de ojos de ámbar.<br />Lástima que Turhan acabó matando a Kosem en el suegricidio más célebre de la historia! En Francia, Diana de Poitiers, amante titular del rey galo Enrique II, era una dama de silueta perfecta, rostro dulce y cabellos oscuros y ondulados quien logró conservarse linda y ágil aún en la vejez. En la India de los monarcas mugalos, Mumtaz Mahal con sus ojos negros y tez canela inspiró un amor incandescente en el emperador Sha Jehan, quien al morir ella en el parto de su último retoño, decidió construir el Taj Mahal como mausoleo para albergar los restos de la bella. Nzingha, reina africana de Ndongo y Matamba, era una morenaza de rostro de chiquilla traviesa, musculatura de ébano y unos pies menudos y sensuales.<br />Era tan linda que hasta sus enemigos-los portugueses colonialistas-la piropeaban. De Hungría, la condesa Erzebet Báthory fue tan exquisita que quienes sabían que asesinó a más de 600 vírgenes para bañarse en su sangre se negaban a creer que semejante angel fuera tan perversa. Entre nuestras indias, Pocahontas de estados Unidos y la Malinche de México se llevan las palmas como beldades a toda prueba, mientras que Jeanne Poisson, Marquesa de Pompadour y amante del rey galo Luis XV, fue tan hermosa que hasta sus perritos poodles la miraban con ojos de almíbar.<br />La casquivana Cayetana, Duquesa de Alba, acabó inmortalizada por Goya como la Maja Desnuda y La Maja Vestida,.0 Lady Jane Ellenborough, inglesa noble cuya lista de amantes fue interminable en el siglo XIX, compite con sus ojos de cielos y rostro de querube con la emperatriz de Francia Eugenia de Montijo, pero muchos opinan que la bávara Sissy Emperatriz de Austria fue la mujer más linda del siglo XIX. Jennie Jerome, la norteamericana madre del estadista inglés Winston Churchill, era exótica y oscura y hasta el rey Eduardo VII se enamoró de ella. Ya en el siglo XX, entre las bellezas más fascinantes han estado la aventurera y corista gringa Evelyn Nesbit, la sueca diva del cine Greta Garbo, la explosiva Marylin Monroe y la azteca María Félix, tan linda que uno de sus maridos-Agustín Lara-le compuso María Bonita.</span></strong><br /></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-1571526292151430022008-05-04T19:47:00.000-07:002008-12-10T01:53:52.345-08:00Se nos fueron antes de tiempo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjun5WdqUoMTJrh4ONODt5cQcu3SpRGCls05c_hyXpiJKud9BYbh3LFPy38KqCL7-lrPQRf9YRBqxb1GKXkLdfzWC2cNKA7q11_SY7bJFOhT1utXEICDE-SpoJGuK6ekcLLG6Uxgypy_cs/s1600-h/mozart2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5196720511976849570" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjun5WdqUoMTJrh4ONODt5cQcu3SpRGCls05c_hyXpiJKud9BYbh3LFPy38KqCL7-lrPQRf9YRBqxb1GKXkLdfzWC2cNKA7q11_SY7bJFOhT1utXEICDE-SpoJGuK6ekcLLG6Uxgypy_cs/s200/mozart2.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#333300;">LAS MUERTES PREMATURAS DE LA HISTORIA<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />Hace poco, cuando una de mis gatitas llamada Leonor de Arborea falleció antes de cumplir los tres meses de edad, traté de consolarme pensando que al igual que muchos grandes personajes de la historia, a mi bella calico le había tocado morirse jovencita. En realidad, las páginas del tiempo están repletas de gente que debió haber vivido mucho más pero cuya hilo vital fue cortado prematuramente por las temidas Parcas.<br />Hasta la vez, muchos nos rascamos la cabeza preguntándonos quién fue el que ultimó al gran faraón niño Tutankhamon, dado que hay buen porcentaje de probabilidades que este chico regio haya muerto "ayudado por otros". Tut era apenas un adolescente cuando subió al trono de Egipto, sin embargo no duró mucho gozando de las mieles del poder y hoy en día, tras el descubrimiento de su rica tumba a manos de un inglés, son más los misterios que las certezas que rodean a la vida y muerte de este gobernante antiguo. Otro jovencito utilísimo que no debió haber muerto de casi 22 años de edad fue el aguerrido y melenudo chele avernio Vercingétorix. Siendo apenas un adolescente pero ya con musculatura de Dolph Lundgren, este bravo chavalo se hizo cargo de las tropas galas y por un pelito casi derrota al experimentado Julio César de Roma. En el año 52 antes de la era cristiana, Vercingétorix prefirió entregarse a los romanos antes que seguir sacrificando a su pueblo. Julio César se lo llevó de trofeo de guerra a Roma, donde lo tuvo preso por más de 5 años, susurrándole obscenidades al oído hasta que se aburrió de tratar de enamorarlo y lo ejecutó en público.<br />Alejandro Magno, al igual que el inefable Jesucristo, murió a los 33 años de edad. Este gran conquistador macedonio se dio a la tarea de realizar una helenización tremenda de buena parte de Asia, pero se murió de una galopante tifoidea cuando estaba en la flor de su vida. En Roma, la triste historia del emperador loco Heliogábalo llegó a un final irónico cuando el muchacho de 18 años, tras hacer numerosas torticerías y tratar de imponer un culto fálico en Roma, fue asesinado por sus soldados al dejarlo ir en una letrina repletita de ñaña. La muerte del gran huno Atila fue otra de las malas jugadas de las Parcas. Este gran guerrero, llamado el "Azote de Dios", entraba en la mejor parte de su vida cuando cometió el grave error de casarse con una adolescente llamada Ildico. En medio de la fiesta, Atila bebió cantidades navegables de licor y cuando se retiró a su noche de boda, sufrió un sangrado nasal. Estando completamente ebrio, se ahogó en su propia sangre sin haber podido desflorar a su nueva cónyuge. Estaba apenas en su treintena!<br />En la época del medievo, la muerte prematura de la Doncella de Noruega Margarita, heredera al trono escocés, ocasionó que el rey inglés Eduardo I Pataslargas se quisiera apoderar del trono. Margarita murió de fiebres en camino hacia Escocia, y al quedar vacante el trono escocés surgieron William Wallace y Robert Bruce para luchar contra los ingleses. Margarita de Escocia, bella chelita que fue casada con el delfín de Francia en la adolescencia, murió apenas a los 19 años de edad tras una riña con su suegro, el desagradable y cobarde Carlos VII de Francia.<br />Juana de Arco, campesina lorenesa destinada a salvar la monarquía de Francia al dirigir su ejército contra los ingleses durante la famosa Guerra de los Cien Años, era apenas una chiquilla analfabeta cuando afirmó haber oído voces de santos que la mandaban a luchar por la soberanía patria. Juanita no logró cumplir ni los 20 años cuando fue remitida por lo ingleses a la hoguera en Ruán, tras ser acusada por herejía y brujería. Jadwiga de Polonia, preciosa reina que fue mecenas de sabios y santa por derecho propio, murió muy jovencita tras haberle parido un hijo a su odioso esposo Jagiello de Lituania, con quien se había casado por complacer a su pueblo. No llegaba ni a los 22 años de edad. María de Borgoña, la más rica heredera de su tiempo, murió a los 25 años de edad tras haberse caído de un caballo estando encinta.<br />Era la adorada esposa de Maximiliano I de Hasburgo, dejando dos niños habidos de su matrimonio. La triste suerte de María se cebaría también en sus hijos, ya que su varoncito Felipe El Hermoso murió de un resfrío a los 28 años de edad tras estar infelizmente casado con Juana la Loca, hija de los Reyes Católicos. La hija de María, Margarita de Austria, estaba destinada a llorar cuando su esposo-Juan, el hijo de los Reyes Católicos-se murió jovencito poco después de la boda. Los Reyes Católicos también llorarían cuando su hija Catalina se quedó viuda al poco tiempo de matrimoniada, pues el Príncipe Arturo de Inglaterra murió tísico siendo apenas un adolescente. Para colmo Arturo dejó a Catalina intacta, sin poder ejercer su deber conyugal. Claudia, la hija habida por Ana de Bretaña con su segundo esposo Luis XII de Francia, contrajo nupcias con el rey galo Francisco I solo para sufrir. Tras tantos embarazos y malos tratos de su esposo y suegra, Claudia murió agotada en su veintena.<br />De la dinastía Valois, la dulce francesita Isabel fue matrimoniada como tercera consorte con el asqueroso Felipe II de España. Este grotesco rey ni esperó que tuviera su monarquía para gozarla, le hizo dos hijas y cuando estaba preñada de una pareja de gemelos, Isabel murió cuando apenas tenía 22 años de edad. Se cree que Felipe, quien andaba en malas compañías femeninas, pudo haberle acelerado la muerte a su frágil y dulce esposa al haberla contagiado de sífilis. Enrique VIII de Inglaterra hizo de todo para poder conseguir un heredero varón legítimo, y cuando por fin lo obtuvo de su tercera esposa Juana Seymour, la pobre mujer murió en su veintena a causa de fiebres pueperales tras el nacimiento de Eduardo. Al fallecer Enrique VIII, este chico enclenque subió al trono como Eduardo VI, solo para morir tísico muy jovencito, dejando nada más el recuerdo de un muchacho incapaz y malcriado que maltrataba a sus propios halcones.<br />La muerte prematura de Anastasia Romanova, adorada primera esposa del zar ruso Iván El Terrible, fue el punto de inicio para desatar la crueldad en este monarca. Anastasia no tenía más de 24 años cuando se sospecha que los boyardos la envenenaron. Iván lloró a mares por su "dulce vaquita" para luego crear un grupo de paramilitares con los cuales barrió con las vidas y propiedades de los aristócratas.<br />Henry Purcell, gran músico inglés, murió de 24 años por andar de farra. El autor de Una Trompeta Voluntaria no pudo penetrar a su casa en una noche de tormenta de nieve porque su enfadada mujer dio orden a los criados de no dejarle entrar si llegaba tras la medianoche. Alexis, heredero de Pedro I el Grande de Rusia, murió recién salido de la adolescencia cuando su padre lo acusó de complot y le hizo torturar hasta matarlo. Ma. Luisa de Orleáns fue la adorada primera esposa del rey anormal Carlos II de España, y aunque no le logró dar hijos pues el monarca era chiclán y no podía copular, esta francesita gozó de mucho favor con su esposo. Ma. Luisa murió de forma misteriosa, se cree que envenenada, y no llegaba a la veintena. Similar suerte corrió la hija de Carlos I Estuardo de Inglaterra tras su boda con Felipe, el hermano gay de Luis XIV de Francia. Enriqueta María cayó muerta en su terraza producto de un ataque fatal al hígado, aunque al morir esta adolescente no faltaron las lenguas que adujeran que había veneno de por medio. Ma. Luisa de Borbón, sobrina nieta de Luis XIV de Francia, también moriría prematuramente en su veintena cuando su vida de tragos y glotonería acabó con ella. Luis I de España, hijo mayor de Felipe V, murió de viruela poco después de cumplir 17 años. Uno de los mejores soberanos que tuvo España, Alfonso XII, murió tísico en el siglo XIX sin cumplir los 30 años, y antes de irse de este mundo ya había llorado un diluvio cuando su primera esposa Ma. Mercedes de Orleáns, con quien se casó por amor, se le murió chavala poco después de la luna de miel, también merced a la tisis.<br />La muerte joven no escoge solamente a cabezas coronadas para satisfacerse. El poeta inglés John Keats murió tísico en Italia a los 25 años de edad, y dos de los más grandes genios de la música clásica se fueron demasiado temprano de este valle de lágrimas:Wolfgang Amadeus Mozart (de 35 por parálisis renal, olvídense de la bazofia que Milos Forman nos dijo de envenenamiento en Amadeus) y Franz Peter Schubert el autor del Ave María y la Inconclusa. El arpista palestino Daniel de Armati murió asesinado en el Líbano a los 26 años en 1976 y el científico inglés Henry Moseley (quien actualizó la tabla periódica hecha por el ruso Mendeleiev) falleció en combate en la I Guerra Mundial en los últimos años de su veintena.<br /></span></strong></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-26500572049379923582008-05-04T19:44:00.000-07:002008-12-10T01:53:52.611-08:00cuando nos mata la sesera<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNvnpWLHb9rOyLWUBRb4udXGU-BePXPhHOwXjDGLfoHBglEucxnBg_LsoKoKrDF1scjHUz3xLcX6g9Nj5AtXsJuD2eaLW6As-2SKiQQOCREqMdbmkAfPqjAWOmIDBAp4lHX-vRlRFAmZE/s1600-h/Thomas-Jefferson-big.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5196719863436787858" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNvnpWLHb9rOyLWUBRb4udXGU-BePXPhHOwXjDGLfoHBglEucxnBg_LsoKoKrDF1scjHUz3xLcX6g9Nj5AtXsJuD2eaLW6As-2SKiQQOCREqMdbmkAfPqjAWOmIDBAp4lHX-vRlRFAmZE/s200/Thomas-Jefferson-big.jpg" border="0" /></a><br /><div align="justify"><strong><span style="color:#333399;">LAS MIGRAÑAS MÁS CÉLEBRES DE LA HISTORIA<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br /><br />Dado que en Nicaragua cada vez es más frecuente la posibili­dad de padecer de jaquecas de­bido a la inestabilidad bancaria, los eventos competitivos fraudulentos, las cuentas impa­gables y la delincuencia, hoy a petición de mi asidua lectora Arjumand Morazán vamos a hablar de Los personajes hist6- ricos que padecieron de las más terribles migrañas. Muchos reyes y emperadores se las vieron “de a pelito” con sus migrañas. Julio César, el cruel general y dictador romano quo sometió a las Ga­lias y fue amante no solo del rey Nicómedes de Bitinia sino también de la hermosa Cleopatra Filopator VII, encontraba el castigo a sus des- manes en su propia cavidad craneal merced a unos dolores quo le hacían morderse la lengua para no gritar. “Un látigo se estremece en mi pensamiento, y azota cuando menos lo espe­ro,” escribió Julio César, a quien el dolor de la migraña habría de acabársele solamente cuan­do su pobre cuerpo sustituyó dicho malestar por varios cuando le clavaron tantas puñaladas que lo dejaron casi como alfiletero humano en las gradas del senado.<br /><br />La amargada, fea y floja reina inglesa María Tudor, primogénita del regordeto Enrique VIII, sería otro personaje que se revolcaría del dolor cuando las tenazas de la migraña le apretaban la sien. María, a quien Ia historia bautizó co­mo La Sangrienta por sus masa­cres contra los protestantes, desde chiquita fue muy enfermiza, endeble y pálida, y acabaría muriendo de un galopante cáncer ovárico quo le impidió ser madre a pesar de que su esposo Felipe II cumplió con sus deberes (aunque al trom­pón y a la patada, porque sentía gran repulsión por ella). Pedro I El Grande, Zar de Rusia, fue otra cabeza que se vio apretada y no solamente por el peso de una corona. Pedro tenía tras de sí una infancia traumática a la cual sobrevivió de punto milagro. Muchos expertos aducen que es posible que tuviera epilepsia y hasta una lesión cerebral, pero el genial mandamás que modernizó Rusia y creó su primera flota se vería aquejado toda su vida por la migraña, y en dos ocasiones con­vulsionó en el campo de batalla para susto de sus soldados. Otro monarca que padecía de jaquecas fue Carlos II de España, último soberano de la odiada dinastía de los Habsburgos.<br /><br /><br /><br />Carlitos ha­bía nacido tan deforme y defectuoso que fue un milagro que no se muriera chiquito. La deformi­dad ósea de la cabeza de Carlos sin lugar a du­das daba pie a toda suerte de trastornos, des­de cefaleas pavorosas hasta el hecho que su mandíbula estaba tan desigual que no podía masticar muchos alimentos sólidos porque las dos hileras de dientes no calzaban entre sí.<br />La migraña aquejó a numerosos genios. Las escritoras inglesas Virginia Woolf y George Eliot, y l poetisa romántica británica Elizabeth Barrett Browning se remitían al lecho cuando el dolor arreciaba, mientras que el norteamerica­no cuentista y bardo Edgar Allan Poe solía afir­mar que solo hallaba alivio al dolor de su migraña consumiendo cantidades navegables de whisky y moonshine (una especie de cususa destilada artesanalmente en el sur de los Esta­dos Unidos.) El gran George Bernard Shaw solía aislarse por días cuando la migraña lo ataca­ba, mientras que Lewis Carroll-el autor de Alicia en el País de las Maravillas-se untaba en las sienes unas pócimas y menjunjes malolientes. Otro inglesito que sufrió lo inmencionable por las migrañas fue el poeta y filósofo Alexander Pope, el mismo que entre dolores afirmaba que “la justicia es una telaraña en ha cual se pegan las moscas pero a través de la cual pasan los pájaros.” Científicos como el gran sueco Carol Linneo, líderes religiosos como Juan Calvino, filósofos como Emmanuel Kant y Fe­derico Nietszche también sufrieron abundantes dolores a manos de es­to mal que al parecer escogió muy selectivamente a sus víctimas. Tam­poco habrían de capearse de la cefalea inventores como Alfredo Nobel, a quien le debemos ha dinamita y los Premios Nobel, o Alexander Graham Bell, quien nos legó el teléfono y grandes tomos de rehabilitación para sordomudos. El matemático y pensador francés Blaise Pascal pa­só más de la mitad de su vida sumi­do en el dolor.<br /><br />En el campo del pentagrama clásico, la migraña habría de atacar al ruso considerado como el mayor gonlo musical que ha dado su país, Pedro Ilitch Tchaikovsky, autor de El Lago de los Cisnes, El Cascanueces y la Sinfonía Paté­tica ( la cual según las malas lenguas con la mía a la cabeza del rally fue compuesta en su ma­yor parte mientras Pedrito andaba un trapo ca­liente envuelto alrededor de la testa tratando de apaciguar el dolor. El romántico y estirado com­positor y pianista polaco Federico Chopin pade­ció de migraña desde chiquito, siendo un para­digma de debilidad, palidez y posteriormente hi­pocondría. El hombre que nos legó ha primera literatura musical típicamente pianística solía reclinarse en un diván con su perro y sus gatos de almohada mientras suspiraba de dolor con un pañuelo do encaje empapado en vino como cintillo. Aquellos que se agarran la cabeza a dos manos afirmando que se les va a partir están en muy buena compañía. El gran estadista gringo Thomas Jefferson, quien fue el que redactó la declaración de la independencia estadounidense, solía dar pujos de dolor cuando ­la cefalea se apoderaba de él.<br /><br />El hombre quien fue el tercer presidente de los Estados Unidos se quejaba a tal punto “que no aguantaba ni an­dar su empolvada peluca puesta, y muchas veces encontró un poco de alivio en las pócimas y arrumacos que le preparaba su fiel esclava negra Sally Hemmings, con quien acabó teniendo varios chavalos bastardos ya que nunca medió boda entre Jefferson y la hermosa Sally. Otro presidente gringo que padeció de migrañas-empeoradas por sus gomas ya que era apasionado por la botella-fue Ulysses Grant. Como el pobre ex general convertido en mandamás no paraba de beber, en una ocasión un charlatán ofreció trepanarle la sesera para menguarle los dolores. No faltan quienes digan que el presidente Woodrow Wilson estaba en medio de una migraña olímpica en París cuando un flaquito quiso llegar a exponerle sobre los abusos de los franceses en Indochina.<br /><br />Si la excusa de que Wilson estaba con cefalea fuera cierta, sería ha migraña más cara de toda la historia. Wil­son, quien creía que la autodeterminación de los pueblos era okay siempre que fueran rubios y con reales, ignoró descortésmente al caudillo que luego sería Ho Chi Mihn, y así le destinó para el futuro al presidente gringo Lyndon B. Johnson una tamaña jaqueca empacada y con­servada en su jugo de bilis desde 1918...porque el independentista Tío Ho sería el valiente que le espetaría un sonoro NO a Johnson cuan­do éste quiso “amansar “a los vietnamitas en la década de los 60. Todo porque Wilson en 1918 “estaba indispuesto.”<br />.</span></strong><br /><br />i.<br /></div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1679537425595039200.post-27266212386267299822008-05-04T19:41:00.000-07:002008-12-10T01:53:52.732-08:00cuidado les meten un sapo en la barriga!<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7SdX-T8Q_t9F5ZRT5cZbknGDe6JHn0odYYznrcnQq8gRLMY15xLg7XUg2JJNWhWPWhAfLmZjxgZgdWP443i2d9fgJDe-rdJPDjMik1HJY-svAYfhYZ7ul62BmdQMBnCIW4mJJ0wDfWho/s1600-h/rasputin.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5196718965788622978" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7SdX-T8Q_t9F5ZRT5cZbknGDe6JHn0odYYznrcnQq8gRLMY15xLg7XUg2JJNWhWPWhAfLmZjxgZgdWP443i2d9fgJDe-rdJPDjMik1HJY-svAYfhYZ7ul62BmdQMBnCIW4mJJ0wDfWho/s200/rasputin.jpg" border="0" /></a> <div align="justify"><strong><span style="color:#009900;">LAS MALDICIONES MÁS PAVOSAS DE LA HISTORIA<br />Cecilia Ruiz de Ríos<br />En una agitada clase de Historia Contemporánea II, una de mis alumnas me preguntó al mencionar a los Romanov y Rasputín si era cierto que el famoso y sexy "Monje Loco" le echó sal a Nicolás II afirmando que si algo le pasaba a él, la dinastía caería como castillo de naipes. La realidad es que aunque yo no creo en maldiciones, hay unas cuantas coincidencias raras en la historia.<br />Mientras le arrancaban las entrañas y lo capaban a plena vista y paciencia del público inglés en agosto de 1305, el gran independentista William Wallace le soltó una maldición a Eduardo I Pataslargas, afirmando que su dinastía(la de los Plantagenet) acabarían destronados por falta de heredero. También le susurró que las pagaría con su hijo Eduardo II, lo cual se cumplió, pues al subir al trono este hijo de Pataslargas se dedicó a protagonizar el bulto, el cuadro y el ridículo. El pobre homosexual acabó siendo destronado por su propia esposa y el amante de ésta, solo para luego ser ejecutado en el castillo Berkeley con hierros candentes introducidos por el trasero. Con el correr del tiempo la dinastía Plantagenet se fue deteriorando hasta ser un cero a la izquierda.<br />Felipe IV el Bello fue uno de los reyes más trágicos de Francia. Se le ocurrió no solo echarle el guante a la fortuna de los Templarios, sino que también hizo un asado con el Gran Maestre de esta orden, Jacques de Molay. Mientras las llamas devoraban al anciano Molay, éste maldijo a Felipe afirmando que sus tres hijos morirían sin herederos y que en menos de un año, el monarca y él se verían al otro lado de la muerte para ajustar cuentas. Esta no fue la única maldición caída sobre Felipe IV el Bello de Francia. Dado que se había dado a la tarea de mandar a su fiel Guillermo de Nogaret a sopapear al papa Bonifacio al mismito palacio de Agnani donde el sumo pontífice vivía, el papa en cuestión también lo maldijo antes de morir de pena moral tras ser nalgueado por Nogaret. Efectivamente, el pobre monarca murió antes de cumplirse un año de la muerte de Molay y Bonifacio, y sus tres hijos-quienes calentaron el taburete real por turno-todos murieron sin dejar el ansiado heredero varón.<br />A la hora de convocar a la "pava"(mala suerte), nadie le ganaba a Miguel de Nostradamus, el sabio médico y vidente judío que nos legó Las Centurias. Al sentir que la muerte se acercaba, el barbudísimo astrólogo afirmó que quien profanara su tumba y tocara sus huesos moriría de forma atroz. Esto se cumplió cuando siglos después que estiró la pata, unos soldados se pusieron a jugar con la huesera del vidente y uno de ellos incluso bebió vino usando el cráneo de Nostradamus como copa. Efectivamente, todos los involucrados en la desecración de la tumba de Nostradamus murieron violentamente, dos de ellos en accidentes increíbles y los otros tres asesinados.<br />Una gitana quien se acostó con el rey Felipe IV de España se llevó tamaño disgusto cuando el soberano no quiso volverse a refocilar con ella. Echando una maldición sobre el monarca, le juró que tendría con su segunda esposa un genuino monstruo con el cual acabaría la estirpe de los Habsburgo en España. Con su pariente y segunda consorte Mariana de Austria, Felipe IV efectivamente engendró a Carlos II, último monarca de la casa de Austria en España y uno de los tarados más espeluznantes de la historia.<br />Otra amante despechada se ensañó contra un monarca cuando éste no quiso reconocerle públicamente al hijo espurio que le dio. La húngara Zita Andrassy parió un chavalo ciego del emperador Francisco José I de Habsburgo, el flamante esposo de Sissi de Wittelsbach. Zita quiso que Francisco José le diera apellido y dinero por el chico, pero cuando él ni la recibió(estaba recién casado y loco enamorado de Sissi ) ella envió una nota diciendo que las pagaría con una maldición sobre su familia. Zita prometió muerte para una recién nacida(en efecto una de las hijas de la real pareja murió en la infancia), suicidio para el heredero(en efecto, Rodolfo se suicidó con su amante en enero de 1889), asesinato para Sissi (quien fue ultimada con una lima filosa en Suiza en 1898) y disgustos en su vejez para Francisco José I(quien peleó con su sobrino Francisco Ferndinando cuando contrajo matrimonio con Sofía Chotek, para colmo muriendo estos esposos asesinados en 1914 en Sarajevo).<br />Rasputín llegó a obtener grandes cuotas de poder sobre el zar Nicolás II Romanov debido a que era el único capaz de aliviar al hemofílico heredero al trono, Alexis. Rasputín jugaba a ser Dios con la política rusa, se hablaba de amoríos entre él y la zarina Alejandro y la gente le odiaba casi tanto como a los despilfarradores zares. Sabiendo que miembros de la nobleza le detestaban por su ascendente sobre la familia real, Rasputín emitió su advertencia con visos de maldición,"Si a mí me pasa algo, tú vas después a la muerte y el desastre," le dijo a Nicolás II. Rasputín fue asesinado un 30 de diciembre de 1916, ahogándose en gélidas aguas tras haber probado veneno y ser el blanco de varios tiros. Poco después, la revolución bolchevique llegó a su hervor y los zares con sus hijas, el heredero enclenque y hasta el perro spaniel Jimmy fueron ultimados un 16 de julio de 1918 en Ekaterinburgo.<br />Quizás una de las maldiciones más tenebrosas de la historia fue la que se cumplió al abrir el inglesito Carter la tumba del gran faraón egicpio Tutankhamen. Casi todos los involucrados en la apertura de la tumba murieron de formas muy extrañas, aunque Carter personalmente no pasó mayores apuros.<br />En Nicaragua, las maldiciones han rondado nuestra historia y folklore popular desde hace rato. Cuando los sanguinarios Contreras acabaron con el obispo Antonio Valdivieso, la maldición pareció caer sobre León Viejo, el cual acabó en ruinas merced al Momotombo. Eso por no mencionar la maldición de chayules que se apoderó de San Carlos después de ser echado un cura católico de la zona, o la del empresario chinandegano que reza la leyenda que le juró al Uñudo que si hacía buenos reales, en cada zafra podría contar con las almas de varios trabajadores como su pago...lo cual siempre se cumple al morir varios obreros agrícolas en cada corte de caña.<br />Recientemente con el ataque terrorista a Estados Unidos se ha hablado mucho de la Maldición del Indio que se cierne sobre los presidentes electos en años 0.Tecumseh figura como uno de los caudillos indígenas más valientes de los Estados Unidos. El y su hermano, quien era profeta, luchaban contra la usurpación de sus tierras a manos del blanco. Cuando William Henry Harrison luchó contra Tecumseh en la batalla del Thames un 5 de octubre de 1813, resultando el indio shawnee asesinado, con su último aliento el caudillo lo maldijo a él y a todos los presidentes gringos que fueran electos en años con 0. Para comenzar, el odioso William Henry Harrison murió de pulmonía a un mes de ser drapeado con la banda presidencial, siendo el primer mandatario que moría en la Casa Blanca. Posteriormente, presidentes como Abraham Lincoln(electo en 1860), James Garfield (el gordiflón de la pasión desenfrenada, electo en 1880), William McKinley (electo en 1900) y hasta el zanganísimo John F. Kennedy(electo en 1960) fueron asesinados, haciéndonos pensar que Reagan al ser electo en 1980 se capeó de puro pelito de morir en 1981.</span></strong> </div>ceciliahttp://www.blogger.com/profile/09039361387965980750noreply@blogger.com0