EN EL DIA MUNDIAL DE LOS ANIMALES:
LOS GATOLOGOS MÁS FAMOSOS DE LA HISTORIA
Cecilia Ruiz de Ríos
Yo amo a mis gatos con el mismo desenfreno y alegrìa con que detesto a los mediocres. Los gatos son excelsos desde antes de nacer.Al arribar a otra efemérides del Día Mundial de los Animales, celebrada en 4 de octubre en honor a San Francisco de Asís(patrono de los animalitos), es buen pretexto para hacer una declaración pública de amor a las criaturas de Dios, particularmente a mis idolatrados gatos. A lo largo de la historia, los gatólogos, gatómanos o gatolocos de todos los tiempos han incluido famosos científicos, literatos, reyes y políticos, convencidos a como decía Juan Alejandro de Normandía que “el estado más perfecto de la vida ronronea.”
Aunque el gato no le hizo compañía a los humanos hasta que los egipcios lo domesticaron para que les comieran los ratones de sus graneros, la amistad entre gente y miaus creció a nivel galopante. Menes, el primer monarca unificador de Egipto, tuvo un séquito de gatos, algo que imitaron posteriores faraones incluyendo a Ikhnaton, Ramsés II, Imhotep, Tuthmosis I, Tuthmosis II, Hatshepsut y Tutankhamen, sin olvidar a Cleopatra Filopator VII de la dinastía tolemaica.
Los gatos fueron tan idolatrados en Egipto que una de las deidades de su panteón portaba cabeza de gato, siendo los micifuces tratados como dioses(algo que al parecer no han olvidado). En la antigua Grecia, el gato fue adorado por la poetisa Safo, el militar Xenofonte, los políticos Pericles y Alcibíades, los filósofos Aristóteles y Platón, además del curioso científico-pensador Demócrito de Abdera. En tiempo de los romanos, Claudio el Historiador, Marco Aurelio, Tito y su papá Vespasiano, y Heliogábalo fueron amantes de los gatos.
A pesar de que los más ignorantes del cristianismo luego estimaron que los gatos eran encarnación del uñudo, hubo santos que amaron a los mininos: Santa Agata, San Francisco de Asís(quien reza la leyenda que fue salvado de una plaga agresiva de ratas por un gato negro que brotó de la manga de su cotón), San Gregorio El Grande( quien se auxiliaba con su gato en la meditación),San Iván(patrono de los abogados), San Molig de Irlanda (quien hizo el milagro de devolver de la muerte a su gato, su pájaro canoro y una mosca) y nada menos que Mahoma, máximo profeta del Islam(quien para no despertar a su gato durmiente se arrancó la manga de la túnica evitando interrumpirle la siesta a su miau).
Amalasuntha reina de los ostrogodos mimaba más a sus gatos que a su propio hijo, y Carlomagno de Francia les daba de comer de su mismo plato. Godofredo Chaucer, gran poeta medieval inglés, tuvo muchos gatos, al igual que el trovador francés Guillermo De Aquitania(quien protagonizó una tierna historia de amor con su gato Manx llamado Pudincito).Entre los sultanes de la línea de Osman hubo muchos adoradores del gato, desde el fundador de la dinastía Osman I pasando por sultanes como Bayaceto I(quien mejoró la raza de Angora), Mehmet II el Conquistador, Bayaceto II el Jardinero, Selim I el Excelente, Solimán el Magnífico, Selim II y el desquiciado Ibrahim I(quien hizo ahogar a todo un harén de más de 200 mujeres pero jamás se le ocurrió hacerle nimalas miradas a sus micifuces.)Las mujeres de varios sultanes osmanlíes también fueron grandes gatómanas, entre ellas Hafsa,Turhan, Khurrem, Nurbanu y Kosem.Los osmanlíes habían heredado el amor por los felinos de los seljuks, entre los cuales Saladino se destacó con su inseparable Firousi.Los monarcas mugalos de la India también idolatraron a sus mascotas uñudas, siendo los gatómanos más conocidos Babar el Tigre, Akbar el Grande, Sha Jehangir y su esposa predilecta Nur Jehan, Sha Jahan y su adorada Mumtaz Mahal y Aurangzeb. Entre los nipones, Ieyasu Tokugawa se destacó por haber apresado al dueño de un mastón que asustó a su gata predilecta. Los tailandeses aún recuerdan el amor de sus reyes Mongkut y Chulalongkorn por los gatos.
Nzingha de Ndongo y Matamba tuvo varios abisinios, al igual que el emperador Menelik II de Etiopía y Shaka Zulú. Ser el predilecto del poeta Petrarca le trajo malas consecuencia a su gato, pues cuando el creador del soneto murió su miau fue sacrificado y momificado para acompañar a su socio al más allá. Grandes genios como el italiano Leonardo Da Vinci, la francesa Colette, el pensador Michel de Montaigne, el filósofo Nicolás Maquiavelo, el músico Doménico Scarlatti, el irlandés William Makepeace Thackeray(autor de Barry Lindón), la novelista gala George Sand, el poeta francés Charles Baudelaire, el cuentista gringo Edgard Allan Poe, los poetas ingleses Percy Bysshe Shelley, John Keats y Lord Byron, el rey del reggae Bob Marley, la novelista gringa Harriet Beecher Stowe, el novelista británico Thomas Hardy, el organista-misionero y médico Albert Schweitzer, los compositores Federico Chopin, Claudio Debussy y Pedro Ilitch Tchaikovsky, el bardo Víctor Hugo y el novelista Alejandro Dumas admitían no poder existir sin un gato en la casa. El poderoso cardenal Richelieu llegó a adaptar un salón palaciego para sus gatos(los cuales heredaron buena suma de su fortuna),mientras que novelistas como Walter Scott y Charles Dickens jamás escribían sin sus gatos a mano.El compositor ruso Alejandro Borodin, el bardo galo Teófilo Gautier, el gran periodista empírico y poeta normando Juan Alejandro de Normandía y el poeta inglés T.S.Eliot dedicaron numerosas obras a sus gatos. La madre de la enfermería Florence Nightingale le ponía nombres de estadistas a sus gatos, mientras que la libidinosa inglesa Jane Ellenborough admitía envidiarles la capacidad sexual a sus numerosas y mimadas gatas.
El amor del emperador bizantino Alexis V Murzúfulo por sus gatos fue tanto que cuando lo asesinaron los animalitos lamieron su destrozado cuerpo. Reyes como Juan III Sobiesky de Polonia, Enrique IV de Francia, Nicolás I de Rusia, Eduardo VII de Inglaterra, Ma. Antonieta de Francia, Victoria de Inglaterra, Federico II de Sicilia, Federico II de Prusia, Pedro I de Portugal y su tercera esposa Inés Pirez de Castro, Sissy Emperatriz, Leonor de Arborea, José II de Habsburgo, Vlad Drácula de Transilvania, Burte(esposa principal de Genghis Khan), Catalina II de Rusia, Ma. Teresa de Austria, Tipoo Sultán , el regente Felipe II de Orleáns de Francia , Carlos II de Inglaterra, Brian Boru de Irlanda y Luis XV de Francia hicieron esperar a dignatarios mientras atendían a sus mininos personalmente, mientras que estadistas de la talla de Rutherford Hayes(a quien le regalaron el primer gato siamés traído a América), Abraham Lincoln, Jorge Washington, Ataturk de Turquía, Tito de Yugoslavia, Jomo Kenyatta, Vladimir Ilitch Lenin, Teddy Roosevelt, Jawaharlal Nehru, Indira Gandhi Horacio Walpole, Mahatma Gandhi, Bill Clinton, Winston Churchill , Charles de Gaulle, Georges “El Tigre”Clemenceau, y Ho Chi Mihn de Vietnam le brindaron trato casi de realeza a sus felinos.
El amor desbordante por los gatos también fue característica del novelista Ernest Hemingway, el bardo William Butler Yeats, el periodista y novelista galo Emilio Zola, el humorista Mark Twain, el científico Luis Pasteur, el científico Isaac Newton, el novelista nipón Yukio Mishima, el genio del terror HP Lovecraft, los poetas Rabindranath Tagore, Omar Khayyam y Rudyard Kipling, el científico Albert Einstein, las hermanas Bronte, la periodista y novelista Kamala Napurdalah(autora de Libro del Gato:Miao También Ama),el explorador David Livingstone, la artista Yoko Ono, el Beatle John Lennon, el compositor galo Jean Michel Jarre,la mecenas Peggy Guggenheim, la pintora azteca Frida Kahlo, el rockero inglés Freddy Mercury(autor del hit Delilah en el cual ama a gritos a su gata traviesa), la bailarina gitana Tadea Mirszlac, el pintor Pedro Pablo Rubens, el papa Leon XII, el matemático y escritor inglés Lewis Carroll (autor de Alicia en el País de las Maravillas) y León Trotski . Lenin en sus últimos días prefería a Trotski por encima de Stalin como sucesor precisamente porque cuando el judío creador del ejército rojo le visitaba, primero saludaba a los mininos de Lenin y luego al propio Vladimir, ganándose así el corazón del gran dirigente ruso.
Gatólokos, gatólogos, gatómanos o simplemente guácala(a como expresa mi alumna coreanita Min Ji cuando algo no le gusta)los que amamos los gatos somos legión.En el día de los animalitos, hemos rendido tributo a todos esos humanos para quienes nuestros Firousis, Gateaus,Socks, Jocks, Lunas, Catarinas, Chanoines, Furhouses, Cupcakes, Vashkas, Atjas,Gnats, Gladstones y Guillaumes.(sin olvidar a mis trece pavorosos y venerados pozos sin fondo ) siguen siendo el trocito más tierno de nuestros corazones.
LOS GATOLOGOS MÁS FAMOSOS DE LA HISTORIA
Cecilia Ruiz de Ríos
Yo amo a mis gatos con el mismo desenfreno y alegrìa con que detesto a los mediocres. Los gatos son excelsos desde antes de nacer.Al arribar a otra efemérides del Día Mundial de los Animales, celebrada en 4 de octubre en honor a San Francisco de Asís(patrono de los animalitos), es buen pretexto para hacer una declaración pública de amor a las criaturas de Dios, particularmente a mis idolatrados gatos. A lo largo de la historia, los gatólogos, gatómanos o gatolocos de todos los tiempos han incluido famosos científicos, literatos, reyes y políticos, convencidos a como decía Juan Alejandro de Normandía que “el estado más perfecto de la vida ronronea.”
Aunque el gato no le hizo compañía a los humanos hasta que los egipcios lo domesticaron para que les comieran los ratones de sus graneros, la amistad entre gente y miaus creció a nivel galopante. Menes, el primer monarca unificador de Egipto, tuvo un séquito de gatos, algo que imitaron posteriores faraones incluyendo a Ikhnaton, Ramsés II, Imhotep, Tuthmosis I, Tuthmosis II, Hatshepsut y Tutankhamen, sin olvidar a Cleopatra Filopator VII de la dinastía tolemaica.
Los gatos fueron tan idolatrados en Egipto que una de las deidades de su panteón portaba cabeza de gato, siendo los micifuces tratados como dioses(algo que al parecer no han olvidado). En la antigua Grecia, el gato fue adorado por la poetisa Safo, el militar Xenofonte, los políticos Pericles y Alcibíades, los filósofos Aristóteles y Platón, además del curioso científico-pensador Demócrito de Abdera. En tiempo de los romanos, Claudio el Historiador, Marco Aurelio, Tito y su papá Vespasiano, y Heliogábalo fueron amantes de los gatos.
A pesar de que los más ignorantes del cristianismo luego estimaron que los gatos eran encarnación del uñudo, hubo santos que amaron a los mininos: Santa Agata, San Francisco de Asís(quien reza la leyenda que fue salvado de una plaga agresiva de ratas por un gato negro que brotó de la manga de su cotón), San Gregorio El Grande( quien se auxiliaba con su gato en la meditación),San Iván(patrono de los abogados), San Molig de Irlanda (quien hizo el milagro de devolver de la muerte a su gato, su pájaro canoro y una mosca) y nada menos que Mahoma, máximo profeta del Islam(quien para no despertar a su gato durmiente se arrancó la manga de la túnica evitando interrumpirle la siesta a su miau).
Amalasuntha reina de los ostrogodos mimaba más a sus gatos que a su propio hijo, y Carlomagno de Francia les daba de comer de su mismo plato. Godofredo Chaucer, gran poeta medieval inglés, tuvo muchos gatos, al igual que el trovador francés Guillermo De Aquitania(quien protagonizó una tierna historia de amor con su gato Manx llamado Pudincito).Entre los sultanes de la línea de Osman hubo muchos adoradores del gato, desde el fundador de la dinastía Osman I pasando por sultanes como Bayaceto I(quien mejoró la raza de Angora), Mehmet II el Conquistador, Bayaceto II el Jardinero, Selim I el Excelente, Solimán el Magnífico, Selim II y el desquiciado Ibrahim I(quien hizo ahogar a todo un harén de más de 200 mujeres pero jamás se le ocurrió hacerle nimalas miradas a sus micifuces.)Las mujeres de varios sultanes osmanlíes también fueron grandes gatómanas, entre ellas Hafsa,Turhan, Khurrem, Nurbanu y Kosem.Los osmanlíes habían heredado el amor por los felinos de los seljuks, entre los cuales Saladino se destacó con su inseparable Firousi.Los monarcas mugalos de la India también idolatraron a sus mascotas uñudas, siendo los gatómanos más conocidos Babar el Tigre, Akbar el Grande, Sha Jehangir y su esposa predilecta Nur Jehan, Sha Jahan y su adorada Mumtaz Mahal y Aurangzeb. Entre los nipones, Ieyasu Tokugawa se destacó por haber apresado al dueño de un mastón que asustó a su gata predilecta. Los tailandeses aún recuerdan el amor de sus reyes Mongkut y Chulalongkorn por los gatos.
Nzingha de Ndongo y Matamba tuvo varios abisinios, al igual que el emperador Menelik II de Etiopía y Shaka Zulú. Ser el predilecto del poeta Petrarca le trajo malas consecuencia a su gato, pues cuando el creador del soneto murió su miau fue sacrificado y momificado para acompañar a su socio al más allá. Grandes genios como el italiano Leonardo Da Vinci, la francesa Colette, el pensador Michel de Montaigne, el filósofo Nicolás Maquiavelo, el músico Doménico Scarlatti, el irlandés William Makepeace Thackeray(autor de Barry Lindón), la novelista gala George Sand, el poeta francés Charles Baudelaire, el cuentista gringo Edgard Allan Poe, los poetas ingleses Percy Bysshe Shelley, John Keats y Lord Byron, el rey del reggae Bob Marley, la novelista gringa Harriet Beecher Stowe, el novelista británico Thomas Hardy, el organista-misionero y médico Albert Schweitzer, los compositores Federico Chopin, Claudio Debussy y Pedro Ilitch Tchaikovsky, el bardo Víctor Hugo y el novelista Alejandro Dumas admitían no poder existir sin un gato en la casa. El poderoso cardenal Richelieu llegó a adaptar un salón palaciego para sus gatos(los cuales heredaron buena suma de su fortuna),mientras que novelistas como Walter Scott y Charles Dickens jamás escribían sin sus gatos a mano.El compositor ruso Alejandro Borodin, el bardo galo Teófilo Gautier, el gran periodista empírico y poeta normando Juan Alejandro de Normandía y el poeta inglés T.S.Eliot dedicaron numerosas obras a sus gatos. La madre de la enfermería Florence Nightingale le ponía nombres de estadistas a sus gatos, mientras que la libidinosa inglesa Jane Ellenborough admitía envidiarles la capacidad sexual a sus numerosas y mimadas gatas.
El amor del emperador bizantino Alexis V Murzúfulo por sus gatos fue tanto que cuando lo asesinaron los animalitos lamieron su destrozado cuerpo. Reyes como Juan III Sobiesky de Polonia, Enrique IV de Francia, Nicolás I de Rusia, Eduardo VII de Inglaterra, Ma. Antonieta de Francia, Victoria de Inglaterra, Federico II de Sicilia, Federico II de Prusia, Pedro I de Portugal y su tercera esposa Inés Pirez de Castro, Sissy Emperatriz, Leonor de Arborea, José II de Habsburgo, Vlad Drácula de Transilvania, Burte(esposa principal de Genghis Khan), Catalina II de Rusia, Ma. Teresa de Austria, Tipoo Sultán , el regente Felipe II de Orleáns de Francia , Carlos II de Inglaterra, Brian Boru de Irlanda y Luis XV de Francia hicieron esperar a dignatarios mientras atendían a sus mininos personalmente, mientras que estadistas de la talla de Rutherford Hayes(a quien le regalaron el primer gato siamés traído a América), Abraham Lincoln, Jorge Washington, Ataturk de Turquía, Tito de Yugoslavia, Jomo Kenyatta, Vladimir Ilitch Lenin, Teddy Roosevelt, Jawaharlal Nehru, Indira Gandhi Horacio Walpole, Mahatma Gandhi, Bill Clinton, Winston Churchill , Charles de Gaulle, Georges “El Tigre”Clemenceau, y Ho Chi Mihn de Vietnam le brindaron trato casi de realeza a sus felinos.
El amor desbordante por los gatos también fue característica del novelista Ernest Hemingway, el bardo William Butler Yeats, el periodista y novelista galo Emilio Zola, el humorista Mark Twain, el científico Luis Pasteur, el científico Isaac Newton, el novelista nipón Yukio Mishima, el genio del terror HP Lovecraft, los poetas Rabindranath Tagore, Omar Khayyam y Rudyard Kipling, el científico Albert Einstein, las hermanas Bronte, la periodista y novelista Kamala Napurdalah(autora de Libro del Gato:Miao También Ama),el explorador David Livingstone, la artista Yoko Ono, el Beatle John Lennon, el compositor galo Jean Michel Jarre,la mecenas Peggy Guggenheim, la pintora azteca Frida Kahlo, el rockero inglés Freddy Mercury(autor del hit Delilah en el cual ama a gritos a su gata traviesa), la bailarina gitana Tadea Mirszlac, el pintor Pedro Pablo Rubens, el papa Leon XII, el matemático y escritor inglés Lewis Carroll (autor de Alicia en el País de las Maravillas) y León Trotski . Lenin en sus últimos días prefería a Trotski por encima de Stalin como sucesor precisamente porque cuando el judío creador del ejército rojo le visitaba, primero saludaba a los mininos de Lenin y luego al propio Vladimir, ganándose así el corazón del gran dirigente ruso.
Gatólokos, gatólogos, gatómanos o simplemente guácala(a como expresa mi alumna coreanita Min Ji cuando algo no le gusta)los que amamos los gatos somos legión.En el día de los animalitos, hemos rendido tributo a todos esos humanos para quienes nuestros Firousis, Gateaus,Socks, Jocks, Lunas, Catarinas, Chanoines, Furhouses, Cupcakes, Vashkas, Atjas,Gnats, Gladstones y Guillaumes.(sin olvidar a mis trece pavorosos y venerados pozos sin fondo ) siguen siendo el trocito más tierno de nuestros corazones.
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